La toma de posesión del nuevo presidente de los Estados Unidos exhibió el alcance y vigencia del meme como fenómeno cultural. Una imagen periférica de esa tarde se viralizó en el mundo para cobrar su propio sentido. Ya sea en Estados Unidos como en Ecuador, los memes ahora son sintomáticos de las narrativas del poder.
La pinta pirata de Paúl Carrasco.
“Nadie viste inocentemente”, dijo el semiólogo francés Roland Barthes sobre las decisiones que toma cada uno, o los criterios que sigue, al momento de vestirse. Un sujeto, quiera o no, se proyecta para la mirada ajena y conjuga un mensaje. ¿Cuál? Esa es la pregunta que han detonado muchos de los candidatos para quienes la espontaneidad ya no es una opción. Están sometidos al escrutinio público, la mirada atenta de las cámaras y las presiones de sus propias campañas. Aunque más de uno se ha distinguido por su sentido de la moda, el candidato por Juntos Podemos, Paúl Carrasco, ha llamado la atención por la evolución de su indumentaria y bisutería. Tras años de aparecer con terno y camisa, Carrasco ha optado por la pinta playera: cambió la corbata por variopintas pulseras de pepas con cintas de cuero, collares con figuras locales e imágenes religiosas. Este meme registra esos cambios con una audaz conclusión lógica: así como va, Carrasco va a terminar como el capitán Jack Sparrow de Piratas del Caribe, un colorido personaje de Disney cubierto de medallas, joyas, vinchas y rastas. Es un cuadro redentor: Carrasco, entre los últimos lugares de las encuestas y sin prospectos políticos a nivel nacional, al menos luce bien su pinta de pirata ficticio.
Andrés Arauz, demagogo estilo Simpsons
Andrés Arauz insiste en su promesa de regalar mil dólares a un millón de personas. Es, de hecho, su eje de campaña: una propuesta imposible que apela a la urgencia inmediata de los votantes. Arauz -quien, después de todo, es economista- debe entender las restricciones que impedirían que su gobierno acceda a los 8 mil millones del Banco Central con los que quiere financiar su propuesta. Pero promete esa plata de todas maneras, sin inmutarse y con la misma altisonancia con la que Correa confrontaba a quienes le cuestionaban. En eso se parece a Lionel Hutz, el abogado corrupto por excelencia de la serie Los Simpsons. En esta escena, Hutz ofrece una pizza a Marge Simpson por el “triunfo” (las comillas son importantes) de su esposo Homero en un juicio. Marge mira la oferta de Hutz y le recuerda que, de hecho, no ganaron el juicio. Hutz, sin dejar de sonreír, calma a Marge: “No importa, porque tampoco tengo una pizza”. Es la lógica impecable de la demagogia.
El deber de ciencia de Guillermo Lasso
Hacer girar la Virgen del Panecillo hacia el Sur: esa fue una de las propuestas que Guillermo Lasso lanzó frente a Jorge Yunda en un intento por ganar votos en la capital. Es una idea que le ganó más de una crítica y muchas burlas en redes sociales. Convertir a la Virgen del Panecillo en una máquina giratoria luce como un proyecto carísimo para parque de diversiones anacrónico, pero no como proyecto municipal. Además de poco realizable, la idea busca remediar desigualdades solamente en el ámbito de lo simbólico, como cualquier otro elefante blanco: a diferencia de otros monumentos que dan la espalda al mar o al monte, la Virgen del Panecillo da la espalda a toda la extensión del Sur de Quito. En una ciudad católica, la perspectiva de la virgen es visualmente hiriente, pero nada más. Este meme se mofa de la descabellada idea como propia de un proyecto de escuela. Muestra a un niño que supone ser Guillermo Lasso (viste incluso los colores de CREO) con la foto de la Virgen en un tríptico con más diagramas e indicaciones para su imposible proyecto. El niño sonríe: todavía no entiende la mala nota que le merecerá su idea.
El Ministro no sabe pedir disculpas
El ministro Zevallos fue denunciado este fin de semana en redes sociales (¡otra vez!) por aplicar vacunas a un centro geriátrico privado frente al Hospital de los Valles, donde, se ha dicho, estaban internados familiares suyos. Según las denuncias, las vacunas debieron dirigirse al Hospital Pablo Arturo Suárez, donde están la mayoría de pacientes con Covid, o a más postgradistas en primera línea de acción. El ministro se justificó diciendo que las vacunas se aplican independientemente de si los pacientes están en centros privados o públicos. Algunas de las declaraciones de Zevallos no le ayudaron mucho: confirmó que tenía familiares en el geriátrico privado y además dijo que la mayoría de postgradistas -muchos en primera línea- son jóvenes y pueden esperar al final de la primera fase de vacunación.
Este meme ubica al ministro en la misma posición que Francis Wilkerson, de la serie Malcolm in the Middle: el mayor de cuatro hijos en una familia de clase media que fue enviado al servicio militar por meter la pata una y otra y otra vez. El momento retratado en el meme muestra a Francis pidiendo disculpas y diciendo “que no lo volverá hacer” de la misma manera mientras solo cambia el fondo: una chica desnuda en su cuarto, una fiesta repleta de borrachos, un choque. En este caso, sin embargo, hasta las disculpas vacías de Francis lucen más aceptables que las justificaciones de Zevallos.
Las manoplas de Bernie Sanders
Si quedaba alguna duda de que el meme es el género de la generación, la fotografía de Bernie Sanders durante la toma de poder del presidente estadounidense Joe Biden fue una confirmación inequívoca. La imagen mostraba al social-demócrata Sanders, quien en las primarias demócratas fue contrincante y duro crítico de Biden, sentado en los graderíos con las piernas cruzadas, una gruesa e informal chaqueta, la mascarilla quirúrgica celeste dejando ver su mirada entrecerrada y dos enormes manoplas cafés cubriéndole las manos. Su expresión era la de siempre: un escepticismo cascarrabias y obstinado. Fue para el internet la imagen del evento. De inmediato se vio a Sanders en las películas de Star Wars, junto a Forrest Gump, perdido en las multitudes de los libros ilustrados de “¿Dónde está Waldo?” Le dedicaron textos el New York Times, la revista The New Yorker y muchos otros medios principales. La escritora Naomi Klein escribió sobre la cromática elegida para los protagonistas oficiales del evento: ‘Porque en un mar de mascarillas exquisitamente conjuntadas, las viejas y desgastadas manoplas de Bernie Sanders los eclipsaron a todos, convirtiéndose instantáneamente en la imagen del momento histórico que provocó más comentarios, alegría y confusión.” Un personaje que no logró conseguir la nominación de su partido trascendió la coyuntura política de su país, su propio discurso, como escribió Klein, no como alguien excluido en una fiesta, sino como alguien que no quiere unirse a ella, pero tiene que estar ahí. Es una conciencia cuidadosamente escéptica, no aguafiestas, que observa.
Foto: meme de Sanders
La asamblea no tiene moral para mandar a la casa a nadie.
son una sarta de asquerosos ineptos.,buenos para en robar y chantajear para lo que sirven.
50% de sus integrantes enjuiciados, con grilletes, con carnets de discapacitados, son el cáncer de la corrupción y de la impunidad.
Saludé con alegría en su día la llegada del señor Iván Ulchur como comentarista “pelagato” (primer línea de comentaristas en este portal). Pensaba que, tras la marcha de Roberto Aguilar hace ya años, hacía falta un columnista que apoyara a Hernández y Pallares en sus reflexiones y análisis sobre esta convulsa vida nacional. Por eso mi decepción ha sido grande: Iván Ulchur ha limitado sus artículos casi exclusivamente a enumerar memes de las redes sociales (como el de aquí arriba) y alguna incursión en la política internacional. Escaso bagaje para tanta expectativa como en mí despertó. Dicho todo esto con todo el reconocimiento hacia el mejor portal de opinión del Ecuador.
De todos el más peligroso es Arauz, es un demagogo de ligas mayores, cómo es posible que un supuesto economista quiera poner a circular 1000 millones empujando la demanda con una subida de precios. DE QUE AYUDA ESTA HABLANDO, AFECTANDO A TODO EL ESTADO CON INFLACIÓN.
Realmente loco, demagogo y desconectado de la realidad.
Pedir que un sinvergüenza pida disculpas es demasiado en este país que lleva 14 años indecencia y corrupción; el ministro de salud no renunciará ni así se lo pida el Papa, además ya mismo sale Moreno a darle su “respaldo”; no faltaba más entre caras de piedra, solamente la Asamblea Nacional podría mandarlo a su casa.
Lo que a uno le da coraje es que esta gente nos vea la cara de estúpidos cuando proclaman que las vacunas serán para los ubicados en la primera línea de la pandemia, esto es para médicos, enfermeras, personal hospitalario y de seguridad; pero en Ecuador la cosa es así: primera línea de vacunación, presidente y ministros, segunda línea, familiares, tercera línea, amigos, y lo que quede, será para los médicos y para el pueblo llano, será en un año (si hay billete).
Al ministro de salud no hay que pedirle la renuncia, hay que destituirlo, por bruuuto, pero me temo que Lenín no lo hará, porque es igual de…..(Origen correista, que se puede esperar!)