Si no fuera porque Timothy Snyder es uno de los historiadores vivos más respetados del mundo y uno de los más importantes catedráticos de la Universidad de Yale, templo mundial del estudio de la historia de la humanidad, The Road to Unfreedom (Camino hacia la no Libertad, como feamente ha sido traducido al español) podría pasar por un libro parido por la más histérica teoría de la conspiración. Pero no lo es.
Snyder ha hecho, en este libro publicado a finales del 2018, lo que los historiadores generalmente no hacen: aplicar todas las herramientas de la historiografía y el conocimiento sobre el pasado para desentrañar procesos de la actualidad. En este caso, sobre el intento del gobierno ruso de Vladimir Putin por socavar los principios y las instituciones democráticas occidentales mediante el fortalecimiento de los movimientos populistas y radicales en Europa y EEUU. En este extraordinario libro, Snyder explica. fundamentándose en las complejidades de la historia antigua y reciente de Rusia, cómo Putin y los oligarcas rusos tienen en marcha un gigantesco operativo diplomático, militar y cibernético para imponer en el mundo un sistema político basado en los nacionalismos y la demagogia que se expresan a través del racismo, la misoginia, el discurso anti europeo y anti liberal.
Para entender este fenómeno, el autor arranca explicando la fascinación que Putin siente por Iván Ilyin (1883-1954), un pensador fascista ruso que creía que el comunismo impuesto por los bolcheviques era parte de una conspiración occidental para acabar con Rusia y al que había que combatirlo con el ejercicio de la violencia. Ilyin pensaba que Rusia es un ente virtuoso e inocente que está siempre bajo la amenaza de Occidente y su cultura a la que quiere sodomizar. Según Ilyin, la suprema autoridad de Rusia debía estar concentrada en un solo individuo, tan redentor como viril, por encima de cualquier otra consideración democrática. Y para defender a la virtuosa y superior Rusia, cualquier medio sería legítimo. En otras palabras, una teoría que calza perfectamente con la figura viril y autoritaria de Putin.
A la hora de poner en práctica sus creencias más antiliberales y anti occidentales, Putin también se inspira en la obra de Lev Gumilev (1912-1992), pensador del euroasianismo que relacionó la identidad de las naciones con los rayos cósmicos. De acuerdo a Gumilev, la fuerza de Occidente se encuentra casi agotada y en decadencia mientras que a Rusia le sobra energía para formar un todopoderoso Estado entre Europa y Asia.
A partir de ese marco teórico, Rusia tiene entre sus objetivos más inmediatos la destrucción de la Unión Europea (por eso apoya el Brexit y los movimientos ultra nacionalistas y anti europeos de Francia e Italia), la anexión de Ucrania y el fin de las instituciones democráticas y liberales de los EEUU. Por eso, sostiene, se embarcó en el propósito de hacer presidente a Donald Trump, con quien los rusos tenían excelentes relaciones y negocios desde los años 90.
Para hacer todo este vasto estudio, Snyder hace una distinción entre dos vertientes o visiones políticas que son las que, según él, están enfrentadas en esta guerra mundial. Por un lado está lo que define como la política de lo inevitable. Según esta perspectiva política, la historia avanza inexorablemente hacia un claro final. Son las instituciones y las ideas las que luchan para el desarrollo y la búsqueda del progreso. El liberalismo y la democracia está dentro de esta forma de ver el desarrollo de la historia. Del otro lado está lo que Snyder llama la política de la eternidad.
Desde el punto de vista de la política de la eternidad, no existe el progreso. La historia no es más que una repetición cíclica de continuas humillaciones, muerte y renacimiento que se repiten una y otra vez. Esta política de la eternidad se sustenta en el victimismo en el cual siempre retornan las mismas amenazas del pasado. Los países que abrazan la política de la eternidad, no tienen sistemas de sucesión del poder como tiene la democracia liberal occidental donde reina la política de lo inevitable. Así Rusia siempre estará amenazada por Occidente o, por ejemplo, la Venezuela de Maduro por la oligarquía colombiana.
Dentro de todo este contexto, el capítulo sobre la trama rusa por colocar en la Casa Blanca a Donald Trump es quizá el más vibrante del libro. Con información sorprendente y recientemente proporcionada por periodistas e investigadores oficiales, Snyder reconstruye la historia sobre cómo el gobierno de Putin y los oligarcas rusos desplegaron todas sus capacidades para despejar el camino de Trump al poder.
En este esfuerzo por colocar en el poder a un representante de la política de la eternidad, como Trump, se encasilla el despliegue cibernético y mediático ruso. Snyder logra descifrar los nexos de Trump con los rusos que se originan mucho antes de que el actual presidente de EEUU iniciara su carrera política y muestra cómo sus vínculos con los oligarcas rusos fueron clave para el desarrollo de la trama rusa. Rusia no solo que robó los correos electrónicos del Partido Demócrata para entregárselos a Julian Assange y así perjudicar la campaña de Hillary Clinton, sino que desplegó una operación hercúlea en redes sociales para propagar noticias falsas y generar un estado emocional en la sociedad estadounidense para ayudar a la campaña de Trump. Russia Today tuvo un papel muy especial en este cometido.
Para Vladimir Putin, la gracia no está en controlar al presidente de Estados Unidos o acabar con la unidad europea. La clave es cuestionar y desacreditar el sistema democrático de Estados Unidos y de Europa. La idea no es hacer de Rusia un país más rico o desarrollado sino que los otros países sean más pobres o menos desarrollados de lo que son.
En esta guerra en la que los rusos llevan por ahora la delantera, la desinformación es clave. La televisión rusa y las redes sociales están destinadas a crear un clima en el cual las noticias deben convertirse en entretenimiento y nada debe parecer basado en hechos reales. Según Snyder, Putin se ha dedicado a destruir el concepto occidental de creer en lo hechos y promover la lógica de la emoción y la superstición. Se crean climas emocionales pero no se informa ni se reflexiona sobre hechos reales.
El libro de Snyder permite al lector ecuatoriano y latinoamericano entender cómo esta lucha por el poder global está instalada también en esta parte del mundo. Acá también la política de la eternidad encarnada por regímenes como el chavista de Maduro, el correísmo en Ecuador o el kirchnerismo en Argentina se enfrentan a la política de lo inevitable que cree en las instituciones y en el desarrollo democrático, que cree en la alternabilidad del poder, como camino hacia una mejor vida.
La lectura de The Road to Unfreedom es el mejor ejercicio posible para poder entender cómo el operativo ecuatoriano para nacionalizar a Assange y nombrarlo diplomático en Moscú, coincidiendo con el frustrado plan ruso para sacar al fundador de Wikileaks de Inglaterra, tiene que haber sido parte de la trama rusa para dominar el mundo.
Un muy claro y extraordinario análisis, los ecuatorianos debemos informarnos sobre los puntos que sustenta la “”Política de la eternidad””para que podamos saber contra qué y quién debemos defendernos. La década de los corruptos marcó el sendero por donde quisieron dirigir a nuestro país hacia ese tipo de política, porque lo que importa para sus gestores, no es el progreso del pueblo, sino el empobrecimiento del mismo para poder dominarlo ideológicamente, sembrando la semilla del odio y del desprecio hacia todo lo que signifique bonanza y progreso, por eso se dictaron leyes y se crearon sistemas que si no se les elimina a tiempo les permitirá su retorno.
Cualquiera que lee este artículo creería que por el contrario, los gobiernos conservadores de Usa y sus aliados han sido respetuosos de la libertad y privacidad del resto del mundo. Lo que han hecho las agencias de espionaje de usa para espiar a la sra. Merkel, etc. Cambiar gobiernos como el de Chile, o destruir países como Irak, cercar a los palestinos condenándolos a la extinción, es ciertamente más condenable que “la trama rusa”… Lo dicho esta actualmente bien documentado precisamente Gracias a personas como Assange, Snowden etc. Solo falta que hagan una apología de los “ valores de occidente “ como el bombardeo de Hiroshima, las cruzadas, el respeto a los niños por parte de la grey católica, los pocos millones que viven bajo el nivel de miseria, o, el gasto anual sostenido en armas de Usa, que supera al del resto, juntos.(Sipri) Pf expongan también puntos de vista como el de Oliver Stone, el tori inglés que elaboró un informe sobre la guerra de Irak, y otros enfoques. Creo que los diversos protagonistas de la geopolítica tienen intereses económicos más que ideologías, virtudes y grandes errores. Dividir al mundo en buenos y malos se lo dejó a G Bush y a su artículo. Si solo escuchan a Caperucita, el lobo será siempre el malo. Atentamente
Don Juan,
parece que usted no hubiera leído la nota y escribiera un discurso de memoria. El pelagato Pallares cuenta en su nota de qué habla un libro cuyo autor no es él… La nota cuenta la tesis general del libro. Punto. Cordial saludo.
claro que si José, el artículo de Pallares habla de la tesis de un libro, pero que representan ideologías cercanas a lo que ustedes defienden y/o critican, y me parecen interesantes los puntos evocados por juan cueva, hay que informarnos y abrir nuestras mentes al conocimiento, y eso incluye aceptar que tal ves estábamos equivocados en lo que creíamos ciegamente como la verdad, entendamos que no hay bando bueno ni malo, sino intereses que controlan las mentes humanas casi a su antojo
No es la más histérica teoría de la conspiración,…es la más histérica realidad…
De lo expresado en el escrito sobre el libro de Thimoty Snayder” “The Road to Unfreedom” (camino hacia la no libertad) se puede concluir que es el resultado de muchas investigaciones que aplica todas las herramientas de la historiografía y el conocimiento sobre el pasado para desentrañar procesos de la actualidad. explica Snyder fundamentándose en las complejidades de la historia antigua y reciente de Rusia, cómo Putin y los oligarcas rusos tienen en marcha un gigantesco operativo diplomático, militar y cibernético para imponer en el mundo un sistema político basado en los nacionalismos y la demagogia que se expresan a través del racismo, la misoginia, el discurso anti europeo y anti liberal.
Para hacer todo este vasto estudio, Snyder hace una distinción entre dos vertientes o visiones políticas que son las que, según él, están enfrentadas en esta guerra mundial. Por un lado está lo que define como la política de lo inevitable. Según esta perspectiva política, la historia avanza inexorablemente hacia un claro final. Son las instituciones y las ideas las que luchan para el desarrollo y la búsqueda del progreso. El liberalismo y la democracia está dentro de esta forma de ver el desarrollo de la historia. Del otro lado está lo que Snyder llama la política de la eternidad.
Desde el punto de vista de la política de la eternidad, no existe el progreso. La historia no es más que una repetición cíclica de continuas humillaciones, muerte y renacimiento que se repiten una y otra vez. Esta política de la eternidad se sustenta en el victimismo en el cual siempre retornan las mismas amenazas del pasado. Los países que abrazan la política de la eternidad, no tienen sistemas de sucesión del poder como tiene la democracia liberal occidental donde reina la política de lo inevitable.
El libro deTimothy Snyder da a entender y alerta del peligro puesto que Para Vladimir Putin, la gracia no está en controlar al presidente de Estados Unidos o acabar con la unidad europea. La clave es cuestionar y desacreditar el sistema democrático de Estados Unidos y de Europa. La idea no es hacer de Rusia un país más rico o desarrollado sino que los otros países sean más pobres o menos desarrollados de lo que son.
Felicitaciones Martín, el tema es fundamental en la discusión sobre el futuro de Occidente, que atraviesa una ola pos capitalista de abierta decadencia que se observa en USA, Unión Europea, Brasil, Argentina, Francia, Inglaterra, Alemania, España. La democracia occidental es obsoleta y no ha logrado adaptarse al nuevo desarrollo cultural y económico pos capitalista, mientras tanto florecen los regímenes autoritarios y populistas en Rusia, Turquía, Italia, y otros, que aspiran a la eternidad en el poder. El Ecuador está abiertamente involucrado y a la cola de Rusia, con el control de las redes informáticas, con Assange en la embajada en Londres, construyendo para AL un escenario de conflicto con alcance mundial, donde participan Cuba y Venezuela como punta de lanza. El control de las redes de Internet y de la Big Data de clientes de redes sociales como Facebook, posibilita el control de la humanidad sometida al bombardeo de información manipulada y falsa, que crea opinión fácilmente direccionable a procesos electorales, gobiernos, crisis internas, el brexit en Inglaterra, los chalecos amarillos en Francia, la migración hacia Europa por el Mediterráneo, la migración desde CA hacia el sur de USA, la migración venezolana hacia países débiles como Colombia y Ecuador. La decadencia de Occidente está sustentada por Rusia aún en argumentos esotéricos o “en los rayos cósmicos”, por lo que en este momento de la historia les toca liderar y que la ola de Occidente ya finalizó.
Saludos
Brillante.
Buenos días Sr Pallares, excelente análisis, muy interesante. Por favor me podría indicar dónde puedo conseguir este libro.