El ex secretario jurídico de la presidencia atraviesa los momentos más aciagos de su carrera profesional. Aunque siempre estuvo cercano al poder y los riesgos que de allí se derivan, en todas las ocasiones salió bien librado de cualquier retaliación. De su paso por la Alcaldía de Guayaquil y la Corte Suprema sólo le quedan buenos recuerdos y grandes amistades. Aunque algunos resentimientos habrá cosechado, ninguno de ellos será lo suficientemente intenso para que le quite el sueño. En sus años previos a la década pasada; por tanto, el ex secretario entendió los alcances y límites de quien asesora a figuras políticas. Por ejemplo, entendió que su rol debe mantenerse tras bambalinas, procurando el mayor anonimato posible, renunciando a la siempre latente tentación de convertirse en el centro de atención de los medios de comunicación y la opinión pública. Entendió también que la función de un buen consejero es la de observar, analizar y opinar, sin inmiscuirse en los trasfondos de los acuerdos y decisiones políticas.
Desafortunadamente para el sujeto de marras, y esencialmente para los intereses del país, con la llegada de su compañero de universidad al poder, su bien delineado libreto de asesor se desfiguró rápidamente. De ser el consejero tras el poder pasó a ser el vocero oficial de las decisiones más difíciles del gobierno. De ser el asesor que busca el empoderamiento de su asesorado pasó a constituirse por sí mismo en el hombre fuerte del régimen. De observar con distancia los entretelones de la política y sus vericuetos pasó a ser parte activa de las decisiones trascendentales. De agregarse amistades y reconocimientos a su carrera profesional, pasó a cultivar envidias, rencores, resentimientos. Sobre todo gestó el odio, muchas veces justificado, de muchos actores y sectores. Y el odio se paga políticamente. Hay que procurar ser amado y cuando no se pueda, ser temido, pero jamás odiado. Esa receta la conocía bien y la había aplicado con éxito el ex secretario hasta antes de 2007. De ahí en más, la olvidó por completo.
Muy tarde ha recapacitado. Muy tarde ha tratado de volver al anonimato y retirarse entre las sombras a la plácida vida privada. Muy tarde ha vuelto a las lecturas de Maquiavelo y El Príncipe. Demasiados odios hay de por medio, demasiados vínculos con la mafia de las manos limpias y los corazones ardientes. Ya nadie lo define como asesor, ahora la justicia lo señala como parte integrante de la banda…y eso ni se escribe ni se comprende igual. Tan tarde es para los arrepentimientos y tan obvia es su mutación, que ni aún las amistades que mantiene dentro del Palacio de Carondelet alcanzaron para que en Washington lo cobije una inmunidad diplomática. Tan tarde es que ahora tiene que limitar sus aspiraciones a que le acepten una caución hipotecaria a cambio del arresto domiciliario. Tan tarde es que ahora tiene que hacer solicitudes judiciales a través de un abogado defensor cuando hasta hace poco tiempo las hacía desde su celular.
El ex asesor de figuras públicas, ahora indiciado por la justicia penal, las tiene complicadas. Una opción es tratar de voltear por completo el tablero y declararse un simple dador de opiniones; por tanto, no partícipe directo de los hechos incriminados. No obstante, muchos indicios hay en su contra para que esa versión resulte creíble. Muchos costos políticos también resultarían de dicha decisión. El principal: enemistarse con el doble boleta de encarcelamiento. Y eso no es menor. Por ello, quizás es preferible seguirse jugando como hasta ahora, a la negación de todo y por todo, y esperar que desde la justicia algún favor no cumplido se haga efectivo. Al fin y al cabo, muchos espacios en las cortes se deben a su gestión y buenos oficios. Al fin y al cabo, él colaboró para que muchos de los que ahora están ahí salgan del anonimato social y económico en el que vivieron durante décadas.
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Ser asesor implica mantener perfil bajo y no disputar espacios a los cercanos al poder pues allí se gestan las rencillas que luego serán saldadas en la política o en la justicia. Ser asesor implica también mirar los toros de lejos, sin involucrarse y peor tomar partido o beneficio de las decisiones asumidas. Ser asesor implica, siguiendo a Maquiavelo, susurrar al oído del actor político lo que no está bien dentro del gobierno y sus posibles implicaciones. Todo ese recetario, que el ex secretario conocía muy bien, fue dejado de lado cuando las delicias del poder y la impunidad estuvieron cerca. Ahora es el momento de pagar las consecuencias políticas y jurídicas de lo hecho. El país está a la espera. Hasta tanto, el escarnio público ya se ha encargado de hacer lo suyo. ¿Quién dice que en ocasiones la estigmatización social no puede aportar en alguna medida a recuperar los valores éticos de un país?
Santiago Basabe es académico de la Flacso.
Se pudrirá en el INFIERNO este repugnante junto con todos, toditos y cada uno de los miembros de la manada criminal liderada por el sicópata del ático!!!
Ps. NADA es eterno en este mundo!
PRESO correa PRESO!!!
Excelente análisis Dr. Basabe. Ni mas ni menos de la realidad en sus palabras; no obstante, hay que siempre recordar que el
Leòn dormido no deja de ser Leòn, y que estos también pueden cambiar de manada …. ahora no queda más que esperar el desenlace. Alexis Mera sin embargo tiene la oportunidad histórica de aportar en su calidad de “asesor” sin voz ni voto en las desiciones del Palacio de la Moneda (esa frase es de su autoría), desenmarañando y desenmascarando esta década perdida de corrupcion corriendo el inminente peligro de ser tachado de soplón…. pero los beneficios que le reportarían serían muchos mayores al obtener rebaja en su condena…. o de hundirse con el barco y con la banda jurando lealtad a un poder desligitimado
Ell ex secretario de la presidencia tiene muchos indicios penales
” …demasiados vínculos con la mafia de las manos limpias y los corazones ardientes. Ya nadie lo define como asesor, ahora la justicia lo señala como parte integrante de la banda…” por ejemplo un solo caso , recibir millones de dólares por parte de la Constructora Odebrecht; lo que se siembra se paga , en este caso la paga, largos años en la carcel de Latacunga.
Extraordinario análisis señor Basabe, que claridad de ideas y dominio del lenguaje.
Pero nos toca a nosotros como pueblo llano expresar lo que es de justicia.
No entendemos porqué tanta contemplación de parte de la Juez que revocó la prisión preventiva, alegando los derechos de un delincuente, ¿Y los derechos de todos lo ecuatorianos que fuimos víctimas del accionar delictivo de este sujeto, donde quedan?
Es que mientras la ciudadanía toda está desprotegida debido a la falta de agentes policiales, se le destina una guardia personal a un mafioso.
Nosotros no debemos seguir pagando la protección en favor de alguien que debería estar en la cárcel.
No estamos de acuerdo en que se le rebaje la caución si todos sabemos que la cuantía de lo robado es inconmensurable.
Me gusto la referencia a Maquiavelo, quien escribio: “la politica no tiene relacion con la moral”. El “asesor” lo demostro de manera ejemplar.
Señor escritor mucho de lo que analiza es acertado pero la realidad de que estos moustros del tiene tentaculos tan entramados en la Justicia y entre los políticos actuales que ya veremos sonrientemente las penas irrisorias con las que se juzgaran a estos individuos y nos preguntamos cuando se legisla para recuperar el dinero saqueado de los Ecuatorianos
Que disfrute de una celda cuatro por cuatro junto a su yunta Glas, y le guarden un puestito al idiota de belga!
Si señor… Este nefasto individuo es uno de los principales motores de la corrupción de la revolución verde.
Tenemos la esperanza que la nueva Justicia se encargue de desenredar el inmenso el ovillo tejido por esta repugnante araña en donde sucumbió mucha gente.
Que tan complicado es para Santiago Basabe poner un nombre de este cretino LADRON, acaso como son muchos, le es difícil ?
Adivino quien;
Correa
Glas
Mera
Patiño
Solis
Ehlers
Alvarado’s
La gorda Vice
Chiriboga
El primo
Ribadeneira
Solis
Bonilla
Gonzalez
Espinel
Carrion
Carlos el ñaño
Jose Pepe
Viteri
El procesador de oro (Tin)
Realmente son un sinnúmero de dudosos.
Podría, por favor, nominarlo.
El Asesor vivió las delicias del poder, creyó en una impunidad vitalicia. Si él ayudó a integrar la banda y sus “mecanismo” de gestión, pensó que estaba garantizada su “inocencia” y que podía retirarse a su anonimato.
La justicia tarda pero llega.
Un objetivo análisis de la labor de un asesor , pero me parece que se deja de lado un principio moral que debe primar sobre cualquier otra consideración : se debe asesorar para el bien ; mas en el caso del sindicado Mera , su asesoría fue para crear un estado de corrupción e impunidad , por lo tanto asesoró para que impere el delito . Ojalá la justicia actúe y el ex asesor pague por el mal causado al país y sus ciudadanos .
No mas in menos que Hitler y sus principal assessor Himmler, no careen.
Casi todos mis mensajes no se publican ‘ dicen que ya Han sido publicados
Y ES VERDAD. Mire usted mismo!!!
Ya era hora de pararle el carro a este cara de tuco. Se cree la mama de tarzan en la practica juridica, y creia que todo lo hacia bien y perfecto. Bruto, no sabe que el unico perfecto es Dios, y contra el nadie puede. A este terrenal la fallo su idiotez.