Quito, 1 de noviembre
Don Leonidas,
Escribir una carta es, como todo el mundo sabe, establecer una comunicación, tratar de superar un distanciamiento, considerar al otro con el respeto que merece un interlocutor y, por supuesto, buscar su reacción. Su respuesta. Es posible que Usted no responda, pero este deber estaba pendiente.
Usted ha querido, por lo que se lee en el libro que firma con Andrés Tapia y Andrés Madrid, marcar distancias con esas repúblicas que llama blancas, pulcras y burguesas. También con los mestizos que la componen. Un primer enigma que sin duda complica el rompecabezas que usted plantea en Estallido y que, de no resolverse política y pacíficamente, solo agregará dolor y lágrimas en una sociedad que arrastra problemas e injusticias. No se trata, entonces, don Leonidas, de negar inequidades y atrasos: el reto está en resolverlos, en vislumbrar un futuro común y en no hipotecar sino en aprovechar y fortalecer las ventajas que tiene el Ecuador, por escuálidas que parezcan.
Es claro que Usted no cree en la democracia y que fustiga incluso la izquierda que llama institucional. Le critica admitir el sistema de partidos, respetar el “sistema de propiedad burguesa”, aceptar la política institucional, validar el credo democrático que en su criterio es una ficción. Usted confiesa trabajar para que “una corriente anticapitalista se imponga por sobre la tendencia socialdemócrata y de izquierda institucional”. Usted quiere una izquierda “como instancia de negación del capital”. Usted quiere unir a la izquierda, pero evitando que esa unidad no se empantane “en la ficción de llegar al poder mediante el sistema de partidos, dilapidando los sueños de octubre”.
Está claro que Usted quiere una revolución en Ecuador. Entendida como la propuso Vladimir Ilich Lenín tras el fracaso de la revolución en 1905 en Rusia. Una dictadura revolucionaria de proletarios y campesinos. Se entiende que en su libro se cite a Antonio Gramsci para explicar por qué la sublevación de octubre se quedó corta, no fue a la gran política. Entendida como “La totalidad de la sociedad, el problema del poder, la destrucción del tipo de sociedad imperante”. Se comprende que Usted y los coautores del libro se sorprendan ante el objetivo trazado -derrotar al capitalismo- lo que costó llevar al Estado a derogar un simple decreto; el 883. Octubre fue para Usted y sus amigos mariateguistas un acto fallido porque “careció de una perspectiva de poder”.
Usted, don Leonidas, luce jugado por una opción política que implica la destrucción de lo que es el Ecuador. Usted quiere construir una sociedad “a imagen y semejanza de la clase trabajadora”. Usted se burla del progresismo (¿se debe entender el Socialismo del Siglo XXI?) y piensa que esa corriente se eclipsó “como fenómenos de carácter continental”. Usted vive en el mundo de las ideas poblado por teóricos como Rosa Luxemburgo, Antonio Gramsci, Zizek, Michel Foucault, Sun Tzu… No lo lea como señal de racismo (un lugar común usado, ante cualquier crítica, por amigos suyos), pero cuesta ver en qué parte del libro está Usted. Está su gente. Esas comunidades para las cuales, y desde siempre, el país requiere crear una suerte de plan Marshall criollo.
Su libro, don Leonidas, es una tesis teórica, hecha por intelectuales fríos como lo fueron Marx, Engels, Lenin o Rosa Luxemburgo que Usted cita. Intelectuales profesionales de la revolución, persuadidos de albergar la conciencia de la historia y de ser los ideólogos, los guías, la vanguardia de masas desgraciadas. Seres impávidos ante la violencia porque creen, repitiendo a un líder socialista ecuatoriano, que “la violencia contra los que oprimen masas enteras de trabajadores (…) nunca, jamás puede ser mala. Esta violencia es sagrada”. Por eso critican la dirigencia de octubre que no previó, dicen, mejores mecanismos de autodefensa… Dicho de otra manera, ustedes militan porque la próxima vez esas masas de indígenas y jóvenes salgan a la calle mejor armados.
La frialdad, el lirismo revolucionario, su certeza de que para construir su proyecto político hay que destruir (y destruir en este caso no es un verbo metafórico) la sociedad imperante, hiela la sangre. Porque no basta, como hacen Usted y el señor Jaime Vargas, con echar la culpa de la violencia al Estado. Usted habla, con sus amigos, de usar la violencia, de destruir lo que a bien tengan, para conseguir un objetivo político: la revolución.
No impresiona solamente leerlo. Causa estupor que Usted y los coautores del libro no digan de qué revolución se trata. Porque ustedes no están descubriendo nada. Y aquellos que han estudiado las revoluciones (la rusa, la china, la albanesa, la cubana, la de los Jémeres Rojos en Camboya…) saben que, ante los fracasos y los genocidios, no hay espacio para lirismos y entusiasmos ilusos.
¿Cuál es su revolución, don Leonidas? Aquí al lado, en Colombia, todavía hay grupos que, para conducir a los colombianos al paraíso, destruyen puentes y oleoductos, vuelan torres eléctricas, secuestran, extorsionan y matan porque la vida de los otros vale mucho, pero muchísimo menos que la de ellos. ¿Quiere Usted eso para Ecuador? ¿Quiere Usted muertos y heridos, parte de las escuálidas instalaciones del país destruidas y una división fratricida entre mestizos e indígenas? Y no diga, don Leonidas, que se trata de una exageración. Cuando se preconiza la revolución, cuando se quiere destruir los mecanismos de convivencia que existen en el país, cuando se atiza la ira popular y se convierte en fundamento material para usar la violencia, se está a un paso de lo inevitable.
Nadie niega las causas que hacen de Usted un líder indígena, pero no solo a Usted preocupa el destino de los suyos y del país. Y Usted es uno de los responsables de octubre. Y en su libro se queja de que esa demostración de violencia e irracionalidad no desembocó en una revolución verdadera. Que por supuesto Usted sigue preparando como si se tratara de una fiesta.
Atentamente, JH
Foto: El Telégrafo.
Esta carta se publicó ayer, 1 de Nov., en el boletín dominical de 4P. Si desea recibirlo, suscríbase por favor aquí: GPS4P.
La mayoría de ciudadanos tenemos la impotencia de ver un paìs corrupto donde vemos que cada vez el pais se va acabando, donde todos estamos cada vez mas separados y no estamos viendo por un pais que crezca que se libere de la corrupción, cada vez se ve mas maltrato, injusticia, mentiras sobre los lideres mas altos , ya no se sabe en que creer, nosotros como ciudadanos necesitamos un pais justo y sin mentiras
Realmente es alarmante como personas que deberían estar pensando como resolver los graves problemas que tiene nuestro país, como consecuencia de los malos gobiernos, los malos políticos, los malos empresarios y las calamidades de la naturaleza y la salud nos plantean un sistema comunista, altamente beligerante, racista como solución, esta gente se quedo en el tiempo,con ideas caducas, que ya se implementaron en otras sociedades, con los resultados que ya todos conocemos, la solución a los problemas es tener dirigentes y gobernantes de primera que sepan interpretar las verdaderas necesidades del pueblo y sus soluciones, dentro de un margen de respeto, libertad y democracia, eliminando movimientos y partidos políticos que se activan exclusivamente para las elecciones
Al parecer cualquier persona que está en el mando vela siempre por su bienestar y no por los demás, así como lo demostraron Iza y Vargas que un día dicen una cosa y al otro se retractan y hacen otra representando un peligro para el pueblo ya que demuestran tener doble cara. Personas como esas tratan de lavarse las manos diciendo que todo el atentado que se manifestaron en Octubre del 2019 fueron todas realizadas por personas que se infiltraron , ya que ellos lo único que querían era actuar para el bien del pueblo, pero envés de eso perjudicaron a personas inocentes y destruyeron nuestro hermoso país, aunque no deberíamos irnos más allá el principal culpable es el gobierno al no poder manejar de una manera correcta al Ecuador ayudando a que la economía del país mejore y no empeore que es lo que el gobierno esta haciendo. El Ecuador nos pertenece y por ello todos deberíamos como buenos ecuatorianos armarnos de valor y tratar de defender todo lo que hemos logrado a través de los años y poder así seguir avanzando como país y no dejar que el país decaiga cada día más. Pero lamentablemente la realidad es otra ya que el país carece de principios morales por lo que es fácil que cualquier persona cree tener dominio para poder liderar a otros bajo sus influencias o bajo su conveniencia.
Leonidas IZA habla kichua y reclama que todo el Ecuador le pertenece por derechos ancestrales.
Que se vaya a reclamar al PERU, alla están sus ancestros. No hay constancia escrita previa a la llegada de los españoles, de los pueblos que por aqui pasaron o habitaron, solo queda el idioma kichua que trajeron los INCAS.
Si IZA cree que es desciende de pueblos previos a la llegada española, estos son los incas.
Asi que IZA esta reclamando en el pías equivocado
Iza y Vargas son en realidad un peligro latente para la sociedad ecuatoriana. Si el gobierno ecuatoriano liderado por el Lcdo. Moreno actuara como la ley lo dispone, este par de mamarrachos terroristas deberían estar en la cárcel pagando por todo el daño que en octubre del 2019 causaron a muchas familias en sus pequeños negocios, a grandes empresas que proveen de trabajo a muchos “indígenas”, la quema del edifico de la contraloría, destrucción de calles y plazas de la ciudad de Quito, secuestro de ciudadanos, y una serie más de actos criminales que están penados por la ley pero que gracias al timorato y muy calculador gobierno que tenemos, estos dementes se ríen de la justicia y siguen amenazando a los más del 93% de ciudadanos del país que nos somos “indígenas”.
Ojalá algún rato este par de tarados sean detenidos y se pudran en la cárcel.
estos corruptos falsos dirigentes indígenas han vivido de la corrupción delincuencia desde los gobierno de Guitierres Corea Glass, su violencia terrorismo contra los ecuatorianos no debe ser permitida..
Iza y Vargas no son ni serán inocentes
Los dirigentes “indígenas” en su comparecencia ante la justicia han manifestado que no son responsables de lo que ocurrió en octubre, porque lo único que hicieron fue responder al mandato del pueblo. Pero ¿de cuál pueblo? ¿de un pueblo de gente irresponsable?; dirigidos por “activistas” disfrazados de indios, alejados de la ley y el orden al servicio de la turba correista que saqueo miles de millones de dólares del estado ecuatoriano, con ínfulas de dar un golpe de Estado,
No señores, felizmente los 17 millones de gente digna y honesta de este hermoso Ecuador, si tenemos memoria y los hechos de sabotaje, de terror y odio perpetrados por un grupúsculo de desadaptados, están gravados por las autoridades; por lo que, ni siquiera merecen investigarse,
El buen nombre de las autoridades, en defensa de la moral pública, la seguridad de la sociedad y de los bienes del Estado, está llamada a aplicar todo el peso de la Ley a los autores, cómplices y encubridores. comandados por Varga e Iza, en la destrucción de la Capital de la Republica,
Dra. Diana Salazar. Usted, por su valentía y honestidad, ya tiene un lugarcito en el corazón de 17 millones de ecuatorianos dignos. Esos grupúsculos de terroristas, por su crueldad, deben ocupar el lugar que les corresponde. ¡LA CÁRCEL!
Ecuatorianos; Imaginémonos por un instante, una vez más, a este bello Ecuador en manos de la narco guerrilla al servicio del reo Correa.
Interesante el articulo. Como el analisis, asi como la critica y sobretodo, que reconoce las diefrencias sociales existentes en nuestra patria. Pero que da debiendo, SU RECOMENDACION, SU SALIDA, SU PROYECTO COMO ECUATORIANO
Espero que no sea mantener el status, mantener a los indios en el paramo. Bueno, espero su respuesta
Da pena leer su interpretación del conflicto en Colombia, cuando Uribe está andando libre de nuevo… por supuesto, como bien se lee en la carta, acá las clases medias y altas “mestizas” tiemblan después de haber marginalizado y reprimido a los pobres, campesinos e indígenas durante tanto tiempo.
¿Usted habla por los miles de víctimas de la violencia causada por la guerrilla que dio paso a los paramilitares que fueron igual de sanguinarios?