El correísmo está convencido de que el triunfo de Luis Arce, candidato del partido de Evo Morales en Bolivia, augura aquí el triunfo de Andrés Arauz, candidato de Rafael Correa. Pensar con el deseo es un derecho que no se puede negar a Correa y a sus seguidores. La realidad pone, por su lado, similitudes y diferencias. Las similitudes no son sinónimo de atributos para Arauz. Las diferencias marcan, en cambio, desventajas para él con respecto al ganador de las elecciones en Bolivia.
Similitudes:
- Los dos en el Socialismo del Siglo XXI: Ecuador y Bolivia tuvieron gobiernos adscritos a esa corriente. Evo Morales estuvo casi 14 años en el poder. Rafael Correa una década.
- Los dos suscitaron gobiernos de transición: mientras en Ecuador Lenín Moreno llegó a Carondelet por votación popular y permanecerá cuatro años, en Bolivia Jeanine Áñez reemplazó a Evo Morales tras su huida y solo estará un año en funciones en el Palacio Quemado. Los relaciona otro hecho: sus gobiernos no ponen candidatos en la campaña electoral. Lenín Moreno cierra su ciclo y se desentendió de la candidatura de Alianza País; Jeanine Áñez, tras anunciar su candidatura, y ante su eminente fracaso, la retiró.
- Un alto índice de pobres: Ecuador y Bolivia tienen una enorme masa de pobres: hacen parte de los países en el cual el empobrecimiento reciente o súbito, con la pandemia, es similar. Crece la franja de pobres y la clase media se desploma.
- El establecimiento aúpa al populismo: en Bolivia gana Arce, entre muchos otras razones, por la división que hubo en el campo que tenía como su mejor representante a Carlos Mesa. Luis Fernando Camacho, en particular, decidió mantener su candidatura regionalista en Santa Cruz de la Sierra. En Ecuador, esa segmentación se multiplica en forma exponencial. No hay duda de que eso favoreció a Arce y aquí incrementa las posibilidades de Andrés Arauz de llegar a la segunda vuelta.
Diferencias:
- Ecuador no es Bolivia: es verdad que tanto Rafael Correa como Evo Morales son factores de polarización; producto ambos del fenómeno populista que recorre al continente desde el primer lustro del 2000. Pero en Bolivia Evo Morales es el representante del electorado indígena que, todo reunido, es mayoritario. En Ecuador, Correa es más un populista que encarnó al electorado anti-establecimiento.
- Arce no es Arauz: el candidato de Evo Morales no es indígena y es de clase media. Ha sido un tecnócrata y es master en ciencias económicas graduado en la Universidad de Warwick, en Inglaterra. En Bolivia es conocido por haber estado a la cabeza del Ministerio de Finanzas y haber sido el artífice de la buena salud de la economía de 2006 a 2019, durante el gobierno de Morales. Arauz es economista, tiene una buena formación pero solo ha sido un burócrata sin mayor trascendencia en el gobierno de Correa. En el campo electoral es un total desconocido.
- El correísmo no es el MAS: Rafael Correa y Evo Morales son políticos de alcance nacional. Sin embargo, mientras el partido de Morales, el MAS, tiene una estructura en Bolivia, el correísmo es un recuerdo como organización política. El correísmo no tiene partido desde hace casi cuatro años y el Centro Democrático no suple ese vacío.
- Correa no es Morales: los dos tienen estatus de gran elector. Pero Evo Morales salió del poder hace un año y en condiciones que le permitieron presentarse como víctima de un golpe de Estado. Correa, en cambio, dejó instalado en el poder a Lenín Moreno y se fue a Bélgica por iniciativa propia. El factor tiempo los diferencia: en casi cuatro años, Ecuador pudo enterarse de la estela de actos de corrupción cometidos durante el correato. En Bolivia ese destape no se operó. En cambio, las adjudicaciones directas, sobreprecios y corruptelas durante el año de Jeanine Áñez taparon los escándalos de Morales y ayudaron a Luis Arce. Correa salió del poder tras un hartazgo provocado por su autoritarismo. La salida del poder de Morales fue vista por el electorado indígena en Bolivia como una afrenta y le ayudó a lavarse la cara. Y las manos.
Foto: El Ciudadano.
El correísmo está convencido de que la victoria de Luis Arce, candidato del partido Evo Morales en Bolivia, presagia la victoria del candidato de Rafael Correa, Andrés Arauz. El deseo de pensar es un derecho innegable de Correa y sus seguidores. La realidad deja de lado sus similitudes y diferencias. La similitud no es sinónimo de atributos de Arauz. Por el contrario, el desacuerdo marca su desventaja para el ganador de las elecciones en Bolivia.
No hay duda de que las diferencias entre Arce y Arauz son mucho mayores que las similitudes. El primero demostró un trabajo técnico honesto que convirtió a Bolivia en un estado sudamericano con considerables reservas de divisas. Impulsó e implementó planes económicos en beneficio de los más pobres. No tuvo dudas durante su mandato en el gobierno de Morales. Él mismo tuvo un discurso claro y motivador. Practica tu predicación. No está a la sombra de Evo. En cambio, estaba al frente. Arauz es el ídolo de los fugitivos, cuanto más se acerca al muñeco de plastilina, no tiene ideas ni sugerencias. La única similitud son las iniciales del apellido: A. De Arce y Arauz.
Cada semejanza y diferencia es interesante. Pero para el correísmo la realidad mostrada en este artículo nos hacen ver que las diferencias son abismales, y un factor muy importante es la sociedad que ha visto los actos de corrupción que trajo un gobierno correísta que perdió credibilidad. Hasta el momento el acto de Arauz al ponerse un poncho y decir que es pueblo es lo último que hemos visto, es un acto desesperado por unirse a nuevos grupos sociales para captar futuros posibles votos? Eso solo lo saben los que hacen de los políticos, una figura pública. Y si se repite o no lo de Bolivia, en las elecciones lo descubriremos. Sigamos atentos de estos artículos valiosos que nos motivan a entender mejor lo que está sucediendo en la actual globalización.
Las elecciones que realizamos cada 4 años son más un evento amarillista que busca ver quien tiene más acogida, y se olvida que se debe considerar como una herramienta de la democracia con la que contamos los ecuatorianos, y todas las personas del mundo, para hacernos escuchar y formar parte de las decisiones que se lleven a cabo en nuestra nación por 4 años más. La república ha estado sumergida desde su creación en procesos de corrupción y acciones que solo buscaban satisfacer intereses personales, cosa que nos ha afectado hasta el día de hoy, y es por ello que debemos empezar a cambiar y tener un pensamiento más critico sobre los asuntos que afectan a nuestro país.
Son sueños de perro del correato.
Cada realidad es distinta.
Señor doctor Hernandez Bolivia es Bolivia y Ecuador es Ecuador, por ninguna razon la situacion aqui en Ecuador tiene que ser igual a la de Bolivia.
En ecuador la situación está muy difícil pero los únicos culpables somos los mismos ecuatorianos ya que al momento de sufragar no hacemos conciencia y lo único que hacemos es dejarnos llevar por el típico candidato populista por otro lado los candidatos hacen hasta lo imposible para ganar llegar al poder y lo único que hacen es robar.
Pues sabemos que en algunos aspectos Ecuador se parece mucho a Bolivia uno de estos es el fraude electoral, es algo que todos los ecuatorianos lo tenemos siempre en nuestra cabeza, y algo que vamos a seguir pensando incluso cuando se realicen las nuevas elecciones electorales, sabemos que el partido que consolido Rafael Correa pues aunque aun tiene apoyo del pueblo es el mas discriminado por algunos,, Arauz no es mas que un títere para Rafael Correa y el Ecuador entero lo sabe, pues si es inteligente y estudiado pero eso no le quita que no se encuentre ni preparado ni asesorado para ser presidente.
Considero que el problema social mas importante y en el que debería existir mas énfasis en todos los gobiernos es el de erradicar o al menos controlar pobreza que ha incrementado en los actuales momentos debido a la pandemia, es un tema en el que no se trabaja mas solo los grandes “candidatos” juran crear mas fuentes de trabajo pero al llegar la poder realizar todo lo contrario.
El Ecuador siempre será sinónimo de corrupción.
No hay que olvidar que el simple hecho de que el MAS haya ganado de nuevo, le resta credibilidad al supuesto “fraude electoral” de las anteriores votaciones en Bolivia y por la cual Añez obtuvo el cargo.
Claro que no. sos automatismos ayudan en el papel, no en la realidad. De hecho Luis Arce tiene más votos que los que obtuvo Evo Morales.
Correa delega en Araúz, uno de sus clones más jóvenes y obedientes, la nominación a la presidencia de su grupo… si bien Araúz es inteligente, eso no lo hace ni buena persona ni capacitado para un cargo que requiere compromiso y aceptación de sus bases… la juventud, arrogancia, oportunismo, cinismo y estrato de “niño bien” no lo ayudan a construir un carisma que se requiere para llegar a ser elegido por esa facción populista…. se la juegan presuponiendo la mala memoria de los ecuatorianos…
Excelente análisis Dr. Hernández, desde que llegó Evo Morales los recursos naturales lo han manejado muy bien, con una política nacionalista que ha dejado grandes utilidades a esta nación, el Sr Arce un gran profesional a carta cabal ni punto de comparación con el Sr Arauz; además los tipos de convenios con empresas serias de Alemania, Japón, también Chinas siempre favoreciendo el interés de todos. Aquí en el Ecuador hicieron todo lo contrario y quieren seguir, están muy equivocados el pueblo no es tonto.
Arce parece que es bueno técnicamente y por los noticieros se sabe que ya está tomando distancias con Evo Morales, no va haber continuidad, él tratará de hacer su propio gobierno. Aquí en cambio Andrés Arauz es un muy bueno para nada, solo es un insolente mandadero de Correa y tendrá a lo mucho el 12% del electorado, porque todavía hay esa cantidad de “borregos”.
Solo nos queda confiar en el sabio pueblo.
La situación tanto política, económica, como geográfica son escenarios totalmente diferentes entre Ecuador y Bolivia, por lo tanto, personalmente no debe preocuparnos el candidato representante “revolucionario”, lo que debe preocuparnos es que no se vaya la energía eléctrica el momento que llegan las urnas al CNE, y empieza el conteo, esto suele pasar entre las 24 horas y las 05 de la mañana que de “forma milagrosa” regresa la energía, y el tablero electoral a cambiado totalmente, esto ha sucedido en varias elecciones, si estoy equivocado, les comento aqui en la provincia de Pastaza en las últimas elecciones seccionales, sucedió, y eso por favor no OLVIDARSE, es lo más importante.
El ejemplo para el Ecuador no es Bolivia. Es Argentina. A Lasso, tanto la izquierda carnívora como la vegetariana y el correísmo ya sea desde la Asamblea como en las calles no le van a dejar gobernar. A cada paso que dé le caerán con el epítote de “neoliberal”, “banquero corrupto”, harán manifestaciones (violentas y pacíficas) y tendrá que dar paso atrás. Se convertirá en otro Macri y como el país seguirá en las mimas, ahí sí regresarán al Poder (las izquierdas unidas) a seguir siendo de las suyas. El correísmo será sinónimo de peronismo.
Interesante artículo, debemos tomar en cuenta también la polarización que el correato heredó al Ecuador, por ende se recalca la capacidad de Morales y de Arce para brindar la continuidad necesaria a su proyecto, por otr parte Correa está apalancándose en lo que puede, moviendo un partido inexistente desde otras aristas, adicional, el candidato de Morales ha demostrado su capacidad no ahora, lo ha hecho hace varios años, pero Arauz …. ¿ Quién es Arauz? Si no fuera por el padrinazgo de Correra, Arauz sería parte de los movimientos que en las actuales encuestas no llegan ni al 1% de intención de voto.
Es necesario que como ecuatorianos evaluemos las opciones, por que desde una vista general Bolivia no es Ecuador y un prófugo sentenciado no es un líder que mereza volver.
Indiscutiblemente hay más diferencias que similitudes entre Arce y Arauz. El primero demostró un trabajo técnico, honesto, que posicionó a Bolivia como el Estado suramericano con una apreciable reserva monetaria. Impulsó y aplicó programas económicos en beneficio de los más pobres. No ha estado bajo sospecha, durante sus funciones en el gobierno de Morales . Tiene un discurso claro, motivador, propio; practica lo que predica. No está a la sombra de Evo. Por el contrario, es Él quien está de frente. Arauz, es el monigote del prófugo, más cerca está a un muñeco de plastilina, sin ideas ni propuestas. La única similitud la inicial de los apellidos: A. De Arce y Arauz.
Lo bueno que gano Arce, es que Evo va a regresar y debe enfrentar al poder judicial, no así Correa que ya es un reo sentenciado, que gano con trampa y el voto femenino.
Arauz con esa carita, difícil que las feminas se fijen en él, es decir pierde un 50% de su posible electorado. Asi de fácil.
No nos hagamos bolas, estos correistas con semejante candidato, no van mas allá del 10% del electorado.
El deseo no es poder. 10% de votos? Soñar no es malo…
Y yo le agregaria al analisis del Hernandez la desarticulacion de la oposicion como fuerza pollitica en Bolivia que ayudo a fragmentar el voto para este bloque y permitio que Arce tomara fuerza. Aca en Ecuador hemos visto a una oposicion dispersa, pero en momentos fundamentales se ha unificado como en las pasadas elecciones donde Lasso gano, tambien en octubre vimos como varias agrupaciones politicas cerraron filas para evitar el golpe de estado promovido por el correismo, y en estas elecciones el pacto de Creo con los socialcristianos y la dispersion de la izquierda ponen an apuros al titere de Correa.
Por su puesto que él estara proyectando una victoria tomando como referencia el caso boliviano, pero que mas puede hacer ese payaso sino apoyarse en su unico referente. Correa sabe que no tiene para ganar la presidencia, a la final es solo mucho ruido lo que hace.
De todas maneras hay que tener claro algo. El correismo tal vez no logre recuperar el poder, pero asambleistas sacara y dependiendo del numero puede llegar a ser una fuerza desestabilizadora para el nuevo gobierno y la democracia en general. Lo he dicho antes y lo vuelvo a decir ahora, el dia de las elecciones los ciudadanos tenemos la obligacion de ir a votar porque no podemos permitir que un grupo de mangajos nos detruyan la vida democratica. No depende de Lasso, de Lenin o de Atamaid resgaurdar la democracia, sino de nosotros.
Y no se olvide la gran diferencia Sr. Hernández, Correa destruyó este país con la mas grande corruptela moral y económica de nuestra historia.
Ojalá hubieramos tenido a Morales de presidente, puede que sea folklorico, pero trabajó con gente inteligente como Arce. por lo que Bolivia aprovechó el boom de las materias primas de los 2,000 sin dejar deudas y mas bien cuentan con una reserva monetaria positiva.
Además Arce quién fue ministro de economía de Evo se le puede atribuir uno que otro éxito en la parte económica a diferencia de Arauz que es un don nadie que estuvo en el gobierno para llenar un puesto. Realmente el obrador del “milagro ecuatoriano” según el propio Correa fue Correa y nadie más que Correa quien ya está quemado de dicho cuento.
No olvidar que la joya de alcalde que tenemos llegó al poder con apenas 2 de cada diez votos de los quiteños. Por tanto, no será de extrañar que Andresito gane con los votos de 3 de cada diez ecuatorianos. Porque con la dispersión de votos, hasta Larrea puede hacer algo de ruido con sus treinta votitos. Mientras Ecuador no tome en serio la política, estamos fregados. EEUU, con más de 200 millones de habitantes, tiene dos grandes partidos. Ecuador, con apenas 17 millones, tiene 17 binomios y ni un solo partido decente. En esa cacofonía de campaña, ¿a quién le conviene que nada se entienda? En otras palabras, ¿a quién responde la señora Atamaint?
Todo lo analizado es cierto, pero, olvidamos que en las .as profundas crisis sociedades enteras han puesto su ojos en taumaturgos de toda clase. Ejemplos luego de Versalles apareció Hitler como salvador. Ese es el principal escenario de campaña etiquetar en redes a los culpables de la crisis y remozar el paraíso que vivió el país con Atraca País. Una sociedad fracturada por la pobreza, empobrecimiento y la desesperanza busca siempre su salvador. Ahí estará Correa y su corte con sus soluciones populistas y milagrosas. Todos solo nos acordaremos de lo bien que pasamos, de lo felices que eramos, obviamente nadie se acordará que había plata del petróleo y Correa se atribuirá la bonanza como una virtud de su excelencia como gobernante. Esperemos que prevalezca el sentido común y no sean las redes sociales quienes impongan el nivel de discusión y diálogo.