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El segundo despertar de Moreno

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Qué difícil es encontrar una forma de diálogo con mentes obnubiladas por odio, por dogmas o por ignorancia. Peor, si todas esas voces, se convierten en alaridos que salen de las curules en la Asamblea, que se juntan en coros en redes sociales, o de mentes petrificadas de llamados académicos. Leía un tuit de un asambleísta whatever, que luego me enteré es socialcristiano que espeta furibundo las mismas babosadas que los de la izquierda tirapiedras. No les importa cuidar una mínima respetabilidad, como la asambleísta Reyes, socialcristiana, que llama criminal al ministro Martínez. Feliz la turba, arrastrando la racionalidad por los efluvios estomacales. Es la política de a perro, que reduce todo a epítetos, que convierte las diferencias en motivo de escarnio y bronca personal, la que se remoza con estos nuevos y vetustos cuadros.

En esta columna se ha enderezado críticas; cuestionamientos, imprecaciones a la lentitud, carencia de liderazgo y de perspectiva del presidente Moreno; a la impropia fotomanía del neonato vicepresidente y sus notorias pretensiones electorales. Desde un intento de racionalidad; es decir, rigurosidad en reconocer realidades, hechos y evidencias, se enderezan críticas sin estridencias, sin hipérboles ni azuzando la galería proclive a moverse por primarias emociones. La mayoría de la dirigencia política sigue reproduciendo el mismo discurso, en el mismo empaque, no importa que el fisco esté insolvente, que se llena de corrupción e ineficiencia la administración de empresas estatales; no importa que los hechos demuestran que es imposible sostener una burocracia que consume, no agrega valor y genera inmensas pérdidas. Nada importa para la izquierda tirapiedras y su correlato en la derecha corporativa, inmutable su irracionalidad y sus alaridos de populismo crudo.

En octubre del año pasado el gobierno de Moreno hizo un quiebre fundamental en la política fiscal: eliminar los subsidios, regresivos e inmorales. La debilidad política y la connivencia de ciertos sectores militares con los sediciosos, forzaron a retroceder. Agobiado por mayores daños y con la certeza de que no hay más alternativas, se han tomado medidas inevitables: reducir el exacerbado gasto en sueldos, liquidar empresas deficitarias (faltan más en la lista), ajustar el precio de combustibles al precio del petróleo y ojalá se concrete, la transferencia de la comercialización de derivados al sector privado.

Saltaron a oponerse los que repletaron de consignas sus raídas neuronas. Neoliberalismo, imposiciones del FMI. Las clásica filípicas insustanciales de la izquierda conservadora. Igual, furiosos, agresivos los voceros socialcristianos enfilaron cañones contra una ley para reformar normas que regulan las finanzas fiscales, que obliga que gobiernos seccionales rindan cuentas del uso de las transferencias que reciben del gobierno central.

Entendamos como un segundo despertar del régimen. Asumamos que Moreno ha decidido estos cambios por convicción y que está decidido a defender sus decisiones de las amenazas de retrógrados políticos y intereses corruptos que han medrado de subsidios y de la corrupción en las empresas públicas.

Es un paso, el que ha dado el presidente. Pero falta. No solo es por reducir gasto, es dar un impulso para que sea el sector privado, con recursos, con inversión privada, el que asuma la construcción y administración de obra pública. Hace falta una agresiva estrategia no para monetizar los activos sobrepreciados, que no interesan a nadie (¿acaso alguien quiere comprar Coca Codo que en breve será arrasada?); sino para proyectos nuevos en los que el Estado debe participar constituyendo alianza con empresas privada, para que construyan vías, puentes, ferrocarriles. Y en el caso de los municipios que insisten en buscar créditos para mantener estatizada la construcción y operación de servicios que son urgentes, como plantas de tratamiento de aguas residuales u obras de alcantarillado y agua potable. El cambio de modelo no debe ser temporal, debe ser, aunque tardíamente en relación con el resto de Latinoamérica, la añorada reforma estructural para modernizar la economía, para atacar las causas de la corrupción y de la ineficiencia. Hace falta enfrentar, pero de frente, la politizada administración del IESS y del BIESS privatizando la estructura gerencial y eliminando toda forma de interferencia política y clientelar. En su mensaje ha dicho que este año, el último de su gobierno, ser el primero del nuevo Ecuador. Ojalá no sea retórica fofa…

Diego Ordóñez es abogado y político.

32 Comments

  1. El mensaje del mandatario a la nacion se resume en, engaño y demagogia , el arte de la politica es el arte de engañar ; no es dificil administrar ni conducir un pais cuando hay la voluntad y la energia politica de hacerlo , pero si dentro de la administracion del gobierno estan los que saquearon al pais, que podemos esparar? ; el pueblo esta desesperado, porque no tiene para comer, no tiene trabajo, no hay una esperanza economica y de seguridad en el horizonte , hay desesperacion en la gente, la insegiridad economica y social es enorme, hay depresion y angustia en la gente y el gobierno no lo ve , y como no se da por enterado, continua con el discurdo de la demagogia : luchar contra la corrupcion , caiga quien caida , pero no cae nadie , no recupera nada de los miles de millones que se llevaron , es necesario un gobierno que tenga la fuerza y la voluntad politica para llevar al pais por el camino de la libertad , el progreso y la seguridad ,este grupo de ciudadanos y lideres por un pais grande y prospero si hay .

  2. Estoy total mente de acuerdo con lo antes expuesto, tenemos un presidente que no es lo suficientemente radical, la mayoría de sus proyectos han sido un nefasto fracaso, existe un desacuerdo profundo entre la asamblea y él, no puede ser posible de que el ejecutivo elabore leyes, y que estas a su vez sean devueltas, es como si todo fuese un teatro, como si la legislación de este pais no se tomará enserio sus cargos, el pueblo estamos siendo parte de su juego absurdo, entre el va y ven.
    A esto agregó que, hace falta conciencia ciudadana, si bien es cierto las leyes de este país en su mayoría carecen de firmeza y objetividad, sin embargo el problema no son las leyes ecuatorianas, son las personas que nos legislan que piensan que el puesto y el cargo que tienen esta hecho para saquear el país, hace falta patriotismo, como ciudadanos somos los responsables directos de tener a tales dirigentes, en campaña nos dejamos llevar por propuestas absurdas, que no obedecen al desarrollo del país, debemos sincerarnos y admitir que en el país más del 70% de la población aspira a una remuneración salarial básica, y a vivir con los recursos mínimos que garanticen su supervivencia, esta no es una pelea de pobres o ricos, es una pelea de los que en realidad aspiramos al cambio y al progreso vs los que viven de arrimados en el entorno social.

    Debemos dejar el estado de confort y salir en busca de soluciones que nos permitan destacar como la gran nación que somos, es lamentable que por esa población que esta acostumbrada a lo fácil paguemos los que anhelamos el cambio.

  3. Desde fines de 2014, Ecuador ha vivido años complejos. Entre la crisis persistente y la falta de rumbo de Moreno donde un gobierno que pudo recuperar lo positivo del progresismo -que lo hay- y desterrar la peor herencia del correísmo. Por ahora, la gente que sufre la crisis en carne y hueso seguirá aguantando las consecuencias de la «no-transformación» desde la informalidad y con ingresos laborales estancados. Mientras, la deuda externa seguirá creciendo y la dolarización se sostendrá de forma artificial, al menos hasta que la deflación no haga estallar la situación. Ante este complejo futuro, las izquierdas y los movimientos sociales tienen la urgente responsabilidad de reinventarse para hacer frente al retorno de un nuevo neoliberalismo.

  4. No sea Retórica fofa…Ojalá. es la última carta que le queda y no sea tarde.

  5. Estoy muy de acuerdo con usted señor Ordoñez, su análisis refleja exactamente lo que pienso, debido a que los de izquierda piden y exigen dinero para nuestro bienestar, para que? para llenar sus estómagos para que se llenen de autos lujosos, de casas o fincas esperando que el país sane por si mismo, y nuestro dinero que? a donde va? podemos ver que esos partidos políticos son lo que ven a las personas humildes como un estorbo en la sociedad, siendo que sin ellos el país colapsará completamente, por que esas personas son agricultores, pescaderos, ganaderos entre otros que sin ellos la economía del país estuviera en el piso.

  6. Hemos podido observar que el gobierno de Lenin Moreno a sido un gobierno ineficiente, un gobierno que no respalda al pueblo, uno que se enfoca mas en tener popularidad que en verdad ejercer su responsabilidad para lo que fue elegido. El pueblo a logrado ver los pronunciamientos y la “preocupación” del vicepresidente pero sabemos que es con la finalidad de hacer campaña indirectamente, actualmente se maneja procesos de anti corrupción que se desmantelaron gracias a esta pandemia que vivimos actualmente, pero solo son de los últimos meses hagamos conciencia y veamos cuantos robos han existido a lo largo de estos años al pueblo Ecuatoriano

  7. Ya Correa hizo la parte material, bien o mal dejó haciendo para Moreno. Él no tenía que ocuparse de hacer obras, su única meta era desterrar la corrupción y la ahondó más. Es que ese es el problema de la tradición política: sus favores políticos. Un mal habito que si uno sale entran tres más. El sistema es autopoyético decía Luhmann, y en su dialéctica encuentra las maneras para conservar sus tradiciones, a menos que hay convicción política lo cual hace falta en esta galería de políticos camiseteros; traicioneros.

  8. tener un presidente que se olvida el texto, asambleístas caídos de la cama que no tienen ni idea de lo que es la política, ministros entregados a las empresas donde nos les importa ni tantito la humandiada y para variar nos agarra la pandemia dando paso a lo que mejor saben hacer los políticos. robar. Sin cuestionar las ideologías, pensemos en un Ecuador de libre mercado que nos vendría bien a todos en estos tiempos de pandemia.

  9. La corrupción en el sector público y en el IESS es un efecto o consecuencia que se esta dando en los últimos tiempos, por lo tanto no puede ser una solución la privatización. Hay que descubrir sus causas y allí tomar las medidas pertinentes concorde a la ley
    Enfocados en los efectos, pretendemos solucionar los problemas con certificaciones ISO, con comisiones y asesorías internacionales, con costosas consultorías criollas, con cuotas de poder, con privatizaciones o monetizaciones, con reingenierías institucionales, cambiando el nombre de organismos e instituciones, reciclando ministros y altos ejecutivos, entre otros.

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