Reperfilamiento de la deuda, retórica y realidad

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El Ecuador requiere con urgencia adaptar su economía y cuentas públicas a las exigencias de una economía dolarizada. El superávit fiscal es imperativo para reducir el stock de la deuda externa y mejorar la solvencia del país, por tanto, para disminuir el pago de intereses y amortizaciones de la deuda. El superávit evita la salida de dólares al exterior por el pago de los conceptos citados y al contribuir a reducir el riesgo-país genera, entre otros factores, el ambiente propicio para que ingresen dólares por inversiones extranjeras, exportaciones y por créditos externos de las empresas para financiar sus actividades, flujos vitales para crecer en dolarización.

Para lograr superávit el país debe tener más ingresos que gastos. Al momento, bloqueos de diverso género dificultan la generación de ingresos y reducción de gastos. Desde diversos ámbitos se ha enfatizado en la necesidad de reducir el gasto corriente estatal. Una parte importante de este gasto es el pago de $3.600 millones por intereses de la deuda pública interna y externa, de los cuales cerca de $2.700 millones corresponden a intereses de la deuda externa. Para reducir este pago, en algunos casos sin mayor análisis, se plantea con frecuencia el reperfilamiento de la deuda externa. En esta perspectiva caben algunas consideraciones.

El servicio de la deuda externa está constituido por el pago de intereses y amortizaciones de deudas pasadas. De otra parte, las necesidades de financiamiento o de créditos en un año, son la suma del déficit más las amortizaciones y otros pasivos. Entonces, cualquier operación que persiga disminuir el pago de intereses externos contribuirá a reducir el déficit público, y acciones tendientes a reducir el pago de las amortizaciones externas permitirán reducir las necesidades de financiamiento, esto es, contratar créditos para pagar amortizaciones.

Cualquier política para disminuir el pago de intereses y amortizaciones de la deuda externa debe partir de un serio análisis de su stock actual y del perfil de pagos en el futuro. Al mes de septiembre de 2019, el stock de deuda con bancos externos fue de $3.135 millones, en 2020 el pago de intereses a estos bancos será de unos $352 millones y de amortizaciones unos $705 millones ($500 millones a Goldman Sachs). La mayoría de acreedores son bancos de la China. Se puede inferir, que al superar obstáculos legales o de otra índole se lograría pagar o mejorar el perfil de vencimientos de estas deudas, el ahorro en el pago de intereses contribuirá en pequeñas magnitudes a reducir el déficit. En cambio, al pagar el capital o atenuar sus vencimientos, se consigue de modo importante reducir las necesidades de financiamiento.

A septiembre de 2019, el stock de deuda con diversos gobiernos fue de $6.338 millones, en gran parte con la China. En 2020 el pago de intereses a gobiernos extranjeros será de unos 338 millones y de amortizaciones unos $1.100 millones. Los créditos con la China tienen un colateral de ventas futuras de petróleo. No se han publicado los contratos de estos créditos con tal país. Al superar los obstáculos existentes y se pagan los créditos o amplían plazos y mejoran tasas, ahorros en el pago de intereses en algo contribuirán a reducir el déficit. El alivio más representativo sería en el pago de la amortización o capital de estos créditos, por tanto, en la reducción de las elevadas necesidades de financiamiento. Liberar los compromisos de ventas futuras de petróleo a la China también traerá beneficios a la caja fiscal.

A septiembre de 2019 el stock de deuda externa con organismos internacionales (BID, BM, CAF, FMI) fue de $ 11.251 millones. En el año 2020 el pago de intereses por estos créditos será de unos $399 millones y de las amortizaciones por unos $740 millones. Estos créditos son a largo plazo y bajas tasas de interés. En gran medida están atados a proyectos y obras públicas. En este segmento nada se puede hacer, salvo utilizarlos con eficiencia, informar y ser transparentes en su uso. Aspectos en los que hay mucho trabajo por hacer y la sociedad exigir.

A septiembre de 2019 el stock de bonos emitidos en los mercados internacionales fue de $18.639 millones, de los cuales $17.700 corresponden a los Bonos Basura que devengan altas tasas de interés. Por estos bonos en 2020 se pagarán unos $1.600 millones de intereses, el 62 por ciento del total de intereses de la deuda externa. La amortización o pago del capital de estos bonos se realizará por $325 millones en 2020, por $2.000 millones en 2022 y en años siguientes hasta 2030. Para pagar estos bonos en cada vencimiento hay que tener superávit. Al hacerlo la contribución a reducir el déficit sería importante, y al pagar el capital el stock de la deuda disminuiría mejorando la credibilidad y solvencia del país.

Si en el futuro el Ecuador no está en capacidad de pagar el capital de los bonos basura, podría volver a emitir otros bonos en cada vencimiento perpetuando por décadas esta dependencia. Si se logra reducir el riesgo país, es posible que las nuevas emisiones se puedan realizar con menores tasas de interés, el déficit se reduciría en pequeñas proporciones y seguiríamos esclavos de los vencimientos futuros. Si el Ecuador no logra generar ingresos y reducir gastos y mantiene como desesperada opción volver a colocar bonos basura a altas tasas de interés, el pago de intereses aumentará, por tanto, el déficit. Esta opción hará crecer el riesgo país, profundizará los desajustes fiscales, afectando la solvencia y las latentes percepciones del no pago de las deudas, fantasma propio del Ecuador en las últimas décadas. La liberación futura de las cadenas de los bonos basura, exige sostenibilidad fiscal y una economía sana con capacidad de crecer en el marco de la dolarización.

Como se ha reiterado hasta el cansancio, la suma anual de los déficits configura la deuda pública. Esta y su servicio han alcanzado niveles incompatibles con una economía dolarizada y con la capacidad económica del país. Solo el superávit fiscal permitirá aliviar su carga y hacer viable a nuestro Ecuador. El reperfilamiento de la deuda pública, la reducción de su stock, la sostenibilidad fiscal, el flujo de inversiones y exportaciones que impulsen el crecimiento en dolarización con una economía competitiva, son imperativos nacionales jamás posibles con la demagogia política, el populismo y los intereses particulares de las élites de diverso cuño.

Jaime Carrera es economista.

6 Comments

  1. Con este mecanismo de reperfilamiento de deuda “se busca dar mayor certeza y seguridad en el desempeño económico del Ecuador a los inversionistas. Además, disminuir la presión (sobre las finanzas públicas) de marzo 2020”, señala Finanzas en un comunicado. El Gobierno espera, además, que con esta operación se pueda disminuir el costo promedio de los bonos 2029 y reducir el saldo de deuda que hasta abril del presente año representó el 49,17% del PIB.
    Según Finanzas, sin esta operación, Ecuador tendría que pagar USD 1 500 millones de capital de los bonos 2020 en marzo del próximo año, “lo cual genera expectativas en el mercado internacional sobre su efecto en las cuentas públicas y en las reservas internacionales del país
    FUENTE: EL COMERCIO

  2. Yo me atrevo a hacerle una pregunta, respeto mucho la calidad tanto expresiva como técnica del Econ. Carrera, para mí una de las personas que mas claro tiene un panorama económico, algunos de sus escritos son toda una inspiración…. Pozo, Martinez (caso lamentable), un poco en menor medida Hidalgo han inclinado sus teorías hacia lo político. Yo creo en el pragmatismo al 100% cuando un tema es técnico al 100%. Pero. Si Ud se debería a un Gobierno más populista que el de Correa como es el de Moreno (no se nota tanto porque Correa tenía plata y Moreno no), pero es tanto o más mentiroso al punto que quiere hacer ver una simple decisión de eliminar un impuesto a la importación de bienes electrónicos como “un deseo de que todos tengan una tablet….” Que haría y en el contexto de déficit actual .. Cree Ud que pueda mantener su pragmatismo?

  3. El panorama económico del país está muy complicado.Para salir del hueco fiscal que nos encontramos, necesitamos mucha inversión extranjera, No préstamos. Para lograr aquello ,necesitamos seguridad jurídica , de la que carecemos.
    Qué inversionista va a invertir en Ecuador con un riesgo pais sobre los 1000 puntos y encima con un montón de regulaciones que frenan el desarrollo de la economia ?. Ni hablar de la CORRUPCION.
    Para refinanciar la deuda pu’blica hay que solicitar el aporte de los mejores economista que si los tiene el Ecuador.

  4. Alguien debe decirlo
    VOY A ENDEREZAR LA ECONOMIA, DURANTE LOS PROXIMOS 4 AÑOS, NO VAMOS A HACER NINGUNA OBRA NUEVA, EL PAIS NO SE VA A PARAR PORQUE EN QUITO O GUAYAQUIL NO SE AMPLIE EL METRO O LOS MILITARES NO CUENTEN CON EL NUEVO MODELO DE AVION Y NO SE CONSTRUYA OTRO HOSPITAL.
    ahí esta Sr. Carrera su superavit fiscal sin aumentar impuestos.

    PD Entre las “obras” suena una, que van a crear una cédula a prueba de falsificación, etc
    Pregunto: para que ? Este es el tipo de cosas donde la plata se despilfarra y siempre hay algún sabido detrás.

    • Triste!! NINGUNA OBRA. La economía se movía por las construcciones, públicas sí y mal administradas corruptas y demás…, pero, todos los que trabajaban en esas obras salen al desempleo (1); (2) las obras inconclusas se deben terminar en un plazo reducido. porque de no hacerlo es plata al agua (a Ud. tal vez no le duela, porque no sabe que es su plata la que se bota al agua, pasa el tiempo y los políticos ladrones con el justificativo del deterioro le cobran el doble de la obra inicial) , el estado no puede paralizar obras. Hoy el Gobierno es tan inútil obvio dirigido por un ignorante y ladrón, que no sabe analizar el Costo-beneficio sino Beneficio-Mio y panas de campaña con lo poco que tengo……………..

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