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Sin alcalde, ahora el metro depende de los concejales

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El futuro del metro de Quito se decide, en gran medida, este jueves 22 de octubre en la sesión del Consejo Metropolitano. Ahí, los concejales tendrán que aprobar el sistema para fijar y cobrar una tarifa así como la estructura de las rutas y frecuencias de los buses para que el uso del metro sea atractivo. En otras palabras, una ordenanza que haga viable al proyecto.

El tema no es sencillo y los intereses políticos o económicos son muchos e insospechados. Se trata de una operación política que debe concluir en una fórmula viable y sostenible; de lo contrario, se verá comprometido un proyecto que cuesta un poco más de 2 mil millones de dólares y que es de los de mayor envergadura en la historia del país.

A pesar de las complejidades políticas y del riesgo que habría si no se apruebe la ordenanza, no ha habido gestión política por parte de la Alcaldía para asegurar los votos de la mayoría de los 21 concejales. Es más, el vicealcalde y delegado de Yunda, Santiago Guarderas, apenas empezó hoy a estudiar los detalles de una ordenanza compleja por sus alcances técnicos y sociales. Guarderas fue encargado el lunes de esta semana, luego de una queja de los organismos multilaterales que financiaron la obra por la falta de decisión y gestión de la Alcaldía para encontrar el operador y fijar el sistema para la tarifa. El Concejo llega a la sesión sin conocer las líneas generales de la ordenanza y sin tener información técnica detallada.

Proyecto de ordenanza para el sistema integrado de transporte

Según el concejal Bernardo Abad, miembro del directorio de la empresa del Metro, el proyecto fue elaborado por un grupo asesor argentino. Se formula un sistema para calcular una tarifa que depende de algunas variables. No se conoce aún cuál será la tarifa base. Su cálculo para fijarla depende, por ejemplo, de cuántos alimentadores va a usar un pasajero, de su punto de partida y cuántos kilómetros va a recorrer. Un pasajero que vive en una barrio periférico, toma dos alimentadores y el trole pagará, proporcionalmente, menos que alguien que solo tome el metro.

Para establecer el mecanismo de pago será necesario hacer una reingeniería absoluta del sistema de rutas y frecuencias en el sistema de transporte público que funciona en Quito. No habrá rutas que recorran la ciudad en sentido norte-sur, sino únicamente de oriente a occidente para que se alimente al metro. A cada chofer le dirán -según Abad- que tiene un contrato que establece que las rutas son del Estado y que se le quitarán si incumple con las regulaciones. También se establece en la ordenanza un sistema integrado de cobro: todo lo que recaude el metro y los buses alimentadores irá a un fondo común que será administrado por un fideicomiso que pagará al metro o a las dueños de los buses, según la calidad del servicio y los kilómetros recorridos.

El proyecto propone eliminar los pagos en efectivo de los pasajes. Todo se hará mediante una tarjeta inteligente que contiene la información del pasajero. Se plantea que las tarjetas de débito de los bancos sean aceptadas. Este tema es sensible por la corrupción. Según datos del concejal Abad, el sistema metropolitano de transporte, que incluye por ejemplo al Trolebús y la Ecovía, registra “fugas” de los ingresos que alcanzan de 15.000 a 20.000 dólares diarios. Por esto, el proyecto no podrá funcionar sin tarjeta.

Si la ordenanza se aprueba de manera a que el proyecto sea viable, vendrá la siguiente etapa: establecer una fórmula para escoger al operador del metro. Hay tres opciones: la operación directa del municipio; alternativa que ha sido vetada por los organismos internacionales para evitar corrupción y decisiones políticas, aunque el bloque correísta la apoya. Una alianza pública privada o APP: es la opción más recomendada por los organismos internacionales, pero que tiene un grave problema porque a estas alturas asumirla tomaría mucho tiempo. Y que el Municipio escoja un socio estratégico para la operación. Esta vía tiene, sin embargo, un enorme problema: ¿quién y cómo se escoge ese operador? Al ser el Municipio el que escoja se corre el riesgos de que la decisión sea política y contaminada por intereses corruptos. Según un informe del Procurador, Dúnker Morales, lo ideal sería contratar a una empresa internacional que decida cuál será el operador para evitar que haya interferencias políticas y muñequeos de grupos interesados. Entre los interesados hay, según Abad, una empresa de los trenes de Alemania asociados con el metro de Medellín, los operadores de metro de Francia, otra empresa española que opera el metro de Madrid y la empresa que opera el metro de Buenos Aires.

Para que el metro pueda funcionar y funcionar bien, se requerían tres cosas. Una buena obra de ingeniería y los organismos internacionales alaban como fue construido el metro de Quito. Una serie de decisiones políticas y administrativas, producto del empuje y un liderazgo de la Alcaldía. Y que los concejales entiendan la envergadura y la importancia de la ordenanza que tienen en sus manos.  Yunda fue incapaz de liderar el proceso que el metro necesitaba para estar a tiempo y estar bien. Ahora todo está en manos del Concejo.

Foto: Metro de Quito

24 Comments

  1. El MDQ debe recuperar todo lo perdido en el tiempo de elaboración del metro , Una obra que demuestra que estamos preparados como ciudad y país a obras de gran cabida. A cuidarlo desde ahora .

  2. Los organismos multilaterales, que financian la primera línea del Metro de Quito, están preocupados ante una eventual decisión del Municipio de que el sistema sea operado por una empresa pública, en lugar de un operador privado. En mi opinión, el Metro de Quito estaría mejor con un operador privado debido a sus capacidades y su especialidad. Además, la contratación pública suele estar envenenada de corrupción y nunca hay transparencia.

  3. El metro se vio como una innovacion para la ciudad de la cual la mayoria lo esperaba con ansias, pero en actualidad y despues de todas las situciones que han pasado durante todo el proceso de la construccion del metro, y la demora seguira por el hecho de que poner una tarifa en la cual todos este conformes sera un punto de debate muy importante, los quiteños tendremos que esperar un buen tiempo para poder utilizar este medio de transporte que supone va a ayudar a disminuir el trafico en la capital.

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