El inédito precio del petróleo llegó a cotizarse en menos 37 dólares por barril; esto significa que, los países que venden petróleo, tenían que pagar 37 dólares a los compradores para que reciban el antiguo oro negro. El hecho nos muestra la dimensión de los inconmensurables impactos económicos del coronavirus, en el mundo entero y en el Ecuador en particular.
Sin dólares petroleros y con ingresos tributarios en su mínima expresión, a pesar de la diaria incertidumbre propia de una situación jamás vivida e imposible de prever, es posible inferir con cierta razonable aproximación la evolución fiscal hasta fin de año. En un esfuerzo por ser amigables en estos hostiles temas, podríamos plantear algunos números vistos desde otro enfoque.
El presupuesto de 2020, fue aprobado con un déficit de $3.400 millones. Como hasta fin de año no habrá ingresos petroleros excepto los recibidos hasta marzo, por este concepto no ingresarán unos $2.900 millones. Con una economía que decrecerá de modo importante, el gobierno gobierno estima que los ingresos tributarios serán menores en unos $1.800 millones. De otra parte, no habrá $2.000 millones por las concesiones de activos del Estado. Por estos tres rubros no habrían ingresos por unos $6.700 millones. Además, si estimamos que los gastos por el coronavirus asciendan a unos $1.500 millones (no hay nada claro al respecto), el potencial déficit sería de unos $11.600 millones (3.400+6.700+1.500). Si al déficit citado se agrega el pago de unos $4.400 millones de amortizaciones de la deuda, las necesidades totales de financiamiento alcanzarían unos $16.000 millones, sin considerar el stock de CETES que a marzo fue de $2.500 millones y la deuda flotante del presupuesto de unos $2.000 millones.
Ahora bien, vamos a suponer que se obtienen unos $1.200 millones de ingresos adicionales por la nueva Ley enviada a la Asamblea y se reducen los gastos en unos $4.600 millones. Podríamos llegar a un déficit de unos $5.800 millones a fin de año (11.600 – 1.200 – 4.600). En el supuesto de este escenario, los gastos corrientes se reducirían así: intereses de la deuda de los bonos basura que no se pagan $1.200 millones, sueldos unos $500 millones, bienes y servicios unos $700 millones y transferencias unos $200 millones, total $2.600 millones. Además, suponemos la reducción de $2.000 millones en los gastos de inversión. Las nuevas necesidades de financiamiento serían de unos $10.200 millones, nuevo déficit de $5.800 más $4.400 de amortizaciones. El gobierno está obligado a reducir gastos, si no lo hace acumulará inmensos atrasos en los pagos.
En el contexto de este posible escenario, de hecho pueden existir otros quizá más preocupantes, se ha enviado a la Asamblea la Ley Orgánica de Ordenamiento de las Finanzas Públicas. El análisis de tal Ley y la magnitud de su importancia, jamás deben estar exentos de la responsable apreciación de los inconmensurables costos económicos y fiscales consecuencia del coronavirus.
La cobertura de los $10.200 millones de necesidades de créditos sólo será posible con los préstamos del FMI, BID, BM, CAF, FLAR; con otros créditos de la China y otras fuentes y el roll over de la deuda interna. Para que fluyan tales créditos el Ecuador tiene que demostrar, entre otras reformas, la decisión de reordenar de modo responsable la gestión fiscal. En esta perspectiva, la citada Ley es fundamental. En la intención de retomar las responsabilidades fiscales, como antesala, siempre debemos recordar las irresponsabilidades fiscales que hoy tienen un elevado costo: alto déficit público, desproporcionado endeudamiento y su servicio, ausencia de ahorros y reservas, inmenso gasto público.
La sostenibilidad de las cuentas públicas es fundamental para la estabilidad macroeconómica, para reducir los riesgos, atraer inversiones e impulsar el crecimiento de la economía y la creación de fuentes de empleo. Hoy más que nunca, los inmensos retos de reducir las crecientes magnitudes de pobreza, desempleo y subempleo, exigirán un estricto orden fiscal en el marco de un sector público a reducirse por obligación. Al asumir además, la intrínseca exigencia de una economía dolarizada: superávit fiscal.
De allí que, son imperativas las reorientaciones fiscales planteadas en la citada Ley: aplicar reglas que armonicen el gasto con la evolución de la economía, someter todo el sector público al rigor fiscal y adopción de tales reglas, limitar al 5 % la discrecionalidad para modificar el presupuesto, dotar de fortalezas al Ministerio de Finanzas para controlar las finanzas de todo el sector público y cumplir las metas fiscales, limitar al 40 % del PIB el endeudamiento público, impedir que el Banco Central preste al Estado, establecer fondos de ahorro, abandonar la ominosa dependencia del petróleo y muchos otros sanos objetivos.
Lo planteado en la citada ley no es nada nuevo ni extraordinario, ha sido el secular clamor del llamado al sentido común. Es el penoso recordatorio a imaginar el próspero Ecuador que habríamos tenido si manteníamos las reglas y responsabilidades fiscales aprobadas al inicio de los años 2000, luego de adoptada la dolarización. Las que hoy, luego de 20 años se intenta reverdecer.
Es frustrante percibir, que los trascendentes postulados e inmensos beneficios de las responsabilidades fiscales para la prosperidad de toda la sociedad, no sean los que orienten el tratamiento de la citada ley. Sí, en cambio, los viejos y nocivos intereses, los supinos desconocimientos del funcionamiento de las finanzas públicas y de la economía, la deformación de los conceptos, los dogmatismos, las cegueras ideológicas.
No obstante las costosas evidencias que hoy laceran de modo inclemente al Ecuador -aún hay quienes creen que no son buenos los fondos de ahorro- que no importa el elevado déficit público ni las irresponsables deudas estatales, que el Banco Central debe usar reservas que no existen para prestar al Estado, que el gasto público debe crecer sin límites, que no debe reducirse la masa salarial pública. Hay quienes defienden las autonomías y creen que los GADs y el IESS son instancias de otro país. La Ley no viola ninguna autonomía, respetándola pretende que todos los niveles de sector público observen ciertas reglas de comportamiento fiscal que contribuyan a la sostenibilidad fiscal, por tanto, al bienestar de todos. Se pretende que no exista la anarquía actual como caldo de cultivo para el despilfarro, la corrupción y la satisfacción de nocivos intereses políticos que tienen postrada a la nación.
De hecho, discrepamos con muchas acciones y debilidades del gobierno. Sin embargo, sentimos con dolor, que ciertos sectores políticos, económicos y sociales, no tienen una cabal conciencia de la inconmensurable magnitud de la crisis o no quieren verla. La aprobación de Ley de Reordenamiento Fiscal es imperativa, entre otros factores, para hacer viable el flujo de créditos de los organismos multilaterales sin los cuales la liquidez fiscal y de la economía presentará riesgos impredecibles.
En la coyuntura actual del cortísimo plazo tal Ley es vital para cambiar las expectativas, para exclamar al mundo que somos capaces de encontrar nuestras propias soluciones. Será una luz del comienzo de una nueva alborada. En el mediano y largo plazos la ley establece las bases para la solidez económica y fiscal que tanto requiere el Ecuador. La Asamblea tiene la oportunidad de comenzar a escribir la nueva historia del país, que exige otros compromisos y conductas pletóricos de cívicas responsabilidades.
Jaime Carrera es economista.
Debido a esta baja de petróleo esta claro que el ecuador debe emprender o buscar otras fuentes de financiamiento para su presupuesto, el Ecuador llegara un día donde se termine e petróleo, ¿y después de que eso pase en un futuro como cubriría e presupuestos? Son preguntas que se hacen es por eso que debe empezar a buscar soluciones económicas he ingresos de país a futuro.
A partir de la pandemia el país se ha visto muy perjudicado en todos los ámbitos y aún mas en lo económico, existen varias empresas que han ido a la quiebra, muchas personas que se les ha disminuido el sueldo y han sido despedidas de sus empleos, es muy notorio por la crisis que se está pasando, ya que la pobreza aumenta en los ecuatorianos, lo cual debería existir un plan de ayuda y solidaridad para todas las personas las cuales son más afectadas como las personas más vulnerables que ganaban su dinero del día a día y ahora no pueden salir a laborar ni generar ingresos en su hogar.
Ver la situación en la que se encuentra sumergido nuestro país es bastante triste, la pandemia de Covid-19 nos ha afectado gravemente y nos ha hecho ver el mal funcionamiento de nuestro sistema financiero y la mala distribución de recursos, crisis que se venía dando hace algún tiempo pero que tomó como punto máximo la crisis sanitaria mundial, como se menciona en el artículo es importante reordenar las finanzas en nuestro país tomando modelos que colaboren con el progreso del mismo y procurando tener un ahorro en actividades innecesarias, la crisis después de haber superado la pandemia es algo inevitable, varios sectores económicos han tenido que paralizarse y por ende sus ingresos también, es hora de ser solidarios y trabajar para salir adelante.
Un excelente articulo donde nos muestra la realidad que nos esta atormentando hoy en día, las deudas que abarcamos con cada periodo de gobierno son insostenibles cada vez mas, estamos en un momento donde las consecuencias de tales tratos nos esta dejando en situaciones realmente criticas, en comparación con las expectativas que teníamos con cada trato que realizábamos, el gobierno ecuatoriano nos prometió miles y miles de beneficios, pero la realidad de la situación es todo lo contrario hoy en día se esta cerrando prácticamente todo negocio que se abrió, gracias al poco ingreso y poco consumo, aunque tengamos un sueldo básico de $400 la realidad es que no alcanza prácticamente para nada, el petroleo a dejado su huella en el Ecuador pero también las promesas realizados han dejado estragos incontrolables.
Es un articulo muy puntual pues ya que en el se describe la triste realidad económica del país siendo esta clara y muy objetiva, señalando un irresponsable derroche, y toda la corrupción que hubo en la década perdida. Siendo el reflejo de la mala decisión de una nación que escoge asambleístas por popularidad, dejando de lado el conocimiento que se necesita para que haya un buen gobierno, donde prevalece la corrupción cuando lo q se necesita es un ahorro. Dentro de las políticas del país deberían encontrarse políticas que incentiven el ahorro pues no se puede vivir con una economía que supera el gasto y el endeudamiento, hay claros ejemplos de donde se podría conseguir un ahorro, y es en la reducción total de sueldos vitalicios para ex presidentes y ex vicepresidentes pues el país no puede darse estos lujos, cuando su economía esta mas que quebrantada, al igual que los grandes sueldos que se presidentes dentro de todos los poderes del estado donde sin importar el daño que hagan al país siguen recibiendo estos cuantiosos beneficios
El mundo entero está pasando tiempos difíciles a causa del Covid-19, en donde cada país se encuentra a la expectativa de la adecuada y responsable gestión de cada uno de sus gobernantes.
Excelente análisis y con cifras reales de la inadecuada gestión fiscal, una vez más se constata la errónea administración del anterior gobierno y escaso liderazgo del actual, lo que ha llevado al gran endeudamiento, insolvencia, ausencia de ahorros y reservas, dando como resultado la incapacidad de actuar ante la crisis.
Es momento de que se revindique el Estado proporcionando soluciones óptimas que beneficien, porque se vienen tiempos difíciles y la oportuna intervención es decisiva para el crecimiento o decrecimiento de la economía.
Es evidente la caída en el precio del petróleo, lo que invita a ya no depender de él y buscar nuevas alternativas que se convierta en el nuevo PIB que ayude a mejorar y aumentar los ingresos.
En el gobierno actual Ecuador se verá enfrentado a la disyuntiva de recortar el gasto público o endeudarse sin duda el Ecuador necesita aumentar la producción para generar más ingresos, la principal razón que llevó al país a retirarse de la OPEP.
Pero con la caída de los precios del crudo, el país quedó en una situación muy compleja, puesto que debe honrar sus deudas con el Fondo Monetario Internacional pero al mismo tiempo se arriesga a la inestabilidad política si recorta subsidios o programas sociales, como le ocurrió con las protestas del año pasado pero esto es un problema general que no solo afecta a ecuador sino practicamente a toda la region que exporta petroleo al final de cuentas el estado decidira si se endeudan o ajustan”, con las consecuencias políticas y económicas que la decisión implica
Es deprimente ver como nuestro país, ha sido uno de los mas afectados ante esta pandemia,
pero mas triste es darse cuenta como el pueblo ecuatoriano carece de un mandatario que pueda liderar de manera correcta y sacarlo adelante, es verdad que el despojo del dinero del pueblo se viene dando hace varios años atrás, pero en la actualidad se siente la pobreza y nos damos cuenta de la cruda realidad, me parece injusto que el pueblo ecuatoriano tenga que pagar por las malas decisiones de este gobierno, los ciudadanos debemos tomar enserio el sufragio,puesto seria una pauta clave para tener una vida digna que nos permita gozar de nuestros derechos.
Es realmente triste la situación que todos los ecuatorianos estamos pasando en una crisis que afectado a todos de manera diferente, el sector comercial se ha visto seriamente afectado ya que con la pandemia todas las personas tienen temor de salir por tal motivos muchos negocios se verán obligados a cerrar ya que no se cuenta con la liquidez necesaria para solventar los gastos generados.
De igual manera esta crisis nos a pegado muy fuerte porque el país no cuenta con los medios para aguantar los daños ocasionados con la pandemia esto es a causa del mal manejo de los bienes y recursos de todos los ecuatorianos.
Economista comparto su dolor a que ciertos sectores políticos, económicos y sociales, no tienen una cabal conciencia de la inconmensurable magnitud de la crisis. La verdad es que no quieren ver la crisis por la que estamos atravesando, ya no es solo una pandemia en la salud, sino se nos viene una pandemia en el desempleo, pobreza, una crisis realmente preocupante y que nos tiene en zozobra a todos los ecuatorianos.
Creo que la mayor preocupación hoy en día ya ni siquiera es nuestra propia salud, sino las decisiones que el Gobierno está tomando frente a esta situación en donde aparentemente muestran soluciones, pero a costa de más desempleo, pobreza y ninguna solución por dinamizar la economía, ninguna por Leyes claras para combatir la corrupción, ninguna por una sostenibilidad fiscal, ninguna por recuperarnos de esto sin ser afectado el pueblo.
Como usted manifiesta la Asamblea tiene la oportunidad de comenzar a escribir la nueva historia del país, como pueblo esperamos y anhelamos que esto acabe ya, y no precisamente me refiero a la pandemia sino a todo acto de corrupción, todo mal manejo y empiecen actuar por el bienestar de cada uno de nosotros. Es momento para que los Asambleístas demuestren el compromiso con el país, y por qué fueron puestos.
Es increíble la situación que el Ecuador está pasando la economía de nuestro país se está colapsando a la llegada del covid-2019 sin embargo hay que tener en cuenta que la economía ya estaba mal desde hace años atrás la caída del precio del barril del petróleo es impresionante absolutamente decepcionante, en estos últimos 60 días se pudo observar que nuestro país nunca tuvo un plan de contingencia para poder sobrellevar esta situación, al no tener los fondos necesarios se pide más dinero prestado por lo cual estamos atascados en una deuda increíble, hay que tomar en cuenta que hay personas corruptas que se aprovechan de la situación realizan compras con sobreprecios muy grandes, nos va a tomar mucho tiempo salir de esta situación y levantar la economía del país.
Desafortunadamente por consecuencia de la pandemia, Ecuador ha tenido muchas pérdidas económicas y endeudamiento; considero qué el mal gobierno qué hemos tenido ha afectado significativamente la estabilidad económica y política del país; todos sabemos que estamos mal pero siempre debemos tener una buena actitud ante esta situación y una de esas es el apoyarnos mutuamente con ciudadanos qué estamos atravesando por un mal momento y tener la certeza qué poco a poco nos recuperaremos.
La economía del Ecuador, con el presupuesto del año 2020, se encuentra colapsada, esto debido a muchos factores que en este tiempo han afectado no solo al Ecuador sino a todo el mundo; pues con el surgimiento de la pandemia del coronavirus el costo del barril de petróleo disminuyo a menos 37 dólares, es decir, como manifiesta el autor de este articulo los países que venden petróleo en vez de recibir algún valor por el petróleo debían cancelar 37 dólares por barril para que les compren el producto, nuestro país siendo un país petrolero que por las malas administraciones políticas ha sido considerado como el principal recurso ha sufrido grandemente estas consecuencias. A esto debemos sumar el despilfarro económico que ha sufrido el estado, la falta de ahorros, el pago exagerado a la burocracia, la corrupción existente, lo cual actualmente está haciendo colapsar a nuestro país, ante esto el gobierno actual de alguna manera pretende recaudar varios millones de dólares para tratar en algo de frenar la debacle económica que se avecina, para lo cual ha enviado dos proyectos económicos urgentes a la Asamblea para su aprobación, los mismos que estamos a la espera de su resultado para verificar cuantos serían los valores estimados a recaudar de acuerdo a los artículos que sean aprobados, este análisis realizado por el autor es un relato de la realidad económica que se encuentra viviendo nuestro país, pues nosotros como ciudadanos sentimos los estragos de la grave situación económica y de los efectos que estos están provocando; por lo que al igual que el autor la sociedad esperamos que los asambleístas actúen pensando en el país y no en satisfacer sus necesidades políticas ni personales.
Es importante recalcar que la economía del país ya estaba mal desde hace mucho tiempo atrás sumándose a esto la caída del precio del petróleo y la pandemia mundial COVID 2019 con la que el país no ha podido lidear, respecto a que nunca se ha tenido un plan de contingencia para manejar esta situación al no tener un fondo de ahorro para crisis e infamemente sin tomar consciencia sigue reinando la corrupción a pesar de la poca ayuda que se ha conseguido en esta emergencia las mafias del gobierno siguen robando el dinero dejando de lado a su pueblo. Es muy difícil levantarse de esta situación sobre todo ahora que ya no tenemos ingreso del barril de petróleo y era una cifra alta con la que nos ayudamos para cubrir los gastos públicos.
Su artículo es muy sustancial ya que nos permite visualizar con más claridad la situación del país por lo que nos deja a la vista la necesidad de corregir varios aspectos del gobierno, ajustar salarios, retirar salarios vitalicios para ex presidentes y vicepresidentes para apoyar al país, trabajar y elegir al personal estrictamente necesarios y especializado para que de verdad realicen estrategias que ayuden al país, basta de mediocridad y corrupción desmedida que solo nos deja en la ruina a todos, ya que a pesar de los sacrificios que se harían como ciudadanos el temor de que lleguen a manos equivocadas es un peligro ya que con excusas sin sentido se los llevan personas inescrupulosas como ya lo han hecho en diferentes ocasiones, porque la pandemia ha sido un gran problema pero la corrupción es algo aún más grave. Necesitamos todos como ciudadanos mantenernos informados para tratar de evitar más acciones de robo dentro del país que está afectando severamente al pueblo.