El debate sobre la actividad de los medios no es un ejercicio común en los medios. Primero por aquel adagio, conveniente al espíritu de cuerpo, que entre bomberos no se pisan la manguera. Y segundo porque, quien propone una reflexión queda en la penosa posición de dador de lecciones… Sin embargo, y en aras del necesario debate, se podría pensar que la reflexión es una autorreflexión que no desemboca en consejos sino en preguntas.
La prensa en el país salió muy mal herida de los 10 años de correísmo. Toda. En dos campos que son esenciales para el ella. El negocio y el horizonte editorial. Sin ingresos, no se hace buen periodismo porque hacer buen periodismo acarrea muchos costos. Y el campo editorial porque el periodismo no se desarrolló durante el correísmo: se dedicó a sobrevivir ante un poder que buscó con sus ataques, la ley, sus inquisidores y sus jueces, eliminar los medios de comunicación. No se trató, entonces, como mentirosamente quiso hacer creer Correa, de mejorar la calidad del periodismo sino en convertirlo en torre repetidora del relato oficial.
Para cambiar, los medios debieron haber tenido condiciones normales para poder pensar en su función en esta sociedad altamente compleja, poco acostumbrada a la incertidumbre -el mayor rasgo de la contemporaneidad- y cuyos ciudadanos -narcisos y consumidores a pesar de todo- metidos en sus nichos privados tienen poco tiempo para lo público. Un país más conectado, donde proliferan canales y redes de comunicación, impone cambios fundamentales en los medios que perdieron sus públicos cautivos y también el papel de legitimadores de procesos que tuvieron en el pasado.
La prensa del país no pudo, entonces, encarar esta etapa que la pone ante una sociedad distinta y la explosión de nuevas tecnologías. Sobrevivió bajo el correísmo pero quedó con enormes pasivos, no solo económicos. Tiene una renovación atrasada y padece de una suerte de síndrome del tullido. Víctima de la persecución y de prácticas que oscilan entre la autocensura y los códigos del oficio que quiso implantar el aparato inquisidor del correísmo.
El periodismo que el correísmo quiso sembrar es inocuo. Una suma equilibrada de versiones en la cual el medio no tiene derecho a poner las conclusiones de sus investigaciones. Una tribuna en la cual se exhiben los protagonistas del poder sin que el medio pueda opinar. Y ese opinar iba entre comillas.
Lo curioso de todo esto es la forma cómo algunos medios se conducen con los candidatos correístas. Con las mismas pinzas que sus inquisidores quisieron que se les tratara. Andrés Arauz anda diciendo que quiere regalar mil millones de dólares en la primera semana a un millón de familias. Una compra infame de votos. Luego dice que quiere que el Estado pague la mitad de 450 mil empleos. Es decir, unos 6000 mil millones en los 4 años de gobierno. O regalar internet a todos los que no tienen: si se calcula por el número de hogares que carecen de conexión, alrededor de 2,3 millones, y sin agregar los costos que esto tendría en zonas rurales, esto sumaría unos 4.900 millones de dólares en cuatro años…
Es decir, si se suman solo tres promesas hechas en una sola entrevista, Arauz incrementaría de casi doce mil millones los gastos del Estado. Arauz es quizá el mayor populista de esta elección, pero no es el único. ¿Se debe dar el mismo tratamiento periodístico a aquellos candidatos que despedazan el Estado buscando votos y aquellos, más sensatos, que tienen en cuenta la quiebra de las finanzas públicas? ¿Pueden los medios tratar al correísmo como si el país no hubiera padecido de sus políticas y del asalto a las libertades públicas? ¿Pueden permitir que sus candidatos mientan y servirles de antena repetidora, cuando basta revisar lo que prometen contra lo que hicieron? ¿En aras de qué deontología, pueden jugar a ser tontos útiles? ¿No basta con lo que vivió el país y padeció la prensa para volver a creer, sin llamar en auxilio a la memoria, los mismos cantos de sirena?
Aquí no se trata de hacer anticorreísmo o de tomar partido por un candidato: se trata de defender el marco democrático y el ecosistema de valores y libertades necesarios para que el periodismo pueda tratar de recuperar la década que perdió y responda a las necesidades de sus audiencias que hoy, como nunca, en un país que enfrenta algunas crisis, requieren volcarse más hacia el interés general.
Fotomontaje: 4P.
En plenas elecciones, los medios tienen que seguir proporcionandonos transparencia, panas. Suficiente tenemos con los correistas postulandose al poder.
Digo lo mismo desde hace tiempo. Si yo fuera presidente, el primer decreto que haría sería suspender toda publicidad oficial, de esa manera, todos saben que del estado no vivirán y hablarán lo que tengan que hablar.
También hay que quitarse las caretas, en Guayaquil, al Universo y al Expreso, solo falta que en su redacción aparezca el logo del municipio.
Hoy nos enteramos, con unas pocas palabras perdidas en una página entera de El Universo, que la famosa Aerovia, tendrá una para de mantenimiento anual entre 10 y 15 días !!!
Imaginen que Quito suspenda el metro 15 días para mantenimiento, a Yunda lo tirarán por la ventana. Donde existen aerovías, son para turismo, no para uso diario.
Y vivan la realidad, nuestro periodismo hace de muchas cosas, menos investigación de la verdad, se limita a recoger declaraciones de funcionarios públicos y “expertos” que casi siempre son ex-funcionarios públicos. Nunca he visto un caso de crónica roja aclarado por la curiosidad de un periodista.
New York times. “No somos racistas. Es solo que no nos gustan los pobres”.La crisis del covid 19 ha desnudado la hipocresía de Ecuador ante la pobreza y desatado un pulso entre costeños,serranos e indios y solidaridad que definirá el país que seremos por décadas.
El campo, la región más pobre y aislada de Ecuador, vive entre la pobreza y la miseria . Pocas veces un lugar ha servido mejor de laboratorio de las contradicciones, hipocresías e intereses detrás del debate por captar el poder. O de las dificultades que esperan los ecuatorianos que debería emerger de la crisis. Esto es, la que no cambia en el diario vivir.
¿Es realmente el virus la causa de este atraso? ¿O, más bien, la corrupción, el caciquismo y la ausencia de visión política?
La crisis se utiliza para explotar una segunda falacia según la cual la libertad, mal entendida, pone en riesgo los empleos ,una teoría abrazada por algunos políticos.
A todos los candidatos con diarrea verbal, hay que ponerles un corcho y punto! Ya basta de tanta mentira y populismo barato…
Estupendo comentario José Hernández. Como en él mencionas, “Sin ingresos, no se hace buen periodismo porque hacer buen periodismo acarrea muchos costos. Y el campo editorial porque el periodismo no se desarrolló durante el correísmo: se dedicó a sobrevivir ante un poder que buscó con sus ataques, la ley, sus inquisidores y sus jueces, eliminar los medios de comunicación. No se trató, entonces, como mentirosamente quiso hacer creer Correa, de mejorar la calidad del periodismo sino en convertirlo en torre repetidora del relato oficial.”
Sin ninguna duda hay que defender la democracia y las libertades y valores necesarios para que el periodismo pueda tratar de recuperar la década perdida y responda a la audiencia, en un Ecuador que enfrenta muchas crisis, y que necesita estar informado con un periodismo veraz.
Sin duda hay que exigir tranparencia y acceso a la información para llevar a cabo con éxito el proyecto democrático de Ecuador.
José. Felicitaciones, excelente su exposición en Radio Quito ayer 18/12/20 a las 17:30 . Debo manifestarle que su artículo del 26/08/20 ¿ Que hace tanto delincuente en la papeleta
electoral ?. Tiene tanta vigencia hoy y continuará por mucho tiempo. Saludos.
Es claro que durante el proceso electoral los medios deben de ser de igual manera transparente y dar la información verídica, no podemos permitir que esto nuble nuestro juicio, ya que de igual manera debemos de tener criterio y no dejarnos llevar por los medios que se han comprado para beneficiar a mudos como Correa o Arauz.
El periodismo es el que nos da a conocer todas las propuestas de los candidatos, ahí nosotros como pueblo ecuatoriano podemos decidir por quién votar, sabemos que las propuestas muchas veces no tienen fundamentos o carecen de transparencia como las de los correistas.
A mi me parece un comentario acertado, el periodismo debe ser un cedaso dónde filtre la capacidad y calidad del candidato, no puede aceptar como verdades las propuestas que hacen, sino escudriñar cómo, cuándo y de dónde van a lograr que sean realizables sus ofertas. Y esto es para todos los candidatos, no sólo para los que no sean de su agrado.
Los mismos periodistas deberían crear un comité de ética. Difícil de escoger los miembros. Pero deben ser periodistas con trayectoria incuestionable. Es la única manera de saber a quien oír con objetividad.
Totalmente de acuerdo con su comentario Jose. Que pena que la prensa escrita, y hablada del pais no se acuerde de todo lo que el Correismo les hizo. Deberian todos unidos, periodicos, radio, TV e internet cada dia desenmascarar las estupideces que el correismo dice y ofrece. Es su deber de manera gratuita publicar cada dia las ridiculeces que dicen los candidatos del Correismo y asi lograr que el pueblo se entere claramente de como los delincuentes del Correismo quieren volver a seguir robando y llevar al pais a ser otra Venezuela mas.
Me da la impresión de que es un análisis muy pesimista que prácticamente deja en la nada el trabajo que ha ejercido el periodismo en estos últimos años. No estoy de acuerdo. Primero porque los medios a pesar de la presión y el ataque del poder correista si pudieron sobrevivir, de alguna manera. Por supuesto que no pudieron ejercer el mismo trabajo de investigación que antes hacían. Era imposible, ademas, porque recordemos que el correismo tenia una superintendencia de vigilancia. Pero aun asi sobrevivieron medios como Ecuavisa y Teleamazonas, y la mayor parte del análisis se volcó a los medios digitales.
Muchas de las denuncias de corrupción del correismo vinieron de la prensa extranjera y de periodistas y activistas locales que nunca dejaron de hacer su trabajo. Los últimos 4 años la situación ha mejorado pero esta lejos de ser la que era antes, y peor aun con la pandemia.
Pero algo si esta claro, el periodismo y las iniciativas ciudadanas que denuncian la corrupción y el uso desmedido de poder nunca van a desaparecer porque esencialmente todos los ciudadanos son libres, tienen una condición natural inalienable que los capacita para enfrentarse a cualquier poder absoluto. En estos últimos años hemos visto ejemplos de sobra. El ataque correista a las instalaciones de Teleamazonas, el ataque de los indios a periodistas, la investigación de corrupcion de investigadores libres e independientes que derivaron en el caso sobornos que condeno a Correa y la cupula mafiosa de su gobierno, las denuncias de explotación minera descontrolada que condujeron a operativos policiales y militares de ataque contra bandas criminales internacionales que estaban operando en el pais, etc, etc. Todos estos son ejemplos de que el Ecuador esta gobernado por poderes oscuros que desprecian y repudian la prensa libre e independiente que denuncia y expone públicamente su corrupción.
En otras palabras, se ha hecho mucho, y lo mas llamativo es que la propia ciudadanía esta tomando protagonismo en las redes, algo que es necesario para combatir las noticias falsas y malintencionadas. Incluso los medios ahora estan mas abiertos a compenetrarse con esta nueva tendencia de las redes. El único beneficiario sera la propia ciudadanía que esta obligada a ejercer control del poder usando todos los medios que tiene a disposición. Herramientas existen, voluntad es lo que falta.
El periodismo bueno informa en base a hechos y datos, investiga y descubre lo se quiere ocultar, analiza y orienta. También es la memoria de un pueblo desmemoriado. Idealmente no se vende a nadie, así se gana la confianza, la credibilidad y su sostenibilidad.
Es un camino que vale la pena intentarlo, sabiendo que todo es susceptible de mejora.
Todo lo que se haga o diga para depurar lo público de tanta corrupción, mediocridad y engaño nunca estará fuera de lugar.
Deseo que 4pelagatos continúe sirviendo e iluminando el horizonte de nuestro país. Eso no ha sido ni será libre de criticas pero siempre será una necesidad.