Sorpresa: es tal su penuria política del gobierno que haber logrado pasar dos leyes en la Asamblea Nacional, se vuelve noticia. Y si pegó centro y puso fuera de juego al correísmo y al socialcristianismo, se vuelve imperativo saber cómo lo hizo y qué consecuencias pueden traer esas movidas exitosas.
Es claro que esta vez hubo un entendimiento entre el oficialismo, CREO y los independientes. En él intervino, por primera vez que se sepa, en forma directa, el presidente de la República. No solo llamó a Guillermo Lasso sino que públicamente pidió a sus asambleístas y a la Asamblea retirar del proyecto la parte de las contribuciones que no lograron mayoría alguna en la Asamblea. Retirarlas hizo parte de la estrategia pactada que implicó dividir la votación de la Ley de Apoyo Humanitario en dos para salvar la parte cualitativa del proyecto que regula las nuevas realidades derivadas del confinamiento y de la crisis causada por el coronavirus. Dejar por fuera la parte impositiva, movió el piso de socialcristianos y del correísmo que contaban convertir ese tema en caballo de batalla para exigir el archivo de la ley. CREO y los independientes evitaron, a lo largo de esta partida de ajedrez, que el gobierno, apurado por las circunstancias, considerara volver a depender de los votos correístas. Y si bien la Ley de Ordenamiento de Finanzas Públicas fue votada en dos tiempos, la mayoría que esas dos leyes diseñaron en la Asamblea, volvió a funcionar.
Moreno recibió un tanque de oxígeno. En su peor momento, acosado por los casos de corrupción de funcionarios suyos y por la acusación de haber entregado hospitales a sectores políticos que lucran, puede sacar la cabeza del agua. No logró recaudar un centavo con su ley de Apoyo Humanitario (estaban previstos 1400 millones de dólares), pero tiene un marco jurídico para que la administración proceda en plena pandemia. Y puede, con la Ley de Ordenamiento de las Finanzas Públicas, mantener línea abierta con los organismos multilaterales. Esta vez Moreno debe una a CREO y a los independientes. Y si decide poner el pie en el acelerador con las reformas que tiene pendientes, podría, quién sabe, contar con una mayoría en la Asamblea. Porque ahora el presidente constató que en esa vía no puede contar con el Partido Social Cristiano, en campaña a la antigua: sobre las cenizas del gobierno de turno.
Guillermo Lasso y sus asambleístas también se anotan algunos puntos. Su partido mostró que, desde la oposición, pueden hacer una política responsable en un momento en que parece inconcebible dejar al país sin un marco legal que regule las nuevas realidades contenidas dentro del Estado de Excepción. Sin eso, Ecuador estaría librado a la ley de la jungla. Ecuador tampoco podía salir de esta pandemia sin una ley que ponga en cintura el gasto público nacional y local. Ecuador no tenía sistemas de planificación del gasto (que contaran previamente con fuentes de ingreso), y sistemas de control, transparencia e información, así como de penalización para los funcionarios que no cumplen los protocolos. Esa ley puede ser criticada pero otorga racionalidad al manejo de las finanzas y recorta el espacio para el populismo que gana avemarías con dinero del erario.
Oficialismo, CREO e independientes ganaron la partida y dejaron sin caramelos que ofrecer a la opinión al correísmo y al socialcristianismo en estos temas. No pueden acusarlos de cargar con nuevos impuestos a los ciudadanos. Para el PSC, Además, será difícil explicar por qué apostó al caos. Porque eso era lo único previsible sin un marco que regule los actuales acuerdos laborales y de los ciudadanos con los seguros, los bancos, los arrendatarios, el IESS, los servicios públicos… La administración en general.
El costo para el PSC de esta movida está en las redes sociales: sale acusado, otra vez, de hacer equipo con el correísmo cuyo único objetivo, como se sabe, es la desestabilización y el golpe de Estado. Nebot, si quiere ser candidato, tacó burro, como dicen los aficionados al billar cuando el jugador prepara bien su jugada, pone cuidadosamente tiza en el taco, calcula el golpe… Pero falla.
Este análisis se publicó ayer, 17 de Mayo, en el boletín dominical de 4P. Si desea recibirlo, suscríbase por favor gratuitamente aquí: GPS4P.
Al prevalecer el populismo, envidia, demagogia, avaricia y sobretodo el cinismo a la hora de gobernar los más afectados somos los ciudadanos de clase media hacia bajo, ya que todas las leyes nos perjudican a todos y favorecen al que más dinero tiene, el problema no es solo éste gobierno, es el ámbito político en donde no tenemos a personas aptas para gobernar al país, todos son marionetas de las personas con mucho poder. En las próximas elecciones, sea cual sea el electo, la historia se repetirá.
Es muy difícil querer remendar lo que se ha dañado, o recuperar lo robado, existen varias personas que están en medio lo cual no se podría recuperar porque no existe alguien en especifico, el gobierno debe dar prioridad a lo que realmente es importante, como salvaguardar los estudios, apoyar a los estudiantes que puedan seguir avanzando, crear un fondo financiero y asi ayudar a las personas que mas lo necesitan.
El mito del Correismo y de los Social Cristiano de defender la economía del país es algo que la mayoría de los ecuatorianos no cree por tal razón la aprobación de estas dos leyes en la Asamblea Nacional es un avance para el país ya que así se logró evitar el conflicto que se iba a generar, y así lograr dividir la votación en la ley del apoyo humanitario, lo que da un respiro a la economía del país, pero esto todavía deja muchas inquietudes sobre el efecto de las leyes aprobadas
Que mas da? Creamos que esta unión sea buena para el país. Lasso y otros partidos han hecho algo meritorio y no podemos desmerecerlo. Ha sido una buena jugada del señor Presidente. El Partido Social Cristiano creo que a largo plazo ha tomado un camino equivocado, Nebot acaba de sentenciar su candidatura. Lastima pero así son las cosas.
El mito de que recuperar lo robado es casi imposible porque a quien vamos a cobrar, si en esto hay algunos cómplices. En si desde hace varios años atrás todos lo que nos han entrado al gobierno han robado el dinero del pueblo ecuatoriano y han realizado pocas obras que beneficien al país. Lo que debería hacer el gobierno actual es crear fuentes de ingresos para todas las personas que están desempleadas y más con esta situación de la pandemia. Y además deberían de apoyar a los jóvenes para que sigan con sus estudios en las universidades sabiendo que son de bajos recursos económicos. Ahora en la actualidad muchas empresas que hicieron despedir a sus trabajadores o bajarle su sueldo, incluido las horas laborales.