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Sonnenholzner gana con la salida de Nebot

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La decisión de Jaime Nebot de no participar en la lid presidencial 2021 definió, por carambola, el papel de Otto Sonnenholzner en esta contienda: lo convierte en el contendor que, de llegar a la segunda vuelta, como luce por ahora presumible, el socialcristianismo con seguridad apoyará.

Jaime Nebot dijo el jueves en la noche, cuando comunicó su negativa, que el socialcristianismo tendrá un candidato. Es poco probable que su partido apueste por uno que no esté en la palestra. Las condiciones y el tiempo no parecen militar a favor de que el PSC lance un outsider. Y si ese partido presenta a uno de sus cuadros (Henry Kronfle, Cristina Reyes, Henry Cucalón…) hay que admitir que competirá en condiciones desfavorables con respecto a 2017, cuando su candidata fue Cynthia Viteri. Ella era más conocida en el país. No obstante, solo logró el 16% de votos; 12% por debajo de Guillermo Lasso y 23% menos que Lenín Moreno. Nebot era el único socialcristiano susceptible, en teoría, de llegar esta vez a la segunda vuelta. Sin él, ese partido tendrá irremediablemente que escoger a quién apoyar de los dos candidatos finalistas.

Es imposible que el ex alcalde de Guayaquil haya puesto fin a su carrera política (no a su vocación política) sin haber analizado el tablero político. En su tendencia, aunque con diferencias marcadas, se encuentra Guillermo Lasso. Es dable creer que alguna franja de electores socialcristianos vote por él, si llega a la segunda vuelta. Pero esa transferencia de votos no será automática.

La bronca entre los dos líderes –insustancial en lo personal y con algún asidero en lo político– sirvió para que Nebot tomara partido por Lenín Moreno en la elección de 2017. Esa realidad no ha sufrido cambio alguno. Nebot es amigo de Moreno, aunque haya expresado serias diferencias sobre todo con el manejo económico de su gobierno. Moreno, por su lado, reciprocó su apoyo al expresar públicamente, en las fiestas de Guayaquil, su deseo de verlo en Carondelet. En claro, hay más sincronías entre Moreno y Nebot que las que hay hoy, después de décadas de amistad, entre Lasso y Nebot. Y Otto Sonnenholzner es el candidato del presidente.

Hasta hace unos días se creyó que la relación, entre él y su vicepresidente, había cortocircuitado en forma definitiva. Y que Otto Sonnenholzner, que sigue en campaña con plata pública y que es candidato a pesar de no decirlo, se iría del gobierno tirando la puerta y diciendo pestes sobre el gobierno. Nadie descarta que lo haga, pero eso haría parte de un guion pactado. Hubo por supuesto un distanciamiento entre Moreno y Sonnenholzner en el cual participó Andrés Michelena. Pero las conveniencias e intereses de lado y lado parecen haber primado sobre las muestras de orgullo mutuo.

Moreno necesita a Sonnenholzner porque por muchas razones (y hay muchas) no puede irse del poder sin cubrirse las espaldas. Y Sonnenholzner necesita a Moreno que ha sido su benefactor directo: lo llevó al gobierno. Le ha permitido usar el dinero público para hacer campaña y lucirse usando aviones y el aparato de propaganda del gobierno para llevarse todos los méritos durante la crisis sanitaria, sin tener que responder por los pasivos del gobierno del cual es vicepresidente. Además, Sonnenholzner necesita un vehículo electoral para encarar la campaña. Y el oficialismo le ofrece dos: Alianza País y Ruptura 25 que, aunque dividida pues no hay unidad de criterio en ese tema entre María Paula Romo y Juan Sebastián Roldán, ha plegado a la lógica electoral. Roldán no solo es partidario de la candidatura de Otto sino que consiente y apoya que Sonnenholzner, sin empacho alguno, haga campaña en detrimento de la propia gestión gubernamental. Puede ser inaudito, pero es real.

La renuncia de Nebot a competir por la Presidencia incrementa, entonces, las posibilidades de Sonnenholzner por dos razones: le permite pensar en una campaña situada, según el juego de siglas, en lo que se denomina la centro izquierda (Alianza País, Ruptura 25, y, luego en segunda vuelta, Avanza, Izquierda Democrática, Democracia Sí…), e incrementar votos con el apoyo socialcristiano también en la segunda vuelta. El PSC apostará por Sonnenholzner. Además sabe que, de ser aprobada en las urnas, la consulta popular lo convertirá en un actor clave, e incómodo según quien gane, para el próximo gobierno. Por ahora eso no importa a Sonnenholzner: él sabe que, electoralmente, es el mayor beneficiado de la salida de Jaime Nebot de la escena presidencial.

Foto: Vicepresidencia de la República.

31 Comments

  1. ¿De verdad, pero de verdad cree usted, señor José Hernández, que de lanzarse Otto podría llegar a la segunda vuelta electoral? ¡ya veo quiénes asesoraron a los candidatos que le compitieron a Jorge Yunda por la alcaldía de Quito en 2019 pero terminaron chimbeándose entre ellos!

  2. Si la gente pensase con lógica haría este razonamiento:
    1- El pais necesita desesperadamene capital foráneo a intereses razonables.
    2- Los inversionistas harían negocios con alguien de la década pasada, con algún pati al suelo,o con alguien ya conocido en el mundo financiero y sin manchas de corrupción.?
    De modo que los electores deberán escoger entre hundir mas al país, o iniciar el largo proceso
    de la recuperación económica.

  3. El tablero electoral va moviéndose, espero que no haya candidatos figuretes ni de la farándula. Hay que conocerlos lo mejor posible, analizar la gente que los rodea, sus financistas y la viabilidad de sus propuestas.

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