Yaku Pérez Guartambel, prefecto de Azuay, fue el invitado a la décima edición de Debates4P: ¿Vale sacrificar el agua por la minería? El foro giró alrededor de cuatro temas:
Agua: no a la minería en fuentes hídricas
“Mi sabio padre me dijo ‘mira hijo mío, estas son las lagunas de Quimsacocha, y abajo está el oro. La Pachamamita o taita Dios nos puso para probar la inteligencia, ¿qué prefieres, el agua o el oro?’”. Con esta anécdota Yaku Pérez ilustró su posición sobre la extracción minera en fuentes de agua y zonas de recarga hídrica. El prefecto definió como fuentes de agua todo lugar donde se origine el agua o se concentre en grandes cantidades. Esto incluye vertientes, cabeceras de ríos, páramos, humedales, zonas de recarga hídrica y en general las fuentes de agua que se utilizan para uso doméstico o riego.
Ante la pregunta de cómo llegar a un acuerdo entre el gobierno, los ambientalistas y las comunidades para la protección de las fuentes de agua, Pérez respondió que el mapa minero debería realizarse en colaboración con todos los actores y que el Ministerio del Ambiente y la Secretaría Nacional del Agua definan los límites cartográficos de la minería según la distribución del agua. “El agua nos une; ya escuchamos al gobierno decir que el agua es irrenunciable”, comentó con respecto a la declaración del ministro del ramo que aseguró en una entrevista reciente que no se alterarán fuentes de agua.
El invitado a Debates4P se mostró de acuerdo con la propuesta de Cléver Jiménez, prefecto de Zamora, de renegociar los contratos en sitios donde no haya afectación a fuentes hídricas. Sin embargo, para él la minería sólo debe hacerse donde no sea posible ninguna otra actividad, aunque no mencionó, a pesar de que se le preguntó, locaciones concretas.
Consulta: hay un vacío legal
En la consulta realizada en Girón ganó por el 87% el no a la explotación minera en Quimsacocha, Sin embargo, ¿esta consulta es vinculante? Sí, según el artículo 106 de la Constitución. En cuanto a la consulta previa, 4P indicó que, según la Constitución y la Ley de Minería, promulgadas en 2009, en caso de que resulte una mayoría contraria al proyecto, el ministro sectorial deberá decidir si se procede con las operaciones o no. Pérez defendió la consulta con el argumento de que sólo el área Quimsacocha, y no el resto del país, se vería afectada por la extracción minera. Es legítimo, en ese caso, que la consulta se realice a escala local. En este punto comentó que las consultas que pedirá estarían enfocadas a proscribir todo tipo de minería metálica en fuentes de agua en la provincia de Azuay e invitó a otras provincias a usar el mismo mecanismo para revertir las concesiones mineras vigentes.
Otra posibilidad que contempló es hacer una enmienda constitucional mediante un referéndum para que la consulta previa a las comunidades sea vinculante desde la Carta Magna y para que los sectores estratégicos pasen a ser gerenciados no sólo por el Estado sino también por las comunidades: “Debería pronunciarse el país pensando en el futuro”. Se dijo presto a liderar una campaña en caso de que se llame a esa consulta.
Megaminería: no es salvavidas en ningún campo
El gobierno de Lenín Moreno ha prometido que la minería será el nuevo salvavidas económico, incluso con la posibilidad de que reemplace al petróleo como principal fuente de ingresos por exportación. De hecho, ha prometido $3 800 millones de ingresos en los dos años que le quedan. Así la participación de minería en PIB pasaría de 1.6% al 4%, con cinco proyectos de minería a gran escala. Pérez mostró total desconfianza frente a esas cifras y citó el caso de Perú como analogía de lo que prevé que sucederá en Ecuador: pese a que en 1996 el entonces presidente Alberto Fujimori anunció que la minería sacaría al país de la pobreza, el estado minero de Cajamarca tiene uno de los índices de pobreza más altos a escala nacional. Para ser coherente Pérez incluso prometió que, como prefecto de Azuay, renunciaría a los ingresos para la provincia por regalías mineras. Él es de los que no cree ni en lo que rezan los mineros. “La megaminería provoca mega impactos ambientales”. Y él los suma: no es rentable, la remediación ambiental resulta más cara que los beneficios (cita un caso en Colombia), no crea buenas fuentes de trabajo y los mineros de los megaproyectos trabajan en condiciones precarias: “cásate con un minero. Tiene dinero, muere primero y te quedas con el dinero”.
El prefecto de Azuay tampoco se hace cargo de los costos que conllevaría parar un proyecto minero en curso. Aquellos que lo deben hacer son los que entregaron las concesiones. Esa fue la respuesta al Presidente que pidió a la Corte Constitucional que, si rompe algún compromiso, pida decidir a los ecuatorianos de dónde saldrán los recursos para pagar la multa y reemplazar los ingresos que se dejaran de percibir. ¿Qué alternativas propuso? Ninguna y aceptó que no han trabajado en proyectos concretos. Sí mencionó el turismo y la agroecología e incitó al gobierno a invertir en pequeños emprendimientos locales.
Minería ilegal: el Estado es el responsable
“Donde hay minerales, habrá minería”: la fórmula usada por el vicepresidente Otto Sonnenholzner implica que en ausencia de concesiones legales, la minería ilegal tomará posesión del territorio. 4P. citó el caso de Buenos Aires, en San Lorenzo, donde salió una empresa y la minería irregular ha causado daños sociales y ambientales sumamente graves, que incluyen prostitución, contaminación, contrabando, violencia y crimen organizado. Pérez dijo estar en completo desacuerdo con ese tipo de explotación, pero equiparó sus resultados con los de la minería legal. Dio ejemplos: la ruptura de la presa de Brumadinho en Minas Gerais, Brasil, que dejó al menos 60 muertos y 300 desaparecidos. El caso de Buenos Aires es, para él, falta de voluntad política del Estado. La solución sería crear más y mejores fuentes de empleo para que la población no recurra a prácticas ilegales.
Los invitamos a recorrer algunos momentos de Debates 4P. en la galería a continuación y a ver el debate completo aquí.
Fotos: Mauricio Montenegro / Cecilia López
Tiene toda la razón el Prefecto, que tenemos que preocuparnos mas por el ambiente a un más por el líquido vital, que por más dinero que se tenga o ser una potencia del mundo, en el momento que nosotros mismo agotemos un recurso tan valioso nos daremos cuenta que es lo que vale mas.
Con respecto a lo que dice la constitución sobre la obligatoriedad de cumplimiento de lo decidido en consulta popular:
“Art. 106: El CNE, una vez que conozca la decisión de la Presidenta o Presidente de la República o de los gobiernos autónomos descentralizados, o acepte la solicitud presentada por la ciudadanía, convocará en el plazo de quince días a referéndum, consulta popular o revocatoria del mandato, que deberá efectuarse en los siguientes sesenta días.
(…)
“El pronunciamiento popular será de obligatorio e inmediato cumplimiento. En el caso de revocatoria del mandato la autoridad cuestionada será cesada de su cargo y será reemplazada por quien corresponda de acuerdo con la Constitución.”
¿Estoy bien?
La lucidez en este tema tan controversial de Yaku , tiene mucho valor porque sus argumentos se basan en pruebas científicas ,económicas e históricas de lo inconveniente de la minería a cualquier escala, debo decir que no estaban cargadas de ideologías .Escapa con habilidad pasmosa ante las palabras puestas en su boca de uno de los entrevistadores a saber» hay que sacarlos,habría que vaciar eso» respecto de los mineros ilegales en buenos aires provincia de imbabura. Habló de reparaciones ambientales con un costo mucho más alto que los beneficios que se obtengan en la posibilidad de darse en el país ese tipo de explotación minera, y lo caracterizó con un ejemplo citando al daño hecho por Chebron en la amazonía. Las estrategias para convencernos de las ventajas para el país de la explotación minera se han puesto en marcha: «vamos a salir de pobres,más fuentes de empleo» y de las otras que son por demás conocidas,me refiero a que los ambientalistas son:»embusteros,mala leche,antiprogreso,resentidos sociales,radicales,etc.» es decir, una artillería comunicacional para desprestigiarlos. Por mi parte no quiero acudir a la muerte de ningún río,ni a todo lo que significa. Mi gratitud a 4p por tan valioso aporte a entender mejor este tema.
Hay que defender el agua y presentar alternativas a la minería a gran escala. A la minería clandestina nadie le para y es la que más contamina y destruye.
Yo no estoy de acuerdo con la megaminería por razones no-ecológicas sino desde el punto de vista de la “maldición de la abundante riqueza natural”. Dicen que el Estado recibiría megamillones, ¿para qué? Para mantener un gobierno obeso, improductivo y CORRUPTO. ¿No vemos la podredumbre detrás del negocio de petróleo? ¿Cuando vamos a aprender? Si queremos salir adelante debe ser por el esfuerzo de la población, no porque el gobierno recibe ingresos que le permiten mantenerse sin hacer reformas para “crear empleos”. Si a eso le añadimos el daño ambiental, que se queden los metales en la tierra. Lo de la minería informal es otro tema que requiere de otras medidas y de incentivos que den alternativas.
Muy acertada la posición del señor Prefecto del Azuay Yaku Pérez, hacer minería en las fuentes de agua es un crímen, tal es la ambición de las Empresas transnacionales con apoyo del Gobierno que no les importa destruir la naturaleza con tal de enriquecerse y dejar luego en abandono a las poblaciones cuando ya se hayan llevado todo el mineral precioso. TENEMOS UN PAÍS MUY DIVERSO LO QUE SE DEBERÍA HACER ES FOMENTAR MÁS EL TURISMO Y DE ÉSTA MANERA ATRAER MÁS DIVISAS A NUESTRO ECUADOR.
Buen reportaje. Y que excelente definición de Yaku sobre el agua “vale mas que el oro”. Realmente una persona conocedora del porque debemos defender los paramos y las lagunas. Son nuestro pasado, presente y futuro.
Del debate organizado por 4 pelagatos pude extraer algunos de los argumentos con que se defiende a la minería. A continuación un análisis:
1. En países como Canadá funciona la minería
Aún cuando esto fuera cierto (puesto que hay graves denuncias por la contaminación causada), las realidades son muy diferentes. Canadá tiene casi 10 millones de kilómetros cuadrados y una densidad poblacional de 4h/Km2, tiene mucho espacio disponible y el impacto de la minería no es percibido directamente por la mayoría de la población, mientras que el Ecuador es un país pequeño y muy poblado, 280 mil kilómetros cuadrados, incluidas las Galápagos y una densidad de 67h/Km2, por lo que los efectos negativos de esta incidirían inmediata y directamente sobre todos nosotros (y eso sin tomar en cuenta los riesgos sísmicos y volcánicos).
2. La minería es el camino a la modernidad y el desarrollo.
Los países más industrializados con excepción de China, progresivamente disminuyen sus actividades económicas primarias y secundarias en favor de las terciarias (servicios). La participación de este sector en sus economías supera el 70% del PIB, y la proporción de materias primas obtenidas del reciclaje se incrementa sostenidamente. Por el contrario, la minería es una espina que nos recuerda la explotación y la muerte en la Mita.
3. La inversión extranjera en minería aporta con los recursos que necesita el Estado.
Esto es una verdad a medias. La minería es una actividad extractiva, no generadora de valor. Dos mil millones de inversión en minería son dos mil millones utilizados en hacer una profunda herida en la tierra mediante maquinaria importada y el uso de muy poca mano de obra local. Una parte de las utilidades generadas por esa inversión ingresa a las arcas del Estado cuando se cobran regalías anticipadas y otra cuando se exporta el mineral, el resto se lo lleva el concesionario. Los pasivos sociales y ambientales los pagaremos los ecuatorianos durante décadas. La minería es un préstamo que se le pide a la naturaleza, que será pagado con altísimos intereses.
4. La minería es de interés nacional mientras que la conservación es de interés local
Otra falacia, todo está conectado, los costos de la destrucción ambiental los pagamos todos, si el agua se contamina, crecen los costos de la agricultura, la salud de los habitantes afectados se deteriora, se destruyen zonas potencialmente turísticas, los costos sociales de la migración a las ciudades y la delincuencia son casi incuantificables y de efecto global.
Mauricio, gracias por su participación. Los pelagatos hicieron preguntas, asumiendo, para el diálogo con Yaku Pérez, las lógicas de otros actores en este tema. Eso no quiere decir que asumamos como nuestras esas aseveraciones. Cordial saludo.
Por su puesto, esa es su obligación como periodista, sólo aproveché este espacio para aclarar lo que estaba a mi alcance. gracias a usted.
Bien dicho por el Prefecto, nuestro liquido vital es más valioso que el oro, y que cualquier metal precioso y valioso.
La minería es y sera nociva para la sociedad y el ambiente punto