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Pilas con el voto

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El calendario electoral avanza y la hoja de ruta señalada se va cumpliendo. Los partidos y movimientos han definido sus candidatos y unos pocos se han inscrito. Más pronto lo han hecho aquellos que, en fiel cumplimiento a la ley y como mandan las normas electorales, llevaron adelante sus procesos de democracia interna y superaron esa prueba con éxito.

Pero hay otros candidatos que, al margen de la ley, han inscrito candidaturas en línea a pesar de que legalmente no pueden ser consideradas porque, con sentencia ejecutoriada, están muertos políticamente.

Además, la sustitución de sus binomios está en entredicho. Esta situación deberá ser dirimida por el Consejo Nacional Electoral a la luz de la normativa y de la ley. El país está atento a que aquello que resuelva el organismo electoral sea apegado a derecho porque sentar jurisprudencia errónea sería dejar las puertas abiertas para que los requisitos para inscribir candidatos sean, en el futuro, un papel más. Si eso sucede, no habremos avanzado nada.

En esta hoja de ruta también están las inscripciones de los candidatos a la asamblea. Si la situación es consistente con lo que ha sucedido en elecciones pasadas, vamos a tener que escoger entre una interminable lista de nombres que aspirarán a ganarse nuestro voto. Conocerlos a todos y saber sus propuestas será una tarea difícil. La realidad del Covid va a complicar que se conozcan en profundidad sus trayectorias y planes de gobierno. La virtualidad tiene sus limitaciones y si pensamos que los troll centers tendrán un protagonismo en redes sociales donde generarán falacias virtuales para convencer al ciudadano, va a ser bien difícil que el voto responsable opere a cabalidad.

Por todo esto, nos toca asumir las elecciones del 2021 con mayor responsabilidad que antes. El contexto de corrupción que nos rodea, nos obliga a reflexionar el voto y demanda mayor participación ciudadana que debe traducirse en el interés por las propuestas y los candidatos. Informarse será la única forma de contribuir, con el voto, a cambiar la realidad poniendo gente distinta, apostando por la honestidad, la trayectoria y la preparación.

En esa línea conviene ir pensando en unos mínimos requerimientos que, a manera de check list, los ciudadanos podamos aplicar para filtrar a aquellos que pretenden alcanzar una curul y evitar así que algún colado, con poca calificación, pase de agache. En suma, evitar que los corruptos lleguen al legislativo; al poder.

Es buena idea confrontar a los candidatos de nuestra simpatía con parámetros básicos que nos permitan estar seguros de su idoneidad. Acá unos pocos ejemplos:

  • Si el candidato ya fue funcionario público es básico fijarnos que su cargo lo haya ejercido con honestidad, sin haber sido procesado por corrupción o negligencia.
  • Es importante preguntarnos, en caso de que haya sido funcionario, si en su gestión destapó casos de corrupción o, por el contrario, los escondió y contribuyó a aupar la impunidad. Es clave averiguar, además, si manejó recursos públicos y si lo hizo con honestidad.
  • Si el candidato es un profesional sin trayectoria en lo público, es fundamental conocer sus antecedentes de desempeño laboral o actividades comerciales en el plano de la honestidad y la legalidad.
  • La trayectoria de honorabilidad deber ser tomada en cuenta como un punto relevante en este contexto de corrupción.
  • Es importante tomar en cuenta sus expresiones y adhesión al respeto de los derechos fundamentales, de la inclusión y libertades sexuales y de género.

Si realizamos este ejercicio en nuestro entorno familiar o laboral, habremos dado un salto importante hacia ser más responsables como ciudadanos. Las elecciones siempre nos presentan dos opciones: tomar con apatía cumplir una obligación y dejar que otros decidan por nosotros. O tomarnos en serio y participar como ciudadanos conscientes.

La pelota del voto responsable está en nuestra cancha; por lo tanto, pongámonos la camiseta del país y empecemos a informarnos desde ahora. Sólo cuando asumamos a cabalidad nuestro rol en tiempo de elecciones, lograremos mejorar el ejercicio de la política porque quienes terminan legislando en nuestro nombre los ponemos nosotros. Así que ¡pilas con el voto!

Ruth Hidalgo es directora de Participación Ciudadana y decana de la Escuela de Ciencias Internacionales de la UDLA.

5 Comments

  1. mi forma de votar en estas elecciones es buscar el menos malo o el que mas se asemeje a mi checklist claro ninguno cumplirá con todo por que no hay. Pero hay que votar e impulsar al menos malo.

  2. Ante la coyuntura del anhelo de los Correístas, de no perder todo el poder, la elección de los Asambleístas es tan importante como la de Presidente. Creo que todos los buenos ciudadanos que si los hay debemos participar en las redes sociales para contrarrestar a los trolls del Ático y además, no compartir propaganda de las listas de Correa, así sea contra ellos, lo mejor será ocultar los mensajes de ellos para silenciarlos ojalá a la mayoría de ellos.

  3. !Pilas con el voto!. Con esta frase populachera ganaron Bucaram y el orangutan con Phd.
    Por favor no utilicemos los mismos terminos de estos bichos, porque hay muchas maneras de incentivar a los ciudadanos a ejercer su derecho.
    Si te informas, le ganamos a la corrupción.
    No dejes para el último tu decisión, actua ahora.
    Mi patria cambiará con mi voto.
    No más mesías en nuestro Ecuador.

  4. Recuerde que en esta vez el voto es cerrado -por lista- en consecuencia no es posible realizar un examen de cada candidato, sino
    de los primeros de cada lista.

  5. A reflexiónar el voto, hoy es la gran oportunidad de sepultar en las urnas a la década robada, prohibido olvidar tanto latrocinio y corrupción, a los que están buscando la reelección, como el presidente de la Asamblea, que no dio paso a la Ley de extinción de dominio, y todos los que buscan hacer de la política, su medio de vida.

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