Hoy, 06 de octubre, se realiza la transición en la Relatoría Especial de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humano, CIDH, luego de dos periodos que suman 6 años del periodista y abogado uruguayo Edison Lanza, asume el abogado y activista colombiano Pedro Vaca.
Edison Lanza ha realizado un gran trabajo durante sus dos periodos. Luego de una curva de aprendizaje rápido en que tomó el pulso a la agenda de graves problemas para la libertad de expresión en la Región, Edison afrontó con mucha valentía los retos de una Región turbulenta, donde no dejan de acumularse gobiernos con rasgos autoritarios que llegan al poder con los votos, pero que tratan de acumular poder total a punta de arrinconar las críticas y disidencias y con ello al periodismo libre.
Comienzo el inventario por este punto, porque no hay mayor reto para el mundo contemporáneo que esta “recesión democrática”. Cómo bien lo decía Martín Pallares en estas misma páginas, esto no tiene nada que ver con ideologías de derecha o de izquierda. Los Bukeles, Bolsonaros o Trumps siguen el mismo guión que siguieron o siguen los Correas, Evos y López Obradores. Esto, más allá del doloroso hecho de que en América Latina hemos visto ante nuestros propios ojos como se construyen y consolidan las dictaduras de Chávez-Maduro y de Ortega en Venezuela y Nicaragua. Cobijadas, además, bajo la sombra de la histórica dictadura cubana y bendecidos por una cierta izquierda que lamentablemente nunca se ha suscrito a los valores democráticos.
Como bien lo supo la sociedad ecuatoriana en su “Memento mori” con Correa, en los autoritarismos la primera que sufre es la prensa libre. Es colocada en la picota como el “enemigo del pueblo”, la “mentirosa” o directamente como “fake news”, es señalada con el dedo, individual y colectivo, se le quita toda válvula de respiración económica y se trata de aislarla socialmente. Al final, en el manual del autócrata, la polarización o la “brecha”, como la llaman en Argentina, es la aspiración de cada mañana y la tarea de cada día.
En tanto no importa que caigan periodistas muertos como moscas como sucede en México, Honduras o Paraguay. Son empapelados de juicios como en Brasil, Panamá, Perú o el mismo Ecuador, son agredidos al grito de “prensa corrupta”, se los intente censurar con novedosos métodos como la aplicación de normativas de protección al copyright o de protección de datos personales o que la concentración mediática se refuerce en manos de los amigos de los gobiernos.
Edison Lanza ha sido valiente, firme y al mismo tiempo ha tenido la sabiduría de no perderse en protagonismos personales que causen ruido. Todos los demócratas en América Latina le debemos un reconocimiento importante.
Porque, también, bajo su periodo hemos asistido al desarrollo de un nuevo ecosistema de medios digitales innovadores, imaginativos, rigurosos, profundos, independientes que han develado las costuras del poder, la corrupción y al crimen organizado en sus dimensiones local y transnacional y al mismo tiempo comprometidos con los Derechos Humanos y la Justicia.
En ese contexto, llega Pedro Vaca a la Relatoría. Llega precedido por un gran trabajo de activismo en Colombia, su juventud y mirada fresca frente a los problemas ya planteados y las nuevas tormentas que aparecen en el horizonte cercano. Fue elegido en un proceso transparente y ejemplar y frente a otros aspirantes de gran talla y trayectoria. Se puede pensar incluso que la elección de Pedro fue una sorpresa por su juventud, aunque no lo es si observamos su talento y compromiso con las causas de la libertad de expresión. En Ecuador lo conocimos muy de cerca cuando cooperamos estrechamente durante los trágicos hechos del secuestro y posterior asesinato del equipo periodístico de Diario El Comercio.
La agenda no es fácil. Como las organizaciones y redes de DDHH y Libertad de Expresión de América Latina lo recuerdan en una carta pública que se publica hoy: “Actualmente la libertad de expresión en el hemisferio continúa enfrentado grandes desafíos, alguno de ellos son la violencia contra quienes ejercen este derecho – especialmente periodistas – y la impunidad en esos casos; el cierre del espacio cívico; las restricciones al acceso a la información publica y la tendencia a la opacidad en temas de interés públicos o relacionados con Derechos Humanos; los nuevos desafíos que presenta la tecnología digital en el ejercicio de la libertad de expresión, en temas como vigilancia de las comunicaciones, neutralidad de red o conectividad y acceso a la información; la garantía efectiva de la participación en el debate público de personas, colectivos y organizaciones de la sociedad civil con menor visibilidad al nivel regional – como mujeres, población LGTBI, comunidades étnicas, etc.- entre otras.”
Así que, no queda más que dar un enorme gracias a Edison Lanza y desear todo el éxito a Pedro Vaca. La lucha no será fácil en estos tiempos turbulentos, la buena noticia es que no están solos.
César Ricaurte es periodista y director de Fundamedios.