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Juicio a Correa: la madre de todas las batallas

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Una sentencia condenatoria a Rafael Correa en el caso Sobornos sería el fin de todo un ecosistema de poder en el que cohabitan las fuerzas más sofisticadas, mafiosas y poderosas que probablemente hayan existido en la reciente historia del Ecuador.

Lo que se juega en el proceso es enorme: si el tribunal de tres jueces de la Corte Suprema de Justicia, conformado por Iván Saquicela, Marco Rodríguez y David León, condenan a Correa y, por esa vía, lo inhabilitan electoralmente, todo el circuito de intereses que creció al abrigo de la cleptocracia autoritaria que parió ese régimen, perderá cualquier esperanza de asegurarse la impunidad y su supervivencia.

Las derivaciones de ese posible escenario son múltiples. Existen operadores de primera línea como Virgilio Hernández, Paola Pabón o Gabriela Rivadeneira que saben a la perfección que si Correa no recupera el poder su destino estará signado por la prisión, la clandestinidad, el eterno escarnio público o el olvido. En ese grupo están personajes como Jorge Glas, Alexis Mera o Vinicio Alvarado que están conscientes de que el momento en que Correa quede fuera del juego político, ya no tendrán más esperanza de que les llegue un indulto o un archivo de sus causas. En ese círculo hay personajes como Marcela Aguiñaga, Doris Solís o Pabel Muñoz y muchísimo otros que tienen carpetas abiertas en la Contraloría o incluso en la Fiscalía. Pero no son únicamente los operadores más visibles del correísmo o sus funcionarios más beneficiados los que dependen del regreso del caudillo, ahora radicado en Bélgica, para volver a caminar orondos por las calles o mantener operativos sus negocios: muchos empresarios chicos, medianos o grandes que están siendo procesados por el sistema judicial, o están bajo la lupa de la Contraloría, también dependen de lo que digan los jueces sobre el futuro de Correa.

Pero los actores de poder que están pendientes de que Correa recupere el poder no se limitan a operadores políticos o empresarios corruptos vinculados al Estado ecuatoriano.  A ese amasijo hay que agregar el entramado geopolítico regional y mundial. El regreso de Correa al poder representa para distintas fuerzas políticas en países de la región la posibilidad de consolidar alianzas estratégicas para articular políticas y negocios internacionales. Ahí está el caso de Venezuela, Cuba, Nicaragua y, eventualmente, el de los partidarios de Evo Morales en Bolivia. No hay que olvidar  que desde muy poco después de dejar el poder, Correa se convirtió en un operador de los intereses del presidente Vladimir Putin, al haberse consolidado como una estrella más del canal de noticias RT.  Y Putin, se sabe, es de los que luchan hasta el final y sin escrúpulos para lograr sus objetivos.

La suma de intereses de todos estos poderosos actores representan lo que realmente significa el caso Sobornos. El regreso de Correa al poder es, sin duda, un objetivo por el que todos ellos estarán dispuestos a pelear en una lucha sin cuartel. Por eso, lo que se viene en los próximos seis meses, como calcula la Fiscalía, en los que se produzca la eventual sentencia condenatoria, apelación y el recurso de casación que sin duda se presentará, será una auténtica guerra.

Tanto en Fiscalía como en la Función Judicial se sabe que el camino hacia el final del juicio estará sembrado de las más insospechadas triquiñuelas, amenazas, intentos de sobornos y sobresaltos. Aquellos que dependen del regreso de Correa son actores con inmenso poder y fuerza política, económica, mediática e incluso delincuencial. Ahora, si en la Fiscalía y la Función Judicial son conscientes de lo que se viene y todo lo que significa este proceso ¿también lo es la sociedad? Aparentemente no existe una idea cabal sobre todo lo que esto significa, está en juego y puede ocurrir. De otra forma no se explica por qué hasta ahora no ha aparecido una sola iniciativa de la sociedad civil para acompañar el proceso. Por el momento, la figura de la Fiscal General, Diana Salazar, aparece solitaria y con más críticas que apoyos y alientos de los sectores políticos y de opinión que, se supone, están empeñados en que se haga justicia y se pruebe el daño infringido por el correísmo al país. Solo así se podría bloquear el retorno del correísmo.

El caso Sobornos, además, no solo significa la posibilidad de que Correa quede o no inhabilitado electoralmente, sino la forma en la que la sociedad comprenda lo que es vivir en democracia y en el marco de un sistema republicano con independencia de poderes. Los diez años de cleptocracia autoritaria que Correa y sus operadores montaron, tenían como objeto terminar con las bases de un estado democrático regido por el imperio de la ley. Por eso, su eventual regreso sería mucho más inquietante y, hasta ahora, no parece que en la sociedad exista una cabal idea de todo lo que eso significa.

Foto: Presidencia de la República.

30 Comments

  1. Se puede decir que con esto se hace justicia de 10 años de mucha corrupcion, esperemos que despues de un tiempo, no les digan que ya son inocentes, esperemos que la justicia siga haciendo su trabajo como debe de ser

  2. La fiscal Diana Salazar tiene multitudinario apoyo en las redes sociales. Lo que podría dar un indicio de que la sociedad civil sí está consciente del caso Soborno y apoya la acción condenatoria de los acusados. Aunque por ahí quedan rezagos de fanatismo y adhesión a Correa, pero es -en gran medida- de gente ingenua y sencilla que recibió algún bono u otra dádiva y sus alcances son limitados. Y claro, también los que perdieron sus canonjías estarán esperando el posible regreso del “correato”, ya inútil con la condena de los implicados. .

  3. y q pasó con Chavez Cevallos ??? lo premiaron por lanzar acusaciones falsas a : Ecuador Inmediato

  4. ecosistema? ponga sistema nomas. Putin y RT? el gob ruso ya no financia a RT. el regreso de Correa al poder no sucedera jamas, no tenga una sola duda. Y si aun no se ha dado cuenta, la justicia, como casi todo, llega por el norte y ya esta dando sus promeros pasos. Gracias Trump!

  5. Ojalá pronto se acabe esta triste historia y se condene a estos infames señoritos fanfarrones con títulos rimbombantes expedidos por universidades tan corruptas como ellos.
    A esta gentuza nunca le irá bien en la vida, podrán tener dinero, pero estarán rodeados de desgracias…

  6. Cuánto alegra que al fin se entienda que el correísmo no solo es Correa y su círculo íntimo; que representan a fuerzas que tienen intereses de envergadura en el país y su entorno; que detrás opera la estructura y lógica de organizaciones criminales que configuran un Estado paralelo o intentan usarlo para sus propósitos; que dejaron montado un andamiaje que continuó con el heredero instalado mediante fraude y que responde a la misma lógica; y que se hace necesaria la acción de salvamento desde fuerzas no contaminadas con los que negociaron con Moreno, tienen cercanía con el correísmo y les interesa un alpiste el futuro del país y su gente porque sólopiensan en negocios jugosos y exitosos. El problema está en si eso es posible construir y si los dispuestos contamos con la fuerza suficiente.

  7. Me parece muy bien que estén enjuiciando de una manera concisa a Rafael Correa ya que esta visto que fue uno de nuestros presidentes mas corruptos y no solo eso sino que también vendió muchos de los recursos de nuestro país, el y sus compinches merecen todo el rigor de la ley.
    también comprendo que es una persona muy inteligente ya que supo tapar muy bien las cosas que hacia o por sus alianzas políticas que a creado recientemente de esta manera puede que eluda de alguna manera la ley pero espero que el estado tome medidas pertinentes para ello y de esa manera pueda caerle a el y a sus colaboradores todo el peso de la ley.

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