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Correa devorado por sus propios demonios

lectura de 5 minutos

Esta fotografía ha causado cierto furor en redes sociales. Rafael Correa aparece en el centro, en medio de una pareja que posa en forma desprevenida en la Grand Place de Bruselas. Ellos sonríen. Correa tiene la frente fruncida y los pómulos tensos.

La fotografía fue hecha para mostrar al ex presidente. Para exhibirlo. Nadie preguntará por la morfología de la fotografía. Por su composición, sus ángulos, su luz, su encuadre, su contexto estético. Quien la tomó sabe que esa fotografía tiene un contenido político. La escena captada implica significados y, por supuesto, suscita interpretaciones. Ese encuentro, congelado en esa fotografía, es una imagen figurativa y, a la vez, la representación psicológica de un personaje que por ser tan conocido, reclama ser visto de cerca. Ser escudriñado.

Correa no está bien. Su cuerpo revela su estado interior dominado por arrebatos, demonios y fantasmas. Aquí aparece absorto, distante, ensimismado. Está ahí, en Bélgica, pero como diría Julio Cortázar vive en el andén de enfrente: sigue al dedillo lo que pasa en Ecuador, lo que se escribe, lo que se opina en las redes sociales, lo que se muestra en la televisión.

Correa no se fue de Ecuador, porque nunca se vio fuera del poder. Porque su proyecto era quedarse, hacerse eterno, inmortalizarse. La fotografía habla de un personaje que rumia, desgarrado entre sueños y pesadillas, ido de la realidad que lo atrapó sin alertarlo. La fotografía lo muestra meditabundo y profundamente solo. Solo de soledad y solo de la soledad que conlleva el poder absoluto. Solo de esa soledad descrita por García Márquez en “El otoño del patriarca”. Sin nadie que le acolite mentiras, engaños, coartadas, fraudes, montajes… Todo lo que hizo su aparato de propaganda para hacerlo sentir principio y fin de todas las cosas.

Claro, Correa no llegó a ser un dictador. Pero alcanzó a ser un caudillo autoritario. Un hombre que tuvo todo, que dispuso de todo, que acaparó todo el poder. Ese es el hombre que hoy luce ahí, en la Plaza Grande de Bruselas, solo, descompuesto, absorto.

Es imposible verlo así y no pensar en el destino de esos viejos dictadores descritos, además de García Márquez, por Miguel Ángel Asturias (El señor presidente), Mario Vargas Llosa (La fiesta del chivo), Augusto Roa Bastos (Yo el supremo)… Seres perdidos en teatros de sombras, rodeados por recuerdos envolventes y espectros dantescos; por recuerdos melancólicos y nostalgias inconmensurables.

Correa está solo y lo sabe. Solo de esa soledad incluso familiar que su hermano hizo evidente en un tuit que arde los ojos leer. Fabricio lo saca de esos espamos de propaganda que cultiva, le dice que no está resentido sino decepcionado. Y habla de la vergüenza que les produce, a él y a su familia, tener otro Correa encausado criminalmente. Nada le queda al expresidente comparado hoy con los malos pasos de su padre. Ni siquiera la familia; último reducto para cualquier alma perdida. Lo tuvo todo y lo perdió todo. En su afán de cruzado, Correa hace pensar a Calvino, perfilado por Stefan Zweig. Ese personaje poseído, privado de todos los atributos humanos salvo el deseo de tener todo el poder para controlar, vigilar y castigar a sus contemporáneos. Correa luce hoy como un ser vaciado de su humanidad, solo y dedicado a rumiar odios profundos y arreglos de cuentas imperecederos.

No solo está solo. Sabe que no puede volver. Y que si lo hace será incapaz de refrenar sus rencores y sus inquinas. Se sabe peligroso y en peligro. La fotografía lo muestra como un ser atrapado. Sin su herramienta preferida: el control. Y sin futuro inmediato: sabe que escriba lo que escriba, diga lo que diga, tiene ante sí un desierto por el cual tendrá que transitar largos años. Y Correa no es paciente. Es un ser devorado por sus propios demonios.

La foto, esa foto que lo muestra en el centro, en medio de un pareja que sonríe, dice tanto de Correa que bien vale la pena escudriñarla. Es el documento de una vida que, en su afán de controlarlo todo -el poder, el dinero, la vida de los otros-, y controlar todo a cualquier precio, termina en lo que esa fotografía revela: un ser infeliz.

Foto: cuenta particular de twitter.

Fabricio Correa nos escribe: Muy buen artículo el de la foto! Sólo una precisión: Rafael no ha “perdido todo” porque no ha perdido a su familia, como Ud. afirma… Que nos avergüence (como los alcohólicos, como los drogadictos…) no significa que lo hayamos dejado de querer! El día en que su suerte nos resulte indiferente, allí nos habrá perdido. Mientras, estamos a la espera de que se arrepienta y vuelva para, como el papá del Hijo Pródigo, salir corriendo a su encuentro! Haga conocer esto también, por favor!

46 Comments

  1. En la vida
    no hay PREMIOS NI CASTIGOS,
    sólo CONSECUENCIAS…
    C aretuco y canalla
    O fuscado opresor
    R esentido social,
    R epartidor de bajezas
    E ndemoniado pillo,
    A atracador antipatria…
    Cada vez, más cerca de la cárcel

  2. Estimado Sr. Hernández,
    Como usted bien lo dice, “la escena captada implica significados y, por supuesto, suscita interpretaciones”. Usted nos ha expuesto con detalle la suya, está en su derecho, pero no olvide que su interpretación también implica significados y suscita interpretaciones. En este sentido, me parece que su lectura de la fotografía lo refleja más a usted que al fotografiado. Basta escudriñar un poco para darse cuenta que usted, más que describir lo que le pasa a Correa, describe lo que quisiera que le pase a Correa. Si alguien se devela psicológicamente es usted. Los saltos inferenciales que hace son demasiado arbitrarios y antojadizos para resultar convincentes. Donde la foto muestra a un hombre que medita mientras disfruta de una taza de café en una plaza de Bruselas, usted ve a un ser desgarrado y atormentado por fantasmas y demonios. Donde la foto muestra a un par de turistas, seguramente ecuatorianos, que sonrientes se toman una selfie con el expresidente (por el que seguramente votaron más de una vez y volverían a votar) al fondo, para luego presumirla en sus redes sociales, usted ve a un hombre solo y privado de todos los atributos humanos. Usted no describe la realidad, Sr. Henández, ni siquiera lo intenta. Usted describe su deseo. Un deseo siempre insatisfecho, por cierto, a partir del cual se puede explicar el origen de sus miedos y no de los de Correa.
    “La obra no es reflejo del artista, sino del espectador”. Oscar Wilde

    • Es una paradoja, que; unos determinen la realidad y otros traten de torcerla, así pasa cuando existe un fanatismo exacerbado por la amargura que; al igual que Correa, la tienen personas que tratan de defender lo indefendible, y más; cuando miran que todas sus aspiraciones se desvanecieron con su PROPIO VOTO; quieren alentar lo que no es parte ni de la historia, esta nuestra historia tendrá siempre un lado oscuro y eso es Correa y sus “seguidores”, que defienden hasta la saciedad actos reñidos con la ley y creen como “devotos” que su dios es un ser feliz, y que esa felicidad la transmite a sus devotos con apasionada bondad y fe. Luego de la amargura viene la obsesión, en personas tan limitadas que entregan toda su esperanza en un delincuente y hoy, son portavoces de la posverdad y la delincuencia. bien por los devotos de “RC”

      • Estimado Benigno, tiene razón al decir que en este país “unos determinan la realidad”. Lo paradógico y lamentable es que esos “unos” son la minoría (las clases altas y su aparato mediático) y que intentar cambiar esa realidad en favor de la mayoría sea “torcerla”. Lo lógico al vivir en democracia sería que, si alguien ha de determinar la realidad, ese alguien fuera el pueblo. ¿Cómo garantizar eso? Respetando su voluntad expresada en las urnas. Lastimosamente, como se han venido dando las cosas, no ha sido así. Desde que el Presidente traicionó el voto popular haciendo exactamente lo contrario a lo que había prometido en campaña y llegando incluso a decir que comenzaba a odiar a quienes votaron por él, empezamos a vivir en el reino del revés, donde unos pocos determinan la realidad porque la del pueblo va después. Quedaría corto este espacio para enumerar los vejámenes que ha sufrido la voluntad popular en estos últimos tiempos, basta recordar el último, la autoritaria e injustificada destitución de los cuatro miembros del CPCCS elegidos por la mayoría de ecuarorianos.
        Saludos cordiales,
        G

        PD: Los adjetivos que utiliza para descalificar a quienes no piensan igual que usted solo demuestran su odio y su falta de argumentos.

        Moraleja: hay que ser más benignos y menos cabreras.

  3. Qué excelente articulo, preciso y conciso sobre la realidad del sátrapa, megalómano y resentido social prófugo de la justicia que esperamos, al menos yo, JAMÁS regrese al país; no me apena verlo en una imagen por demás elocuente de su estatus actual, me alegra observar la ruina total de un farsante que se dedicó de la manera más infame a traficar inmisericordemente con la esperanza de una ciudadanía ávida de mejores días. Sigo convencido de que el sagrado suelo patrio NO merece recibir el cuerpo de un político que tanto daño le hizo y el innombrable no es sino eso, un cadaver político…

  4. AMIGO JOSÉ HERNÁNDEZ, COMO SIEMPRE LO FELICITO POR SU IMPECABLE Y SESUDO ANÁLISIS. EXCELENTE FOTOGRAFÍA QUE REFLEJA CÓMO EL CARGO DE CONCIENCIA DE UN SER HUMANO LE TRANSFORMA SU EXPRESIÓN EXTERIOR CORPORAL: VEO A LA PAREJA DE PRIMER PLANO Y AL JOVEN DEL FONDO REFLEJANDO PAZ, AUNQUE POSIBLEMENTE APENAS TENGAN RECURSOS PARA SU SUPERVIVENCIA DIARIA, MIENTRAS QUE AL DESPRECIABLE ECUATORIANO, EN EL PLANO CENTRAL, LO VEO ESCUPIENDO LOS DEMONIOS QUE LO ATORMENTAN Y QUE UD. DESCRIBE MUY BIEN….ESTE CUADRO LE GANA AL RETRATO DE LA GIOCONDA, ¿NO LE PARECE?…. RESPECTO A LA ACLARACIÓN QUE HA ENVIADO FABRICIO ES LÓGICA PERO NO SUFICIENTE PARA DESLIGARSE DE SU CULPA DE CÓMPLICES Y ENCUBRIDORES COMO FAMILIARES DEL SÁTRAPA….¡es mi humilde opinión nada más!…

  5. Pero claaaaaroooo señor Hernández el objetivo estratégico de la foto es ese que usted comenta crear una imagen de Correa para que todos lo caractericen de la forma que él quiere y el hermano también como que si ambos fueran santos a los cuales hay que consolar, adorar o temer. Proyectar una imagen, en segundo plano, de un ser humano acabado, con preocupaciones en su rostro para que caigamos en la trampa de una foto trucada a propósito en la que no se sabe quienes son las personas que están en primer plano. Forjar una opinión colectiva de compasión de un pueblo seriamente afectado en sus fibras íntimas, con altos niveles de ignorancia política y económica, sin preparación deseando que vuelva el líder mesiánico para que su rostro cambie y sea la “felicidad” de ese pueblo. Un país en donde todo esta privatizado, hasta la conciencia todo es posible señor Hernández.

  6. En el rostro de Correa se dibuja la preocupación, la impotencia de saberse descubierto cómo fue su gobierno, autoritario, sectario, vengativo, falso y que lo poco o mucho que hizo como gobernante quede ensombrecido de actos de corrupción, no hay mejor juez que la propia conciencia que le juzga día tras día y permite que se olviden los errores.

  7. Personalmente no me gusta ver el sufrimiento ajeno, y creo que como a cualquier animal que sufre es mas humano sacarlo de su miseria, opino que debemos humanizarnos con este que alguna vez fue y hacerle lo mismo…

  8. Esas son las causas de sus acciones, no se manejaron bien. Sus actos fueron muy cuestionables. Ahora están cosechado lo que sembraron. Definitivamente no se puede sembrar odio y cosechar paz y tranquilidad, la vida es muy justa en esos temas y no hay escapatoria.

  9. Falta incluir en el listado de dictadores de las obras literarias a “El Gran Magistrado” de Alejo Carpentier. Si lo leen, no va a creer las coincidencias…

  10. Que mal agradecidos son después de poner al país en lo más alto , querían seguir saqueando y ahora ya lo están haciendo nuevamente, la prensa es la primera malos periodistas esa si sin ratas desde hace mucho tiempo
    Pocos son los que si se debe llamar periodistas de investigación sin manipular la verdad

    • Puedo entender y hasta perdonar a un politico corrupto, ansioso de poder y dinero mal habido, pero jamas podre entender a un ciudadani que lo apoye y lo defienda, a no ser que haya sido parte de los corruptos que endeudaron y robaron al pais, o uno de los 500 mil burocratas que metio a su gobierno para sostener su proyecto politico que tanto daño hizo al pais y su gente HONESTA.

  11. La foto y la soledad de Rafael Correa, solo es un anticipo de que toda la manada ovejuna terminará así, porque las leyes del Universo, tardan pero no perdonan, en algún momento deben pagar las culpas y se verán solos. Solo ahí sabrán que el poder fue efímero, y que los valores y virtudes de la persona son los bienes más preciados que no pueden ser claudicados por las bambalinas de las coimas y la corrupción. Todos los que creyeron en las fantasías de la revolución ciudadana y actuaron como corazones ardientes, son candidatos para terminar así.

  12. Me sorprende ver un comentario a favor de esta miseria humana, si el hermano le tiene lástima y dice que venga a pagar todo lo que ha hecho, que le da vergüenza, en fin la estupidez no tiene memoria, sin embargo a estas ratas no hay que tenerles compasión pero tampoco descuidarse por que es muy probable que regrese.

  13. Este ser endemoniado no merece una pizca de compasión, el no la tuvo nunca y es más se recreo y gozo de todas y cada una de las maldades que ejecutaba o realizaban sus acolitos para cumplir sus órdenes , este idiota llevará sobre sus hombros el peso de muchas lágrimas, dolor , sufrimiento de todos a quienes directa o indirectamente afecto por su estupidez , narcicismo , prepotencia y locura.

    Lo que se sucede con el cachudo del ático debe servir de ejemplo para los aprendices de dictadores y para los seudo politicos especialmente de los ecuatorianos que cuando ostentan el poder se embriagan con él , sin pensar en el chuchaqui que tendrán que afrontar.
    Personalmente feliz de verle rumiando su soledad.

    Excelente artículo.

  14. Ya que nos ponemos a adivinar lo que siente un ex Presidente. Observo en la foto a un Rafael Correa pensando en que lo único malo que hice es tratar de hacer lo correcto para mi pueblo, acaso me eqivoqué en alzar el nivel económico de profesores, policías, trabajadores de la salud y militares, cuando la bonanza económica estuvo a mi favor y como se le pediría ahora a ese pueblo que haga sacrificios porque el dinero ya no alcanza. para pagar esos sueldos, cuando aún los banqueros y empresarios inútiles sonríen porque se les perdonan sus deudas.
    Y de Fabricio ni hablar, no he olvidado al tipo abusivo que apenas vé que tiene un hermano que es presidente, cree que puede aprovecharse de la situación para agarrar los contratos que más le convienen y mejorar su vida, como lo hace matraca Nebot y su familia, las hijas INA de moreno y muchos de avaros que cuando tienen poder de meter la mano y robar lo hacen, porque después nunca van a tener oportunidad.
    Estará pensando, para que meterse a Salvador si al fin terminas Crucificado.
    ¨Espero que esto publiquen¨

    • Seguramente el expresidente estará pensando que le fallo en su bien planificada estrategia para saquear el país , meditará si fue su estupidez o el pensar que siempre tendria a su horda a su favor y a un pocoton de ovejunos descerebrados aplaundido sus exabruptos y desacierto . Robar y robar es lo más correcto para el país???

    • La ignorancia y el fanatismo son atrevidos. ¿Acaso no ha visto los correos, conversaciones y anotaciones de Pamela Martínez? Esa es la fotografía tridimensional de un individuo recontracorrupto, manipulador, autocrático, vanidoso y, cómo no, revanchista y persecutor de libertades. La viva imagen de un dictador desaforado y psicopático. Sumemos a la vorágine de la corrupción más aberrante y escandalosa un despilfarro espeluznante de los recursos públicos y la película de terror está completa. Sólo aquellos que mamaron la teta asquerosa de la corrupción o las mentes débiles que fueron víctimas de la propaganda fascista del correísmo han podido vislumbrar algo positivo en diez años de pesadilla infernal.

    • “hacer lo correcto para mi pueblo” No sabia que endeudarnos para saciar su avaricia es hacer un bien al pueblo, ¿te llego un buen cheque no?

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