La Constitución redujo la participación empresarial de las Fuerzas Armadas a actividades exclusivas relacionadas con la defensa. Para no traspasarlas al sector privado, la Dirección de Industrias del Ejército, que ejercía propiedad de las compañías a través de un holding, donó gratuitamente al Issfa sus acciones en Andec, una compañía dedicada a la industria siderúrgica y también le donó el aprovechamiento de marcas y logos. De esa forma elusiva, no obstante que el objetivo era que los militares se deshagan de sus inversiones, el Issfa, entidad de los militares, se convirtió en el accionista mayoritario de Andec, en la que también participan tres accionistas privados y minoritarios.
Convertido en accionista controlador de Andec, el Issfa, entidad administrada por militares, acuerda con los administradores de Andec, nombrados por el accionista controlador, o sea el Issfa, que como beneficiario del uso de las marcas y logos que donó el holding de la Dirección de Industrias del Ejército -nótese que todas las partes de estos acuerdos son los mismos- reciba regalías de un porcentaje calculado sobre las ventas. Con este acuerdo, en el que entre los mismos se autorizan realizar pagos, el Issfa recibió ingresos por el supuesto aprovechamiento comercial de marcas y logo por alrededor de 70 millones de dólares. En una determinación tributaria realizada por el SRI, en la que se analiza esta operación, expresamente señala que Andec no hizo ninguna valoración de las marcas y logo. Es decir, que arbitrariamente, entre partes relacionadas y en evidente conflicto de intereses, sin mediar una valuación independiente, fijaron un pago de regalías que suma una significativa suma extraída de Andec, que produce descapitalización, afectación al valor patrimonial de la compañía en evidente perjuicio de los minoritarios accionistas privados. Pero el daño es mayor, porque el SRI glosa la operación y dispone que el pago hecho por Andec en favor del Issfa no es gasto deducible. Es decir, le cuesta a Andec un 25% adicional, y eso le cuesta a los accionistas.
Los accionistas minoritarios, alegando este perjuicio, demandan la nulidad de los contratos convenidos entre los representantes de entidades ligadas a Fuerzas Armadas, y lo hacen ante la jurisdicción contencioso administrativa. Extrañamente los jueces se declaran incompetentes. Luego de este injustificado desaire judicial, interponen un acción parecida ante la jurisdicción ordinaria. Previsiblemente, por la especie de temor reverencial que en los jueces genera las entidades estatales y más las ligadas a FFAA, la justicia ordinaria también se declara incompetente. Al final del día, el resultado es un estado de indefensión y una impavidez de la administración y accionistas del sector público, con la certeza que nada sucederá para revertir el abuso.
Se hizo pública una carta suscrita por el entonces Fouché legal del correísmo, en inefable abogado Mera, en la que disponía que todo juez que resuelva contra el Estado, debía ser denunciado. Se vivió un ambiente en el que el ciudadano estaba en condición de desventaja frente al Estado y sus intereses, pero no por defender esos intereses, sino por la convicción ideológica de que Estado está por encima de los particulares.
Siempre existe el riesgo societario de que la mayoría de accionistas tome decisiones que perjudican a los minoritarios. Mayor riesgo si el mayoritario es una entidad pública que supuestamente defiende intereses públicos en contraposición a los estigmatizados intereses particulares. Y mayor el riesgo porque la justicia se paraliza o se escuda en supuesta incompetencia, para resarcir derechos económicos vulnerados. En el caso, la indefensión y falta de justicia, ahonda en abuso. Y confirma que ser socio del Estado, no es una buena decisión empresarial.
Diego Ordóñez es abogado y político.
Excelente denuncia ud es uno de los pocos ecuatorianos que se atreve a comentar sobre las fuerzas armadas, quienes según las encuestas son una de las instituciones que son reconocidas como honestas en nuestro País, pero como en toda institución existen también malos funcionarios que se aprovechan del cargo para realizar actos que van en contra de las leyes y de las instituciones de los ecuatorianos.
Aprovecho la oportunidad para pedirle encarecidamente que investigue a otra empresa que es dueña el Issfa que está quebrada y que mantiene deudas de cientos de miles de dólares con proveedores privados a quienes les tienen al borde de la quiebra y engañados que ya les van a cancelar así como también a los trabajadores no les cancelan y los tienen deambulando en las instalaciones de esa institución sin hacer nada ya que ni siquiera pueden contratar con el estado porque está catalogada como contratista incumplida por Andec en el mes de Marzo. La Empresa en mención es AEREOSTARSABCO S.A. CON RUC Nro. 1792363276001 domiciliados en las instalaciones de la Base Aérea Mariscal Sucre Avenida de la prensa # 3570 intersección con la Av Carlos V código postal 170511 barrio Andalucía Ciudad de Quito
Excelente análisis. Los abusos perpetrados por entidades estatales, convertidas en “inversionistas“, traen como resultados estas situaciones lesivas para los accionistas minoritarios. Las ventajas que siempre tuvieron las empresas en las cuales el accionista mayoritario fue una entidad del sector público, constituyen una violación a los principios de libre competencia en condiciones de igualdad jurídica. Quienes ejercemos la profesión como abogados, en situaciones parecidas a las que relata el Dr. Ordóñez, nos vemos impotentes ante un sistema de administración de justicia que todavía está muy lejos de ser aceptable.
Los militares como en otros muchos casos, cuando hay alboroto por la gestión que realizan,llámense compras de pertrechos bélicos, en su momento(helicópteros dhruv) y como en este caso, la emisión y recepción de donaciones; son ellos mismos quienes patean el córner y cabecean; las formas para auditarlos, fiscalizarlos y enjuiciarlos disminuyen a su máxima expresión . En los militares también existen criaderos de impunidad,ineficiencia y corrupción. Sin dudas muchos recordamos la explosión de un polvorín un miércoles en la guarnición militar de Riobamba. Quedó solo en la explosión , cero investigación y responsables, armas y municiones vueltas cenizas, inventario quemado . Estamos atrapados en una telaraña elaborada por bandidos , que nos impiden hacer negocios con el estado de manera diáfana , cierto es. Dejar la teta que nos alimenta es traumático, pero solo legislando con valentía , los militares (la mayoría ) harán patria si los mantenemos lejos de las fuentes de dinero, a los otros . La soledad del país es cada vez más grande.
Como todo lo que se maneja a través del estado , ANDEC no podía ser la excepción . Abusos , despilfarro y corrupción es el orden del día en todas las empresas públicas , y en este caso puntual también perjuicio a los inversionistas privados que se arriesgaron a invertir con el Estado . Y luego con semejante inseguridad jurídica nos preguntaremos , por qué no viene inversión extranjera a este sufrido país .
El hecho de ser juez y parte anula la posibilidad de encontrar a un arbitro que procure justicia. Los militares y ellos de si mismos aducen que tienen descendencia divina, sus acciones están lejos de ser cuestionadas por los mortales. Difícil conocer lo que hicieron para dizque aumentar la producción de petróleo en otros tiempos y salieron de ese propósito sin beneficio de inventario. Nuestra sociedad y no me es grato decirlo, es y tiene en muchos espacios públicos y privados dejos de corrupción,los militares son paridos en este país. El temor de la justicia ecuatoriana por cuestionarlos se justifica , ellos tienen armas y no me refiero a las jurídicas, no existe manera de que muestren inocencia a toda luz ,entre ellos se protegen. 70 millones de dólares caramba es mucha plata, nadie se fija en los detalles para verificar la justificación que origina el dinero mal concebido, el asunto es que se ponga en el bolsillo, el billete carece de patria,carece de sentimientos y los camuflajes abundan . Se va gestando el escenario para Andec, descapitalizarla , acusarla de malos manejos ; privatícenla privatícenla privatícenla , su inventario nadie conoce y está desactualizado.
Ya lo dijo el brillante filósofo francés, Montesquieu “El Rey (El Estado)no debe ser jamás competidor “ por supuesto! pues se dan abusos y distorsiones , que afectan un sano desenvolvimiento de las actividades económicas ,en beneficio de un país.
Pero toda ese bodrio politiquero es difícil que haya leído ese estupendo ensayo “El espíritu de las Leyes” y si lo leyeron , lo vertido ,no convenía a sus protervos intereses.
Andec pasó hace rato de ser el principal productor de acero para construcción, en un segundón o tercerón del negocio.