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Oswaldo Jarrín: Iza considera al Estado como un enemigo

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¿Cómo ve el Ministro de Defensa, un año después, las protestas y la insurrección de octubre de 2019? ¿Están las FFAA, que fueron desbordadas, en la posibilidad de disuadir a los sublevados en caso de que intenten repetir lo ocurrido? 4P charló con Oswaldo Jarrín.  

Entre ustedes hubo, al comienzo la percepción de que hubo grupos infiltrados en la protesta social, pero luego la certeza de que hubo acciones planificadas como la de la Contraloría. Y que hubo grupos que usaron técnicas de guerrilla urbana. ¿Podríamos decir que en octubre pasado Ecuador hizo frente a una insurgencia?
Creo que lo más importante cuando estamos analizando esta situación es, en primer lugar, marginar el concepto demasiado elemental en el que se considera cómo están las fuerzas del orden, las fuerzas legales con relación a los grupos que se encontraban en las manifestaciones, sean éstos criminales, oportunistas, grupos insurgentes o simplemente masas que han sido arrastradas. Esta conceptualización es muy simple por cuanto el conflicto no se da en el país entre fuerzas legales y diversas fuerzas adversas que están en contra del orden, de la paz y que tienen otro tipo de intereses. Creo que hay que hacer un balance adecuado de cuál es el conflicto que se está viviendo y, a mi modo de ver, lo que estamos viviendo, en estas circunstancias, es una paz negativa. Eso es parte del conflicto. Hay fuerzas legales a las que les corresponde cumplir sus funciones constitucionales y hay fuerzas de diversas categorías que se multiplican en otros sectores con diversos intereses que hay que analizar.

Cuando usted dice paz negativa con respecto a la caracterización de lo ocurrido, ¿qué se debería entender?
Entendemos considerando lo que es conflicto y crisis. Cuando el conflicto llega a una etapa en que es superada por la violencia se cae en una situación de crisis; una crisis aguda que fue la de octubre 2019. De esa crisis aguda se puede pasar a una crisis crónica de mayor duración y sin violencia que es la que estamos viviendo en este momento. La crisis aguda con violencia, con la brutalidad que se vivió en octubre, gracias a la reconstrucción, ha sido superada. Lo que estamos viviendo este momento es de reconciliación y de justicia que es la etapa crónica. Lo que se espera es que se supere esta etapa para llegar a la resolución del conflicto. Mire usted hay diversos componentes dentro de este proceso de las fases que tiene un conflicto y de crisis hasta que llegue a su resolución.

Eso en la parte teórica. En los hechos se volvió a hablar de la posibilidad de repetir lo que octubre y hay  fuerzas que, al conceptualizar lo que ocurrió se ve que, en forma alguna, están reconciliadas con la democracia formal.
Usted lo acaba de decir: se puede repetir. Y no solamente que es un supuesto o una hipótesis sino que hay elementos que utilizan el manejo del temor, la cultura del miedo y la amenaza para decir: va a haber un nuevo octubre. Eso es una amenaza al Estado. Y eso es lo que caracteriza la etapa de la crisis crónica, que puede regresar a la etapa de crisis aguda o de violencia. Por eso la justicia y la reconciliación son la mejor forma de salir de esta etapa de crisis crónica para llegar a la última etapa de solución de conflicto. Es decir llegar a los nuevos factores que den solución a lo que originó el conflicto.

Entonces tampoco estamos bien encaminados porque Justicia no ha habido, nadie ha sido llevado ante las cortes y no hay, por parte de aquellos que causaron la violencia, reconsideración alguna de sus actitudes.
Ni tampoco hay en forma terminal una reconciliación, especialmente porque estamos en una etapa electoral. Entonces en lugar de llegar a una reconciliación o la aplicación de la justicia para solucionar los problemas más bien se exacerban las distintas motivaciones para acelerar y nuevamente retornar a la etapa de violencia. Esta es la situación en la que nos encontramos.

¿Usted diría que la Policía y las FF AA estaban preparadas para lo que vivió el país en octubre-2019?
Que estén preparadas las FF AA o que estén organizándose con nuevos instrumentos de violencia y de fuerza, es simplificar todo a un problema de carácter militar y policial, y eso no es así. El Ecuador no tiene un conflicto interno, tiene un conflicto político, económico, social, cultural que tiene que ser solucionado. Es decir, todos estos factores son los que generan el conflicto.

Pero se expresaron también en una forma militar y la pregunta que hay es si las FF AA estuvieron preparadas para hacer frente a esa forma de violencia.
Solamente con el nombre Fuerzas Armadas del Ecuador quiere decir organización, estructura, preparación, entrenamiento, equipamiento y desempeño profesional. No hace falta mencionar más. Por consiguiente estamos averiguando ¿Cómo estuvieron las FF AA, cómo estuvieron los insurgentes, cómo estuvieron los grupos que se infiltraron de bandas criminales y cómo quedaron?, es una simplificación del problema nacional de un conflicto, a un problema de carácter militar que no existe.

Pero la gente se hizo la pregunta al ver militares vejados o secuestrados, blindados destruidos y un recinto militar atacado, de si hubo empleo disuasivo suficiente de la fuerza para que esas cosas no se pudieran dar.
Si usamos la palabra disuasión hay que saber exactamente cuál es su significado. La disuasión tiene tres componentes: en primer lugar comunicacional-sicológica para que conozcan cómo estamos en capacidad de enfrentarnos. De tal manera que cuando se dice FF AA profesionales, entrenadas y equipadas, estamos indicándoles que hay una forma de estar listos para su empleo. En segundo lugar, debe tener capacidad real-efectiva, lo cual tienen las FF AA, para la guerra y también para el conflicto interno en apoyo a la Policía Nacional utilizando, como hemos dicho en el acuerdo ministerial 179, para restablecer el orden sin utilizar armas de guerra. Y en tercer lugar, tener la voluntad política de poderlas emplear cuando corresponda. Estas tres características son otra cosa que saber responder a las circunstancias como medidas de retaliación, delimitar la acción adversa, agresiva, insurgente y convencerles de que renuncien a esas acciones porque estamos en condiciones de hacer respetar la ley, las condiciones que tiene la democracia y el orden constituido.

La pregunta ahí es, entonces, si ellos entendieron o si las acciones disuasivas fueron suficientes para que entendieran que las FFAA no estaban dispuesta a que la situación se vuelva incontrolable.
Que comprendan o no, el hecho nos demuestra que la disuasión fue defensiva porque puede haber disuasión ofensiva que jamás utilizamos ni la utilizaremos porque en el Ecuador no hay enemigos. Las FFAA están preparadas para el enemigo externo pero en el orden interno, de apoyo a la Policía, tiene que actuar con disuasión defensiva; es decir estar en condiciones de reaccionar cuando se ha violentado, cuando se ha sobrepasado las capacidades de la Policía y de la acción de la ley. No entendieron, yo estoy de acuerdo. ¿Por qué no entendieron? Porque se utilizaron en las manifestaciones grupos de bandas criminales, oportunistas, insurgentes y sobre todo masas que no tenían una preparación adecuada que fueron arrastradas por la manipulación del temor y por demagogos que utilizan la cultura del temor hasta el presente momento, cuando están diciendo: va a haber un nuevo octubre, vamos a amenazar al Estado… Eso significa demagogos que manipulan la cultura del terror y del temor para arrastrar a las masas. Obviamente ellos no entendieron. Por esa razón el Ministro de Defensa sacó el acuerdo 179 para que sea consciente la población de la disuasión defensiva; es decir cinco niveles de cómo utilizar la fuerza legal, programada, reconocida internacionalmente pero que está suspendida por la Corte Constitucional por la resolución última.

¿Ese acuerdo ministerial al que hace alusión, que usted sacó en noviembre, si llegase haber otro intento parecido al de octubre, cambia en algo operativamente la actuación de las FFAA con la Policía para ser suficientemente disuasivas?
De ninguna manera. Si son disuasivas hay una sola manera, lo acabo de mencionar. Al ser disuasivas tienen que conocer al adversario, los oponentes, la capacidad que tiene física y real de poder actuar. Ese conocimiento está dado en el acuerdo ministerial. Para Que conozca todo el mundo las condiciones profesionales, las operaciones militares no van a cambiar. Los equipos policiales son armas no letales, no va a cambiar en nada, lo que sí va a cambiar es la decisión de que cuando se ataque a un cuartel, cuando se quiera quemar vivo a un policía o cuando se quiera destruir e incendiar vehículos y tanquetas militares, se actuará con el quinto nivel y desde la fuerza. Ahora, como la Corte Constitucional no lo ha ratificado, no quiere decir que se cambien las operaciones militares. Se mantienen en idénticas condiciones, pero el nivel cinco no se aplicará. Pero eso no quiere decir que los otros cuatro niveles, que están perfectamente establecidos del uso racional, diferenciado, progresivo, proporcional no se aplicarán.

En el campo de los cinco niveles el último es disparar, ¿no es así?
Ante una resistencia agravada por parte de la población, de los manifestantes, de los grupos infiltrados, de los grupos insurgentes, de los grupos armados que arremetan contra el personal militar, esta agresión que pueda causar lesiones y la muerte de un militar, tendrá como respuesta el uso de la fuerza letal. Es decir, uso de armas de fuego. Pero aquí viene nuevamente la observación: respetamos a la Corte Constitucional. No vamos a infringir ni irnos en contra de la ley, así esté reconocido por Naciones Unidas y los diferentes acuerdos y los principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de las armas de fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, adoptadas por el 8 Congreso de la Organización de las Naciones Unidas. Vamos a respetar lo que ha dicho la Corte Constitucional. Los otros cuatro niveles son perfectamente reglamentarios, respaldados por las leyes internacionales, con derechos humanos, artículo 175 de la Constitución de la República, artículo 35 de la ley de Seguridad del Estado. Solo el quinto nivel no se va a aplicar porque ha sido regulado por la Corte Constitucional.

Usted ha mandado a la Asamblea tres leyes (la ley Orgánica de Defensa, la Ley de Navegación y la Ley de Personal de las FF AA), que no han sido tratadas. ¿Cuánto incide la ausencia de esas leyes en el manejo operativo de FF AA y en qué puntos?
Para nosotros es fundamental, sobre todo cuando estamos hablando de FFAA profesionales, tener una ley de respaldo. Jamás las FFAA actuaron al margen de la ley o sobre la ley. Por esos es fundamental que la Asamblea Nacional tramite leyes que ya están allí casi dos años. ¿Por qué? Acabamos de vivir una situación de conflicto complicado con la flota pesquera internacional y era la mejor oportunidad de hacer ver, con la Ley de navegación, cómo se responde con principios legales establecidos en el Estado. Ahora con las repetidas crisis que estamos viviendo en el orden interno, no tenemos la ley orgánica de la Defensa Nacional. Obviamente las FF AA están respaldadas por la confianza, por la credibilidad que tienen en la nación ecuatoriana. Y esta última crisis con la pandemia se ha demostrado cómo estamos siempre listos a servir inclaudicablemente y con gran compromiso con la sociedad.

¿Cómo califica la actitud de la Asamblea, que prueba que hay una crisis institucional evidente porque una parte del Estado no acompaña procesos necesarios y se establece así una disonancia entre las instituciones?
Por supuesto. Y esa disonancia coincide con el motivo fundamental que tienen las organizaciones políticas y, especialmente, las organizaciones indígenas. El libro Estallido, escrito por Iza, está determinando precisamente cómo se tiene que desbaratar las clases opresoras, cómo se debe organizar la insurgencia social y cómo se debe establecer el combate a las instituciones militares y policiales ante la violencia militar. Dice la estrategia, concretamente indica: en primer lugar, hay que utilizar la radicalidad, la masividad y defenderse ante la violencia militar, utilizar guardias indígenas y descabezar las clases opresoras. Estos cinco elementos forman parte de la estrategia del famoso libro, libro entre comillas, Estallido. Considerando al Estado ecuatoriano único, plurinacional, como un enemigo. ¿Con qué propósito? Objetivo fundamental: crear un nuevo paradigma de civilidad. Las FF AA tienen que estar respaldando el orden democrático, la estructura constitucional que tiene el Estado ecuatoriano y, frente a esto, sí hay disonancia. Por supuesto que sí porque si tenemos una agrupación que se está formando (lo de los guardias indígenas no lo dicen ahora, lo dijo Vargas cuando habló de la conformación de un ejército y emitió un acuerdo mediante el cual estableció estados de excepción), tratar de establecer estructuras en contra del orden constituido, de las FF AA y de lo que es la estructura constitucional tiene que ser procesado en la Asamblea Nacional y respaldar con leyes a las Fuerzas Armadas para poder actuar.

¿Qué implicación tiene para las Fuerzas Armadas el manifiesto de Leonidas Iza en Estallido?
Lo mismo que cualquier otra manifestación. La Ley está de por medio. Nadie está al margen de la Ley. Por consiguiente las FF AA están atentas a la acción legal y que se tome con relación a la defensa de la estructura del Estado ecuatoriano.

¿Considera peligrosa la actitud de algunos dirigentes de la Conaie que no reconocen la formalidad democrática y preconizan una alternativa diferente a la del Estado de derecho?
No hay ecuatoriano que esté de acuerdo en considerar que el Estado Ecuatoriano es un enemigo. No puede estar nadie de acuerdo que se quiera combatir la violencia militar supuesta. No hay nadie de acuerdo para que existan guardias indígenas para la insurgencia. La radicalidad y la masividad: nadie puede estar de acuerdo. No digamos una institución como las Fuerzas Armadas, directamente responsable por la vigencia y el funcionamiento de la democracia y el respaldo a la estructura constitucional que tiene el Estado.

Fotografía: Ministerio de Defensa

6 Comments

  1. Se habla de métodos en el cual implementaron violencia las FFAA en el mes de octubre de 2019 donde el Ministro Jarrin responde a varias preguntas en las cuales menciona que las FFAA no son enemigos del pueblo ya que ellos trabajan en disuasión defensiva y mencionando también que Iza saca su libro con estrategias de ataque sobre el estado ecuatoriano podríamos decir basado a la entrevista que el estado Ecuatoriano solo quiere que se cumpla una ley la cual es emitida por el presidente y no tener el derecho o la obligación de saciar preguntas o dudas mediante una ley que afectase a un pueblo o una nación .
    Considerando así que el ministro evadió preguntas ya que el en otra rueda de prensa califico como opresión a las FFAA sobre el pueblo y hoy en día menciona que solo se rigieron a una Orden constitucional.

  2. Claro que es un enemigo, y no deberia serlo, octubre se demostró que estamos hartos de tanta corrupción e injusticia, y por último ahora protestar es insurrecion?. Nos quieren callados y obedientes y eso no va a pasar.

  3. ¡Qué decepción! Bien dice el señor Melo que el ministro evade responder. Y nos deja a los ecuatorianos respetuosos del orden en una situación tremendamente peligrosa. ¿Existe un seguimiento profesional de los subversivos? ¿Quito, y ahora otras ciudades, se convertirán en tierra de nadie? ¿Las urbanizaciones serán atacadas sin que haya quien las defienda?….

  4. La resistencia de ciertos indígenas junto a otros indeseables, saboteadores de la libertad y seguidores del libertinaje no tienen asidero en un pueblo libre y soberano.Se trata de una oposición no relevante y grotesca. El destino del debate parece ser la provocación,no la confrontación de ideas.Muchos de los políticos actuales,incluidos los indígenas, se inclinan por el show,el drama,afectos al discurso barato.Los supuestos líderes indígenas caminan a una dictadura comunista donde los buenos son ellos y los malos somos quienes proclamamos la libertad en función de la constitución y las leyes.Ciertos lideres inyectan miedo,terror y rara vez se sientan a buscar acuerdos que nos una a sacar adelante al Ecuador.La sociedad debe saber que es atendida y entendida.La oferta de cualquier grupo social es transparente,realista y participativa.

  5. El ministro más que responder, parece evadir las respuestas. El mismo calificó la acción de Octubre como una insurrección. Pero ahora parece haber plegado a lo que resulta evidente desde el gobierno, una oferta de impunidad por los actos ocurridos. Igual que la ministra de gobierno, aisló en principio la presencia indígena de la instigación y financiamiento de Correa. no se estaría hablando de un nuevo octubre, si los delitos perpetrados hubieran sido suficientemente investigados y procesados, esto sí como una insurrección en contra del régimen constituido y no como esa payasada del 30S. El año sin consecuencias, dio a los indígenas pauta para demandar por supuestas violaciones a sus derechos, a enjuiciar a la ministra y a dejar en la impunidad la instigación de correa y sus secuaces organizados desde Caracas. Es obvio que no fue un levantamiento indígena. fue una recua indígena transportada previo pago con mujeres que por necesidad trajeron hasta a sus críos. Por otra parte, no son balas las que se necesita, sino estrategias bien pensadas para evitar que la insurrección falsa progrese, que la destrucción no se ejecute, que los incendiarios no cumplan sus consignas. Si había presencia militar, buena estrategia y lograban sitiar a los insurrectos, nada de lo que pasó habría tenido lugar.

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