El vacío de liderazgo es un elemento que agrava la crisis. El Presidente es una figura virtual. Al parecer la lluvia de propuestas que han aportado sectores políticos, sociales y empresariales no le llegan, no las lee, no las procesa. En condiciones normales ese vacío es riesgoso. En medio de una pandemia sanitaria y un quiebre mayor de la economía, esa ausencia es aterradora.
Hay esfuerzos de varios ministros. Pero lo que se hace público como propuestas para enfrentar la inminente desocupación y devastación del sector real de la economía, se ve insuficiente. No hay un plan para ganar la guerra; apenas para solventar batallas. E incluso esas propuestas carecen de una estrategia de comunicación para hacer pedagogía, para persuadir, para convencer e incluso para negociar y procurar acuerdos.
El vicepresidente quien, en vez de hacer que las evidencias sean acordes con sus supuestas intenciones y no se construya la percepción de que está interesado en promover su nombre en poses epopéyicas; en vez de procesar las críticas que en varios tonos se le hacen, debería dirigir su preocupación a contribuir a ofrecer la certidumbre de que hay una estrategia, no una suma de actividades. Sí, una estrategia para enfrentar los daños subsecuentes. El activismo no sustituye la estrategia. Se distraen los esfuerzos de comunicación en posicionar nombre o rostros, tuits y memes con frases retóricas. La comunicación debe ser para informar y para ofrecer a las angustiadas personas una esperanza que hay una salida -con costos graves- pero que hay luz al final del túnel.
El gobierno controla la estructura de poder, las relaciones financieras, internacionales, la administración de los recursos, la capacidad de propuesta legislativa. Por eso, el gobierno -y quien lo encabeza- son los que tienen la capacidad y la obligación de tomar iniciativa para consensuar, para convencer. Pero, se desgastan en frases y en enunciados. El momento de la retórica ya pasó. Las inconsistencias son perniciosas, como la contradicción entre el ministro de Comercio y el de Economía -que genera dudas- sobre el uso de los fondos que se recauden de los nuevos impuestos. Como se ha dicho reiteradas veces en este Portal, la alianza política para salvar la economía, o intentarlo, es un imperativo. Y el ambiente es propicio, pero en Carondelet no se despabilan o no entienden que fotos sobran y hechos faltan. La falta de iniciativa deja otro vacío que se llena con pedestres y fronterizas propuestas de asambleístas, entre pendejos e ignorantes.
El Ministro de Economía refirió una evidencia: la realidad sobrepasó la ley. No es una aberración jurídica ni una convocatoria a la anomia. Es la constatación de que evitar desempleo masivo pasa porque empleador y trabajadores renegocien los términos del contrato, para acomodar los horarios a los recesos forzados y a la reducción de oferta mientras se reactiva la demanda. Y también los sueldos mientras se soluciona la corrosiva iliquidez. Significa que deudores y acreedores deben renegociar los términos de pagos y tasas de interés, así como arrendador y arrendatario y, en general, en toda relación jurídica que afectada por la incapacidad de pago o de pago oportuno. Aquí un asunto que demanda un consenso que se exprese en votos para legislar un régimen temporal.
Sin liderazgo, las soluciones aparecen distantes. Y sin plata, imposibles. Esta certeza debería persuadir a dirigentes gremiales y analistas que hay que proponer alternativas posibles que solucionen el corto plazo. No hay largo plazo sin corto plazo; de allí que aferrarse a soluciones enlatadas sin advertir la realidad endémica de la economía ecuatoriana, es seguir hablando para la galería. Las élites deben ponerse al nivel.
Falta mucho: reformas en los laboral, en el mercado de combustibles. En una estrategia para que la obra pública se abra al sector privado. Llegará el momento en que se pueda vender los activos del Estado que generan gasto y pérdida. Por ahora, sería mejor que se induzca a que obras nuevas, vías, obras de saneamiento, de procesamiento de aguas, de alcantarillado y otras, se realicen exclusivamente con capital privado.
En estos días vivimos la tormenta perfecta. Pandemia, sin ahorros, sin reservas, sin petróleo y, peor aún, sin un presidente militante de las soluciones. Hay que ayudar. Hay que concertar. Hay que cerrar filas para evitar que nos vayamos al barranco, por no decir a la M…
Diego Ordóñez es abogado y político.
El papel del gobierno es clave para estos momentos, una mala decisión tendrá consecuencias más negativas de las que conllevaría en un momento “normal”, la crisis actual es muy complicada de superar sin realizar ajustes y tomar decisiones difíciles pero la mala estructura que tiene el estado complica las cosas mucho más, tomando decisiones que afectan por completo a los sectores que deberían priorizar, un apoyo completo a empleadores dando la libertad para hacer lo que se les da la gana con sus empleados, riéndose por completo de los derechos de los trabajadores. La crisis es difícil pero el gobierno actual hace que todo sea peor de lo que ya es.
El presidente ah quedado mal en múltiples ocasiones ya que solo toma decisiones sin tomar en cuanta las opciones que le dan varios entendidos es mas confía ciegamente en lo que le diga unicamente su gabinete ministerial ignorando a los demás grupos que dan en ocasiones mejores soluciones, recordemos que pasamos unas propuestas fuertes y los indígenas tuvieron que hacer una guerra en las calles para que se tome en cuanto su voz, el dinero es propicio manejarlo en una estructura de estrategia definida para salir de la crisis y tener un plan como alternativa para que se maneje en el caso de que se de un problema con la primera estrategia.
En los últimos años el gobierno está en momentos susceptibles por que no saben como organizar de manera adecuada y teniendo un presidente que ni él sabe lo que dice su forma de expresión hacia el país es básica por lo que todo el tiempo se contradice.
Que piensa que está apoyando al ecuatoriano pero en realidad poco a poco caemos en un abismos donde nos dicen que somos un país pobre teniendo gran diversidad de alimentos, que tu los puedes cosechar, tres regiones con gran riqueza cultural etc.
Tener un presidente donde solo quiere oprimir a los que sacan el país adelante . La clase obrera no piensa con coherencia solo culpar a los gobiernos anteriores pudiendo sacar adelante al país de una manera honesta y confiable. Es mucho pedir hoy en dia solo piensan de donde sacar mas dinero e irse y luego venir después de 10 años como si nada. Decir el pueblo olvida.
Puedo decir que este articulo es tan real y es lo que vive en estos dias nuestro paìs, el gobierno carece de liderazgo y esto agrava la crisis, que vivimos en estos dìas. El Presidente es una figura virtual y no procesa bien las propuestas, en medio de una pandemia sanitaria y con el golpe en la economía, vemos una crisis total. Hay varios funcionarios pero ninguno de ellos dan propuestas para salir de esta crisis, las propuestas carecen de una estrategia y informar al pueblo ecuatoriano y mejorrar acuerdos. El gobierno controla el poder, las relaciones financieras, internacionales, la administración de los recursos, la capacidad de propuesta legislativa, pero no da esperanza en medio de esta pandemia y la crisis economica que vivimos. Hay falta de iniciativa en el gobierno hay tantos funcionarios y tantos asambleístas, pero carecen de estragias para mejorar la situacion de nuestro pais.
Que importante es tener un líder en nuestro país, parece mentira decir que hasta ahora no a existido un cambio alguno, pese a las luchas constantes de los ecuatorianos por exigir nuestros derechos a un gobierno incompetente y disfuncional liderado por Lenin Moreno, donde los ministros puestos al cargo no cumplen con las expectativas requeridas para el buen funcionamiento de la economía en nuestro país. Incluso cabe recalcar al aprovechamiento que se están dando ciertos funcionarios y ministros de gobierno con la crisis que nos esta afectando gravemente a nosotros, el pueblo ecuatoriano.
En lo personal concuerdo mucho con el articulo escrito, aun no entiendo como es posible que estemos gobernados por payasos, que solo llegan a leer “no hay el texto”, es ahí donde son damos cuenta de la incapacidad que tiene para gobernar, desde un principio, cuando no tomo medidas necesarias y rígidas, por que sabe muy bien la situación económica del país, y sabe que no estábamos preparados para enfrentar este tipo de adversidades no hizo nada a tiempo, y he aquí las consecuencias, sin plata y sin liderazgo, por que nunca se quedo al frente y al mando? Y lo primero que hizo fue aislarse en las islas galápagos y ahí si que nadie entre, claro, por su seguridad personal , y ahora después y en medio del caos, ni siquiera nos da soluciones, si no viene a darnos mas problemas, aparte del despilfarro del fondo estatal del gobierno, además nos están estafando al pueblo, nos ponen sobre precios cuando la realidad no es así, todos estos actos son los que nos han llevado al país a donde estamos, en el abismo.
El Ecuador está atravesando tal vez la peor crisis de su historia. Esta vez no le caerá sólo una gran recesión, sino tal vez una depresión económica de terribles consecuencias para toda la población, pero más dura para los más pobres y vulnerables. Y no hay cómo empezar a reconstruir el país, porque todavía el país está en confinamiento tratando de contener una epidemia. Esto es diferente, realmente grave y que será difícil salir sin que todos arrimen el hombro y contribuyan según sus posibilidades.
Muy de acuerdo con el artículo creo que nuestros supuestos líderes han aprovechado la pandemia para hacerse su propia propaganda, con actividades mas para responder y demostrar a la crítica, que en buscar salidas acordes a la necesidad del pueblo, vemos que cada ves llueven nuevas propuestas para que el ejecutivo apruebe medidas desesperadas en contra del trabajador que es la parte mas débil de la cadena, pero me parece que vender los activos del Estado sería la primera decisión acertada, activos que no generan y que se deterioran , y que ante la crisis actual seguir soñando en la privatización de estos es una pérdida de tiempo y pensar en los intereses de unos pocos.