El gobierno de Nicolás Maduro subsiste de sus delirios. “Venezuela ha conseguido una medicina que anula 100 por 100 el coronavirus”, anunció hace unos días. Lo hizo vestido con un buzo celeste, desde una playa en el departamento de la Guaira y rodeado de sus ministros. Antes de la noticia insistió en que las cosas en su país estaban muy bien pero que había que cuidarse para que estén aún mejor, repitió que era un hombre de fe y atacó a la prensa. Y aunque característico, ese estilo grandilocuente de golpe de efecto tras golpe de efecto ya no es sólo suyo, sino el de otras figuras y funcionarios de su gobierno. El delirio es su principal estrategia gubernamental.
Desde hace años que las noticias que provenían de ese país sonaban más a ficción que periodismo. Es tierra fértil para paradojas tan absurdas como el plan del Mayor General Ovidio Delgado Ramírez, quien quiere diseñar un plan gubernamental para distribuir leña a los habitantes de la región andina como alternativa a la escasez de gas doméstico en la región de Táchira. Y no propone talarla, sino esperar a que caiga y la traiga el río. “En esta represa hay gran cantidad de árboles que arrastran los ríos. Cuando viene la época de lluvias, el torrente es un poco más fuerte. Ayer empezamos a cortar todos esos árboles y vamos a iniciar una campaña con nuestros compañeros representantes políticos para repartir leña”: el militar lo dice en un video con la misma certeza que la de Maduro al anunciar, sin que le tiemble la voz, que Venezuela encontró la cura a “al 100 por 100” de la enfermedad.
La propuesta, que provino del gobierno, es todo menos una solución. Es pesada, demorada, profundamente improductiva. Tampoco es un plan, sino un llamado a la resignación. El solo hecho de que la haga un oficial es un insulto a la dignidad de quienes no tienen acceso a gas para sus cocinas en el país con la octava reserva de gas más grande en el mundo y con el gobierno que se abanderó como representante del pueblo. Esperar y usar las sobras; no hablan de tala porque hacerlo es delito en zonas protegidas y parques nacionales. Pero la llaman solución. Tras el testimonio de Ovidio uno casi espera escuchar al Chapulín Colorado regodeándose en su ingenio: ¡No contaban con mi astucia!
La cocina con leña ya era la realidad de millones de venezolanos. Pero el anuncio de Ovidio lo volvió oficial, una apuesta por dejar los eufemismos y solo pretender que la miseria es, en realidad, un bien. “No se trata de volver a la prehistoria”, dice antes de compartir anécdotas sobre cómo se cocinaba en la casa de su abuela antes. “Nos crearon la ansiedad, producto del manejo manipulado de los recursos”. Es decir: exigir gas para la cocina es una ansiedad impuesta. Pide paciencia e invita a adaptarse.
La situación en Venezuela rebasa cualquier consideración ideológica. Ya no pesan las perspectivas. Si el vaso está medio lleno hay lugar para que unos lo vean vacío y otros lleno. Pero cuando el vaso está vacío, describirlo como lleno es cinismo, locura y estupidez. O las tres a la vez. Porque ya no son solo los hechos documentados, los testimonios de los cientos de miles de refugiados o la denuncia de cientos de medios que ahora incluyen algunos anteriormente afines al chavismo. Ya ni siquiera son factores que contradigan la versión del gobierno. Al contrario: ya que Maduro no puede esconder la crudeza de la realidad, ha optado por intentar convencer a los venezolanos que lo malo es bueno, que el bienestar es ansiedad y que la desgracia es una solución.
El libreto es conocido. “La guerra es paz, la libertad es esclavitud, la ignorancia es fuerza” eran los lemas del partido en la distopía “1984” de George Orwell, donde este se había apropiado del lenguaje para, como en Venezuela, ya no tener que contrastar su narrativa con la realidad. El gobierno no tenía que mentir o esconder nada porque el lenguaje —que estaba bajo su control— le daba la razón. Hacer de la cocina con leña, ¿política pública en pleno siglo XX? Eso es progreso. Todo está bien.
Es en ese contexto que Maduro puede celebrar una molécula descubierta en Venezuela para curar el virus sin temor a que lo desmientan. Ya no hay un cable a tierra para retarlo y restregarle los hechos, a él y a los suyos, en la cara. El gobierno bolivariano perdió el interés en tener sentido. La realidad para ellos es una ansiedad impuesta. Como el Plan Leña, el delirio es su solución.
Foto: Cancillería de Venezuela.
Ecuador atraviesa su tercera crisis económica en dos décadas, según lo dice el proyecto de Ley Orgánica para el Apoyo Humanitario para Combatir la Crisis Sanitaria Derivada del Covid-19, que presentó el Ministerio de Finanzas a la Asamblea.
Es inexplicable como Maduro puede seguir en el mandato, claramente el apoyo de las fuerzas armadas es el factor más importante, pese a ellos deberían ya las personas de Venezuela liberarse de tanta corrupción el simple hecho de que este presidente diga cosas sin sentido muestra la ineficiencia manejada en ese estado, personas ineptas a cargo de millones de ciudadanos que dependen de sus ideas y criterios para sobrevivir no pueden seguir gobernando, Latinoamérica en general está siendo atacada perdidamente por la corrupción y el mal manejo de sus recursos, haciendo que países con mejores estrategias e inteligencia aprovechen mucho más nuestros recursos a su favores que nosotros al nuestro, el intentar arreglar problemas volviendo a costumbres antiguas como la repartición de leña es algo absurdo de solo prolonga un problema más complejo mas no lo soluciona, aparte que esa iniciativa afecta directamente al medio ambiente.
La situación que vive Venezuela parece no ser real, el hecho de vivir de una vida digna parece inalcanzable. Los argumentos sin sentido de Maduro se han convertido en su política y aunque parecen ser una broma de mal gusto es la realidad que viven todos sus habitantes. Países latinoamericanos con riquezas naturales inigualables en el mundo están tan gastados por la corrupción que se vive en ellos-
Un odio incontrolable, una soberbia atroz que les hace no mirar por nada ni nadie, sino por ellos mismos y su afán de poder, el EGOISMO en su más alto grado. Como no saben construir, se dedican a todo lo contrario destruir y asolar, no proponen nada más que derribar cualquier cosa que se haya hecho con buena voluntad y, a veces, hasta forzados por las situaciones de desolación que suelen dejar estos mismos.
Estupendo artículo , y que bueno que este importante portal , 4PELAGATOS , se nutra con nuevos y excelentes editorialistas . Y lo de maduro y su gavilla de sátrapas , farsantes y ladrones , lo que produce es sentimientos de conmiseración , con el sufrido pueblo hermano de Venezuela .
Con todas estas cosas, Maduro no se irá del poder, ya que por más míseros que sean los ingresos de Venezuela, siempre habrá mucho dinero que robar, total cada vez harán menos obra pública y punto; el ejército venezolano continuará robando su buena parte, tampoco a estos les interesa que se vaya Maduro.
Gastar cacumen y oratoria en este payaso asesino es perder el tiempo, sólo una cosa no entiendo: porque el pueblo venezolano soporta hasta hoy al carnicero imitador del otro carnicero ruso de los 50? El que habla con pájaros y vacas? El culpable de que un país otrora rico y de primer nivel ahora esté al borde de la miseria absoluta, más abyecta que Cuba y Argentina, que a propósito, está a portas de unirse a Venezuela en la carrera ” progresista” del foro de Sao Paulo? Dios no permita que nos toque otro gobierno socialista, seríamos otro país del club progresista para comer de la basura
Maduro no tiene vergüenza al decir que el bienestar es ansiedad y que la desgracia es una solución que mentalidad tan mediocre y así se considera un líder en su país, el pueblo venezolano tiene que luchar por su bienestar y no estar recogiendo los desechos que da su gobierno.
Un delirio que ya cae en el campo de la esquizofrenia y lo grotesco. Tal vez unas de la pocas preguntas relevantes sobre Venezuela es: ¿cómo la rescatamos?
Y si no votamos bien, estamos en el camino de Venezuela, donde con lavado de cerebros semanal, inculcaran en el pueblo que un terreno aplanado es una gran refinería, o que un puente que da en un lugar inhóspito de Colombia, es parte de un plan binacional y no el sendero que el gobierno creo para que la guerrilla y el narcotrafico lleguen a descansar, a vender y a ganar en el Ecuador, o creer que la salida de la base de manta es por soberanía y no para facilitar el narcotrafico en el país, en fin, cada pueblo tiene el gobierno que se merece. Y Correa fue al final de cuentas lo que Ecuador merecía, lo mismo que Arce en bolivia, Fernandez en Argentina y Maduro en Venezuela, esperemos que nosotros no nos toque Arauz.
Excelente comentario, mi duda esta en el sentido de como no un ser humano(seria mas comprensible) y si millones puedan permitir que les roben ,ultrajen,himillen su diginidad.
Parafraseando un dicho nuestro, hasta cuando padre Almeida
Maduro no es el primero. Aquí tuvimos la refinería invisible, la fábrica de carros eléctricos, el programa espacial y el milagro económico, entre otras maravillas de locura.
Desde mi infancia sé que la izquierda es simplemente la negación de la realidad. Usar atenuantes como llamarse centro-izquierda no es más que la demostración de que la locura empieza de a poco.
Excelente Oswaldo!
También crearon un diccionario de la lengua paralelo:
RENUNCIA VOLUNTARIA OBLIGATORIA = DESPIDO
ACUERDO ENTRE PRIVADOS = PECULADO
Estos 🐀 🐀 🐀 son la peor pandemia que han sufrido los venezolanos. Deben luchar para eliminarlos de raíz.
Sin palabras.Pensar que acá, esbirros y enchufados de mameluco, pretenden endozarnos al hermano lelo (como hicieron con Moreno mediante fraude electoral ejecutado por el miserable don cheto), ferviente admirador del Chavismo y de su “habilidad” de repartir miseria que , para ellos, es sinónimo de igualdad..
Estamos todos locos!!!
Expresión argentina que se ajusta a lo que está sucediendo en Venezuela, Ecuador, Chile, Argentina, Nicaragua, etc, etc..