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2020, cuenta regresiva

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Cuando iniciamos año nuevo, todos arrancamos con una serie de buenos deseos y nuevos retos por cumplir, y la intención de que las cosas mejoren para el país en relación con el año que termina.

En muchos aspectos para el Ecuador este 2020, representa también una cuenta regresiva hacia el 2021; puesto que marca un deadline para muchos actores políticos, sociales y públicos, en relación al cumplimiento de metas y objetivos que en su momento plantearon y que en este año deberían lograrse.

Este conteo hacia atrás aplica primero para el gobierno que inicia su último año completo de gestión. Le va a tocar poner todo su esfuerzo en lo le queda de mandato, para dejarnos un proceso de reinstitucionalización encaminado. La genuina lucha contra la corrupción también es un aspecto que entra en esta cuenta regresiva, porque el tiempo efectivo se va acabando para terminar de judicializar a todos los que tienen que ser puestos bajo el imperio de la ley y aún no lo están.

Si bien algunos personajes se encuentran bajo las rejas, todavía faltan muchos. No olvidemos que las redes de corrupción se tejen en varios niveles, por lo que es fundamental ir por todos los que tuvieron uno u otro rol. Dejar cabos sueltos, que no llegan a amarrarse, puede terminar siendo, a la larga, un retroceso porque significaría haber dado solo una mano de gato en la lucha contra la corrupción, judicializando solo casos emblemáticos y dejando por fuera las redes intactas, listas para seguir delinquiendo. Para evitarlo, la decisión política del gobierno central es clave para que, en lo que queda de su gestión, se logre una coordinación efectiva entre todos los órganos del Estado, de modo que las múltiples denuncias conocidas por la colectividad dejen de ser secreto a voces y pasen a ser casos judiciales. Sólo así nos dejarán como legado un sistema anticorrupción que funcione y perdure en el tiempo.

En términos de empleo, el tiempo sigue corriendo y cada vez se hace inevitable poner sobre la mesa la discusión sobre una reforma laboral. En el tiempo restante, lo ideal debería ser que el gobierno sea capaz de iniciar un proceso de amplio consenso con actores válidos de distintos sectores, que puedan entregar al país un proyecto de reforma que ayude a mejorar la actual situación precaria de empleo, y pueda abrir ventanas de oportunidad para combatir el desempleo.

Los partidos políticos también tienen lo suyo. Deberán asumir, casa adentro de forma técnica primero, las nuevas reglas electorales y luego, hacia fuera, demostrar a los electores capacidad de articular alianzas y consensos y construir listas con gente con experiencia, pero sobre todo honesta. Lo ideal sería que, durante este año, logren fortalecer no solamente sus bases de simpatizantes sino sus estructuras internas en debida forma. Desterrar el clientelismo como práctica también tendría que ser una meta a cumplir en el 2020.

El tiempo, por ser un año preelectoral, también empieza a correr en contra de los actores políticos. Les va a forzar a tomar decisiones en cuanto a las candidaturas y, para ello, deberían poner en la balanza de la sensatez los hechos ocurridos en octubre y valorar la opinión pública sobre su desempeño. En ese sentido, los ciudadanos esperamos que muchos den un paso al costado y permitan la inclusión de nuevos cuadros.

Para el resto de la sociedad, para quienes hacemos la ciudadanía, el 2020 debería ser la oportunidad para demandar algunas cosas: candidatos con propuestas efectivas, con perspectiva de inclusión al más amplio espectro; cero tolerancia a la corrupción y a la impunidad y convertirnos en veedores de la gestión pública para que esta cuenta regresiva, hacia el 2021, nos asegure una transición efectiva a la tan anhelada reinstitucionalización que todos queremos para nuestro Ecuador.

Ruth Hidalgo es directora de Participación Ciudadana y decana de la Escuela de Ciencias Internacionales de la UDLA.

3 Comments

  1. Como todos somos conscientes, para Ecuador el 2019 no fue el mejor año, ya que existieron varios conflictos que de cierta manera afectaron la estabilidad del país, sin embargo, son hechos del pasado, necesitamos enfocarnos en el ahora, dejar de lamentarnos del pasado y pensar en el futuro es la clave del éxito. El año 2020 es el año en el que es necesario remediar los errores cometidos, sobre todo para quienes son parte del Estado, pues la relación con la ciudadanía aun parece resquebrajaba, necesitan mostrar al pueblo que aun son capaces y merecen el lugar en donde se encuentran.

  2. El año 2020 se presenta como una nueva oportunidad para realizar grandes cambios dentro del país en todos los aspectos, cada año que empieza significa algo similar, pero este 2020 como menciona el articulo es un conteo regresivo, porque considerando que en el año 2019 surgieron hechos lamentables en los que se puso en juego la estabilidad del país, de la relación Estado-Pueblo, se necesitan cambios que se puedan visualizar, que enmienden los errores del pasado y se proyecten a decisiones del futuro es decir del 2021. Al ser un año preelectoral el 2020 debería estar lleno de promesas cumplidas, de una estabilidad restaurada y sobre todo de la relación Estado-Pueblo.

  3. Este año es de mucha importancia para cada ciudadano el visualizar con criterio propio y objetivamente las futuras listas que pueden estar para elecciones 2021.
    Se debe tomar en cuenta varios puntos antes de elegir al presidente y sobretodo no olvidar lo sucedido en el mes de octubre del 2019.
    Este año preelectoral debe servir para identificar los personajes que han contribuido a la baja economía del país , el desempleo y sobretodo la desigualdad de clases , en la que se ah visto que personas del gobierno no son juzgados como se debe ….por ello y muchos acontecimientos mas que han sucedido , se espera que una persona diferente a las que ya conocemos como Lasso, Viteri, Moreno, Correa…una persona distinta y con ideales nuevos para el pais se pueda hacer conocer este año .

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