/

Frecuencias: Moreno repite las prácticas de Correa y otros

lectura de 9 minutos

En abril del 2019 Contraloría emitió un informe en el que observaba que el proceso de concesión de radio y televisión durante el correato había violentado la ley y que había favorecido la concentración de medios en manos de los amigos del gobierno, por lo que se abrió un nuevo proceso de licitación. Sin embargo, al hacerse ese nuevo proceso, en la administración de Lenin Moreno, aparentemente se consolidó la misma estructura monopólica. 4p. conversó sobre este tema con César Ricaurte director de Fundamedios.

El reciente informe de Fundamedios sobre la concentración de frecuencias prueba que, finalmente, el Conartel, en vez de cumplir con lo que había determinado la Contraloría, repuso las irregularidades que la Contraloría había señalado. ¿Es así?
Sí, correcto. A lo menos en los temas de concentración de medios es lo mismo que Contraloría encontró en su informe de 2018 y que ya había encontrado en un informe que había hecho en 2007. En otras palabras, la situación sigue siendo exactamente la misma, pese a todos los informes, el discurso de Correa sobre la democratización, los ataques de Correa sobre los grandes monopolios mediáticos, etc. Al final, lo que han hecho es propiciar la concentración mediática. La diferencia es que favorecen a grupos empresariales amigos del gobierno.

Estamos hablando de que el morenismo ha continuado la política seguida por el correato.
Básicamente es lo mismo, no hay ninguna diferencia sustancial en temas de frecuencias.

¿En el informe de Fundamedios se determinó, al igual que en el de Contraloría, que el morenismo benefició a los tres grupos que también benefició el gobierno de Correa?
Correcto. Nosotros hemos investigado el de González y el de Yunda. El de Lenin Andrade suponemos que sigue exactamente igual. Además hay algo que sí es bueno señalar: si bien se ha detectado a estos tres grupos, indudablemente existen otros.

Pero vayamos a la investigación de Fundamedios: en el caso de los grupos del fantasma González y de Jorge Yunda, ¿se habla del mismo volumen de frecuencias repartidas?
En el caso del fantasma González sí, en el de Yunda también es el mismo volumen aunque, de hecho, hay un incremento. Yunda se ha expandido.

¿Cómo ha sido su modus operandi en este concurso?
Como hicieron aprobar en las reformas a la Ley de Comunicación una disposición por la cual los medios pueden tener hasta el 49% de capital extranjero (esto ya está en la ley de comunicación), González se descubrió más. En el concurso del 2016-17 estaba mucho más oculto: ahí apenas dabas con las empresas uruguayas que son las propietarias. En este concurso, las empresas compiten directamente por frecuencias. Se cuidaron mucho menos en ocultar ese capital extranjero en sus empresas. Vas al Uruguay y ves quiénes son los verdaderos propietarios y todos son gente relacionada con el Fantasma, testaferros directamente o familiares.

¿Cómo explicas que la política del gobierno Moreno haya sido igual a la de Correa cuando, a partir del informe de Contraloría que tumbó un concurso amañado de frecuencias, se programó otro y se prometió proceder en derecho? Eso fue lo que dijeron Moreno y Andrés Michelena.
Así es. Históricamente el patrón ha sido: favores políticos. Es decir, reparto de frecuencias como pago de favores. En la distribución de frecuencias de los años 90 eso es lo que ocurrió: entregar frecuencias a los diputados para que voten determinadas leyes o incluso juicios políticos a favor del gobierno de turno. Eso ha pasado a lo largo de estos años. El correísmo es lo mismo. Ahí se consolida el imperio mediático de Yunda. Él invirtió en la campaña de Correa, le dio tarima, grupos musicales, amplificación, etc. En pago, Correa le dio la presidencia del Conatel y, a partir de eso, Yunda empieza a acumular frecuencias.
En el caso del Fantasma lo que vemos es que desde finales de los años ochenta llega al Ecuador, tiene el canal RTS, 4 de Guayaquil y 5 de Quito, y desde ahí su modus operandi es igual: intercambiar favores políticos con los gobiernos de turno. Lo novedoso en este caso es que entre el 2011 y el 2014 hay también pagos. Es decir, Contraloría en el mismo informe del 2007 y 2008, hace observaciones al tema concentración, a cómo se ha venido concesionando frecuencias, etc. Ya estaban entonces observados los medios del fantasma González y encontramos documentos de su grupo en los cuales se señala que han estado pagando aproximadamente 30 mil dólares por cada frecuencia que les arreglan. Pagan a ministros y funcionarios. ¿Qué está pasando actualmente? No tengo las pruebas para decirte que hay sobornos o favores políticos. Pero  acuérdate que Christian Zurita sacó en los INA Papers que Carlos Mantilla (director de El Comercio ndlr) visitó a Lenín Moreno en Ginebra como emisario del Fantasma con Carlos Lorefice Lynch. Y Lorefice se pelea luego con el Fantasma y tienen un juicio en Delaware y ahí es donde se pueden obtener muchos documentos que revelan cómo han estado manejando los medios en el Ecuador, entre otros países.

¿Cómo pudo un jefe de troles del correísmo, Roberto Wohlgemuth, hacer parte de la veeduría del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, en un concurso en el que, se suponía, que las cosas iban a hacerse conforme a derecho?
Recuerda que yo estuve en la veeduría y renuncié cuando llegó Wohlgemuth porque me pareció impresentable que él esté ahí. ¿Cómo vi que funcionan las famosas veedurías del CPCCS? Básicamente es un reparto entre los consejeros y la veeduría de frecuencias le dieron a un consejero correísta, Juan Javier Dávalos. En este caso, el correísmo quería hacer doble check. No le basta tener el control interno de Arcotel donde, como en toda la administración pública, sigue teniendo funcionarios que le responden: querían también tener esta veeduría para asegurarse de que gente suya fuera favorecida en este nuevo reparto de frecuencias.

El balance final de Fundamedios en este caso es desesperanzador. Porque, a pesar del informe de la Contraloría, de un nuevo concurso, de una supuesta veeduría, se volvió en el morenismo a lo mismo que ocurrió con el correísmo.
La diferencia de este concurso, diferencia que ha recalcado Michelena, es que se quiso arreglar los problemas de precariedad que tenían muchos radiodifusores golpeados por el correísmo (Radio visión, Gonzalo Rosero…). El concurso, de alguna forma, favorece a los radiosifusores antiguos. Pero ahí hay de todo: gente honorable, que se ha fajado y una serie de oportunistas que estuvieron e hicieron negocios con Correa y ahora son paladines de la libertad de expresión. Hay correístas reciclados que están obteniendo frecuencias. Están los grupos que consolidan su poder y juegan al ritmo de cada gobierno. Hay una serie de pequeños concursantes que participaron de buena fe y, hemos encontrado, han sido perjudicados. Les hicieron trampa.

En los hechos, ¿se conserva el statu quo que hubo con Correa, con grupos que concentran, acaparan y mantienen sus frecuencias?
Exacto. Lo que interesaba a los radiodifusores históricos era arreglar su situación porque durante más de una década han estado en el aire, operando con títulos temporales. ¡Qué bueno que se arregle eso! Pero el grueso del concurso es lo que tú señalas: favorecer el statu quo, repetir las prácticas del correísmo y de cómo se ha venido manejando las frecuencias históricamente en el país, sin transparencia, como un botín político, incluso como campo de intercambio de favores económicos, etc.
La industria de la radio y la Tv. en el país, en cuanto frecuencias, lamentablemente se ha manejado de una forma impresentable. Y ese no es un sector económico cualquiera porque, además, trabaja con un derecho humano fundamental que es el la libertad de expresión.

Foto PlanV

Este entrevista se publicó ayer, 22 de noviembre, en el boletín dominical de 4P. Si desea recibirlo, suscríbase por favor gratuitamente aquí: GPS4P.

2 Comments

  1. El modus operandi una vez más se repite pero, ¿Qué estábamos esperando? Lenin Moreno estuvo en el correísmo, participo de el al igual lucro del mismo, la idea principal del gobierno actual era llevar el partido político antiguo solo con el cambio del principal, desde el primer momento en el que Lenin Moreno estuvo al frente sabíamos que usaría las mismas artimañas que se le habían enseñado.
    La única diferencia entre Correa y Moreno, es la capacidad para ocultar las cosas, creo yo que Correa es mucho más astuto para el engaño razón por la cual hasta el día de hoy existen personas que defienden su partido por sobre cualquier otro, quizá los mismos favores con los que el conseguía lo que quería son motivo de cariño hacia el. En todo momento se hizo visible el crecimiento de aquellos que apoyaron a correa, eran solo aquellos medios de comunicación los que estaban de su lado quienes podían seguir dando “la noticia actual” siempre maquillando la información y haciendo notar como si el gobierno estuviera actuando y todo lo que pasara lo fuera su culpa, pero no debemos olvidar las millones de injusticias y persecuciones que se vivió en ese periodo por la famosa “libertad de expresión” derecho que se nos arrebato, se nos silencio y muchos hasta desaparecieron por no seguir ordenes.
    Hasta cuando la política seguirá siendo tan mediocre que llegue a utilizar artimañas tan bajas como la compra de los medios de comunicación mientras hunde aquellos medios que intentan hacer bien su trabajo, como país estamos siendo una sociedad silenciada, mal informada y sabemos solo lo que el gobierno quiere que sepamos.

  2. ¿Y “la cirugía mayor a la corrupción”? El país con lepra, se cae a pedazos; no le queda un área sana. El “lleve” se ha convertido en su emblema; el que no lleva es pendejo, como el ciudadano humilde que no puede esquivar los impuestos que alimentan al monstruo vigoroso de la corrupción, al que no le han atinado ni un tingazo. Hace falta un Hércules para que aniquile a esta hidra de cuarenta (¿sólo las de Alí Babá?) cabezas.

Comments are closed.