/

Yunda se apropia del logo de Quito

lectura de 7 minutos

Quito está estrenando logo. Y no lo hace porque necesitaba uno nuevo o porque antes no tenía uno que identificara a la ciudad. Tampoco porque la ciudad hubiese tenido una transformación tan radical que necesitaba una nueva marca y ni siquiera porque algún astuto funcionario pensó que podía ganarse una comisión encargando el diseño a una agencia de amigos: porque resulta que el trabajo fue gratuito según la Alcaldía.

No, si Quito está estrenando un logo es, entre otras razones, porque parte de la clase política entiende el ejercicio del servicio público como un asunto personal y no institucional. Que Quito esté estrenando logo desde el día en que se posesionó el nuevo alcalde Jorge Yunda, no es sino una evidencia más de que la cosa pública es entendida como un ejercicio personal, donde la institucionalidad, la historia y la memoria colectiva no existen. Algo que, por cierto, no es nuevo ni exclusivo del actual alcalde: ya Augusto Barrera impuso un logo durante su administración y Mauricio Rodas hizo exactamente lo mismo en la suya. Como si los logos tuvieran que representar a cada una de las administraciones y no a la ciudad como tal.

La personalización de la imagen de la ciudad es tan grosera, en el caso de Yunda, que parte del nuevo logo de Quito es una frase que él utilizó como eslogan de campaña: “Quito grande otra vez”.  ¿La imagen de la ciudad debe llevar a cuestas el mensaje del candidato ganador? La interrogante se hace más inquietante si se toma en cuenta, además, que únicamente el 22 % de los quiteños votaron por la propuesta de Yunda.

Pero esto es una parte del problema. Hay otra que hace de toda esta historia algo ridículo y penoso: el “Quito grande otra vez” es una evidente inspiración o más bien copia descarada del “Make America great again”, con el que Donald Trump no solo logró aglutinar a todos los grupos de la extrema derecha racista de los EEUU, sino que se ha convertido en la oración sagrada de una teología política supremacista que aspira a la reconstrucción de una nación racial y espiritualmente pura, libre de cualquier contaminación extranjera. Si incorporar a la imagen de la ciudad el eslogan político de un candidato desvirtúa y adultera el concepto de un logo de ciudad, que ese eslogan sea una burda copia de una frase de la última campaña electoral de EEUU, con toda la connotación que aquello tiene, se convierte en un pesado fardo que puede ser vergonzante para un sector de la población de Quito.  ¿Cómo es posible que la imagen de Quito deba estar asociado al eslogan de Donald Trump?

La creación del nuevo logo de la ciudad, además, no fue producto de un proceso en el que se haya incluido alguna forma de consulta o participación  de la sociedad ni tampoco de expertos en diseño o de gente que se haya dedicado a pensar la ciudad. El nuevo logo es simplemente la representación que Jorge Yunda y su equipo tienen de Quito y que fue plasmada en el departamento de publicidad del Municipio.  ¿No costó nada? En verdad no hubo un gasto directo en el pago del trabajo, lo cual es bueno para la ciudad, pero eso no significa que no haya que gastar en nueva papelería y en el cambio de imagen en vallas y lugares públicos.

Los expertos sostienen que normalmente los logos sirven para posicionar una idea o concepto de una ciudad, básicamente para estimular el turismo. En otras palabras, un logo sirve para vender una ciudad. El mejor ejemplo de esto es el de Nueva York. Esa ciudad, considerada como uno de los mejores ejemplos de un branding o posicionamiento de marca del mundo, utiliza el celebérrimo I love New York diseñado por Milton Glase donde el love se reemplaza con un corazón. Ese logo, sin embargo, se utiliza únicamente para temas turísticos y ni siquiera aparece en la página de la municipalidad de esa ciudad. Lo mismo ocurre con ciudades como Madrid, que tiene un logo para fines turísticos en el que se la palabra Madrid aparece sostenida en un abrazo mientras que la imagen oficial de su cabildo se remite al escudo heráldico de la ciudad.

Un ejemplo significativo de esta forma de diferenciar el símbolo oficial de una ciudad del que se usa para el turismo es el de Amsterdam. Esa ciudad holandesa tiene ahora un logo turístico, considerado como uno de los mejores del mundo, que básicamente es la frase I amsterdam, donde la I y la sílaba am van en rojo mientras sterdam van en negro. La idea de ese logo es transmitir la idea de que el visitante se apropie de la ciudad bajo el mensaje de Yo soy Amsterdam.  Mientras ese es la imagen para vender la ciudad al visitante, Amsterdam mantiene su escudo de armas como símbolo oficial de la ciudad.

No todos los casos son así, sin embargo. París por ejemplo tiene un logo que se usa para temas institucionales como turísticos, pero es una imagen tan simbólica (una nave estilizada) que es imposible relacionarla con una figura o alcalde en particular.

Según el estratega en branding Arek Dvornechuck, de la firma Ebaqdesign de Nueva York, para una ciudad el logo ayuda a crear asociaciones positivas y diferenciarse de otros destinos turísticos. “El logo de una ciudad -dice- debe ser parte de una estrategia más grande que busque revivir la imagen de la ciudad y su economía”. Es evidente que, en el caso del logo de Quito que ha impuesto la administración Yunda, estos conceptos no se cumplen.

Un logo o emblema de ciudad debería no solo ser una imagen que proyecte cierto elemento positivo y atractivo de la ciudad, sino que represente de alguna forma a sus habitantes. El nuevo logo de Quito, en realidad, representa el espíritu de la campaña electoral de un alcalde. Yunda usa el  logo de Quito como una extensión de la imagen de su campaña y de su paleta cromática. No solo es un abuso sino un gasto portentoso cuando se piensa en todos los cambios que esto conlleva para la ciudad en cambio de papelería, señalita, banners y otros materiales promocionales… Todo porque cada alcalde que llega hace con la ciudad y sus símbolos lo que quiere. Yunda, que ganó con el 22%, no escapa a esta constante.

Fotomontaje: 4P.

28 Comments

  1. Este sociolisto no entiende que Quito necesita obras y no palabras y mucho menos de contaminar visualmente con vallas publicitarias y logos adefeciosos , otro que esta demostrando el culto a su persona, solo así se explica que Yunda este en primer plano , ( será que tiene un sesgo narcisita también) , en Quito hay muchos problemas que no han sido solucionados y que se han enraizado y agravado , hasta el día de hoy no se conoce cual es su plan de trabajo , ¿ lo tendrá? alguien lo conoce. Los días transcurren en divagaciones y disparates .

  2. Interesante sorpresa leer en varios medios que el nuevo alcalde se apropia del logo de Quito.

    El Comercio de Quito publica una noticia que francamente, aunque causa inmensa pena, no es posible entender menos aprobar. El titulo del reportaje es:
    “Un campamento de refugiados sin servicios, en la calle Whymper de Quito”

    El tema del articulo es el caso de refugiados colombianos que se han instalado frente al edificio donde se ubica ACNUR exigiendo los ayuden para ser reubicados a otros puntos del planeta por razones que ellos consideran justas, aunque de lo que se lee, ese organismo no tiene esa facultad, y es obvio que ellos desconocen, o quienes los dirigen es posible que sepan, y quizas olvidaron informar a dichas personas.

    Que regio seria que el alcalde Yandun, como adalid de mejores causas, se apropiara de la otrohora señoreal Luz de America, pusiera de una vez por todas fin al aspecto que dan situaciones como la descrita, por las cuales la Capital de la Republica parece tierra de nadie, donde cada cual reclama sus derechos, etc., y el aspecto de la ciudad, y los problemas que esas situaciones crean, otro caso de “que mas da, asi son las cosas”, etc., Quizas si se da una vuelta el alcalde vera en varias esquinas y aceras del centro historico pequeñas estufas y tanques de gas donde sus dueños expenden comida a vista y paciencia de las autoridades de sanidad o quienes responden por ello, salud e higiene que pena, esos vendedores tienen derecho a ganarse un pan, pero tengo la certeza de que no debe ser a expensas de la salud de la ciudadania, y por cierto de la imagen de la ciudad. Turismo es una de las fuentes de ingreso para el municipio? quisiera alguien contar que interes tendran los turistas, nacionales y foraneos de pasear por la ciudad, sino llevarse una pesima impresion y buscar otros pueblos y ciudades que cuidan de su imagen y claro alli si gastar sus reales.

  3. Comparto plenamente el artículo, y es lo que pienso de los demás alcaldes electos del país. A título personal se toman una responsabilidad de construir una imagen de ciudad que no es más que el reflejo miope de una representación minoritaria que en estos temas no los legitiman. Los electos se creen con la responsabilidad de refundar las ciudades en cada periodo, sin entender el verdadero impacto de sus decisiones políticas y sobre todo administrativas.

  4. Para que Quito vuelva a ser grande otra vez, el señor Yunda, primero tendrá que renunciar
    a su ego personal y al monopolio de frecuencias. Debe trabajar con el único propósito, de servir a la ciudad con absoluta honradez y honestidad.

  5. ya! no sufran dejenlo administrar. en tan pocos dias no puede hacer los cambios que desean

Comments are closed.