¿El Ministro de Finanzas incumplió con las medidas cautelares dictadas, el 12 de mayo, por la Corte Constitucional en las cuales se ordenó, hasta que haya una sentencia, abstenerse de aplicar decisiones que afecten el presupuesto de universidades públicas y escuelas politécnicas? ¿Debe esa Corte ordenar su destitución? ¿El Ministro de Finanzas violó el numeral 2 del artículo 165 de la Constitución que prohíbe, en un estado de excepción, utilizar fondos públicos de educación y salud para otros fines?
La Corte Constitucional tiene que zanjar esta demanda. La jueza Carmen Corral cerró, este jueves 28 tras seis horas, la audiencia sobre acción de incumplimiento a la Constitución que supuestamente contiene el decreto del Presidente sobre el estado de excepción. Ella escuchó a los demandantes y a los representantes del Estado y debe presentar, ante los otros ocho jueces, un proyecto de resolución presumiblemente la semana que viene. Los jueces hablaron de este caso brevemente entre ellos, este viernes en la mañana, pero no han tomado una decisión.
La Corte Constitucional puede contribuir a ubicar al país o puede abrir una puerta a mayor irracionalidad. Porque el problema no está en el supuesta irrespeto al dictamen. Tampoco está en si el Ministerio de Finanzas recortó el presupuesto a la educación superior. Aquí basta con mirar literalmente lo que dice la ley: ese presupuesto proviene de la suma del 11% del impuesto a la renta y 10% del IVA. Si los ingresos suben, sube el monto. Pero lo contrario también es cierto. Si la torta general se reduce, se reduce la porción destinada a la educación superior. ¿Hay alguna duda de que el país está ante una crisis económica sin precedentes? ¿La Corte Constitucional no tiene expertos económicos (si no cree en las cifras que circula el gobierno y las instituciones internacionales) sobre la reducción del Producto Interno Bruto que alcanzará este año entre el 8% y 10%? ¿Se puede tomar una decisión tan trascendente para el país y para la dolarización evadiendo esos 12 000 millones de dólares que, según dijo el presidente en su mensaje a la nación suma el hueco fiscal este año?
La Corte Constitucional no está frente a una disyuntiva legal ni a un problema de teoría constitucional: tiene un caso jurídico. Y lo tiene que juzgar examinando -como hacen todos los días los jueces de carrera- el contexto, las condiciones y circunstancias del caso. Y sobre todo las consecuencias que producirá su fallo. Si presumen que serán perjudiciales, los jueces coligen, antes de decidir, que esa sentencia es equivocada. En este caso, los efectos podrían ser catastróficas. Uno, que el país siga evadiendo la realidad y contándose fantasías. Dos, que se siga creyendo que el presupuesto se nutre de teorías y puede ser pensado por fuera de su realidad: ser producto de ingresos permanentes. Tres, que el Ejecutivo puede distribuir dinero como si fuera el dueño insensato de una máquina productora de dólares. Cuatro, que las facturas que emanan de la irresponsabilidad no se pagan. Cinco, que el Estado no puede racionalizar el gasto corriente y, por ende, debe seguir agrandando la brecha fiscal. Seis, que los ciudadanos y las entidades públicas son sujetos de derechos que deben cumplirse a rajatabla como si sus gastos permanentes dependieran de una ley y no de ingresos permanentes…
En esta caso, además, no se necesita hacer mayores disquisiciones sobre el presupuesto de la educación superior: depende, según la ley, de sumar 11% del impuesto a la renta y 10% del IVA.
La Corte Constitucional no está ante la necesidad de justificar, desde un marco metajurídico, presuntas irregularidades. Pero sí está ante una demostración más de esta irracionalidad nacional que tiene dos variables inconmovibles: crear derechos sin resolver cómo se van a financiar (Montecristi es el ejemplo paradigmático). O reclamar ciegamente que el Estado se haga cargo de todo, haya o no haya plata, sin admitir siquiera que esos egresos necesitan ingresos. Porque como se vio durante el debate de la Ley de Apoyo Humanitario, muy pocos quieren oír hablar de impuestos. Por eso la Corte -siguiendo la ley- está ante un dilema: conectar el país con una antena a tierra o abrir otra caja de Pandora. Lo más probable, en este último caso, es que ciudadanos, instituciones, municipios y hasta entidades públicas harían fila en la Corte Constitucional (ya la están haciendo) para reclamar, pretextando derechos violados, que este ministro de Finanzas (o cualquier otro), busque dólares bajo las piedras para igualar o aumentar el volumen de dinero recibido el año pasado. Como si la crisis económica sin precedentes y el coronavirus fueran películas que se pueden eludir apagando la televisión.
Foto: El Telégrafo
O porqué no convertimos al Ecuador en paraíso fiscal, como lo son la mayoría de países dolarizados?
Los recortes presupuestarios y las reparticiones de las crisis lo que muestran de una sociedad es qué es lo que a esa sociedad le resulta sacrosanto. Lo que sigue siendo sacrosanto es la prerrogativa de los ricos a no pagar impuestos (el que conozca un poco de la historia de este país sabrá que, ante la crisis fiscal que vino tras la independencia, se restituyó la categoría de “indio” (1828) para preservar el principal ingreso fiscal, el tributo indígena; lo que definió al “ciudadano” hasta 1857 fue, justamente, LA EXENCIÓN DE PAGAR IMPUESTOS mientras los no ciudadanos, los indios, lo hacían.) O los sacrosantos subsidios al automóvil, el Moloch moderno, no solo a través de los subsidios a la gasolina, sino a través de la infraestructura (el municipio de Quito acaba de cortar casi todo gasto, pero no la pavimentación de calles, faltaba más), y a través de las externalidades que produce (enfermedades, aniquilación del espacio público y muertos). Con toda la culpa que ahora se les endilga a los indígenas por no dejar quitar estos subsidios (que algo les toca), quienes han mamado de ese subsidio criminal durante años y años han sido los mismos que ahora se opusieron a pagar impuestos. Otra vaca sagrada es el gasto militar (el Ecuador es el segundo país con mayor gasto militar relativo de la región, después de Colombia, un país en guerra).
La disposición constitucional de no tocar los gastos de educación justo tiene por objetivo que deje de pasar lo que siempre pasa: que en cada crisis, sea esta más o menos grave, se recorte lo sustancial, solo porque es más fácil hacerlo que irse contra estos falsos ídolos. La sociedad (porque no es cuestión solo del gobierno o del presidente) debía tumbarlos en estas graves circunstancias. No lo hizo. Se devaluó el trabajo y se recortó la educación, como siempre. Y la dolarización esta vez permitió la maravilla de devaluar los salarios sin que se afecte el patrimonio de las empresas (lo que sí sucede con una devaluación monetaria tradicional). Y la prensa felicita al presidente (“pegar centro” me parece que decía este medio) por el gran logro de haber pasado la ley “humanitaria”, que es la mayor vergüenza de una asamblea nacional desde que se aprobó seguir con el genocidio en el Yasuní en base a mapas trucados. Por lo menos el nombre de la ley deberían derogar, por un mínimo de decencia. El logro y la habilidad hubiera sido no allanarse, otra vez, a los intereses de los poderosos. Allanarse, no hacer olas (que es lo que se le pide a la CC que también haga) es lo fácil, es la inercia, no es pegar centro.
Cuando se habla de “educación superior” de lo que en realidad se habla es de investigación, de debate y de producción de conocimiento. Nunca han sido más necesarios que ahora. ¿Cómo incide la deforestación (de la que Ecuador es uno de los líderes en Latinoamérica) en el aumento del riesgo de zoonosis, es decir, de que se repitan epidemias del tipo de las que estamos viviendo, que más allá del coronoavirus, incluyen el zika, el dengue, el chagas, la chikungunya, que aunque no copen los titulares hacen parte de la cotidaneidad de innumerables ecuatorianos? ¿Qué incidencia tiene la contaminación del aire en la mortandad por coronavirus, influencia, asma, etcétera, y por lo tanto, qué medidas de política pública podrían implementarse para salvar vidas que no impliquen la paralización de la economía? ¿Es un buen o un mal negocio para el país la profundización irreflexiva del extractivismo al que nos están empujando las clases dirigentes para poder seguir sin pagar impuestos? Este momento su presupuesto debería ser tan intocable como el de salud (en gran medida porque la investigación es lo que puede hacer a este último más efectivo).
Me puede explicar porque el 25% del pedazo de torta de 1600 gramos es 500 gramos para los militares. No es cuestión de matemáticas sino de preferencias, hay hijos aventajados en el reparto de la torta de mamita ?
En alguna parte del artículo está escrito lo que usted pregunta?
La pregunta es por qué no está escrito en el artículo, cuando el tema del falso reparto está muy pertinente.
Sin educación no hay futuro, el pueblo esta harto de que se roben el dinero y de que ministros prepotentes se crean gobernantes. Caso de la Sra Maria Paula Romo, hace méritos para caer mal. Y cuando se les acabe el poder………
La única cosa que debe hacre la CC es contestar la pregunta: ¿Se redujo la recaudación del impuesto a la renta y del IVA un 10%? Y conminar al Ministro a que adecue el gasto en educación superior como corresponde.
Con crisis o sin crisis, los gobernantes han hecho lo que les ha dado la gana frente a un país inculto y contemplativo, el anterior y el actual saben que no existe gente o institución incluida las FFAA que por hoy están lejos de tener grandes Generales como el Gral. Carlo Magno Andrade y Gral. Miguel Iturralde que en paz descansen, hijos de hogares con principios y valores, que demostraron amor a su Institución y a la patria que jamás permitieron que políticos atenten con su ejército y entiendan el mensaje claro de que se vigilará a que se dediquen a gobernar bien y honestamente sin hacer daño al país. Lamentablemente para la historia que no se volverá a repetir.
Por lo tanto, esta gente saben que no hay nadie que los pare ya que a través de estas 2 últimas décadas han conseguido generalizar la corrupción a toda una sociedad y que son pocos los que se salvan. Roban y siguen robando con la pandemia y la llamada crisis que la gente y peor los políticos no aprendieron nada, siguen igual o peor que antes. Señores, es oportuno presentarles un criterio sobre crisis emitido por un gran científico:
ALBERT EINSTEN “No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo, la crisis es la mejor bendición que puede suceder a las personas y países porque las crisis traen progresos, es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. La verdadera crisis es la de la incompetencia, que por el contrario es cuando debería aflorar lo mejor de cada uno con ética y honestidad y que la única crisis amenazadora es la tragedia de no querer luchar por superarla con disciplina y honestidad.”
Parece que los señores de la CC y de las universidades necesitan que un profesor de Básica les explique como se calculan los porcentajes. Les diría que si madre compraba una torta de 2000 gramos le salían 4 pedazos iguales de 500 gramos. Hoy solo le alcanza para comprar una de 1600 gr por lo que cada pedazo será de 400gr. En los dos casos cada pedazo corresponde al 25%. Se entiende ?
No se para que tenemos función legislativa, si al final mediante trafacías como “el veto presidencial” o “sentencias de la corte constitucional” se pueden manipular las leyes al antojo de los sapos de turno.
El famoso veto en la práctica Correa lo convirtió en leyes a su gusto, es decir el no “vetaba” sino que modificaba la ley porque con el cuento del veto se requiere dos tercios del congresp para rechazar el veto.
Y esta Corte Constitucional que al igual que las anteriores se autoasigna derechos de interpretación muchas veces mas allá de lo claramente escrito, recibe toda clase de sandeces pero solo tramita las que les interesa a ellos.
Igual ese tribunal electoral y el “contencioso”
Al final todo es un montón de burocracia que tenemos que pagar
Los ecuatorianos confían en la actual CC , conformada por jueces probos y honestos , superada ya la nefasta Corte Correista y cervecera de Pazmiño y Pamela Martinez Su dictamen deberá emitirse de acuerdo a la cruda realidad económica del país , esa realidad que ciertos miopes no quieren aceptar . Si hay menos dólares en el presupuesto General del Estado , las instituciones que se nutren del mismo , simplemente recibirán menos dólares , así de real y dramático . A terminar el derroche dispendio y corrupción , esa deberá ser la nueva manera de administrar los escasos recursos en el Ecuador .
La Corte Constitucional enfrenta un enorme Dilema, y siempre, puesto con piola por Anarquistas que con ninguno de sus fallos estará conforme
Con respeto a los Jueces de la Corte, no es cuestión de lo Legislado sino de la demagogia con que se quiere exigir que lo que fue escrito entre copas y tintas, nunca se forjó con el afán de cumplirlo
….El Estado garantizará el Buen Vivir..
Como dice Sr Hernández, nunca, en La Historia ni siquiera de Ecuador, sino de la Humanidad se vivió un tan enorme desajuste en los ingresos, Nadie trabaja No hay Ingresos
Es una Bendición tener Trabajo,, 70 % de las personas en edad de trabajar son subempleadas o desempleadas
Y aquí en este país un grupo de personas con empleo, con ingreso seguro- Las Universidades- que el año anterior sólo ejecutaron el 85 % del presupuesto asignado—- No gastaron 15 %, les dicen que les bajan el 10% y quieren mover cielo y tierra
País donde grupitos y grupitos reclaman solo para si
Debería ser Seremonial su fallo, simplemente recomendar que los enunciados de la Constitución no pueden estar disparejos con la realidad y las fuentes de ingreso si no están garantizadas no pueden ser Reclamadas
Deberían ser Amonestados aquellos que legislaron en el Etéreo y que Originaron falsas Expectativas y Que dieron lugar a gente que reclama Quimeras!!
Entiendan No hay Plata…
No Estamos hablando del Milagro de los panes, Los peces y los dólares
No hay trabajo, no hay producción, no hay dólares!!!
La minería sí trabaja, también en plana crisis y violando códigos locales y provinciales, como es el caso de Zamora Chinchipe. Por qué no subir los impuestos de los transnacionales?