La Corte Constitucional partió ayer la historia del país: reconoció el matrimonio igualitario. Un derecho que la comunidad GLBTI reclamaba y le había sido negado.
El pronunciamiento de la Corte cambia la vida de parejas de identidad y opción sexual diferente. Ahora podrán, si lo desean, contraer matrimonio y vivir como lo hacen las parejas heterosexuales, en igualdad de derechos. Se dirá que el matrimonio está en crisis y que la comunidad GLBTI está de ida cuando un gran porcentaje de heterosexuales está de vuelta. No importa: querían ese derecho y lo han obtenido.
No es solo un derecho: lo que ayer hizo la Corte Constitucional puede ser leído, por las consecuencias que acarrea, como el otorgamiento de una verdadera cédula de ciudadanía a los miembros de una comunidad que ha vivido oculta y, en casos visible pero señalada, perseguida o marginada. El derecho a casarse puede cambiar la mirada y ciertos esquemas mentales vigentes en la sociedad que, con los meses, como ha ocurrido en otros países, asumirá realidades hasta ahora solapadas por prejuicios.
El cambio fundamental que operó la Corte Constitucional es sacar estos temas de la hojarasca homóbofa y religiosa en la cual sus opositores han pretendido encerrarlos. Aquí no se trata de debatir sobre el supuesto derecho natural o el diseño original que en forma tan pueril defienden (como si se tratara de una realidad y no de una metáfora religiosa). El fallo de la Corte Constitucional sitúa ese debate (y los que vengan) en términos de derechos civiles. Y esos derechos, en una buena cantidad de casos, ya cuentan con jurisprudencia en cortes internacionales.
En este punto, da grima ver las actitudes de asambleístas como Héctor Yépez, de CREO. Él se refugia en el artículo 67 de la Constitución para desde ahí gritar al “peligrosísimo precedente” que habría creado la máxima Corte. Yépez puede, faltaba más, defender sus convicciones. Lo que no debe, como asambleísta de la República, es tergiversar los hechos y encararlos con una indecencia intelectual que pasma. El artículo 67 es absolutamente contradictorio. Primero, porque “reconoce la familia en sus diversos tipos”. Y dice que el Estado garantizará las condiciones para proteger esos diversos tipos de familia. Y que esas condiciones “se basarán en la igualdad de derechos y oportunidades de sus integrantes”. Es decir, esas normas constitucionales, como dice la Corte Constitucional en su boletín de prensa, son “favorables a la igualdad de la persona y rechazan todo tipo de discriminación”. De esa igualdad de todas las personas ante la ley habla, precisamente, el artículo 24 de la Convención Americana de Derechos Humanos que sirvió para fundamentar la interpretación que hizo, en 89 páginas, La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Art. 67 Constitución: "El matrimonio es la unión entre HOMBRE Y MUJER"
Clarísimo, ¿no? ¿Qué parte no leyeron 5 de 9 jueces en la @CorteConstEcu?
Más allá de estar a favor o en contra, ¡la máxima Corte del país no puede limpiarse con la Constitución!
Peligrosísimo precedente.
— Héctor Yépez 🇪🇨 (@HectorYepezM) June 12, 2019
Mejor aún: Yépez es abogado y es asambleísta. Y actúa, por prejuicio confesional, como si no conociera la jerarquía de las leyes. Como si la opinión Consultiva (“Identidad de género, e igualdad y no discriminación a parejas del mismo sexo”) de la CIDH, no generara una jurisprudencia que prevalece sobre la Constitución. De un abogado por lo menos se espera que no diga que es inconstitucional sino, como lo dice la Corte en su boletín de prensa, que la Asamblea debe reconfigurar “la institución del matrimonio para que dé un trato igualitario a las personas del mismo sexo” y adecuar el artículo 81 del Código Civil y el artículo 52 de la Ley de Gestión de la Identidad y Datos Civiles”.
La Corte Constitucional no se ha limpiado, como dice vulgarmente el asambleísta Yépez, con la Constitución: sencillamente cinco de sus miembros fundamentaron su fallo en la interpretación que hizo la CIDH que, a su vez, se basó en el artículo 11 de la Convención Americana de Derechos Humanos que, entre otras cosas dice: “Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la familia, en su domicilio o en su correspondencia ni de ataques ilegales a su honra o reputación”. Es decir, todo lo que hacen con la comunidad GLBTI aquellos defensores del supuesto diseño original, como el asambleísta Yépez. Personajes que confunden la sociedad con sus iglesias y el derecho con sus creencias religiosas y que son igual de violentos e intolerantes que lo fueron el ex presidente Correa y sus hordas.
Ciudadanos con derechos y libres de discriminación: ese es el nuevo estatus de los miembros de la comunidad GLBTI, gracias al fallo irreversible de la Corte Constitucional (porque es tribunal de última instancia). Ese fallo ubica el debate social donde debe estar: la defensa de los derechos civiles de ciudadanos diversos y concretos y no el apego a dogmas que conciernen a los creyentes y a sus pastores. No a los ciudadanos.
Foto: El Universo.
Al final después de tanta semántica, y sesudas disquisiciones, uno exprese o exterioriza sus gustos, anhelos o aquerencias
Bien venido José
Muy clara y precisa la posición del Asambleísta Yépez, además muy jurídica conforme la hermenéutica lo pide. En este sentido es claro el voto salvado del Dr. Hernán Salgado, que con lucidez y claridad jurídica hace un análisis de la vigencia de la Constitución como elemento de representación de la sociedad ecuatoriana, libre de injerencias de transnacionales extranjeras. Hoy nos están invadiendo ideologías de una nueva colonización de esclavitud que quiere vivir a costa de nuestros recursos. En este sentido, la ONU y la OMS son los adláteres de esta ideología destructiva.
Discusión por demás entendible dado que toca estructuras, ideologias, tradiciones y costumbres tan arraigadas en personas y sociedades que hasta hace poco eran intocables. Lo repudiable es leer argumentos tan pobres y básicos como los del asambleísta Yepez o la hipocresía de religiosos que hasta hace poco defendían a los curas violadores de niños citando que eran tan humanos como cualquiera de nosotros y por lo tanto sujetos de derechos y que había que entenderlos, pero estas mismos religiosos miran al matrimonio igualitario como aberración….pura cortina de humo para distraernos de la debacle del país, por ejemplo de la situación de las cárceles nada se discute….
No se entiende por qué este tema de la liberación de la homosexualidad tiene que ser tan publicitado como un gran logro de la humanidad cuando hay tantas otras cosas mucho más importantes con las cuales tenemos que ocuparnos. Los homosexuales por supuesto tienen derechos, pero en una sociedad debe primar siempre el derecho de las mayorías y por lo tanto estos también deben respetar los derechos de los demás qué entendemos el tema de la familia y el matrimonio como se ha entendido por siglos es decir hombre y mujer. Para la gran mayoria es chocante y ridiculo los desfiles LGTB y no hay por que hacer tanta alaraca de esas preferencias sexuales, tampoco es aceptable el que se una pareja de homosexuales adopten niños cuando aquellos no tienen todavía la capacidad de dirimir si quieren estar con homosexuales o con heterosexuales. Por favor señores o señoritas o como quieran llamarse, respeten a la gran mayoría que somos y que no compartimos sus preferencias de vivencia en esta sociedad. Vivan su vida como les dé la regalada gana y dejen vivir al resto de la sociedad en paz y sin querer influenciar su modus vivendi.
Estimado Marco: en relación a su comentario “deben respetar los derechos de los demás qué entendemos el tema de la familia y el matrimonio como se ha entendido por siglos es decir hombre y mujer”.
¿De qué manera se ven vulnerados sus derechos, o los de la “mayoría” que usted menciona, con lo que haga una pareja con su vida privada?
En lo general 4pelagatos tiene una redacción depurada. Hoy se usan términos y conceptos de manera irrespetuosa y ligera, haciendose eco de una parte de la sociedad y menospreciando a otra, otra que si esta hablando es xk algo tiene que decir.
NADIE ATENTA CON LAS PREFERENCIAS SEXUALES DE NADIE. ES REPUDIABLE DESDE TODO PUNTO DE VISTA QUE CINCO SUJETOS ELEVEN LA “VIDA VICIOSA” DE CIERTAS PERSONAS A MATRIMONIO. POR FAVOR.
Buen provecho, señores 4pelagatos. Decía un homosexual: “Cuando el amor es puro, no importa el sexo.”
Dentro de poco tiempo veremos salir del clóset a cualquier cantidad de homosexuales que antes de esta decisión de la Corte, permanecían de bajo perfil.
Ángel, es mejor que la realidad siga encerrada en clósets? Es eso?
Que salgan del closet, pero que no quieran imponer su institución a la mayoría de la sociedad. Que aprendan a respetar como los demás los respetamos. Que creen su propia institución jurídica que establezca esa situación que es contraria a la realidad humana y se sustenta en una invención del hombre. Pero que respeten al matrimonio según lo dice el artículo 67 de la Constitución.
Es divertido cómo se expresan los curuchupas de crucifijo en el pecho. “Antes que nada quiero advertirles que yo no soy homofóbico, no me dan asco los homosexuales, siempre los he considerado seres humanos y pienso que tienen derecho a vivir su vida… pero fuera de la vista de la gente decente! ¡No quiero que mis hijos vean que dos hombres (o dos mujeres) se besan en público!”. Lo que me lleva a pensar lo siguiente: ¿será que estas personas no tienen claro su género y en realidad temen convertirse en homosexuales con solo ver a dos hombres (o a dos mujeres) besándose? ¡Pobres! O sea que están convencidos de que si ven a dos ranas copulando… ¿se pueden convertir en ranas?
Muy cierto , los asambleista como El Sr. Yépez solo quieren aplausos de la sociedad curuchupa ecuatoriana, que aman al projimo siempre y cuando no cuestionen sus dogmas y paguen los diezmos, ¿en donde quedo lo de poner la otra mejilla?
Estimado José, me permito disentir de su Criterio, no es verdad que “Como si la opinión Consultiva (“Identidad de género, e igualdad y no discriminación a parejas del mismo sexo”) de la CIDH, no generara una jurisprudencia que prevalece sobre la Constitución.”, es un criterio no vinculante, porque la Corte Interamericana de Derechos Humanos, esta conformada por personas como usted mismo lo ha manifestado, en otras ocasiones que van hacer su lobby a favor de sus creencias, ideologías e intereses, fue lo que usted manifestó con el nombramiento de Patricio Pazmiño Freire, aserrimo defensor del Correismo, sumado a eso que dentro de la Constitución en el Titulo IX, que habla de la supremacía constitucional, claramente se dice: ” Art. 424.- La constitución es la norma suprema y prevalece sobre cualquier otra norma del ordenamiento jurídico….” y el articulo ” 425, cuando se refiere al orden jerárquico de las leyes claramente dice: “El orden jerárquico de “APLICACIÓN” de las normas será el siguiente: LA CONSTITUCIÓN, los tratados y convenios internacionales, las leyes orgánicas, las leyes ordinarias….”(las mayúsculas son de mi autoría para resaltar el texto). José, jamas se puede interpretar la constitución a conveniencia de ciertos grupos, sino en beneficio de la generalidad, el reconocimiento de diferentes modelos familiares, que existen, no es la plataforma para reconocer el “matrimonio” igualitario, porque este de acuerdo a la Constitución, norma jerarquicamente superior aun sobre tratados y convenios internacionales, lo define como la unión de un hombre y una mujer, debiendo solamente acotar que ha existido debates, acerca de crear una nueva figura jurídica para abarque a las uniones entres seres humanos del mismo sexo, cuestión que por capricho, en cierto punto hasta de necedad no ha sido aceptada por los miembros de los movimientos LGTIB, porque ellos quieren que su unión sea llamada matrimonio, sin entender que matrimonio etimológicamente proviene de la palabra latína matrimonium, derivado de mater, matris ‘madre’, de la raíz indoeuropea de madre, que significa engendrar, dar vida, fuente de vida, y lastimosamente en la unión de personas del mismo sitio no se puede generar vida, por lo que etimológicamente, es una figura inaplicable para este tipo de uniones.
Con el respeto y consideración, pero disentiendo de su articulo.
Fernando, lamento decirle ue usted no disiente conmigo. Usted disiente con la Corte Constitucional. Lea el fallo y verá que sí es considerado vinculante. El Presidente Hernán Salgado lo ratificó hoy en su rueda de prensa. Cordial saludo.
Estimado José, totalmente de acuerdo con lo q le responde a la señora o señorita.. es increíble como algunos que al menos no basan sus críticas en la ética y la moralidad, se sientan afectados en su derecho a decidir.. son ellos los q quieren decidir sobre las minorías, a enseñarles como vivir.. siempre y cuando la mayoría este de acuerdo las minorías (los gays) podrán estar en la calle tomados de la mano.. y si no se les consulta la manera en la que quieren q viva el resto no los respetan..
El matrimonio es un contrato exclusivamente privado entre dos personas muchas veces avalado por las iglesias y como tal debe haber mucha flexibilidad incluyendo opciones como matrimonios temporales o como en este caso de dos hombres, dos mujeres o el común hombre-mujer. El único papel del estado debe ser proteger los derechos de las personas sobre todo de los hijos y el cumplimiento de estos contratos y ni siquiera debería estar en la constitución.
Comparar la posición de Yépez con la beligerancia correísta es absurdo, y cuando menos un maniqueísmo absoluto. Creo que debería leer siquiera la fundamentación de los cuatro jueces disidentes de la mayoría. Muchos estamos en favor del matrimonio igualitario, pero no compartimos las formas en que se llevó a cabo esto. Claro, lo fácil es descartar esa posición como intolerante. Hay mucha viceralidad en este artículo disfrazada de apertura.
Muy buen comentario Jose. Ecuador siendo un país netamente machista ha dado un paso muy importante para poco a poco ir cambiando la mentalidad tercermundista y aprender a aceptar a aquellos que son diferentes. Tolerancia es dejar que cada cual sea feliz y no tratar de imponer nuestros prejuicios, homofobia, y religion a todos los demás. El matrimonio igualitario no atenta contra ninguna religion. Unicamente otorga los mismos derechos que una pareja heterosexual a una pareja del mismo sexo. El mundo no se acaba por eso. En nada afecta a la familia como quieren hoy protestar la gente hipócrita y curuchupa de siempre. No es justo que dos seres que se aman y viven juntos 20, 30 o mas anos el dia de la muerte de uno de ellos su pareja no tenga derecho a heredar lo que han construido juntos. Lo que es peor, en la mayoría de los casos las familias de quien fallece llegan a poner en la calle a esa persona al segundo día. Igualmente si una persona esta enferma, su pareja no tiene derecho a tomar desiciones sobre la salud o la vida de esa persona que ama. Estos derechos si los tienen las parejas heterosexuales. Por que ser egoístas y negar estos derechos a las parejas del mismo sexo. Acaso no son seres humanos? Basta de homofobia y discriminacion.
Excelente, José. Brillante y lúcido como siempre, gracias por este texto tan necesario en estos momentos.
bien dicho, sabemos q el matrimonio es un contrato entre personas como cualquier otro contrato, porque se lo hace bajo ley del hombre y no Dios, para que se cumpla con lo pactado en un papel en vida, enfermedad o en muerte
El Neo izquierdismo y sus adleteres hoy comandando la Corte Constitucional trujillista, son parte de un proyecto para romper valores, creencias, cultura de las clases medias, socavando la hegemonía de las supuestas clases dominantes resquebrajando desde adentro la democracia liberal y supuestamente burgués…para diezmarla desde su propio seno. Destruir la democracia desde adentro y no desde afuera.
No soy curuchupa ni homofóbica, respeto la forma de ser de cada persona, es un asunto personal de cada uno. Pero ante la situación de una Constitución aprobada por los ecuatorianos, creo que debe primar el respeto a la misma, y el respeto debe partir desde los jueces que a la final no son todos los ecuatorianos.
Pili, el marco jurídico vigente implica que la jurisprudencia internacional, aquella que se desprende de los acuerdos firmados por el país, prevale sobre la Constitución. Esa es la jerarquía de las leyes.
Mire señor Hernández, discrepo con su criterio, los acuerdos internacionales están por sobre la constitución, entonces si la mayoría de ecuatorianos votó por una Constitución en la que, específicamente dice “el matrimonio es entre un Hombre y una Mujer, se debió denunciar los acuerdos internacionales en este tema, puesto que hace rato estos” organismos” han sido tomadas por los lgbti, es decir son juez y parte. No es lo único que se viene, se abrió la puerta para una serie de aberraciónes que estos grupos lgbti plantean, la democracia es el gobierno de la mayoría, y lo que en referéndum se aprobó debe respetarse.
Siempre y cuando el texto de la Constitución no sea claro y preciso. Pero en nuestro caso parece que los cinco jueces no saben leer y entender el significado de las palabras.
Siempre los leo y tengo un buen criterio de su labor periodística. Sin embargo, mucha sorpresa me causó este artículo, que está dedicado a defender la postura de un grupo que por supuesto debe tener derechos y garantías. Pero que sucede cuando esos derechos se interponen al del resto de ciudadanos? , pensando en los derechos universales de los seres humanos. Acaso no tenemos también el derecho de decidir sobre este tema? El derecho a decidir si estamos de acuerdo en que nuestros hijos crezcan viendo o no, a dos personas del mismo sexo tomándose de las manos como pareja y explicarles de una forma adecuada qué sucede? Leí en un artículo que dos jueces de la Corte han sido impulsores de los derechos de ese Grupo, si es así como puede ser que tomaron parte de una decisión tan crucial en la vida de los ecuatorianos.
Gaby, gracias por su comentario. Claro que todos tenemos derecho a decidir. Es usted la que está decidiendo por ellos y eso le parece normal. 4P. es una plataforma periodística que defiende, como a usted le consta, la libertad. La de todos. No solo la de la mayoría que pretende decidir por todos. Cordial saludo.
Estoy de acuerdo con José. Ecuador es un país laico. Hay separación de estado e iglesia, Dejen que las personas gay decidan de sus vidas. Hasta Stonegate vivían dentro de un closet, Hay un candidato a la nominación de los demócratas que es gay y casado. Es un hombre extraordinario en lo académico, en sus conocimientos de geopolítica, habla 6 idiomas y sirvió en Afganistán. Estamos en el siglo XXI. La iglesia católica es una burocracia oscura con siglos de pedofilia.
Sr. Hernandez, me parece algo desproporcionada su respuesta, incluso muy imparcial. Usted habla de dogmas, que en realidad no lo son. Existe el género humano y dos sexos. No tiene que ver con creencias, solo con biología. La ideología del GLBTI, es realmente eso: Una ideología, que hoy es y mañana no. Y por esta ideología, que mucho conlleva las preferencias sexuales e individuales, se violenta a toda una sociedad, me parece inaudito. Mas todavía, cuando Usted nos da a entender a todos los que no estamos realmente convencidos, que este sea el camino correcto a seguir. Más cuidado y respeto le pido para los que pensamos diferente.
Rosendo, no somos animalitos. Los seres humanos no proceden por instintos. Lo que vivimos son construcciones sociales que tienen historia y que evolucionan y se enriquecen.
En este sitio interactuamos con personas adultas. No se nos ocurriría decir a las personas lo que tienen que hacer. Este es un sitio de opinión y debatir no es irrespetar. cordial saludo.
El sexo nunca será construcción sexual. Los cromosomas sexuales de las células de cada uno, no se mueven por construcciones sociales sino por leyes biológicas.
Fernando,
Nadie habló de construcción sexual. Y nadie confunde la biología con la construcción social, como la familia que, por supuesto, no se deriva de ley natural alguna.
Estimado José, no sé si hablar de biología es hablar de construcciones sociales. Los seres humanos tenemos instintos. Pero a diferencia de los animales, nosotros podemos escoger. En este sentido que la gente escoja el camino que quiere seguir, me parece bien, pero resguarde en su debate a los que no compartimos su opinión, que de moderna o progresista no tiene nada. Ya los griegos y los romanos tenían una mentalidad abierta al bisexualismo y al homosexualismo.
De acuerdo. Los derechos propios se acaban donde comienzan los derechos de los demás. La sociedad se equivoca cuando impone “sus” reglas. Que la gente viva y haga lo que quiere mientras no cruce las líneas. Mientras no hagan nada contra los demás. Eso es libertad. Nada q ver con los falsos discursos políticos o religiosos de aprovechados
Increíble la opinión de un abogado como Yépez, tanto él como todos los demás de la asamblea hablan de la constitución y al mismo tiempo y cuando les da la gana, se limpian con la constitución.
Curuchupas e hipócritas, sin duda aquellos del “ otro equipo “ no le ofrecieron diezmos,
Porque no actuaron cuando Correa fue presidente.
El ser gay o homosexual no es una enfermedad, es una condición biológica de un ser humano, por ende, tienen todo el derecho de vivir bajo sus condiciones y dejarlos ser felices si ese es su deseo.