En nuestro país, muchas veces la coyuntura política nos va imponiendo agenda en el día a día y, entre tanta novedad, a veces los temas importantes corren el riesgo de perder vigencia. En ese sentido, los ciudadanos no debemos soltar la discusión acerca de la existencia o no del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social.
El Consejo transitorio liderado por Julio César Trujillo, ya nos dio unas buenas pistas sobre por qué es inconveniente que un órgano así sobreviva. De hecho, tantas falencias de fondo y de forma fueron identificadas y el mismo Dr. Trujillo manifestó, en su momento, su voluntad de recoger firmas para promover su eliminación.
El Consejo transitorio terminó su patriótica labor, pero el debate de fondo sobre el destino de este organismo del Estado debe retomarse. Conviene que recordemos que el CPCCS es un órgano muy poderoso, que tiene como actividades principales, además de la lucha contra la corrupción, la elección de las autoridades de control.
Recordemos que el CPCCS, justamente por las atribuciones en la designación de autoridades, fue en los diez años pasados, la joya de la corona de la cooptación de poderes y, por la misma razón, siempre va a ser un organismo apetecido por el gobierno de turno, cualquiera que sea su ideología.
En el ejercicio real de la política, si se mantiene el CPCCS, corremos el riesgo de que se vuelva a repetir el escenario de los diez años pasados y que la cooptación política de este organismo contamine sus funciones. Y aquello no es muy difícil, porque siempre va a constituir una tentación, para cualquier régimen, tener alineados con sus intereses a los órganos de control.
La experiencia vivida hace poco nos demostró con creces que, si bien la creación del CPCCS pudo haber tenido un espíritu democrático, en manos de visiones autoritarias, terminó siendo la génesis de la trama de corrupción en la cual seguimos inmersos. Por eso y a la luz del legado de Julio César Trujillo, es imperativo seguir discutiendo sobre el destino de este organismo y sobre su real utilidad y conveniencia para la democracia. No podemos vivir con una bomba de tiempo que amenaza con estallar dependiendo el gobierno de turno.
En esa línea, varias posibilidades se han venido barajando: se habló en un momento acerca de que quizás era bueno que la Asamblea le retire la facultad de designar a los órganos de control; tarea que regresaría al legislativo con procedimientos que aseguren procesos de designación con veeduría, oposición y méritos. Igualmente se habló de la vía constitucional mediante enmienda o reforma e, incluso, la posibilidad de recoger firmas. El hecho cierto es que es importante retomar ese tema.
La participación ciudadana como concepto, como derecho ciudadano de involucrarse en la vida democrática del Ecuador no debe ser corporativizada o, peor, entendida y ejecutada desde el control del Estado: ese es otro debate que como ciudadanos debemos tener.
La supervivencia del CPCCS debe ser analizada desde una perspectiva de fortalecimiento de la institucionalidad ya que, si no se estamos seguros de que su permanencia va a promover la independencia de poderes, la participación ciudadana y no va a lograr articular ningún plan efectivo de lucha contra la corrupción, mantenerlo no tiene ningún sentido.
Ruth Hidalgo es directora de Participación Ciudadana y decana de la Escuela de Ciencias Internacionales de la UDLA.
El CPCCS debe desaparecer. Causa un gasto innecesario al bolsillo de los ecuatorianos, no sirve para absolutamente nada, esta compuesto por una gavilla de socios de Alibaba Correa y sus 40 ladrones, cuestionan, lo que la ciudadanía de bien aplaude, al trabajo que hizo el transitorio y encima tiene como presidente a un individuo que a cometido estafas y una serie más de fechorías?
¿Para eso sirven mis impuestos? Por favor!
“El Poder de Honor Ciudadano es la capacidad o facultad que tienen los ciudadanos, ya sea como individuos o como grupo, para realizar cambios positivos en su comunidad, partiendo desde su propio actuar, a través de un Código de Honor que persiga: el Bien Común, la Paz Social y la Justicia”.
Tomado de Poder De Honor Ciudadano, Autores: David y Eduardo Acosta.
Por qué cuando manejó Trujillo el CPPCCS. estuvo bien a sabiendas que la evaluación y designación de autoridades estuvo lleno de errores constitucionales? Ahora pretenden eliminarle o quitarle funciones importantes como designación de autoridades de control y dejar que la asamblea lo haga, me imagino que pasaría regresar al hombre del maletín si ahora no pueden designar ciertas autoridades de comisiones, se matan entre ellos
Ahora no se saben quiénes son oposición o gobiernistas. Se debería seguir con el Consejo de Participación mejorando los procedimientos para la evaluación y designación de autoridades.
Usted firmó un convenio con el CPCCS y su fundación en sus primeros años de existencia?