Quién lo hubiera pensado: Marcela Aguiñaga, pelo recogido, arete pequeño, mirada cohibida, espalda desnuda, con un nada de su seno izquierdo insinuado… Si en Chile Mon Laferte muestra abiertamente los senos con una proclama política, la asambleísta correísta quiso hacer lo mismo. Solo que de espalda, con mirada de adolescente traviesa e insegura y con deseos imperiosos de justificarse (ver su tuit). En su caso, el arrebato de golpear la imaginación en las redes sociales, fue superior al convencimiento que supone usar el cuerpo como arma política.
Me apena que te escandalice mi espalda descubierta y no la violencia que vivimos a diario.
Lamento si te ofendo, a nosotras nos ofende la indiferencia de una sociedad que nos violenta, acosa y persigue.
Mi intención no es insultarte, sino llamar a tu conciencia. #25DeNoviembre pic.twitter.com/YnjCMQWb9h— Marcela Aguiñaga (@marcelaguinaga) November 25, 2019
Aguiñaga prueba en esa fotografía que no basta ser política para que su cuerpo se convierta en lugar político. Su cuerpo niega lo que ella quiere significar con él. Su cuerpo no es un sujeto trepidante de sentidos y valores; es un soporte funcional para exhibir un mensaje propagandístico. Su cuerpo no habla de subjetividad alguna, de convicciones, de apuestas existenciales, femeninas o políticas: es un lugar postizo que ni siquiera ella se propuso intervenir. No hay asomo de performance. Lo que se se ve, lo hizo un computador.
Aguiñaga usó el cuerpo para anularlo. Quiso ser disruptiva, pero mostró un cuerpo amordazado, utilitario. ¿Qué quiso desmitificar? ¿Pensó en una provocación, en un acto estético, en un objeto de reflexión? En absoluto. Su pose es la de una modelo que vende cremas y lociones. Su espalda desnuda está lejos de ser un instrumento perturbador: es una banalidad inocua.
¿Su cuerpo es un arma política? No. No hay reto alguno sobre el sentido que adquiere la desnudez descontextualizada y vinculada con un pensamiento crítico, político y liberador. Por el contrario: Aguiñaga recuerda, porque su espalda desnuda lo clama a grito entero, la práctica del poder correísta sobre el cuerpo femenino y el poder ejercido sobre la libertad de esos cuerpos para aceptar o no la maternidad. Y también recuerda aquella mirada morbosa que tenía el macho alfa sobre las mujeres con minifaldas que, a sus ojos, mejoraban las fiestas. Rafael Correa decía lo que pensaba: “me contaron que unas piernas y unas minifaldas impresionantes. Guapísimas las asambleístas”.
¿Hay alguna sindéresis entre esta política que con aires de creerse una gran liberal liberada, exhibe su espalda desnuda y la política que admitió que el poder que ella defendió de forma indignante, practicara, para citar a Michel Foucault, el arte de vigilar y castigar incluso contra sus propias compañeras de Alianza País y urdiera, como proyecto social, una sociedad disciplinaria?
Esa espalda desnuda no solo es postiza: es una gran farsa política montada por una política que hizo todo lo contrario de aquellas Femen que, asumiendo la polémica (mejor, provocando la polémica) decidieron desde 2008 mostrar sus senos en público como un acto agitador ante el poder político, religioso, mediático. Ellas han desafiado gobiernos, instituciones, prejuicios, tabúes, ideas… Tienen conciencia de su capacidad de provocación y de-construcción del statu quo. Ellas saben lo que hacen en público y ante la policía, las cámaras y la sociedad. Y por qué lo hacen. Son criticadas pero eso buscan. Tienen conciencia del poder desafiante y pertubador del cuerpo. Lo usan como arma, como espacio de comunicación. Su cuerpo es la extensión natural de sus convicciones, de sus visiones y sueños. De su subjetividad.
Marcela Aguiñaga hizo tomar una foto, en un sitio cerrado, a su espalda desnuda, alguien en un computador le agregó una frase y ella colgó su proeza en su cuenta de twiter. Esa es su historia.
Foto: twitter de Marcela Aguiñaga intervenida por 4P.
Eso precisamente hacen todos los políticos dar la espalda al pueblo. Solo en campaña están presentes sonriendo y abrazando a la gente. Cuando llegan al poder ya ni se acuerdan del barrio, parroquia o suburbio en donde fueron a buscar votos.
Debió escribir en su espalda el INRI del régimen q tanto defiende y que representa. Vaya si q escupe al cielo.
No descansa en exhibirse, parece mercadería en oferta siempre, debe haberse hecho fotografiar en algún minuto de receso en sus grabaciones de videos.
En 10 años de maltrato a la mujer no dijo nada por sumisa, ahora se le ocurre esto? que clase de asambleístas que tenemos!!!!!!!!!
Este es el nivel intelectual y moral de algunas asambleistas ecuatorianas
Sin comentarios, show barato, propio de programas de farandula
De los delincuentes correistas cualquier estupides es posible incluyendo a las sumisas, un buen ejemplo de hoy lo del Cura Tuares
Marcelita ya no escandaliza , ella se saca la ropa cuando le da la gana y más aún si es para que se hable de ella y no pase al olvido. Prácticas políticas que si no me equivoco comenzó la famosa Ciciolina, diputada de Italia. El asunto es “no se olviden de mi” Politiquería barata.
Pobre mujer, Ridícula, que mas puede enseñar? es lo único que tiene. a parte de su adiposo cerebro.
NOSOTROS PAGAMOS IMPUESTOS PARA VER ESTO: UNA GROSERÍA MAS DEL CORREATO,SIN PUDOR SIN ORIGINALIDAD,TEMPLO VIVO DE LA VULGARIDAD.ASAMBLEISTA DE LO PEOR,DESPERDICIO DE TIEMPO,QUEJOSA,CHARLATANA ,CÍNICA.TENGO LA IDEA QUE EL CUERPO DE ÉSTA SRA,SOLAMENTE ES UN SOSTÉN DE SU CABEZA HUECA.LAS DEBILIDADES DE SU ALMA,DE SU CONCIENCIA,DE ESE YO PROPIOS DE UNA DAMA DE UNA MADRE DE UNA REPRESENTANTE PARLAMENTARIA, HANSIDO PISOTEADOS CON SAÑA,HA CAIDO EN LO MAS BAJO. HORROROSO.PERO CORREA SE ADUEÑO DE ESTAS ALMAS DÉBILES E IGNORANTES,ÉL SABÍA QUE SON MUY MANIPULABLES Y QUE CON ELLAS SE PUEDE LLEGAR MUY LEJOS,PORQUE ES FÁCIL DECEREBRARLES Y CONVERTIRLAS EN SERES OBEDIENTES SUMISOS, FALDEROS .
No es la primera vez que Aguiñaga hace algo así, hace un par de años subieron a las redes un vídeo candente de ella; pero ahora, tras las críticas, tergiversa el motivo de la foto de marras dándole un sentido totalmente opuesto del escrito en su espalda, bueno, los correistas son capaces de todo con tal de llegar a ser poder nuevamente y terminar de saquear el país.
Seguro pensó esta “diva” en la oscuridad de su mente, que añora al macho alfa del mitómano al cual rindió culto y entregó su “intelecto” al poder fascista, y ella mismo se entregó en cuerpo y alma al totalitarismo correísta. Y ahora a escondidas pretende darnos clases de lucha social. Y es referente social sí, de la inmoralidad política aupada por una banda de malandros que gobernaron 10 años, y por ahí todavía sobreiven algunos de esos malandrines.
Estimados amigos de esta pagina,vean la caricatura del “maestro” Bonil de hoy día en El Universo” …. dice todo con su genial lápiz… felicitaciones por su gran artículo don José y de paso felicitaciones a Bonil.
Muy cierto, recuerdan cuando se declaro sumisa, mil veces sumisa al dueño del pais y sus borregos de aquel entonces, un poco tarde para reconsideraciones feminista; o se es o no se es, pero cambio el discurso cuando negaron el aborto a niñas o discapacitadas, que care tuco como diria su patron.
Gracias a Dios sólo mostró la espalda, si mostraba el frente el Diablo nos cobije.
“Linda cabeza pero sin seso” decian nuestros mayores.
Mmmmmmm lo de linda…….. para los gustos se hizieron los colores
Tiempos modernos, habemos damas, señoras de criterios del tiempo de la chispa……… donde quedaron el pudor????, el recato………..???? el brillar por tantos valores que hoy ni hablemos. El afan de superarse cada dia y brillar por su intelecto, por sus dotes artisticas, por sus logros en sus estudios, por ser una persona con valores que nunca pasan de moda, humanidad, ternura, etica, interes en los demas, desempeñar a conciencia el cargo que ocupa, o la profesion que desempeña…….. Y si es esposa y madre, vaya las oportunidades que tiene de lucirse, no en busca de motivo de encomio, sino para la felicidad de quienes conforman su hogar. Ya se, y mil disculpas, ideas descabelladas y vaya si anticuadas, pero de lo que se lee, esta ciudadana cuando opina sobre tal o cual tema que se trata en la asamblea hace despliegue de ausencia de serenidad, pues parece se ha convencido que elevando la voz, interrumpiendo a quienes estan exponiendo sus ideas, a menos que sean correistas a morir como ella, parece digo que creer tener relevancia y la realidad es otra………. pobrecilla, merece lastima por el papelon que acaba de hacer.
Coincido Pilar con su comentario, muy bien dicho; que se podría esperar encontrar en el cerebro de un borrego correista, merece tenerle mucha lastima a la desnuda de cuerpo entero.
Si la asambleísta Marcela Aguiñaga muestra solamente su espalda desnuda, este artículo muy bien escrito por el Sr. José Hernández, la desnuda de cuerpo entero.