Ellos y nadie más que ellos: ¿Se puede interpretar de otra forma el chantaje que hacen los taxistas al gobierno de Lenín Moreno que, como ocurrió el año pasado con el aumento de precio de las gasolinas, termina cediendo?
El fondo del problema planteado con la movilización nacional de taxis que acaban de hacer es ese: pretender mantener cautivos, por la fuerza, a sus usuarios. Es una maniobra para conservar intocado el monopolio que ostentan de ese servicio (hace diez años también se opusieron a los taxis ejecutivos) y un abierto desafío para que Ecuador dé la espalda a los nuevos actores en transporte que llegan al mercado gracias a las nuevas tecnologías.
La alternativa que plantean no se limita, en efecto, a que esas plataformas digitales paguen impuestos sino a que, en los hechos, no puedan ser utilizadas. Los taxistas representan esa conducta nacional, tan usual en grupos de presión, que temen competir. Y que recurren a todo tipo de excusa o coartada para conservar e incrementar su poder en el mercado. Por ejemplo, creen que el Estado debe poner partidas en el presupuesto a su servicio: están convencidos de que el erario debe participar en su negocio para incrementar sus utilidades. ¿Por qué si sus negocios son privados, los ciudadanos deben subdiarlos con sus impuestos? Desde el 26 de diciembre pasado, el gobierno les prometió compensarlos, mediante un cupo mensual de gasolina. La tarjeta prometida ha llegado a muchos sin saldo. Lo cual estaba previsto por dos motivos: el gobierno de Moreno no tiene plata y lo único que ha hecho es comprar tiempo repartiendo canonjías a los grupos de presión. Y no todos los miembros de las cooperativas de taxis están al día con las obligaciones negociadas para acceder al subsidio.
El subsidio complementario a la gasolina es un privilegio que se suma a otros que han ido acumulando los taxistas acostumbrados a poner de rodillas los gobiernos nacionales y municipales. Los camaroneros procedieron de igual manera con el precio de las gasolinas. Supermaxi hizo lo mismo hace algunos años con la cadena chilena de supermercados Santa Isabel. Esta lista es larga.
Los taxistas no han puesto sobre la mesa los mecanismos que piensan renovar para competir principalmente con Cabify y Uber. Porque de eso se trata para el usuario. De comodidad. De seguridad. De precio fijo. De puntualidad. De transparencia. De poder compartir el viaje en tiempo real. Los taxistas no hablan de taxímetros que no ponen, están dañados o alterados; de precios que no respetan; de carreras de larga distancia que se niegan a hacer; del estado de sus vehículos; del dinero que no devuelven porque nunca tienen para el vuelto. Su problema no es el servicio; es el monopolio. Por supuesto no responden la pregunta que está a la base de su problema: ¿por qué los usuarios prefieren esos nuevos mecanismos de transporte? Ahora creen que todo todo se soluciona con una plataforma digital, que también querían que se la pague el gobierno. Evaden el problema de fondo que es que su servicio debe ser evaluado por el usuario y que aquello tiene consecuencias. Ser juez y parte no está entre las reglas de la sana competencia.
El gobierno se ha puesto nuevas sogas al cuello al ceder, otra vez, a los taxistas. Les propuso regularizar las plataformas digitales según la ley ecuatoriana. Lo cual suena bien pero se antoja inviable Ese negocio no está basado en la creación de cooperativas de transporte. Muchos de sus proveedores trabajan apenas dos o tres horas diarias, para redondear sus ingresos en un momento de grave crisis de empleo. No tienen ninguna relación de dependencia con esas empresas. Es absurdo pensar que se puede regular con las reglas existentes de servicio de transporte. Más absurdo es pedir al Ministerio de Telecomunicaciones, que analice la posibilidad de bloquearlas, como propuso Iván Carvallo, viceministro de Transporte y Obras públicas. Ecuador no es China o Rusia. Además violaría el derecho a la libertad de empresa y de libre competencia. ¿Es factible un acuerdo tributario por un monto no fijo, causado por el volumen de negocios que esas empresas hagan en Ecuador?
Los taxistas podrán hacer una campaña para atemorizar, podrán amenazar a los proveedores de esas plataformas: el hecho cierto es que no lograrán parar esa tendencia que los usuarios premian cuando la comparan con su pésimo servicio.
Foto: El Universo.
Desgracia para el país, tener dirigentes mediocres que solo piensan en sus bolsillos. Basta de escuchar tanta basura. El pueblo necesita trabajar honradamente!!!!!!. Hasta cuando vamos a tener un gobernante que apoye a todo su pueblo y no a esos mamarrachos seudos dirigentes!!!!!
Sr Hernández, como siempre sus comentarios son excelentes. Soy un pequeño agricultor, trabajamos desde las seis de la manana con lluvia o el viento helado y no hay ningún apoyo del estado, porque los amarillos tienen todo lo que piden y el estado muerto de miedo les concede. Sera posible que nos apoyen con gasolina barata, tener un camioncito sin pago de impuestos, seguro que no ya basta de este gremio tenga tanto privilegio que hagan un paro indefinido y no salgan mas a explotarnos.
Hasta cuando vamos a dejar que esta mafia denominada “taxis legales ” nos sigan chantajeando y que nos sometan a sus caprichos? ya es hora que los Asambleistas que dizque nos representan se fajen los pantalones y acaben con este monopolio de los amarillos; quienes nos quieren seguir teniendo en el pasado.
Tanto dinero que manejan las Cooperativas que les cuesta ponerse una plataforma digital y entrar en una franca, honesta y libre competencia, brindando una atencion con calidad y calidez como el usuario ” CLIENTE ” se lo merece.
La tal Superintendencia de Poder de Mercado ( y no se qué filatería más) creada con bombos y platillos por el “monstruo de _Bélgica”,pregunten que desmonopolizó. Ahí tenemos a los Monopolios de los _Supermaxis , de los Bancos, de la Lotería .Debe haber una gran competencia como existe en otros países lo que redunda en calidad de servicio, en mejores precios.Que vengan _Bancos extranjeras, que vengan Supermercados extranjeros a competir en calidad y precios. Que se acabe con el monopolio de la lotería.Los supermaxis venden a los precios que quieren, explotando a sus clientes.Los Bancos no se diga. Intereses de asalto, servicios caros, para prestar se fijan en todo ( en la edad, si es adulto mayor, ya no les prestan, pero si le reciben dinero para depósito.Tramposos por excelencia.L as mas llamadas Cooperativas de _Transporte, deben copiar lo de Colombia, Perú,Chile para no ir más lejos, en cuanto a servicio.Aquí son grupitos de pillos que solamente piensan en llenarse los bolsillos. Cuando se acaba con esa mala práctica de venta de los cupos , de los puestos.Negocio redondo.Los taxistas han recibidos privilegios por años, exenciones, rebajas, etc, y el servicio deprimente. Eshora de dar un giro a todas estas prácticas corruptas, clientelares.¿ Por qué hay que subsidiarles a los taxitas?. Si el alza de la gasolina afecta a todos. Son conceptos distorsionados, tomados con sentido político, o por miedo a estos chantajistas.