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Déjà vu

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Los hechos de violencia ocurridos a partir de la decisión del Ejecutivo de eliminar los subsidios a los combustibles, irremediablemente nos han llevado a experimentar un déjà vu. Parecería que volvimos a vivir lo de décadas atrás, cuando los gobiernos, tiranizados por la fuerza del sector transportista, se veían en la obligación de ceder en sus decisiones para evitar el caos y el desorden.

La pesadilla de calles bloqueadas, llantas quemadas, y atentados contra la integridad, de miembros del orden y ciudadanos comunes, ha sido recibido por todos con el rechazo colectivo nacional. Hoy por hoy es un hecho: los ecuatorianos lo que quieren es trabajar porque han comprendido que el país necesita producir para mejorar su economía.

Durante cuarenta y cinco años, el sector transportista se ha visto privilegiado por unos subsidios que, a todas luces y según los expertos, debían haberse retirado desde hace mucho tiempo. Lo que pasa es que siempre faltó la decisión y fuerza política para implementar un cambio así, aun cuando era por todos sabido que esa era una medida necesaria que permitiría, de una vez por todas, corregir y racionalizar el uso de los recursos públicos, y de esa forma, sanar la economía nacional.

El Ecuador, comparado con otros países de la región, ha sido el país que más subsidios ha tenido a los derivados de los combustibles. Algunos analistas, como Luis Fierro, advierten que en la proforma presupuestaria del 2014 se destinaban $ 1.860 millones para subsidiar el diésel importado, $ 1.300 millones para gasolina importada, $ 570 millones para gas licuado de petróleo importado (GLP), $ 102 millones para GLP nacional, $ 56 millones en jet fuel importado y $ 43 millones para electricidad. Todo suma $ 3.931 millones para combustibles fósiles; es decir,  ya entonces los subsidios significaban el 19,6% del total de los ingresos fiscales.

En otras palabras, durante 45 años lo que hemos tenido es una fuga permanente de ingresos fiscales solamente en subsidios, bajo el criterio y el discurso de que, subsidiar, significa beneficiar a los más pobres y no siempre es así. En los últimos años, hemos podido acceder a datos que nos muestran que al final, crear y mantener subsidios, no es otra cosa que conservar e implementar medidas populistas que, por lo general, tienen detrás un contenido político.

Si analizamos con detenimiento los beneficiarios históricos de los subsidios, veremos que uno de los principales aventajados ha sido el contrabando de los combustibles. De hecho, por años se ha negociado combustible ecuatoriano en Colombia y en el Perú a precios más bajos.

Se ha creído equivocadamente que los subsidios beneficiaban a la clase más necesitada. Los datos nos demuestran que los sectores de ingresos más altos logran capturar un 43% de los beneficios del subsidio, en comparación con los ciudadanos de menos ingresos que apenas captan un 7% de esos beneficios.

No obstante, sería bueno que el Gobierno prontamente se plantee también tomar algunas medidas estructurales para combatir el problema de los transportistas. Algunos expertos dicen que una buena solución podría ser, eliminar las barreras de entrada y adquisición de nuevas unidades,  y sugieren además,  liberar  la fijación de tarifas, para promover de esa forma, competencia entre las cooperativas.

Salir del pasado no es fácil, pero para lograrlo, tenemos que cambiar errores estructurales que nos han mantenido atados a un estancamiento permanente; y para eso, es preciso enfrentar los cambios con visión de país.

Fomentar el caos, ya sea desde ciertos sectores agremiados o desde grupos políticos decadentes,  nos hace daño a todos y detiene toda posibilidad de progreso. Las crisis deben ser afrontadas con diálogo y sin violencia, procesando los disensos de forma adecuada y apoyando consensos que nos lleven a construir un país de oportunidades para todos.

Ruth Hidalgo es directora de Participación Ciudadana y decana de la Escuela de Ciencias Internacionales de la UDLA.

11 Comments

  1. No es solo la suba de la gasolina, es que tenemos los ecuatorianos que tolerar a demas el paro de los siempre odiados taxistas y trasportista, que ocupados en sus mesquindades, se juntaron con lo mas repulsivo de la historia de este pais, Los correitas y los saqueadores.

  2. Valiosisimo análisis felicitaciones. Y en verdad se debería considerar mucho un factor que sin duda es uno de los más sinvergüenzas y beneficiados como es la banca. Al final casi nadie compra un carro sin financiamiento y es ahí donde opera este uno de los más grandes sectores delincuenciales y beneficiarios de todo este sistema. Por ahí se debe también hacer un gran ajuste licenciado ya dejese de hipocresías demuestre que sabe tomar decisiones y que no le faltan… al final ya no se deje chantajear por estos sinvergüenzas financistas de todos los tiempos. En toda la crisis de la historia del país y mas que nunca en la última década “la banca” ha sido la más beneficiada por que será ya pues hasta cuando..? Queremos verlo, despidase con dignidad y no con discursos baratos.

  3. Si bien es cierto los transportistas fueron privilegiados pos los subsidios a la gasolinas y repuestos de todo tipo, pero la verdad que los miles y millones de dólares que se llevaron los gobiernos tanto democráticos como dictaduras suman mas de tres billones de dólares nadie a hecho nada porque son el mismo circulo del poder político y económico peor aún la gran corrupción de quienes administran justicia desde la corte constitucional, jueces de segunda instancia, asamblea nacional, militares, curia, todos son culpables, etc, SON LOS ANIQUILADORES DEL DESARROLLO NACIONAL, QUE FMI LES COBRE A TODOS ESTOS, PUEBLO SALE A LA LUCHA HOY ES EL MOMENTO DE COMENZAR SIN CORRUPTOS….

  4. Quieren acabar con la tiranía de los transportistas ?
    Que esperan para darles igual trato que a todos los empresarios : igual aranceles. tasas e impuestos. También igual control del SRI. Y qué tal defraudación fiscal y enriquecimiento ilícito privado.
    Vamos Lenin, eso si sería ” por primera vez en la historia “

  5. Excelente análisis solo en la sugerencia de una libre competencia en los buses , no creo este es un mercado con ciertas características monopólicas en cierta manera podrían ellos confabular para el manejo de ese mercado.

  6. “Algunas medidas estructurales para combatir el problema de los transportistas. Algunos expertos dicen que una buena solución podría ser, eliminar las barreras de entrada y adquisición de nuevas unidades, y sugieren además, liberar la fijación de tarifas, para promover de esa forma, competencia entre las cooperativas”. Adolece la banca ecuatoriana de los mismos problemas estructurales para saber si los expertos también sugieren soluciones parecidas”????. Mi obstinación al respecto de la banca tiene que ver a que también es urgente por aquí bajar los costos de producción. Es mucho el spred , la diferencia que pagan por ahorro y lo que cobran por los prestamos en una economía dolarizada como la nuestra. Ahora son dueños de la plataforma para el manejo de la billetera mobil , su pretexto es la bancarización de más personas, eso esta bien, tienen cero competencia extranjera, cero , y sobre este asunto no existen si no justificaciones para no provocar competencia de otras características.

  7. PIENSO QUE ELIMINAR SUBSIDIOS ES ESCLARECER LAS CUENTAS Y COLOCAR A TODOS EN UNA MISMA REALIDAD. LAS DECISIONES DE ANTAÑO SIEMPRE FUERON POPULISTAS Y CON ÁNIMO DE PERMANECER VIGENTES EN LA MEMORIA DEL PUEBLO, PERO NO SIEMPRE LA MAYORÍA DE LOS ECUATORIANOS ESTAMOS PREPARADOS PARA PENSAR RACIONALMENTE SOBRE ASPECTOS ECONÓMICOS, FINANCIEROS Y PRODUCTIVOS DEL PAÍS. TENEMOS ESO SÍ LA PERCEPCIÓN DE QUE LAS DESICIONES PATERNALISTAS SÓLO UBICAN A LA MAYORÍA DEL PUEBLO EN UN ESTADO DE CONFORMISMOS Y NO DE SUPERACIÓN Y LUCHA. ES IGUAL LO QUE SUCEDE EN LAS FAMILIAS CUANDO A LOS HIJOS SE LES DÁ TODO Y NO SE LES ANIMA A TRABAJAR PARA OBTENER LO SUYO . UNA AUTORIDAD PATERNALISTA SÓLO CREA DEPENDENCIA. BIEN POR LM, POR FIN OBRÓ CON VALENTÍA Y SENTIDO DE PATRIA.

  8. La competencia entre las cooperativas no siempre funciona, hace varios años en Santa Elena habían 3 cooperativas que competían (CLP, Liberpesa i CICA), cobraban diferentes pasajes,luego se unieron y formaron ALTRAPEN todos cobran un mismo valor de pasaje elevado, afectando al pueblo y beneficiándose ellos

  9. Excelente su artículo.
    Un Dèjá vu sin duda, 45 años de sentir que este “sexto poder del estado”, los mimados de toda una vida siguen haciendo de las suyas:

    – Dando un pésimo servicio
    – Cometiendo abusos en la vía con absoluta impunidad
    – Estafando a clientes con taxímetros manipulados
    – Teniendo flotas enteras y chóferes de sueldos no siempre justos (de esto ellos rara vez se quejan)
    – Y paralizando al país a su antojo, con violencia y vandalismo

    En Ecuador queremos trabajar, queremos unirnos y avanzar al igual que nuestros países vecinos. Solo estos señores transportistas, mafiosos al mejor estilo “verde flex” quieren que les venga todo gratis.

  10. Buen contenido. Gracias.
    “Respecto a las medidas estructurales para combatir el problema de los transportistas” citándola, no hay que olvidar que muy pronto gracias la tecnología y lejos de las iniciativas politiqueras de los gobiernos populistas en actual auge, mucho más rápido de lo que nos permitirá, asimilarlo dejará de haber gasolineras inclusive para el transporte pesado debido la universalización de los vehículos eléctricos con alta autonomía, esto como primer paso. En la segunda etapa, también llega de manera acelerada la autonomía de vehículos que prescindirá del dolor de cabeza ecuatoriano: los chóferes.

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