La elección del 7 de febrero reviste una dimensión histórica de repercusiones inimaginadas, que debe ser asumida por cada ciudadano con la responsabilidad que tal trascendencia reviste, pues, plantea elegir entre el retorno al populismo que destruye las economías y condena a los países a la eterna pobreza, o la gestión económica y fiscal responsable que conduzca al Ecuador por el sendero de la prosperidad.
El Banco Central es depositario de los dólares que le entrega el sistema financiero como reservas. Estos dólares son parte de los depósitos que las personas y empresas mantenemos en bancos y otras entidades financieras. También mantiene los dólares de las diversas instituciones del sector público financiero y no financiero a saber: Tesoro Nacional, IESS, ISSFA, ISSPOL, Municipios, Prefecturas, Juntas Parroquiales, empresas petroleras y otras, CFN, BIESS, y una variedad de instituciones públicas.
La llamada reserva internacional del Banco Central está conformada por los dólares que mantiene en sus cuentas más el oro físico que posee, y otros valores menores como los DEGs y posición en el FMI. Al 31 de enero de 2021, el total de tal reserva fue de $6.591 millones. Mientras, las reservas del sistema financiero en el Banco Central fueron de $7.909 millones, los depósitos del citado sector público alcanzaron los $5.013 millones y la emisión monetaria $79 millones.
Si el sistema financiero y las entidades de todo el sector público solicitaren al Banco Central todos los dólares que son suyos, el Banco Central debería tener $13.001 millones. Sin embargo, en su reserva internacional solo había $6.591 millones. Esto es, le faltaban $6.410 millones. La reserva internacional no cubre ni las reservas del sistema financiero. Por tanto, el Banco Central no tiene un solo dólar para cubrir los depósitos del Tesoro Nacional, IESS, GADs, BIESS y, en general, de todo el sector público.
En el entorno descrito, ofrecer regalar $1.000 dólares a un millón de personas, emitir dinero ficticio, entregar créditos y financiar otros gastos con la reserva internacional, significa confiscar los dólares que personas y empresas mantienen en los bancos. Tamaña insensatez alentaría el pánico de los ahorristas y posibles corridas bancarias. Se atentaría gravemente a la solidez del sistema financiero y la permanencia de la dolarización. Cabe mencionar que producir pánico económico tiene graves consecuencias legales. Más aún, en el supuesto que los pobres reciban $1.000, los gastarán de inmediato, luego estarán en la miseria como consecuencia de la destrucción económica y fiscal que producen políticas irresponsables.
El próximo gobierno recibirá un déficit fiscal de alrededor de $6.000 millones. Con las ofertas populistas de regalar dólares, internet gratuito para millones, la mitad del sueldo para millones y muchas otras irresponsables ofertas, el déficit fiscal podría superar los $10.000 millones. Al agregar $4.500 millones del pago de amortizaciones internas y externas, $3.000 millones de CETES, más de $2.000 millones de cuentas por pagar del presupuesto, las necesidades de financiamiento pueden superar los $20.000 millones. Para cubrir estas inmensas necesidades de financiamiento, la única solución populista será emitir moneda, esto es, desdolarizar la economía. Resultado: hiperinflación y miseria.
En 2020 la inversión total en la economía, pública y privada, se redujo en unos $6.000 millones. De $26.800 millones a $20.900 millones. En 2021 y años posteriores, recuperar el nivel de inversión de 2019, aún insuficiente para crecer, requerirá de grandes esfuerzos. El Ecuador necesita inversiones superiores a los $30.000 millones para que la economía crezca por encima del 5 % anual, nivel necesario para crear empleos y reducir la pobreza.
Utilizar las reservas internacionales y aumentar irresponsablemente el déficit público, traerán como consecuencia el incremento desproporcionado del riesgo país, ya elevado y cerca de los 1.200 puntos. Los capitales saldrán del país buscando refugios seguros. Las inversiones jamás anidarán en el Ecuador ante la inestabilidad económica y fiscal. El obvio resultado del nocivo y destructor populismo será la masificación de la miseria y pobreza, desempleo y subempleo. El caos permanente e ingobernabilidad serán lo cotidiano. Las nocivas expectativas inherentes al populismo son devastadoras para el fluir de la inversión.
El ejército de pobres que vive día a día mediante un arduo sacrificio, poco entiende de reservas internacionales, déficits fiscales, riesgo país, niveles de inversión. Son presa fácil de las seducciones populistas. Aunque también hay quienes sin rubor, cobijan el populismo mediante dogmáticas posiciones en contra de la derecha, o mezquinos intereses particulares y aversiones personales. En cambio: empresarios, sectores económicos, inversores y otros sectores informados, miden en estricta dimensión los costos del populismo y cuidan sus capitales. Buscan refugios seguros.
El populismo, nefasto recuerdo del anterior gobierno, es engendro de la mentira, el engaño, la doblez, el cinismo, la corrupción, el odio y polarización de la sociedad. Es la inclemente destrucción de la moral pública y valores sociales. El populismo masifica la pobreza para sus perversos fines de autoritaria perpetuación en el poder. Somete y obliga a los pobres a vender su dignidad por un mendrugo de pan.
El 7 de febrero será el punto de inflexión en la historia nacional: para definir nuestro destino como nación, para proscribir el populismo, para marcar el inicio del camino hacia la prosperidad con un voto responsable. No hacerlo, será condenar al Ecuador a la perpetua miseria y subdesarrollo.
Jaime Carrera es economista.
entendiendo al populismo «como liderazgos personalistas que son capaces no solo de movilizar a una gran cantidad de votantes que no tienen vinculaciones entre sí, sino también de montar una maquinaria electoral con escasa institucionalidad que es dirigida por el líder personalista en cuestión>> tanto Araúz como Lasso son populistas, igual de peligrosos, porque piensan en función de persona y su grupo de amigos, no de las instituciones, reglas y parámetros de funcionamiento que deben regir el Estado, menos de la necesidad de la mayoría.
Independientemente de quien llegue, tenemos un panorama difícil, este tipo de artículos profundizan el sesgo y el miedo que se supone quieren evitar.
Se debería llamar a la calma y profundizar en las instituciones, en el compromiso de todos como Estado a respetar y hacer respetar las reglas que nos rigen.
Qué lástima, el pueblo acaba de escoger el camino de la destrucción.
Los ecuatorianos tenemos la responsabilidad historica el proximo domingo de demostrar al mundo que hemos madurado políticamente y a mas de usar el alcohol la mascarilla y el distanciamiento social, vamos a utilizar el cerebro para elegir acertadamente.
El domingo 7 de febrero, será histórico para el País, y crucial para decidir el futuro de los Ecuatorianos, solamente con el voto consciente y responsable de cada uno de nosotros, se decidirá el destino del País, queremos que nos sigan robando y vivir en la pobreza?, o queremos cambiar por el desarrollo y la estabilidad?,….. pregunto.
Los tres adjetivos con los cuales puedo calificar a cualquier populista y avetururo son:MEZQUINO,MISERABLE Y RUIN.El pueblo ecuatoriano,noble,generoso y emprendedor no merece otro periodo de cinismo,mentiras y abusos desde el pináculo del poder ejecutivo. Huyendo a la realidad,muchos verdugos del pueblo salieron forrados de dinero.”El que siembra vientos cosecha tempestades”Alcemos la mirada,empecemos de nuevo,volvamos a montar al país en los rieles del respeto,del progreso, del derecho e integridad;dejemos atrás esa etapa del atropello, arrogancia y mentiras.
Fue JUNIUS quien setenció: ” la integridasd del hombre se mide por su conducta no por sus profesiones”
Quienes somos los culpables, de que la masa de indigentes aumenten día a día en todo el territorio? Somos nosotros la clase media y los empresarios. Que por vanidad e inconciencia, dejamos crecer sin control el hambre y la miseria en todo el país.
Por que la clase media y los empresarios?. Porque academicamente tuvimos mejores oportunidades laborales, sociales y culturales. Siendo priviligiados, fuimos apáticos con el dolor del más vulnerable. Nos acomodamos a cualquier partido político, con tal de sacar tajada del estado.
Esto fué el caldo de cultivo, para que el populismo se sienta a sus anchas y crezca sin límites, en los estratos más pobres de nuestra sociedad.
No es cuestión del mensajero, que puede ser cualquiera. El mensaje del hambre y la miseria está regado en todo nuestro país.
Como acabar con el populismo? Dificil, pero no imposible. Hay que generar empatía con el prójimo,solidaridad, que la bondad sea nuestra meta diaria, que la indolencia se aleje de nuestros corazones. En conclusión dejemos de hablar y actuemos.
Esta y muchas elecciones vendrán, pero si nó corregimos a tiempo, nuestra indolencia, tendremos ilusionistas, cada vez más preparados, que se llevarán el santo y la limosna, que ya no se llamará corrupción, sino negocio entre privados.
Totalmente de acuerdo!!!
No se porqué le dan tanta importancia al tal Arauz, el correlato es finado buitre.
La denominada derecha va a posesionarse en el gobierno y está vez hacer las cosas bien, lo suficiente para que se establezca la tendencia y no darle la oportunidad al populismo, como ha sido tradición, se han turnado.
Valga la oportunidad para sugerir el uso del potencial colectivo en la organización social, puede ser organizando periódicas olimpiadas nacionales de talento, nuevas fuentes de trabajo, poemas, propuestas, teorías, etc., u otras posibilidades de utilizar el potencial colectivo, el mejor recurso natural que disponemos para salir de este estado de oscurantismo y subdesarrollo al fin. Cordiales saludos.
Galo Vasquez
Si hay alto ausentismo, anulan el voto o emocionalmente votan por el LELO por el histriónico populismo correísta, hecho propaganda, que han desplegado, se alienta a que Ecuador fracase y entre en la via de convertirse en otra Venezuela. Un infierno nos esperaría.