/

¡Gracias negrito!

lectura de 4 minutos

Esta expresión de cariño tan común en nuestro país y en la región latinoamericana ha valido a Edison Cavani, delantero uruguayo que milita en el Manchester United, una suspensión de tres partidos y una multa de cien mil libras esterlinas, equivalente a 135,000 dólares. En días pasados, la Federación Inglesa de Fútbol le abrió un expediente sancionador por ir “en contra de las conductas que se esperan de los profesionales por hacer referencia al color, raza o etnia de origen”, cuando Cavani escribió un post en Instagram en el que llamaba “negrito” a un amigo.

Esta sanción ha causado una oleada de críticas y otras de apoyo al jugador. Al menos tres federaciones profesionales uruguayas y hasta la Academia Nacional de Letras de Uruguay ha salido en su defensa cuando se vio en la obligación de emitir un comunicado en el que explica el carácter cariñoso de los vocablos “negro” o “negrito” muy usado en nuestros países.

Pretender que la visión de la Federación Inglesa de Fútbol y de sus dirigentes, sobre el uso de expresiones sea un estándar para los futbolistas internacionales, descontextualizándolas de su intención y cultura, es un despropósito.

Pero más allá de este evento, percibimos un desencuentro cultural profundo y un nuevo afán de amalgamar la cultura universal desde la extrema corrección política, impuesta hoy por países desarrollados para purgar las antiguas culpas. Condenando a la sociedad contemporánea al uso de un lenguaje esterilizado por sus convencionalismos sociales.  ¿Borrando quizás con esto de los anales de la historia y del siglo 17 la fundación de la Real Compañía Africana entre otros eventos?

Sin duda el tema racial es hoy en día uno de los temas más delicados de la convivencia social, especialmente en países desarrollados. Estas sociedades experimentan de forma reciente una necesidad de amalgamarse, de fundirse y de atravesar rápidamente por el melting pot en que se han convertido las sociedades europeas.

En las capitales europeas, como Londres por ejemplo, cuesta trabajo distinguir sin la referencia arquitectónica, en qué país se encuentra uno. Una multitud de personas con rasgos asiáticos, hindúes, africanos, caribeños y latinoamericanos se mezclan con los residentes más antiguos de la ciudad. Esa es la realidad del mundo hoy, una sociedad multiétnica y multirracial que en muchos países recién comienza a reconocerse. Pero en las sociedades latinoamericanas mestizas como las nuestras, es un proceso en el cual llevamos siglos. Y avanzamos a nuevos procesos de asimilación con la identificación y preservación de identidades culturales diversas que se reconocen y que son parte de nuestro rico patrimonio cultural.

En nuestros países, mayoritariamente mestizos, este tipo de expresiones hacen parte de quiénes somos. No producen per se ninguna ofensa. La ofensa viene de la mano de la exclusión o la marginalidad a la que ciertos grupos han sido condenados, pero no del lenguaje. Así se vive en muchas familias esa mezcla, esa diversidad de forma natural y cotidiana lo cual es el rasgo característico de la sociedad mestiza. Todos tenemos  “de inga o de mandiga” se dice coloquialmente. Y en nuestras familias no falta el suco, el sambo, el negro, el gringo o el gato, como síntoma de esa diversidad y asimilación que ha llevado siglos.

Pero estos procesos de asimilación no se dan sin altas tensiones sociales y algunos choques culturales que toma tiempo digerir con base en la reeducación. Pero que al final se suceden naturalmente conforme avanzan las nuevas generaciones.

Incluso la industria del entretenimiento se hace eco de esto. Donde una nueva serie de Netflix Brigderton ha causado polémica al tomarse libertades creativas en el retrato de la sociedad londinense del siglo 18, en la cual la reina y miembros de la realeza son de raza negra, construyendo un nuevo imaginario como expresión de ese tránsito a la sociedad post racial.

Sin embargo la progresividad de los derechos y la tolerancia no deben darse a costa de nuestros cánones culturales. Donde no podamos decir sin preocupación un ¡“gracias negrito!”

María Amparo Albán es abogada y catedrática universitaria. 

7 Comments

  1. Buen artículo, es cierto hay casos como este en el que un intento superficial de ser políticamente correcto desemboca en gestos puramente cosméticos y muchas veces absurdos. Estas ridiculeces deben ser corregidas, y eso no significa que debamos rechazar completamente buenas causas progresistas como la tolerancia e igualdad de derechos

  2. Todo depende de quién y cómo lo diga. Si lo dice una mujer a su marido, de seguro es una manifestación de cariño. Además, queda entre ellos. Si lo dice un “blanco” al de piel morena, aunque sea su amigo, de echo, le está diciendo yo soy mejor que vos: la expresión es peyorativa, aunque esté camuflada. El problema del racismo es una tara que viene arrastrando la especie humana desde hace fu…; (desde que sintió en sí la potencia); por lo mismo, se ha inventado las razas, aunque la ciencia diga que no hay razas. Unos se sienten mejores que otros. Nos resistimos a creer que somos mestizos, que “no hay pureza de sangre”, en el mundo. Así, en nuestro país, alguien de alta posición en la Educación Superior (autoridad educativa, fíjense), dijo: “Qué cholo que está con ese fondo; Jesusito”, a un asambleísta. Luego justificó que no lo dijo a él sino al fondo de la pantalla. Bueno, hay colores (también) cholos en esa nueva escala cromática. Y, actualmente, en el ámbito politiquero, a un candidato le dicen que es estrella de “Choliwood”. Sería mejor calificar a las personas por su calidad humana y no por colores.

  3. Espero que la Federación Inglesa de Fútbol rectifique un error que claramente proviene de una posición etnocentrista y carente de toda sensibilidad intercultural. Llama la atención que una Federación que supuestamente promueve conductas profesionales y no discriminatorias entre sus jugadores, haga justamente lo contrario de lo que pregona, lo que indica falta de integridad. Es más, este incidente sugiere que probablemente al interior de dicha Federación las actitudes racistas campean.

  4. Miren todos Cavani le dijo “negrito” a un sujeto de manera cariñosa, vamos a cancelarlo y a sancionarlo para terminar con el racismo. (Léase con la voz más molesta y retrasada de que pueda imaginar).

  5. Por fin. Alguien escribio a favor de nuestra cultura. Este pronunciamiento deberia ser a nivel gobierno tanto Ecuatoriano como de la Organizacion de Estados Americanos.

  6. Esa gente es totalmente ignorante. Antes de sancionar por lo menos preguntar e investigar un poco.

Comments are closed.