Diana Atamaint y Esthela Acero, que reivindican su condición de indígenas, han traicionado el espíritu y la motivación de la Consulta Popular. Han traicionado la mística de quienes las designaron; entre otros, del impoluto Julio César Trujillo, que no habría imaginado que estas dos mujeres han hecho, nuevamente, del Consejo Electoral un organismo que no garantiza procesos electorales creíbles, reducto de corruptos, escenario del cinismo y de manipulación politiquera de viejos representantes de la política de los 90.
El Consejo Electoral despedía fetidez de pozo. Durante diez años, bajo control hegemónico del correísmo, fue su instrumento para legitimar los fraudes. El ofrecimiento y la esperanza de recuperar la institucionalidad democrática, pasaba por tener una autoridad electoral integrada desde diversos orígenes políticos y ciudadanos, en la que actores electorales depositen confianza.
Bajo la presidencia de Atamaint, de Pachakutik, en mayoría con un partidario del PSC y con la correísta Esthela Acero, han devuelto la turbiedad y la sensación de que es nuevamente un CNE de bolsillo. Aparte de que lo han usado como agencia de empleo para enrolar a sus amigos, quienes más que hoja de vida exhiben récord policial.
Atamaint ha sido expuesta por una aplastante denuncias que provienen de los consejeros Luis Verdesoto y Enrique Pita cuyo prestigio legitiman tales denuncias que, para frustración de la moral y ética, quedarán impunes por la confluencia espuria del correísmo, socialcristianismo, socialismo y Pachakutik. En las votaciones se consuma esta proximidad. El socialismo agonizante de Enrique Ayala ha logrado parte del fondo electoral. El correísmo logró exonerar sus triquiñuelas de aportes corruptos para sus campañas.
Pero al mismo tiempo que Atamaint está expuesta, la vocal Esthela Acero, correísta, se oculta. Intenta pasar de agache, pasarse de viva y no responder por las culpas en el escándalo de la contratación de un prontuariado como Director de Procesos Electorales, puesto de alta jerarquía que le coloca en total cercanía de Atamaint, tanto que solo podría ser alguien de total confianza. Igual, Atamaint y Acero deben responder, deben responder, de la designación de un individuo llamado Apawi Castro, quien percibía un sueldo de 3.000 dólares, que nunca asistió al CNE, porque en realidad trabajaba de asesor de Jaime Vargas y que en los días del asalto a Quito, era vocero, tuitero y propagandista de la sublevación.
En la comparecencia a la Asamblea, la consejera Acero, con desparpajo enciclopédico pretendió sacudirse, como quien ahuyenta una pelusa, la responsabilidad del nombramiento de Luis Loyo, adornado de 34 proceso penales, en tan alto cargo del CNE. Que ella solo recomendó, dijo, pero que la responsabilidad de los actos, refiriéndose a la turbia hoja de vida de Loyo, es de él. De paso dejó colgada a Atamaint, pues ella fue quien le designó.
Loyo fue jefe de campaña de Acero, y fue recomendado por ella y eso, para alguien con integridad, debe generarle responsabilidad. En su cargo Loyo, contrató 28 personas en la delegación provincial de Pichincha; 14 cercanos de Acero. Entre los contratados se encontraba la esposa de Loyo. A Atamaint o Acero ¿les importó el nepotismo? De Acero dependió la designación de la Directora de Infraestructura (allí donde se gasta en obras y compras), cuyo esposo fue detenido en la red de venta de puestos encabezada por el cura Tuárez. Por lo menos 7 funcionarios del CNE, dependientes de la consejera Acero están identificados como participantes de las marchas y desmanes de los días en que Quito fue asaltado y sitiado por una conjunción de violencia y golpismo. ¿Acaso se les paga para generar violencia?
No pueden quedar en impunidad. Atamaint debe ser censurada y destituida. Acero también debe ser enjuiciada y por lo menos que rinda cuentas, que no se oculte de los medios, que comparezca a responder por recomendar delincuentes y para explicar sobre esa red de reparto de cargos.
Diego Ordóñez es abogado y político.
Muy buen comentario el del Dr. a Diego Ordóñez. Una vergüenza lo que sucede en el CNE. Lamentablemente este organismo no garantiza en absoluto la transparencia para las próximas elecciones. Está muy claro que varios de sus vocales responden al correísmo más recalcitrante y corrupto.
Quien dijo que la paridad de genero solucionaría la corupcion?
La corrección política, lo “políticamente correcto”. Ese estúpido buenismo de pretender ser incluyentes. Donde usar falda o peluca, o carecer de intelecto es más importante que tener la capacidad y preparación para la toma de decisiones.
Las corruptas, de proceder delictivo, como mecanismo de defensa sólo atinan a decir que las persiguen por ser indígenas y mujeres. Para ellas el serlo, es es garantía suficiente de honestidad y capacidad. Por el contrario esa doble condición, de mujer e indígena les ha permitido, a pesar de su incapacidad moral y técnica llegar a esas posiciones de poder.
Solo censurar a éstas Señoras indígenas no es suficiente, tienen que responder por sus actos ilícitos y si es el caso, Latacunga las espera y punto! Con personas así, la democracia está en alerta roja.
En el Pleno de la Asamblea se constatará cuáles asambleístas están por la seriedad y honestidad en el CNE , y a cuáles les importa un comino el futuro de la democracia en el país , con tal de ser parte del reparto y la componenda . Realmente que fraude resultaron Atamaint y Acero , irrespetando su condición de mujeres indígenas , que se suponía velarían por que impere la honestidad en tan importante institución .
Otro tumor canceroso enorme y bien maligno, legado del HorrorisCausa. Donde se hurga sale pus. Si no aprendemos y remediamos, nos merecemos el cáncer, que mata.
¿No que la paridad de genero iba a mejorar las condiciones morales del País?
Ante la falta de instrumentos eficaces que legitimen la acción ciudadana lo único que queda en estos casos es la denuncia y exposición publica de los delitos cometidos por estas dos autoridades. Es importante seguir denunciando la corrupción con nombre y apellido y organizarse para modificar la ley y darle el poder a la ciudadanía de fiscalizar directamente y no a traves de sus falsos representantes, que como vemos son cómplices de la misma corrupción que deben confrontar.
Para preservar la democracia y para que exista absoluta confianza en las elecciones 2021 deben salir atamaint acero y demas porque con sus acciones se han ganado la deconfianza del pais
¿Hasta cuándo tendremos que seguir escuchando este tipo de noticias? Qué asco! Atamaint, Acero, Loyo, Castro y quién sabe cuántos más, siguen destruyendo al país. Destituirlos es casi un premio, deberían ir a la cárcel y podrirse en ella…
Es una lástima que organismos del Estado que debieran velar por el honor de la patria estén conformados por una tarea de vivos que la avasallan. La señora Atamaint, como presidente del CNE, es responsable directa de todos los actos que este organismo realice, no puede echar la pelotita a ningún otro (u otra). Si le sorprendieron, es su problema. Y si hay dignidad, debió aceptar el error, reconocer que no está apta para ese alto cargo y renunciar. Además de otros actos que el Dr. Ordóñez señala, está el informe que avala las cuentas electorales de los correístas, que demuestra al servicio de quién está. Los próximos eventos por realizarse, cruciales para la vida normal de la patria, este CNE no garantiza su transparencia. ¡Ya basta de tanta burla al país!. Y es posible que la Asamblea la absuelva, todo es posible. Si en el caso de los asambleístas que fugaron a México, no atinan qué hacer en algo tan elemental: ausencia del trabajo por tres días consecutivos, ¡afuera!, es a nivel del empleado llano. Inclusive los duques Enrique y Meghan de Sussex dejarán de utilizar sus títulos de alteza y hasta devolver el dinero que recibieron como tales porque interrumpieron sus tareas como miembros de la Familia Real; aquí, en este país de Manuelito, de reales realezas, estos asambleístas, abandonaron su trabajo por decisión propia y quieren seguir siendo tales y ya mismo piden que les manden también a los asesores, porque desde México van a ejercer sus funciones. Y como no dice nada el Reglamento al respecto… ¡avanzamos patria!.