Es atávico afirmar que hay un centralismo capitalino excluyente y depredador. Para exacerbar el conflicto eventualmente han cobrado protagonismo irracionales fanáticos lanzados a romper latas con nombres de calles. Y siempre está un rancio conflicto que es llevado a una confrontación de formas de ser, de idiosincracia que, desde los dos polos, se pretende una mejor que otra.
El discurso de los voceros del guayaquileñismo se enfoca desde la colectivización. No se trata de habitantes, libres, individuales, con enfoques y perspectivas diferentes. Se trata de una tribu con formas de interrelación uniformes, conductas, aspiraciones, expresiones únicas. “Así somos” es la esencia desde donde se pretenden voceros de la tribu. Al punto extremo que un pretendido intelectual de la tribu, afirma que “los guayaquileños preferimos casarnos con mujeres”, con lo que introduce en el debate la variable geográfica que explica que la homosexualidad es un problema de altura y no del trópico. Con tal lucido argumento reclama una corte constitucional autóctona que resuelva según los normales gustos sexuales de la tribu.
Los conflictos regionalistas se exacerban cuando aumentan los recursos estatales. Se refiere a desigual distribución de esas rentas o de obras que se construyen gastando el dinero de la riqueza petrolera. Obras que no se hacen por razones de equilibrio regional o para estimular inversión, o porque sean necesarias. Se hacen por clientelismo, por compromisos electorales o corrupción. Cuántos aeropuertos se construyeron para que llegue un avión diario, escuelas del milenio en medio de nada o vías carísimas no prioritarias. En el balance, dicen, Quito recibió más obras y mayores recursos que Guayaquil y aducen que eso sucede por una simple mala gana. A un deseo de perjudicarle por la mala voluntad quiteña. Lo que es un simpleza, porque, por lo menos, en los años del correísmo en donde se contó con grandes flujos de dinero, los dueños de ese dinero, en quienes estaba la decisión de gasto, fueron guayaquileños y Guayaquil tuvo un alcalde de fuerte liderazgo que seguramente defendió los intereses de la ciudad.
En España, los torras y puigdemonts, reivindican versiones tribales de la historia y lideran una intención secesionista. Cataluña, dicen, es ajena a España por su lengua, por sus formas de ser. Ha sido perjudicada en el reparto de rentas, dicen. Illingworth, el portavoz de la irracionalidad regionalista y sus parecidos caben nítidamente en ese discurso.
En los últimos 40 años, la presidencia ha estado en parecido número de gobernantes serranos y guayaquileños. En realidad mayor peso en el control legislativo, control en gobiernos locales e influencia judicial ha estado en manos de líderes políticos guayaquileños. En los años de correísmo, presidente y vicepresidente fueron guayaquileños, así como los de la camarilla que eran el primer círculo de influencia. No obstante, ellos no hicieron o cambiaron pues el discurso contra el centralismo es perenne y parece que sus causas estructurales permanecen.
Para encontrar una explicación hay que subrayar que cuando se habla de centralismo, se relaciona con decisiones o competencias atribuidas al Estado, que se centralizan en la capital y que incluye decisiones sobre uso de dinero y construcción de obras. Otras, con prestación de servicios públicos de salud y educación y otras con las de seguridad pública. Por otro lado están las actividades intervencionistas del Estado en la economía para regular precios, como se regulan en la venta de banano o para mejorar los balances de camaroneros con subsidios regresivos. Y en general, la centralidad estorba por decisiones que se concentran en la burocracia.
No se discute desmontar esos roles que conducen al centralismo. En relación con obra pública, la dependencia del Estado debería ser reemplazada por la capacidad para hacerla de la empresa privada. Los municipios antes que mendigar dinero del presupuesto u obtener garantías del Estado central para contratar deuda, tienen el camino abierto para ofertar realización de obras con inversión privada. Carreteras, alcantarillado y plantas de tratamientos de agua o de sólidos, que son servicios por los que se debe cobrar una tasa de servicio, pueden ser ejecutados sin esperar la decisión de un burócrata en la capital. En relación con salud y educación, está abierta la opción que las asuman los gobiernos locales con la obligatoria recepción de partidas. Igualmente, podrían implementar sus propios procesos de concesión de esos servicios y evitar la construcción de aulas y contratación de personal.
Estas son algunas opciones para corregir en la estructura administrativa las causas de la acumulación de competencias en la capital o la queja sobre desigualdad presupuestaria. No pensar que la solución está en crear otras formas de Estado federales o autonómicos sino en descentralizar la vida diaria, la atención de las necesidades de los ciudadanos del rol del Estado, del tamaño que sea, y permitir que más actividades tome el sector privado y menos la burocracia politizada y clientelar.
Diego Ordóñez es abogado y político.
No estoy a favor ni en contra del regionalismo sino todo lo contrario
Leí con sorpresa e indignación el artículo de diario El Universo titulado: “Quito: un mundo sin límites”, publicado el 16 de mayo de 2019, en el cual el articulista Juan José Illingwort exacerba su regionalismo y hace evidente la envidia que siente por el progreso de la capital ecuatoriana.
Manifiesta sin tapujos el articulista de marras que “Quito se adueña del capital de todos los ecuatorianos”, habla muy suelto de huesos de la “idiosincrasia pedigüeña de Quito colonial y extractora del Quito colonizador actual”. Illingwort trata al alcalde de Quito Jorge Yunda de “caradura”.
En verdad sorprende el odio y el regionalismo de este articulista contra Quito, pero no dice nada sobre los principales corruptos y corruptores que ha tenido el Ecuador y han tenido su origen en el puerto principal, como Rafael Correa, Jorge Glas, los hermanos Fernando y Vinicio Alvarado, Ricardo Patiño, etc., quienes se han alzado con “el santo y la limosna” de los sagrados recursos del pueblo ecuatoriano y que hubiesen servido para realizar todas las obras para Guayaquil que señala Illingwort y aún más.
Parafraseando a Albert Einstein podríamos decir que el universo (el sistema, no el diario) puede tener límites, pero el regionalismo del Sr. Illingwort no.
Un largo artículo pero que esquiva la esencia, la concentración de poder operativo en Quito, y una inmensa burocracia de igual manera.
1. Porque el 80 % o mas de las fuerzas armadas y policía son serranos ?
2. Porque todos dicen “mucha burocracia” pero tienen parientes en ella ?
3. Porque si quiero una cita al 140 del IESS me contestan en Quito ?
4. Porque las facturas de Nestle, Claro, Movistar, y casi todas las trasnacionales tienen el RUC con 17 y el SRI dice que se “generan” en Pichincha ?
5. Cree alguien que se consume mas coca cola en Pichincha que en Guayas ?
Espero el Sr Ordoñez tenga una respuesta sincera para estas preguntas.
EL ECUADOR SOMOS TODOS NO ENTIENDO AL SEÑOR ORDÓNEZ TRATANDO DE “TRIBU” A LOS GUAYAQUILEÑOS Y DECIR QUE SON REGIONALISTAS CUANDO ESCUCHO QUE SUS EXPRESIONES LO DELATAN COMO TAL. NO TIENE CALIDAD MORAL PARA CRITICAR, LO QUE DEBERÍA HACER COMO COMUNICADOR ES LLAMAR A LA UNIDAD. LO QUE SI SE PONE AL DESCUBIERTO LA FALTA DE EQUIDAD EN LA REPARTICIÓN DE RENTAS EN TODAS LAS PROVINCIAS PERO ESO NO ES SINÓNIMO DE REGIONALISMO SINO DE INJUSTICIA SOCIAL. CON RESPECTO A PREFERENCIAS HACIA LOS HOMOSEXUALES NO TIENE NADA QUE VER EL REGIONALISMO AHÍ LO QUE PRIMA SON LAS INCLINACIONES DEL SER HUMANO.
Excelente artículo el del Dr. Diego Ordóñez. El regionalismo insano debe ser desterrado para siempre. No se puede pretender solucionar las divergencias de la sociedad con soluciones simplistas, invocando al “federalismo” o, los más radicales, al separatismo. Es una irresponsabilidad para con el país.
La palabra “tribu” no es ningún insulto y tampoco tiene una connotación despectiva como alguno de los comentarios lo sugiere. Una tribu es un grupo social con raíces comunes y que se organizan alrededor de lo que dicen sus “líderes”. En el contexto del artículo, la palabra está bien empleada y describe muy bien (por no decir a la perfección), el comportamiento de ciertas personas de la provincia del Guayas. Desde luego que existe inequidad en la asignación de recursos y es claro que debe mejorar muchísimo en esto; sin embargo, el camino no es “sacarse los cueros al sol” entre Quito y Guayaquil y mucho menos alentar una escisión del país que, literalmente, sería el fin de la nación.
Precisamente por este tipo de cosas es que no progresamos como nación, y da pena y verguenza ver que gente “culta” se enrede a discutir este asunto.
Esto del regionalismo es un tema tan caduco como estéril, y veo que solo gente enferma y acomplejada lo saca a luz para llamar la atención. En ambos casos Quiteños y Guayaquileños tienen un complejo de superioridad a las otras regiones del país, olvidando que muchos de ellos tienen raíces en “provincias”… es más, muchos ni si quiera tienen raíces ecuatorianas…Acéptenlo.
Que personas como Illingworth lo usen para hacerse conocer o llamar la atención, es algo que únicamente puede ser explicado por un estudio psiquiátrico, ya que el fuerte odio y el complejo de inferioridad que demuestra este sujeto, denotan rasgos de una persona insegura y con baja autoestima. El peligro real es de los ignorantes que se tragan ese discurso xenófobo e infundado de este y otros pseudo profesionales, por lo que es imperativo que los periodistas no den cabida a este tipo de enfermos en sus espacios, algo que tristemente hace El Universo.
Todos somos ecuatorianos y todos acabamos pagando el Malecón de Guayaquil, el metro de Quito, el tranvía de Cuenca, etc, etc, etc…A todos nos roban por igual los corruptos y a todos nos cuesta mantener parásitos de expresidentes y a pipones en las oficinas públicas.
Esto del reginalismo no soluciona los problemas del país y menos nos trae progreso.
Si el señor Ordóñez se está refiriendo a un tweet del señor periodista Fabricio Vela sobre un “recorte a su gusto” -al gusto del señor Vela- sobre una entrevista en el portal La Posta. Hecha por el señor Andersson Boscán, a un muy distinguido, preparado y brillante señor jurisconsulto de Guayaquil. Sería apropiado tener el buen gusto de Ver y Escuchar la entrevista COMPLETA. Para ser éticos. para ser Objetivos y para aprender. Hasta donde pueden ir las personas que intentan detener un mal muy grave sacrificando su comodidad. El asunto del regionalismo. Y de en la mayoría de veces maltratar a las personas de otra región EXISTE. No porque alguien lo diga. O no lo diga. Sino porque -Muchos Lo Hacen-. Como su merced al decir que los hermanos guayaquileños son TRIBU. Entonces si usted no ha visto esa entrevista COMPLETA. no es el más indicado para hablar sobre ello. La entrevista es sobre las ilegalidades en el fallo de la Corte Constitucional sobre “el matrimonio igualitario”. Muy aparte de las opciones que pueden tener o no las personas. Porque una disposición absolutamente clara de La Constitución. No requiere NINGUNA INTERPRETACIÓN. Si se desea otro asunto. Son otros los procedimientos LEGALES Y CONSTITUCIONALES. Y mejor sería que informe para cuando va a hacer lo que prometió hacer. Si la gente le hacía caso y VOTABA NULO. Como usted señor Ordóñez propulsó en las elecciones para el CPCCS y sucedía lo que se obtuvo un fenomenal CPCCS correísta???
Me quedo con la parte propositiva de su artículo. Coincido en que debemos buscar la equidad en la distribución de los recursos. Ratas ladronas hay en todas partes, pero encontrarás más allí donde la burocracia es mayor; y eso sucede en Quito. No digo que sean todos de allí. De hecho muchos son de “provincia”.
Muy buen artículo , que realmente no merece el primitivismo del pensamiento miope del matemático Illingwoth . Se queja de regionalismo y acusa de concentración de inversión en Quito , y reclama lo mismo para Guayaquil , sin detenerse a pensar que el Ecuador es mas que solamente las dos ciudades mencionadas . Que bueno que en otros lares , como Ambato y Tungurahua no vivimos quejándonos , y en base al esfuerzo de sus ciudadanos y autoridades , hemos logrado un desarrollo digno de tomar en cuenta .
El torpe regionalismo, manipulado, sobre todo, por costeños ( monos calientes?) en general, pero en mayor escala en Guayaquil, se debe a dos factores : 1- el regionalismo fue traído por los IBEROS (catalanes, vascos, leoneses , aragoneses, etc.. Genética)… 2- Los más grandes regionalistas, sobre todo guayaquileños, SON LOS DESCENDIENTES de SERRANOS ( monos frios) y de EXTRANJEROS (caso bucaràn, illingwort, etc, etc)…. Tema para investigaciones socio, político, culturales de nuestro pluriétnico, plurilingüe y PLURI torpes ECUATERE ( mitad). Por qué no se llamó ” REPÚBLICA DE QUITO”, a?. Investiguen… Escribo desde Ambato y quiero mucho a Guayaquil.
No se llama quito primeramente porque los quiteños no figuraron en la Independencia, ningun quiteño en ese tiempo fue mas reelevante que Olmedo. De los pocos conocidos en ese tiempo eran fieles Bolivarianos y por lo tanto afines a mantener la Unidad de Colombia. Seria absurdo llamar quito a este pais cuando los quiteños poco o nada hicieron, el mismo Jurado Noboa dice que solo el 8% de los soldados en la Batalla del Pichincha eran quiteños de 3000 que fueron.
Alvarez e Illingworth : mas preguntas . En qué ciudad del país se defraudó más al fisco usando facturas fraudulentas de empresas truchas? Que provincia aportó más integrantes a la cúpula correista que devastó el pais en los últimos 10 años ? Que provincia mantiene el monopolio de la lotería en el Ecuador ? En que Provincia existe un organismo alterno de control de tránsito? Que puerto pese a sus dificultades técnicas mantiene el monopolio del comercio internacional? Muchos privilegios pero van por mas .
Ocurre igual con los equipos de fútbol que menos tributan,la cantidad de empresas que generan pérdidas y siguen en el mercado. En mi opinión actuar así es más fácil cuando existe alguien que se deja. Ojo y no solo a la cúpula correista,debemos acordarnos por ejemplo que los militares también controlaron la producción de petróleo , cosa rara que ellos hayan salido sin pecados de su administración,de ser así, déjenlos volver,déjenlos volver.
Me parece un apelativo de lo mas bajo llamar a los guayaquileños ” una Tribu “. Debe despojarse de su preferencia por Quito y Pichincha en general y ser mas objetivo y mesurado. Se dice que Pichincha tributa mas que Guayas, y es cierto, pero no dicen que todas las instituciones del Estado tributan en esa ciudad, la capital, en eso está la diferencia.
Con relación a la desigual e injusta asignación presupuestaria expresada de forma reiterativa por algunos actores políticos ecuatorianos, quienes han encontrado un terreno fértil en muchas personas para replicar y amplificar este malestar, debo puntualizar lo siguiente:
De acuerdo al Servicio de Rentas Internas la recaudación fiscal en las dos principales ciudades del país en el año 2018 fue:
Quito → $8.034’945.647
Guayaquil → $3.948’734.857
En relación con las provincias, dentro del mismo año, la recaudación fue la siguiente:
Pichincha → $8.313’006.374
Guayas → $4.388’266.628
Las empresas, domiciliadas en Quito, que más aportaron impuestos al erario nacional fueron Corporación Favorita, Ómnibus del Ecuador, Pronaca, General Motors y Banco del Pichincha.
Del total de la recaudación fiscal nacional, el 53% provino de Quito; y, dicha ciudad solamente recibió el 11.9%.
La relación entre lo entregado y lo recibido es radicalmente diferente –en comparación con Quito- en muchas ciudades del país. Las cifras son muy categóricas y no dejan lugar a dudas, pero lamentablemente son deliberadamente ignoradas por unas pocas personas que abanderan un exacerbado regionalismo y llegan a plantear incluso la posibilidad de estados federados dentro de un país tan pequeño y con tantos vínculos comunes como el Ecuador.
Sin duda el asunto de la descentralización es necesario incluso dentro de Quito, la ciudad más poblada del país desde el año 2018 de acuerdo al INEC, pues hay parroquias que aportan considerablemente más que otras y reciben muy pocas obras de parte del municipio.
Es reprochable que medios de comunicación de gran valía den cabida a ciertos personajes quienes, al igual que un nefasto prófugo de la justicia escondido en un ático en Europa, crean divisionismo y odio entre ecuatorianos.
Habla de regionalismo y califica, despectivamente, de tribu.
Hablando de aereopuertos, cuál se construyó, cuál quedó pendiente? Cuál tiene más peajes en las carreteras? Cuál se lleva un.porcentaje desproporcional de las inversiones del presupuesto? Qué porcentaje alto de burócratas hay dónde?