María Paula Romo tiene un extraño encanto para sumar enemigos acérrimos. En esa lista figuran los asambleístas Héctor Yépez, Roberto Gómez, Amapola Naranjo, Lourdes Cuesta, Cristina Reyes… que han querido llevarla a juicio político tres veces, por diversos motivos. Ayer, 27 de agosto, 123 asambleístas exigieron al presidente Moreno removerla del cargo de ministra de Gobierno. El motivo: reconoció, dicen en su resolución, haber recibido sugerencias de nombres por parte de Daniel Mendoza, ex asambleísta preso, que fueron designados para ejercer cargos públicos.
Romo interpretó este pedido como un cobro de cuentas de los asambleístas por haber “investigado, denunciado y detenido a uno de los suyos”. Alegre interpretación, equivalente a la de los asambleístas que creen, con esta salida, rehacer su imagen y su credibilidad que está literalmente por los suelos: no llega al 5% según los sondeos.
En el fondo, Ni Romo ni los asambleístas saldan la pregunta clave que trota en el cerebro de los ciudadanos: ¿quién repartió los hospitales? Es claro que alguien lo hizo. Y si no fue el gobierno de Lenín Moreno -es lo que dice-, habría que colegir que fue el gobierno de Correa. Pero aún así, este gobierno administró esos acuerdos y permitió que las mafias operen en el sector de la salud. María Paula Romo dice no haberlo hecho ella. Su respuesta es insuficiente. Aquí no se trata de su destino personal ni únicamente de sus acciones, que la Fiscalía está investigando en el caso de Daniel Mendoza. Lo que está en juego es la verdad de los horrores que ha visto el país en ciertos hospitales y la responsabilidad política y penal de aquellos que hicieron esos acuerdos bastardos o los administraron. ¿No lo hizo Romo? Sin embargo, ella hace parte de un gobierno que tiene obvias responsabilidades en uno de los hechos más escabrosos de estos tiempos de pandemia.
Esto explica por qué su defensa es chata. ¿Que no se dicen nada ilegal los chats que intercambió con Mendoza? ¿Qué Mendoza la quiere enredar en un claro acto de venganza? ¿Que ella se opuso a que Mendoza llegue, con el apoyo de Santiago Cuesta, a la Presidencia de la Asamblea? ¿Qué fue gracias a su tenacidad que Mendoza está preso? La ministra no parece entender que el telón de fondo de sus problemas no se limita a sus acciones. Ella es la ministra de Gobierno y los delitos que cometieron Mendoza, Salcedo, los Bucaram… tuvieron un pasaporte político. Si ella no lo expidió, alguien en este gobierno lo hizo. O respetó el otorgado por el anterior gobierno. Pero ahí hay un problema.
El lío que encara Romo la vincula directamente, lo quiera o no, a las cacerolas que arrastra el Presidente desde el gobierno anterior. Y las arrastra en compañía de Santiago Cuesta que, más que su consejero, es su pana. Y eso se ve en los chats que fueron hackeados de los teléfonos de Moreno y de su esposa. Se ve por el trato, por los secretos que tienen sobre la campaña, su financiamiento, el pago del asesor español Jordi Segarra… Es claro, entonces, que Romo no tiene el manejo exclusivo de la política. Lo comparte con Cuesta y con el mismo Presidente. Moreno es el único que sabe lo que hicieron con Cuesta y lo que ha hecho su ministra. Él es quien baraja las cartas y reparte el juego. Cuesta respaldaba a Mendoza que, a su vez, prevalido de ese aval, aspiraba a la presidencia de la Asamblea, se alzaba con parte del dinero destinado al hospital de Pedernales y, con el auxilio de Diana Atamaint, creaba un partido nacional. Cuesta apoyaba a Mendoza y Romo, al final de todo este culebrón, lo mandó a detener. ¿Y el Presidente?
No hay moraleja en esta historia que investiga la Fiscalía. Solo, por ahora, algunas deducciones. María Paula Romo no dice todo lo que sabe. Santiago Cuesta tiene que ver, y mucho, con este escándalo que mandó a Daniel Mendoza, entre otros, a la cárcel. El presidente debe conocer todo el tejemaneje de lo ocurrió en el país en este escándalo. No ha salido a defender a la ministra que es el rostro más conocido de su gobierno; al punto que ella tuvo que comunicar que él sigue confiando en su gestión. Y la Asamblea, aunque obtuviera la cabeza de Romo, no logrará hacer el makeover que necesita desesperadamente. Y que, por la cantidad de asambleístas investigados que alberga, le será totalmente esquivo.
Foto: Ministerio de Gobierno
Trío de mentirosos:
Moreno
Cuesta
Romo.
Adalíes de la corrupción.
Si en la elecciones ad portas seguimos dando nuestro voto a payasos,para asambleístas; a ineptos,ambiciosos, asesorados por sabidos, cuenteros y mafiosos como ese cuesta arriba, estaremos jodidos por siempre.
El CNE debería pedir el record policial a los candidatos a todos las representaciones.
Por tanto ratero, candidato a dignidades, era un verdadero sueño de perro,esperar que esos mafiosos dicten la Ley de Extinción de Dominio y la esperada Muerte Civil, eso hubiera sido hacerse un harakiri
A propósito de un comentario de un contertulio, de quien respeto sus opiniones y con muchos de ellos concuerdo, sobre el uso de palabras extranjeras, yo lo hago y la misma RAE lo hace. Así que no creo que hacerlo sea irrespeto. En cuanto al complejo de inferioridad, es posible. Pero cómo elevar la autoestima en un país donde se hacen refinerías invisibles que solo el pillo las ve o a las existentes las reparan y las vuelven a reparar; centrales hidroeléctricas que les amenaza con llevarse el río; poliductos en quebradas que los paralizan deslaves y sus bombonas de gas se llenan con tanqueros; o carreteras con los costos más altos del mundo por km; o edificios sin canalizaciones y con coladoras sobre las oficinas o escuelas de dos pisos con ascensores y toda obra con sobreprecios de hasta un mil por ciento, y… el Código de la Democracia da inmunidad a los pillos y los jueces ni se mosquean que los que tienen medidas preventivas no se han presentado a pasar lista y caen en cuenta que se han fugado cuando la prensa informa o se duermen sobre los procesos y mientras tanto el pillo disfruta el fruto de su “trabajo” y la Asamblea también duerme y… Y, de remate, el pueblo, cuando sale el pillo de la comisaría con grillete: LO ACLAMA, y… ya vienen las elecciones y los aclamarán otra vez y… ¿cómo no enorgullecerse de ser parte de este país de chiste?. Quedan solo sus paisajes “para sacar pecho”.
El pez cae por su propia boca acaso ella no reconoció que ha dialogado con Asambleístas pidiendo sugerencias de determinadas personas para que ocupen cargos públicos?, lo indignante es que la señora Romo recurre a pedir nombres para ocupar puestos en el sector público a Asambleìstas totalmente desacreditados en sus accionares, que en su mayoría lo único que les mueve es el lucro a través del chantaje y no el servir al pueblo creando leyes que vayan el beneficio de los ecuatorianos. Como dice el dicho “dime con quién andas y te diré quién eres”.
Frente a un hecho criminal, Moreno calla, al igual que Cuesta y Romo, no les importa, ya que al final, es al pueblo a quien le robaron.
Buena lectura de la situación, Don José, lo único que tengo a bien criticar es que en el artículo usted utiliza un vocablo en inglés, como si el idioma castellano no fuera lo suficientemente rico como para expresar cualquier idea con exquisita propiedad.
El haber usado el vocablo makeover (que en castellano significa cambio de imagen) me parece un irrespeto a los suscriptores de este espacio, que en su vasta mayoría, tiene al castellano como lengua nativa.
Nos estamos acostumbrando, por el solo hecho de usar prestada una moneda extranjera, a nombrar compañías nacionales en inglés, así como las de negocios criollos, por doquier, aquello no es sólo renegar de nuestras tradiciones, sino además, un irrespeto a la lengua que nos legaron nuestros ancestros no tan lejanos, en una clara muestra (consciente o no) de complejo de inferioridad.
Son los periodistas y los maestros, los más llamados a dar el ejemplo del buen uso del idioma patrio.
El idioma heredado del manco de Lepanto, ¡¡Vaya, que es hermoso y florido!!
Al igual que lo de la Ex-Canciller, Ma.Fernanda Espinosa, Lenin debe saber todo lo que pasa, pero se hace el gil, es una pena lo que sucede en nuestro Lindo Ecuador.
Muy buen análisis del capítulo la “repartición de hospitales” de la serie “El gran lleve”. Permítanme opinar 3 cosas:
1) La Dra. Romo debería hablarle claro al país, está obligada por el cargo que ostenta, aunque diga que no le hará caso a la Asamblea. Si algo tiene que ver en el asunto, (aunque dice que no a pesar de reconocer que sí ha dialogado con Mendoza y otros), una retirada sería algo honrosa.
2) El Presidente dice que las personas no llevan un rótulo en la frente que diga “soy ladrón” (o algo así, dijo); por favor, no está escogiendo colaboradores en la calle, pues. El pueblo exige mayor respeto, no merece excusas pueriles.
3) Los señores asambleístas, vísperas de elecciones para el “repituche”, se acordaron de que deben fiscalizar, (bueno, más vale tarde que nunca, pero que sea a todos los que están pasando de “agache”). Más votos alcanzarían si aprobaran la Ley de Extinción de dominio; demostrarían que no han pecado ni pecarán contra la majestad de la patria. A ver si suben unos puntitos en las encuestas. Hoy dan grima.
La Dra. Romo no es la santa de mi devocion. Sin embargo los argumentos en su contra aparecen muy, pero muy flojos como para pensar en un juicio politico que pueda llevar a su eventual censura o destitucion. La asamblea esta imersa en su propio desprestigio que mas parece esto un intento de recuperar protagonismo, demasiado tarde para una entidad del estado como es el (mal llamado) Congreso Nacional.
La justicia en realidad debe perseguir y castigar a los ladrones de los hospitales. No veo por que lado pueda salpicar este escandalo a las actividades de la Ministra. Pero si asi fuera, que las leyes se encarguen de las sanciones a todos los implicados, en caso que corresponda.
La muy solvente de Romo debería de explicarnos cómo, bajo su “extraordinario trabajo de inteligencia policial”, es posible que una ex ministra sentenciada a portar el chimbo grillete chino llegue desde GYE a Quito a la embajada argentina, sin que la policia diga ni pío? Que los dos sinvergüenzas de Viteri y Bonilla posiblemente YA hayan fugado del país y la policía de migración también se hace la desentendida? Siguen los amarres a puerta cerrada!
Maria Paula,la dura del gobierno de todos. nos quiere ver la cara de pendejos cuando dice que Ella no sabe quien repartio’ los hospitales ? SOY TONTO, TONTO PERO NO TANTO.
Gobernar este país con una Asamblea (léase nido de ratas) o Congreso Nacional adversos, ha sido la piedra en el zapato del Ejecutivo especialmente desde que se reinstauro la democracia en 1978.
Recordemos que Asaad Bucaram, tenía asegurada la presidencia y como fue vetado por los militares para serlo, el popular líder del CFP, escogió a un joven e inédito político guayaquileño casado con una sobrina suya y candidato a la alcaldía de Guayaquil por el mismo CFP: Jaime Roldós para que lo sustituya, y claro, debido al carisma de este último, pero más por el impulso de su poderoso familiar ganó la presidencia con el lema: “Roldos a la presidencia, Bucaram al poder”. Don Buca, como le decían en el argot popular, tuvo que conformarse con la presidencia del Congreso, pero para él, su familiar de ocasión, le debía el cargo y por supuesto, debía hacer lo que él le ordenara.
La situación se complicó de tal manera, que pasaron de alegres compadres a enemigos irreconciliables, creando la famosa pugna de poderes. Roldós se desafilio del CFP y antes de su trágica muerte estaba fundando su propio partido político: Pueblo, Cambio y Democracia.
Luego, en los demás gobiernos aparecieron “los carritos dirigentes”, “el hombre del maletín”, etc, etc.
Por esta y otras razones de ha planteado que la elección de legisladores se realice en la segunda vuelta, y así eliminar este círculo vicioso; es más que obvio que Moreno está al tanto de este reparto, con su anuencia y consejos de su gurú preferido, Santiago Cuesta, el Maquiavelo criollo y su gran error fue nombrar a Romo como su ministra de gobierno, una figura muy desgastada de nuestra política.
Si nos sirve de consuelo, robos han habido siempre, solo que ahora ya no es el 10%, sino el 30% y si se puede hasta el 1000% ( las fundas de los muertos ).
Antes el pretexto era que los sueldos públicos eran bajos, ahora es que el puesto dura muy poco y hay que repartir con mucha gente y de yapa tener periodistas a sueldo para distraer o confundir.
Mi impresión es que la Fiscal pone mucho esfuerzo en la parte de circo y poco en la del pan. Los señores mas grandotes de Arroz Verde, salieron sin siquiera mencionarlos, el famoso Cadena de Miami, sigue muy campante y el Contralor se declaró sordo ciego y mudo con el millón que le pagó a Salcedo.
Hay una pregunta que nadie hace y mucho menos se contesta: como es que en EEUU se enjuicia a ecuatorianos por sobornos, demuestran el delito y consiguen que se declaren culpables, pero aquí es un peloteo entre fiscales, contraloria, procurador y al final con jueces, corte suprema y hasta Tribunal constitucional.
No lo señalan a Cuesta Caputti por que enseguida los envía en avioneta y una altura mayor a la de Salcedo
La mafia no perdona, porque lucifer se nutre de los apegos de sus miembros.
Cuán siniestro debe ser Santiago Cuesta Caputti, que el jovencito con rasgos de sufrir una grave deficiencia mental no lo menciona en sus acusaciones y la ministra Romo prefiere no usarlo de descargo para quitarse de encima a la Reyes y a toda esa jauría de representantes de lo más turbio, cínico e indecente que tiene la sociedad, y que hoy llamamos Asamblea. O sea, con razón este Cuesta Caputti considera que tanto Mendoza como el olvidadizo Salcedo, son dos jóvenes honestos y trabajadores. Imagino que en su perversa escala de valores, deben ser algo así como ángeles de la guarda.
Resumiendo , esta escandalosa corrupcion produce nauseas .
Estas historias me recuerdan a Uriah Heep, del libro “David Copperfield” (Charles Dickens). Parece que Santiago Cuesta es el Uriah Heep ecuatoriano.
Es verdad, Moreno y Cuesta son los que se enredaron endeudándose en favores de campaña, en realidad el Licenciado es un titerillo muy limitado intelectualmente pero de ambición ilimitada que no tuvo la capacidad de analizar las consecuencias del enredo mal fraguado por Cuesta, Romo aceptó no solo el cargo que le otorga un gran poder sino las consecuencias de aceptar y continuar con lo que ello hereda.
Romo cae en la desfachatez de decir que es normal que el ejecutivo solicite referidos al legislativo para asignar cargos en funciones privilegiadas del Estado, cuyo nombramiento debería ser en estricto apego al mérito, bajo un concurso y sin influencia política, cae además en el conocido juego de victimizarse que a estas alturas solo le juega más en contra.
Lenin como no podía ser de otra manera la respalda ya que conoce bien como se manejaron las cosas.
Quizá nunca imaginaron en su afán desesperado de llegar al poder que las mafias con las que se metieron a negociar iban a ser descubiertas en los desfalcos que han sido prácticamente una costumbre sin consecuencia.