Hernán Salgado resultó un portavoz ideal. Ayer hizo ante los periodistas un ejercicio de desdramatización absoluta, 48 horas después de que la Corte Constitucional dio luz verde al matrimonio igualitario en el país. Lo hizo en ese tono coloquial y pausado que se le conoce. Y sin abandonar un segundo esa formalidad sobria que le da un aire de gran señor de antaño.
Nadie se altera con un interlocutor como él. Su aplomo resalta tanto como la forma como enfrenta las preguntas: con una naturalidad que desarma. Salgado no huye, no rehúye, tampoco se precipita sobre las bayonetas. Antes de responder, circunvala unos segundos; a veces ensaya un preámbulo, pero no esquiva la pregunta. La contesta sin ánimo de confrontar. Llevado por esa vocación, congénita en él, de enseñar, de rebatir buscando el mejor argumento. Es evidente que pone su edad, su prestancia, el peso de su cargo al servicio de la Corte que preside. No votó por el matrimonio igualitario, pero ahora defiende ese dictamen como suyo. Porque él entiende, aunque no lo diga, que así funcionan las instituciones.
Le preguntan lo que piensa de las manifestaciones que preparan aquellos que se oponen al matrimonio igualitario. “Yo pensaría que la ciudadanía debería serenarse”. Y con tono de consejo no solicitado agrega: “No debería tomar estas cosas con tanto fervor, con tanta pasión para alterar el orden social”. Lo dice de otras formas: que hay que tomarse estas cosas con calma. Que no viene al caso hacer movilizaciones. Que así es siempre: unos a favor y otros en contra. Que sería absurdo que pensemos igual todos en todo. Que hay que ser respetuosos y tolerantes. Que estamos en el siglo XXI y “tenemos que cambiar nuestro proceder”. Que el país no se puede quedar a la zaga de otros. Que todos las conquistas de grupos, como los GLBTI, se hacen así, paulatinamente. Que hay que discutirlo serenamente. En definitiva: que así es la democracia y que esto no da para un enfrentamiento.
De igual forma el presidente de la Corte corrió la alfombra bajo los pies de aquellos que quieren anteponer la Constitución a la jurisprudencia de la CIDH o la Convención Interamericana de Derechos Humanos. O contraponerlas. Para él no hay contradicción; hay complementariedad. Y explica que en derecho se suma: Constitución más Convención Interamericana más opiniones consultivas más… Eso se llama bloque de constitucionalidad. Eso fue lo que hizo la Corte. De esa forma, y sin citarla, respondió también a la Conferencia Episcopal que, en ausencia de argumentos, se refugió en el artículo 67 y asumió que la Corte Constitucional había violado la Constitución. Una réplica igualmente para aquellos que afirmaron que la Corte constitucional se otorgó, al reconocer el matrimonio igualitario, y por la forma como lo hizo, un poder ilimitado.
La respuesta explícita a la Conferencia Episcopal llegó de la mano de una pregunta y Hernán Salgado la absolvió con guante de terciopelo: dijo cuánto respeta a “este grupo de ciudadanos” y agradeció sus comentarios respetuosos. “Quizá verán, a medida que lean los textos, que el asunto no es como ellos han considerado”. Hubo yapa para aquellos que quisieron desconocer el dictamen afirmando que Ramiro Ávila no fue, en este caso, un juez imparcial. Salgado dijo que la recusación no fue aceptada porque carecía de fundamento. Sí reconoció que ese juez es partidario de los Derechos Humanos. Pero el fervor que manifiesta en su exposición, dijo, no afecta.
Ni una fisura en su razonamiento jurídico. Ni la más mínima señal de que este asunto haya creado alguna fractura en los 9 miembros de la Corte Constitucional. Ni una apertura hacia los sectores más recalcitrantes que celebraron, con regocijo, un malentendido creado por una noticia de El Universo. En ella se daba cuenta de que Hernán Salgado había abierto la posibilidad de que el matrimonio igualitario fuera sometido a consulta popular. No ocurrió. Esa respuesta fue el ejemplo típico de circunvalación propia de Hernán Salgado que, en este caso, no desembocó en respuesta específica alguna. En cambio, fue tajante en dos temas: según la norma constitucional, los fallos de la Corte Constitucional son inamovibles. Dos: el nuevo Consejo de Participación Ciudadana y Control Social puede examinar lo que se le antoje de su antecesor. Pero sobre las decisiones que tomó no puede alterar absolutamente nada. Ni una coma.
Hernán Salgado se talló ayer el perfil de Presidente de la Corte Constitucional: firme, tranquilo y partidario de desdramatizar los temas complejos sobre los que él y los otros 8 jueces tendrán que fallar. Como el matrimonio igualitario, que los sectores más conservadores toman por el fin del mundo.
Foto: Luis Argüello/Plan V
José Rivera Endara
Junio 19 del 2019, a las 09h30
Señores 4Pelagatos:
Hasta el día de hoy no han acogido y publicado el comentario que escribí el lunes 17 de Junio del 2019. Dicho comentario, relacionado con el candente caso de la aprobación del “matrimonio igualitario”, no contiene expresiones atentatorias contra nadie, por lo que considero que sí debe pasar alguna censura de su parte y merece su publicación siendo consecuentes con un asiduo lector de sus variados artículos.
Gracias de antemano.
José Rivera Endara
Junio 19 del 2019, a las 09h27
Señores 4Pelagatos:
Hasta el día de hoy no publican ustedes mi comentario realizado el lunes 17 de Junio del 2019. El comentario en referencia no contiene expresiones atentatorias contra los derechos de nadie. Hasta ahora solamente han publicado 26 comentarios . Considero inconsecuente el que a un fiel lector de sus artículos no le den cabida a la opinión respecto del candente caso del matrimonio igualitario.
José,
Su artículo en efecto estaba extraviado (a veces el sistema los envía a otras carpetas), pero ya está publicado. Cordial saludo
En serio cree Ud. que el Dr. Hernan Salgado resultó un “portavoz ideal” ?
Pero si no daba pie con bola, v gr.: Habla de que los derechos por el matrimonio ‘homo’ serán iguales a los de hombre y mujer; no hace distingos con la adopción de hijos hasta que la ciudadana que est. Su lado “le sopla al oído” que aclare este asunto y por ahí intenta decir algo ( dice “respecto de la adopción, habrá que ver…”).
Después se desarticula ostensiblemente y hasta habla de “que en eso consiste la consulta popular” y aclara de inmediato que se trata de la “consulta de juez”.
Sigue: “…una vez que la Corte ha dado su sentencia queda abierto, queda superada esa duda y entonces los jueces tendrían que proceder; tendrían que dar el matrimonio; no impedirlo ya no habría oposición, esto yo diría incluso que esas normas que hay que reformar, Codigo Civil, ehhh, Ley de (pide ayuda a los periodistas, y cuando lo alumbran, sigue)… todas esa leyes, no ?, que hay, ya quedan insubsistentes prácticamente, así es, Lo que se debe es reformar si, se debe ponerlas acordes a la Constitución, eso es necesario y en eso exhorto nuevamente a la Asamblea Nacional hacerlo porque no es bueno que hayan normas que puedan causar confusión, que finalmente los jueces son numerosos, unos más conocedores de la materia, otros menos hay que ser pedagógicos para que todos entiendan; entonces los jueces tienen que dar el matrimonio, tienen que dar inscripción, etc, etc., del matrimonio, no…”.
Más parece confuso en su intervención el Dr. Salgado porque la sentencia Constitucional que está comentando hace innecesario que en lo posterior intervengan los jueces para “dar autorizaciones de matrimonio y dar inscripciones”. (Ya irán las parejas igualitarias directo al Regisrro Cicil, se casan, y listo.)
En serio, Ud. piensa que fue un “portavoz ideal”…???
Pues cuando uno usa la frase “que los sectores más conservadores toman por el fin del mundo”; que consideración se quiere dar a entender?; éste no es un tema tan solo finitado a conservadores o no; que cada quién es libre y respetable sus valores adquiridos y el compartirlos o no es la diferencia, como Cristiano Católico (Somos un país mayoritariamente cristiano Católico y consagrados al Sagrado Corazón de Jesús y María) respeto más no comparto en el orden natural y espiritual la concepción del matrimonio igualitario, del cual se podría tallar millones de argumentos, más una sola verdad, sin embargo, de manera espiritual hay una primicia la libertad , el amor y la no imposición de creencias y vivencias. Más al haber adquirido poca, mediana o mucha experiencia (de acuerdo al enfoque contrastante) en mi transitar como miembro de un Consejo Directivo en mi criterio existen 2 falencias:
1. Al existir cierta tendencia parcializada sobre un tema vinculante (partidario o participante activo), por ética y proceso parlamentario se debió excluir de voz y voto en el tratamiento de la deliberación de Matrimonio Igualitario. Caso de los 2 miembros de la Corte que de alguna manera eran vinculantes.
2. El voto salvado por parte del Dr. Salgado, denota la posibilidad lógica de cómo debió ser el debido proceso, ante la legislación del Organismo competente (La Asamblea). Es tal cual funcionan los poderes paralelos con sus funciones debidamente detalladas.
Al respecto de la rueda de prensa del Dr. pues siendo Presidente de la Corte y defendiendo la Institucionalidad; como debe ser; jamás podría hablar tendenciosamente sobre uno o los miembros así como las decisiones resueltas; ya que al fin y al cabo fue realizado por la mayoría (Esto último que sea o no lo correcto es la discusión , ya que definitivamente al carecer de la imparcialidad total en sus miembros dirimentes, la objetividad y ética puede perderse).
Aún es tiempo de recomponer y como deseo personal Dios Bendiga al Ecuador y tenga misericordia de nosotros.
Tan apurados estaban en dictar las resoluciones la Dra. Salazar y los Drs. Avila y Lozada que emitieron fallos contradictorios. Mientras Salazar y Ávila contentaban a sus clientes (aclaro que en ninguno de los casos consultados fueron ellos los abogados patrocinadores, sino en otros similares, tal como lo dejó asentado un abogado cuencano, lo que debió provocar su excusa obligatoria por tener interés indirecto, conforme el art. 175 de la Ley de Control Constitucional) dictaminaron (Sentencia N° 11-18-CN/19): “Tampoco son necesarias reformas previas, para el caso concreto, a los artículos 52 de la Ley Orgánica de Gestión de Identidad y Datos Civiles, y 81 del Código Civil.”
El Registro Civil, según los jueces Salazar y Avila, debe inscribir el matrimonio de los “accionantes” (parecería que antes ya se casaron, seguramente en otro país) y que NO se requiere reforma a los artículos 81 y 52 mencionados.
Sin embargo el mismo día suscriben la sentencia preparada por el juez Ali Lozada quien sin empacho ni rubor alguno, sin reforma previa a la Constitución, reelabora el texto de los mismos artículos que la jueza Salazar, el Juez Avila y tres más incluido el propio Lozada, dicen que no es necesario reformar, los Arts. 81 del Código Civil y 52 de la Ley de Registro Civil llamada eufemísticamente de “Gestión” de Identidad (Sentencia No. 10-18-CN/19): Dice Lozada con la misma mayoría de cinco:
(C:C:) Art. 81.- Matrimonio es un contrato solemne por el cual dos personas se unen con el fin de vivir juntos y auxiliarse mutuamente”.
(LOGIDC) Art. 52 Autoridad ante quien se celebra e inscribe el matrimonio. El matrimonio es la union entre dos personas y se celebra e inscribe ante la Direección General de Registro Civil …”
Que decía -solo por recordar, el Art. 81 del Código Civil-: Art. 81.- Matrimonio es un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen con el fin de vivir juntos, procrear y auxiliarse mutuamente.
Cinco jueces dicen que no es necesaria la reforma y los mismos cinco, no otros, los mismos, dicen que si.
Con el respeto a todos los lectores, hay que aclarar que José Hernández nunca ha sido ajeno a este país ni siquiera en tan malos momentos como fueron los diez años del descomunal latrocinio correista, incluyendo persecución y otras cosas más terribles, en donde estaba incluido nuestro actual e ingenuo presidente.
Siempre habrá controversia sobre temas que generan inquietudes en la sociedad , pero debemos ser objetivos , tolerantes y respetuosos de los criterios que pueden no coincidir con nuestro pensamiento y convicciones . Lo que se puede sacar en claro de todo lo sucedido, es que felizmente ya se superó la época de la tristemente célebre Corte Cervecera , y ahora sí los ecuatorianos podemos confiar en la actual Corte Constitucional .
Ese es precisamente el problema. Si la actual corte constitucional fue tan escogida y pre-calificada y luego de nominada tan bien aceptada por los ciudadanos, nos sale con una sentencia que claramente desacata la Constitución y pone en duda su texto, que habría sido con otra ligeramente nombrada, aunque igualmente abusiva y ligera en el tratamiento de temas de interpretación en que verdaderamente se requiera de criterios válidos y aceptados por todos. Si continúan con esta clase de fallos, igual da una corte cervecera, que otra que no puede hacer que la Constitución prevalezca.
Es un insulto tildar de curuchupas o que nos metemos en camas ajenas a los que estamos en contra del matrimonio gay . Es una forma grosera de simplificar una posición contraria.
Gracias por lo de curuchupas y conservadores Sr. Hernández, le recuerdo que la mayoría de los ciudadanos ecuatorianos creemos en los valores morales y merecemos también ser respetados de sus comentarios irónicos, le recuerdo que ninguna minoría por muy respetable que sea puede imponer sus formas de vida y costumbres a las mayorías, abogamos por el respeto y la defensa de la familia tradicional que preserve la vida de nuestros hijos.
Me podria decir como afecta el futuro de sus hijos el matrimonio igualitario? Acaso ensenarles a sus hijos el verdadero significado de la palabra tolerancia es algo perjudicial para el futuro de sus hijos? Podría usted darnos ejemplos claros del daño causado a las futuras generaciones en Argentina, Holanda, Estados Unidos, Francia y muchos otros países donde el matrimonio igualitario fue aprobado varios anos atrás? Por favor. No esconda su homofobia detrás del futuro de sus hijos. Vive y deja vivir es el secreto de la felicidad. Enséñeles eso a sus hijos y no tendrá que preocuparse.
He leído con atención y simpatía a los columnistas de 4Pelagatos; sin embargo veo que temas profundos y fundamentales como éste, son tratados con ligereza.
No se trata de religión, cómo lo están tratando, sino de principios fundamentales y de un diseño divino.
Parecería ser que “estar en el siglo XXI es muy bueno”. En este siglo estamos destruyendo el planeta de nuestros hijos de una manera inmisericorde, en este siglo existe una corrupcion y violencia sin límites; en este siglo, más del 90% de la riqueza del mundo está en manos de menos del 5% de la población. Solo como reflexión, si en el mundo aplicáramos el principio de “NO ROBARÁS”, muchas cosas serían diferentes; principio que existía antes de la venida de Cristo. A quién le gusta que le roben?, no sé cuales son las ideas al respecto en el “Siglo XXI” PERO !NO ESTÁN FUNCIONANDO!
Claramente a lo malo se le llama bueno y a lo bueno se le llama malo. Es un buen tiempo para que las personas que generan opinión pública, la cual influencia a muchas personas, dejen de caminar al paso del Siglo XXI por no quedarse relegados, y empiecen a cavar en las profundidades del espíritu, donde están las respuestas eternas, para hacer un trabajo que de veras ayude a la sociedad
Gran artículo. Objetivo y como Abogado creo que la sentencia fue apegada a derecho
La homosexualidad nos un tema reciente de pocos años o que únicamente se da en ciertas castas sociales. No, este es un tema de tendencias personales de cientos, de miles de años como se puede observar en esculturas romanas y de otras culturas ancestrales y que se sigue dando en la época actual, o no es así también con la religión católica donde se han detectado cientos y miles de clérigos homosexuales quienes lamentablemente inclusive violan y abusan de niños por que la religión y la sociedad no les permite expresar sus tendencias sexuales. E igual ocurre con muchos de los llamados “curuchupas” que esconden sus tendencias por vergüenza ante el qué dirán.
No se debería hacer tanta alharaca de este tema que es netamente personal y tampoco incitar a la gente a marchas inútiles y confrontacionales que a nada bueno conllevan, pero también habría que pedir al bando de los GLBTI que no traten de convencer a los que consideramos la familia como la unión entre un hombre y una mujer que aplaudamos sus tendencias, sus marchas ridículas que fastidian a la mayoría, y peor aun pedir niños en adopción cuando aquellos todavía no tienen edad para dilucidar que les conviene.
Por favor vivan su vida en tranquilidad, hombres con hombres, mujeres con mujeres o todos contra todos, como mas les plazca, pero no pidan y no traten de influenciar para que el resto de la sociedad cambie y piense como ellos lo hacen. Vivamos todos en paz.
Sus derechos acaban cuando inician los derechos de la mayoría, y los que no queremos ser homosexuales somos la gran mayoría. Entendamos esto por favor.
“Sus derechos acaban cuando inician los derechos de la mayoría, y los que no queremos ser homosexuales somos la gran mayoría”.
¿Acaso el matrimonio igualitario obliga a la mayoría a ser homosexual? Su comentario carece de argumentos.
No es la forma sino el fondo de las cosas que dan valor a un pensamiento o a una tesis. Es lo mismo que hablar bonito y decir estupideces como vulgarmente se conoce.
Ud. señor Hernandez se parcializa en este tema y según eso, los que no pensamos como Ud. somos “curuchupas”, palabra grotesca y ofensiva para personas que no entienden de su creencia política y moral sino que protegen principios inalienables de una sociedad sana.
JERARQUÍA CONSTITUCIONAL
La Corte Constitucional ha reconocido por mayoría de votos el matrimonio igualitario subordinándose a la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Los tratados internacionales desempeñan una función subsidiaria que complementa a la norma constitucional, sin que ello signifique la derogación o desaplicación de la norma interna, ni su subordinación a la norma internacional.
Los jueces constitucionales violaron la Constitución. En los siguientes artículos de la Constitución se establece lo siguiente: Art. 424.- La Constitución es la norma suprema y prevalece sobre cualquier otra del ordenamiento jurídico. Art. 425.- El orden jerárquico de aplicación de las normas será el siguiente: La Constitución; los tratados y convenios internacionales; las leyes orgánicas; las leyes ordinarias…En caso de conflicto entre normas de distinta jerarquía, la Corte Constitucional, las juezas y jueces, resolverán mediante la aplicación de la norma jerárquica superior. Este articulo aclara que la Constitución es la norma suprema, por encima de todas las demás. Alt. 426.- Todas las personas, autoridades e instituciones están sujetas a la Constitución…Las juezas y jueces, autoridades administrativas y servidoras y servidores públicos, aplicarán directamente las normas constitucionales y las previstas en los instrumentos internacionales de derechos humanos siempre que sean más favorables a las establecidas en la Constitución. Por lo tanto, los jueces constitucionales que aprobaron el matrimonio igualitario irrespetaron esta jerarquía normativa y violaron la Constitución. Art. 427.- Las normas constitucionales se interpretarán por el tenor literal que más se ajuste a la Constitución en su integralidad. En caso de duda, se interpretarán en el sentido que más favorezca a la plena vigencia de los derechos y de acuerdo con los principios generales de la interpretación constitucional. En este caso no hay duda, aquí no hay que interpretar nada, porque el Art. 67 de la Constitución es claro, cuando establece que: “El matrimonio es la unión entre hombre y mujer…”. En el Ecuador se ha dado el increíble caso de que la Constitución de la Republica, máxima norma jurídica del país, ha sido violada por los jueces constitucionales. Con lo cual, la Corte Constitucional ha perdido credibilidad como garante del respeto a la Constitución y a la normatividad jurídica del Ecuador.
Totalmente de acuerdo con el señor Manuel Maldonado.
Lea el voto salvado del Dr. Hernán Salgado, por favor señor Hernández. “No puede existir una interpretación ad infinitum, que trastoque la claridad y la concisión del lenguaje formal”, sostiene al inicio de su razonamiento; más adelante dice: “como juez Constitucional afirmo que, ni siquiera para proteger un derecho humano, deberíamos convertirnos en sepultureros de la Constitución”, para concluir que “la única manera de establecer una modificación a la figura del matrimonio, diferente a la prevista en el inciso segundo del artículo 67 de la Ley Suprema, es a través de un procedimiento de reforma constitucional y no por medio de diversas interpretaciones que a la postre nos llevan a una mutación arbitraria. La Función Legislativa es el órgano competente para dicha reforma, es decir, la Asamblea Nacional”. Absolutamente claro. Tuve un triple privilegio en mi formación como Abogado: (iii) estudiar Derecho en la PUCE; (ii) que el Dr. Hernán Salgado sea mi profesor de Derecho Constitucional; y, (iii) que el Dr. Salgado haya integrado mi tribunal de grado. Usted toma las palabras de Dr. Salgado en una sola vía, y el pedido que realizó para que estos temas no se tomen “con tanto fervor” deberían aplicarlo también ustedes, y no endilgar calificativos que, en el contexto, ofenden o al menos son sarcásticos, como “conservadores”, “curuchupas” o “meterse en camas ajenas”, emitidos contra quienes hemos criticado el fallo de la Corte. Yo lo he criticado desde el punto de vista estrictamente jurídico, porque creo que mis convicciones personales no es necesario ventilarlas públicamente (y seguramente a nadie le interesan), pero quienes han criticado la decisión por sus convicciones religiosas o morales también están en su derecho, y no merecen la ofensa ni la burla de nadie, como tampoco merecen ofensas y burlas quienes están a favor de la decisión de la Corte sobre el matrimonio (lea las redes sociales, y advertirá muchas ofensas vertidas, sin ninguna razón de ser). Me molesta eso sí, y este es un criterio muy personal, ese “aire de superioridad moral” del que se creen investidos quienes están a favor del matrimonio igualitario sobre el resto de los mortales. No me escandalizo por el fallo de la Corte (la Constitución ya había reconocido el derecho a un régimen de comunidad de bienes para parejas del mismo sexo, y eso está muy bien), ni voy a salir en marchas para pedir echarlo abajo, pero coincido totalmente con los criterios jurídicos vertidos por el Dr. Hernán Salgado en su voto contrario al de la mayoría, y añado que resulta un procedimiento muy peligroso para otros temas, ya que, con el mismo procedimiento y con argumentos jurídicos similares, a cinco jueces de la Corte se les podría ocurrir interpretar, por ejemplo, que la prohibición a la reelección indefinida para los cargos de elección popular “restringe derechos de participación”, y la echan abajo, con las nefastas consecuencias que aquello implicaría (ya lo hizo Evo Morales en Bolivia, y me parece que en este espacio algunos columnistas lo criticaron). El Dr. Salgado, sabio y ecuánime como es, acepta que en democracia se respetan las decisiones de la mayoría, y, en consecuencia, acepta que el alto Tribunal que él preside resolvió emitir un fallo que debe ser respetado, y evidentemente que es así. (Coincido así mismo con el Dr. Salgado en que el CPCCS, organismo fascistoide creado por el abominable correísmo, no puede revisar lo actuado por el CPCCS transitorio). Hagan ustedes también el ejercicio de “desdramatización absoluta” que, con total acierto, usted aplaude en su comentario.
Gracias Dr Rodríguez por hacernos conocer lo manifestado por el Dr Salgado (lo cual abre una posibilidad para una consulta) en su opinión de minoría y, por su alerta al proceder de la corte en pronunciamientos futuros
Me parece un excelente comentario el del señor Rodríguez, en el sentido de que el tema debe ser analizado desde el punto de vista estrictamente jurídico, más allá de las convicciones personales a favor o en contra.
Yo creo que el matrimonio es una institución social, sujeta a solemnidades desde el punto de vista jurídico, a la que deberían poder acceder dos personas que así lo deseen, indistintamente de cuál sea su sexo. Sin embargo, si la apertura del matrimonio a parejas del mismo sexo se lo hace en flagrante contraposición a lo que establece el marco jurídico vigente, el resultado final podría ser más bien contraproducente a la lucha por derechos igualitarios que lleva adelante la comunidad GLBTI.
Buen artículo, se ve que Salgado es un demócrata a cabalidad. La invitación a la tolerancia y el respeto son fundamentales en la convivencia social.
Concuerdo totalmente con el Dr. Salgado y parcialmente con José Hernández: este tema se lo debe manejar en el plano jurídico, hacerlo con calma, altura y respeto y sobre todo evitando los agravios y las ofensas DE PARTE Y PARTE.
Entendemos perfectamente que para quienes celebran este fallo piensan es un paso trascendental en la defensa de derechos y una conquista largamente anhelada. Comprendemos muy bien que para Ustedes los artículos 67 y 68, tal como están redactados, consideran que vulneran derechos fundamentales creando ciudadanos de primera y segunda clase al discriminar a un sector de la población por cuestiones de sexo. E igualmente es comprensible su reacción cuando empiezan a recibir ataques de odio y expresiones homofóbicas de muchas personas intolerantes e hipócritas.
Pero NADA de eso justifica que Ustedes hagan lo mismo y se crean mejores y distintos. Una ofensa es una ofensa venga de donde venga y así como el homófobo está errado al generalizar y decir que todos los que celebran son unos degenerados, también Ustedes están errados al generalizar y decir que todos los que rechazamos este fallo somos ‘curuchupas’, ‘intolerantes’, ‘recalcitrantes’ y otras linduras de peor laya.
Y así como podemos comprenderlos a Ustedes, también podrían hacer lo mismo y comprender que no todos los que nos oponemos al “matrimonio igualitario” lo hacemos por estupidez, dogma, odios o costumbres. Pues tal vez en otros países se haya dado, pero en Ecuador aún no hay un debate nacional sobre el significado del matrimonio. Un diálogo de TODAS las voces racionales que dejen la ira y el desdén a un lado para definir de una vez y por todas como el ecuatoriano entiende al contrato natural más importante de nuestra sociedad. Mientras no se promueva ese diálogo nacional, lo único que existe ahora es la imposición de la agenda de un colectivo que, a vista de lo actuado, pretende estar por encima de las leyes.
En el grupo de quienes nos oponemos no todos lo hacemos por dogmas, ni queremos negarnos a la realidad o mucho menos discriminar a nadie, por eso es que solo un diálogo nos permitirá decidir sobre algo que involucra a toda la sociedad e incluso nos permitiría alegrarnos sinceramente junto a Ustedes cuando al terminar el debate se haya demostrado que Ustedes tenían la razón y habían derechos vulnerados.
Mientras tanto, decir que no nos asiste el derecho de movilizarnos es una opinión bastante irrespetuosa e intolerante de quien pide respeto y tolerancia.
Buen día estimado José.
No es parte de las atribuciones de la Corte Constitucional modificar el texto constitucional. Su labor es de interpretar esos textos cuando existe dudas al respecto, pero la definición de “matrimonio” descrita, es clara y no requiere de interpretaciones interesadas en modificar el concepto de algo que es fundamento de la sociedad. Los homosexuales no pueden exigir respeto por su orientación, ni por volverse monógomos y no ser promiscuos, por presentar un certificado de buena salud y no ser discriminados con los enfermos de SIDA, sino porque sean parte de una sociedad en que demuestren sus valores personales. La sociedad bien puede aceptar que haaan uso de sus derechos personales pero no tienen derecho a imponer su presencia por la fuerza como parejas o matrimonios. Eso pueden hacerlo puertas adentro!
Los que tanto hablan de la constitución deben conocer que Ecuador es un estado laico para que dejen de argumentar basados en la fe que solo es un dogma que no hace nada
Lo que no entiendo, fuera de cualquier leguleyada, es porqué el doctor Salgado salvó su voto? no dio una clara explicación al respecto; ahora dice que lo resuelto por la tremenda corte es absolutamente legal y constitucional, pregunto: si el resultado de la votación hubiera al revés, hubiera expresado lo mismo? Típico lavado de manos de los políticos de la banana republic que están al mismo tiempo con Dios y con el diablo por conveniencia.
Señor Hernández, debe ser más objetivo. Si bien el ilustre maestro Dr. Salgado, actúa con clara diplomacia en este tema, no le haga decir lo que no ha dicho. Primero, lea el voto salvado que mi maestro de Derecho Constitucional elaboró con sobria elocuencia. Yo comprendo que usted no entienda la hermenéutica jurídica, pero puede aprenderla en el voto salvado del Dr. Salgado. Lo que sí queda claro, es que el pueblo puso esta Constitución como nuestro marco jurídico de Derechos Humanos, y la Corte Constitucional de forma inconstitucional la ha reformado sin tener esa facultad. De ahí, la exacerbación del pueblo. Estas minorías por muy respetables que sean no deben entrar con sus ideologías quiméricas y aupadas por la ONU y la OMS (financiadas por transnacionales farmacéuticas) para imponernos por la ventana, a través de 5 jueces, criterios ajenos y colonizadores. Esto demuestra que primero debió consultarse al pueblo antes de tomar una decisión tan ajena a la realidad humana.
Usted no entiende que estoy hablando de la rueda de prensa que dio ante los periodistas?
Pero usted ya nos la primera vez que va por la línea pro gay. Y lo peor hoy nos quiere insultar a los ecuatorianos, siendo usted ajeno a esta tierra, que a mucha honra somos conservado curuchupas. Por tanto debería ser más objetivo y leer el excelente voto salvado del ilustre Dr. Salgado, para que aprenda algo de hermenéutica jurídica
Fernando, que los lectores juzguen cuán ajeno he sido a esta tierra.
Asumo que nunca ha vivido fuera de su tierra, estimado Fernando. Caso contrario,, no solo que seria mas tolerante, sino que entenderia lo poco importante que es el origen de las personas. Yo no veo ningun insulto del Sr. Hernandez a los ecuatorianos.