La corrupción en Ecuador ha pasado a formar parte del paisaje nacional, es el día a día, es la nueva normalidad. La corrupción tiene una amplia gama de matices y formas activas y pasivas que han corroído los cimientos de la moral pública y privada.
La corrupción está en los sobreprecios de las obras públicas y en las coimas para conseguir los contratos. La corrupción ha contaminado la contratación de deuda externa asociada a las inversiones estatales. Las negociaciones petroleras no han estado exentas del cáncer corruptivo. Las compras de medicamentos y bienes y servicios públicos tampoco se han librado de esta pandemia, extendida hasta en los altos costos de la simple elaboración de un power point y en innumerables estudios de consultorías que han atestado los anaqueles de las instituciones públicas.
Existe otro género de corrupción enraizado en ciertos comportamientos en la conducción del Estado y en las actitudes económicas, políticas y sociales. Ganar elecciones con flagrantes hechos corruptos resta legitimidad a la acción de los gobiernos y a la democracia misma. Los burócratas y altos niveles de la administración pública que capturan el Estado, se apropian y ocultan la información que es intrínsecamente pública, abrigan la corrupción con oprobiosa naturalidad. Ciertas élites políticas, económicas y sociales que destruyen la economía y las cuentas públicas para satisfacer sus intereses particulares, deforman mediante sus corruptos fines la sagrada misión de conducir a las sociedades hacia el progreso. La venta de comidas y medicinas caducadas que enferman a las personas es otro deleznable hecho de corrupción, así como los interminables e hirientes trámites burocráticos que sólo se agilizan mediante coimas. En fin, una pródiga imaginación es insuficiente para describir la normalidad de la corrupción.
Según el análisis del Monitor Fiscal del FMI, los sistemas impositivos son germen de la corrupción cuando las personas pagan sobornos para eludir el pago de impuestos y mediante coimas se crean lagunas tributarias que facilitan la evasión y elusión impositiva. Los países más corruptos son los que menos impuestos pagan y los países menos corruptos recaudan el 4 por ciento más del PIB en ingresos tributarios que los países con el mismo nivel de desarrollo pero altos niveles de corrupción. Georgia redujo la corrupción y su ingreso fiscal aumentó más del doble. En Rwanda las reformas para combatir la corrupción produjeron mayores ingresos tributarios en el 6 por ciento del PIB.
La voluntad política en el ejercicio del poder es esencial para crear sólidas instituciones en el sector público imperativas en la lucha contra la corrupción. Cuando desde el ejercicio del poder en el gobierno del Estado existen ocultos pecados relacionados con hechos de corrupción activa o pasiva, el combate a la corrupción es una quimera y sólo se reduce a la mediatización política. Generalmente, antes de la captura del Estado se predica la honestidad en la gestión pública, y en el real ejercicio del poder se olvidan las prédicas de transparencia en homenaje a obscuros intereses.
La absoluta transparencia en los actos del Estado es pilar sine qua non para la extirpación de los tumores corruptos. En Colombia, Costa Rica y Paraguay utilizan las plataformas digitales para que la ciudadanía monitoree la ejecución de los proyectos de inversión. En Chile y Corea del Sur, los sistemas de contratación pública por medios electrónicos promueven la competencia y transparencia en los afanes anticorrupción. Noruega ha creado estrictas normas de transparencia para la gestión de sus recursos naturales. La intervención de una prensa libre y del ciudadano común, magnifican los beneficios de la transparencia fiscal.
Contribuyen a reducir la corrupción sistemas tributarios sencillos y carentes de discrecionalidad burocrática para aplicarlos. Todo proceso de contratación pública debe ser absolutamente transparente y de libre acceso en todas las instancias de las estructuras gubernamentales. Quienes desempeñan altos cargos públicos en sus diferentes niveles están llamados a ser los adalides en el ejercicio ético de la gestión del Estado.
En el Ecuador son cuantiosas las cifras que diversas fuentes han cuantificado como fruto de la corrupción, las que llegan hasta los $70.000 millones. Si en una generosa estimación la cuantía fuere la “modesta” cifra de $15.500 millones, podemos con realismo inferir su impacto en la vida de los ecuatorianos.
Si aquellos $15.500 millones no se dilapidaban, el Ecuador no habría colocado ese valor en “Bonos Basura”, por tanto, no estaría condenado con estas deudas hasta 2029 y habría ahorrado más de $13.000 millones en el pago de intereses. No habría existido déficit público y la sostenibilidad fiscal habría sido viable. Menos deuda pública y cuentas públicas más sólidas habrían reducido el riesgo país y facilitado alcanzar el grado de inversión, con ello el flujo de inversiones internas y externas habría sido de magnitudes importantes. En lugar de perder 10 años en recomponer la economía y sufrir su estancamiento, el Ecuador habría crecido a tasas elevadas con perspectivas de avanzar y no sólo de sobrevivir. Se habrían creado más empleos en lugar de la agudización del desempleo, subempleo e informalidad. El ingreso por habitante habría sido muy superior a los exiguos $500 mensuales actuales y estaría camino al del Chile. En consecuencia, habría menos pobres e indigentes.
Los costos de la corrupción en el Ecuador han tenido efectos negativos inconmensurables en el desarrollo del país, en su actividad económica, en la agudización de la pobreza y en la destrucción de los fundamentos económicos y fiscales. La impunidad es el perfecto aliado de la perpetuación de la corrupción. La severa sanción de los hechos corruptos es una intrínseca obligación en el ejercicio de los diversos poderes del Estado. Los implacables juzgamientos penales y sociales derivados del mal uso de los fondos públicos, deben ampliarse con rigor a los causantes públicos y privados de los perversos efectos de la corrupción en la destrucción de los fundamentos económicos y fiscales y en la denegación de las oportunidades de bienestar para toda la sociedad y sobre todo para los pobres. No hay condena perpetua que sea suficiente para juzgar los inconmensurables daños a la economía y la consecuente castración del ambiente de desarrollo y prosperidad del Ecuador, producto de la oprobiosa corrupción.
Jaime Carrera es economista.
La corrupción en el Ecuador es parte del algo nacional que enfatiza en muchas cosas, nuestra deuda ha sido de años y no la hemos podido cancelar en su gran totalidad. ultima mete la corrupción tiene muchas ramas en las cuales podemos discutir en casos públicos y privados al igual que en diferentes empresas etc. La corrupción está en los sobreprecios de las obras públicas y en las coimas para conseguir los contratos. La corrupción ha contaminado la contratación de deuda externa asociada a las inversiones estatales. Por lo cual muchos empresarios internacionales no vienen a nuestro país por que saben de lo que estamos hechos de una corrupción muy mala y eso la verdad tendríamos que erradicar, las negociaciones petroleras no han estado exentas del cáncer corruptivo. Las compras de medicamentos y bienes y servicios públicos tampoco se han librado de esta pandemia, extendida hasta en los altos costos de la simple elaboración de un power point y en innumerables estudios de consultorías que han atestado los anaqueles de las instituciones públicas.( Ec. Carrera)
La corrupción no puede ser un fenómeno unívoco y que afecta a una sola de las manifestaciones del poder. La corrupción también es fenómeno sistémico, lo que quiere decir que sus tipologías penales estarán inscritas a la asociación ilícita, al tráfico de influencias, a la delincuencia organizada, al enriquecimiento ilícito, a la falsificación o al fraude porque son crímenes que se cometen con la complicidad de otras personas que actúan con diferentes grados de responsabilidad. Ecuador está también en la cola en el ranking de países más corruptos. Los gobernantes de las naciones peor puntuadas se justifican diciendo que estas son acusaciones infundadas, que es una campaña de desprestigio del imperialismo, que el fenómeno de la corrupción ocurre en todas partes del mundo y que sus gobiernos son un ejemplo de transparencia para el mundo entero. Esto lo decía también Rafael Correa impidiendo a la prensa libre hacer su trabajo de investigación. Prácticamente el Ecuador no progresa, vivimos en un nivel de pobreza y desempleo gracias a la corrupción que existe.
Parece que el autor no publica aquí los comentarios críticos a sus textos, y esto de manera sistemática, qué pena!
¿Qué comentarios? Hay cerca de 60 mil comentarios que 4P. ha publicados; seguramente miles de ellos contrarios o críticos a nuestro trabajo. Uno suyo, el más reciente, en la columna de Carlos Espinosa, está publicado.
Vale. Entonces de nuevo:
Chile es un país sumamente clasista, racista y desigual. Todo el poder económico y político está en unas pocas familias (típicamente de descendencia croata), no representa ningún modelo a seguir en realidad. Además porque la corrupción en Chile es fuertemente estructuralizada, basta ver la inexistencia de universidades públicas…
También lo es en el Ecuador, por cierto, pero aún estamos lejos del nivel chileno.
Excelente análisis economista.
Dicen y no estoy seguro ,”Uno es lo que vé,lo que escucha y lo que come”. Qué creen lo que somos o mejor dicho,en qué nos estamos convirtiendo, si todos los días estamos ametrallados con noticias de corrupción?.La corrupción como política de estado . Sentadas las bases para el abandono de los actores que tienen influencia en el país ,descartados por esta realidad los pobres, se vienen otra vez los que creyéndose descendientes divinos, argumentarán a gritos a todo pulmón, que son los indicados para acabar con la corrupción y que llegarán hasta las ultimas consecuencias. NOs dirán otra vez, que con nuestro voto tenemos el poder para elegir a quienes si tienen la capacidad para junto a nosotros sacar al país de la miseria . La corrupción es la que paga los sueldos de los que hablan y callan en favor del pueblo, pero sin el pueblo . Hay mucha razón cuando aquí se dice”La corrupción ya la vemos como una forma de vida”.
Excelente análisis del señor Carrera de como la corrupción destruye las economías de los países ejemplo el nuestro, los burócratas no entienden que están para servir y no para servirse del puesto, con honrosas excepciones ser Presidente,Ministro, etc. en el Ecuador es sinónimo de riqueza invididual, concideran que llegar a ser ricos no requiere del menor esfuerzo y sacrificio. Todo un aparataje para que la corrupción campee y no se haga justicia.
LA LUCHA DEL LICENCIADO MORENO CONTRA LA CORRUPCION ES UN CHISTE DE MAL GUSTO.
f) Jorge Rodrìguez.
Me permito copiar una valiosa oracion de su editorial, que expresa con veracidad y claridad, lo que pienso es el sentir y comportamiento de la mayoria de la ciudadania ecuatoriana.
“Quienes desempeñan altos cargos públicos en sus diferentes niveles están llamados a ser los adalides en el ejercicio ético de la gestión del Estado.” Deberia ser la norma; por desgracias para un altisimo porcentaje de quienes llegar a ocupar cargos publicos, tal criterio es anatema a sus principios (si asi puede llamarselos), mismos que basados en conveniencias, se torna en “urgencia sin par” de pronto pronto formar parte del grupo que tanto critican y dizque destestan (mal disimulada envidia??????, vaya uno a saber) la clase pudiente. En el proceso dan gato por liebre a quienes creen en sus mentiras, ofreciendoles el oro y el moro, y una vez llegan al cargo que persiguen, “los pobres, los desempleados, los jovenes profesionales en pos de futuro”, caramba que no molesten, que dejen de interrumpir las “reuniones importantes” (contratos a dedo al compadre, al amigo, al compinche con que partiran a medias las ganancias y un larguisimo etc). De razon a veces, con desencanto y cansancio se escucha a gente honrada que busca como ganarse un pan, expresar “el vivo vive del tonto y el tonto de su trabajo”. Ojala, con el concurso de todos, podamos arrancar de raiz el cancer que corroe al pais: la corrupcion, no solo por las generaciones actuales, sino por las que vienen pues es su vida y su futuro y son quienes regiran los destinos de la nacion.
Ojala quienes dirigen los destinos del pais, quienes planean buscar cargos publicos, y la juventud que siendo el futuro de la nacion, pienso interesan crecer como persona y aprender, se tomen la molestia de leer este analisis.
Excelente análisis Economista.
Corrupción en la robolución del troposaurio Gadafi. El número de personas implicadas en el gran escándalo del dictador prófugo y cobarde, aumenta a una tasa proporcional conjunta con el número de personas G(t) ya implicadas (Copiadora Glas, y PhD Alexis Mera) y el número de involucrados por descubrir(El cínico Lerdín Moreno y compañía), por lo que dG/dt=kG(M-G) donde M es el número total de personas implicadas en el escándalo. Suponga que x personas están implicadas cuando los medios de prensa publican el escándalo, y más son inculpadas a o largo de los siguientes m meses y un total de n personas fueron implicadas al final de m´ meses.
Encontramos que G(t) aproximadamente ha crecido exponencialmente = (todos los borregos de la RC).
Lástima de país, cuán atrasados estamos a países como Alemania, Dinamarca, Japón….
Y sobre que los medios de Comunicación (Prensa escrita y hablada)(Diario el Comercio, Diario el Universo) nos informan, nos revelan datos, aún así, actuamos demasiada tarde…
El terreno ganado por la corrupción es un hecho debido a que habitamos en este lindo país más personas dispuestas a corrompernos. Todos tenemos un precio, el dinero además de la salud , es un artículo muy importante. Nada iguala a la importancia que siempre ha tenido el dinero. Por citar un ejemplo, para crear las condiciones que favorecen su crecimiento y acumulación ,quienes lo tienen están imponiendo nuevas reglas de juego en las relaciones en las que actúan empresarios y trabajadores, hasta ahora no es oficial,pero ya la carga salarial va disminuyendo. Un modalidad de presión , cancelar con mucho retraso y en abonos los salarios . Bastará ir de compras a la Asamblea Nacional para que la reforma a la ley laboral salga(A tramitarse en Agosto) para beneficio de quienes tienen el dinero. Siendo el dinero un artículo de lujo, al tenerlo nos coloca en una posición que anula negociaciones democráticas e imponemos. No es posible comprar comida con abrazos,apretones de mano,con sonrisas; todo es con dinero. Cualquier cosa que se haga para conseguirlo,justifica sus fines. Hablar de corrupción es más apasionante,más viral,más entretenido, al punto que se ha vuelto normal como lo dice Ud. señor Carrera .Uno termina admirando a quienes la protagonizan , al fin y al cabo con la misma plata se defienden . Empezar a luchar contra la corrupción significaría poner en primer plano actos de honradez, de estos no hay muchos y no son rentables,mediaticamente hablando ni tampoco en las conversaciones de familia ni de café.