Lo notable del resultado electoral de Yaku Pérez no es únicamente que es el candidato indígena que más votación ha tenido en la historia del país, sino que lo haya logrado con el abierto boicot de una parte importante de la dirigencia de la organización que sustenta al movimiento: la CONAIE.
Los resultados del domingo son un bofetón al liderazgo de al menos dos dirigentes de la CONAIE que fueron las figuras centrales de las protestas y toma de Quito en octubre del 2019: Jaime Vargas, presidente del organismo y Leonidas Iza, vicepresidente e importante dirigente indígena de Cotopaxi. Desde el inicio, Vargas e Iza se opusieron a que Yaku Pérez sea el candidato presidencial. Según la visión política de estos dos dirigentes, participar en elecciones es una forma de hacer el juego al capitalismo burgués y para ellos Pérez siempre fue un comodín de la derecha. Ambos, pero sobre todo Iza, son parte de la corriente llamada mariateguista del movimiento indígena, que cree que hay que hacer la revolución para destruir las bases del estado capitalista y no ser parte del sistema.
En realidad, tan pronto como Pérez fue nominado a candidatura presidencial por Pachakutik, tanto Iza como Vargas trataron de torpedear la iniciativa. En agosto del 2020, un Consejo Ampliado de la Conaie convocado por Vargas resolvió dejar sin efecto las resoluciones de Pachakutik, en las que se lo había nombrado candidato. Lo hicieron incluso con un comunicado que fue publicado en redes sociales. Cuando vieron que ya no podían hacer nada, pidieron a Pachakutik que como primer candidato a asambleísta nacional pongan a Vargas en lugar de Salvador Quishpe que ya estaba inscrito. Quishpe no quiso renunciar a su nominación y Vargas se quedó sin pan ni pedazo. Ni las redes sociales de la CONAIE ni las del Movimiento Indígena de Cotopaxi hicieron trabajo proselitista a favor de Pérez durante la campaña.
Para Iza y Vargas, Yaku Pérez se aprovechó de la convocatoria de ellos durante octubre y pretendió apoderarse de las protestas. Es más, Vargas llegó a acusar a Pérez durante una entrevista con Jimmy Jairala, de falta de solidaridad y compromiso cuando tuvo que comparecer ante la Fiscalía por los destrozos de octubre. Y dijo que “no ha sido siquiera solidario”.
Pérez fue lo suficientemente astuto para tomar distancia de la dirigencia de la CONAIE durante la campaña y siempre trató de no incluir mucho los hechos de octubre en sus declaraciones o presentaciones. Así logró que la población mestiza y urbana no lo asocie con la violencia de la que Vargas e Iza fueron abiertamente partidarios. Además, así se libraba de ser vinculado con los intentos golpistas y las coincidencias de los dos dirigentes con el correísmo. Finalmente, el que más provecho sacó de la oposición que le hicieron Vargas e Iza a su candidatura, fue precisamente Yaku Pérez.
La campaña de Pérez fue también lo suficientemente hábil para no confrontar con la dirigencia de la CONAIE, sino más bien hacer las cosas con perfil bajo. Fue así como cuando Leonidas Iza viajó a Washington para presentar su libre Estallido (una visión marxista leninista de lo ocurrido en octubre), la campaña de Pérez aprovechó para hacer acercamientos con líderes indígenas de Cotopaxi, supuestamente cercanos a Iza, y conseguir apoyos para la campaña. Es más, cuando Pérez fue a visitar las zonas donde Iza ejerce su liderazgo en Cotopaxi, éste se fue a la provincia de Bolívar para participar en un conversatorio y así no estar presente. De todos modos, en esa provincia Pérez tuvo una votación del 46,62%, lo cual sin duda fue un llamado de atención para Iza.
El éxito de Pérez es una gran derrota política para la dirigencia de la CONAIE, que ya ha tratado de encaramarse en el triunfo. Iza ya puso un tuit festejando la votación de Pérez mientras otros dirigentes que no no lo habían querido acompañar, como el filo correísta alcalde de Cayambe, Guillermo Churichumbi, salieron a felicitarlo. El éxito de Pérez es, asimismo, un campanazo para las corrientes llamadas mariateguistas que funcionan en el interior de la CONAIE y que creen que el único camino para llegar al poder es la revolución violenta.
Foto: Twitter del Movimiento Indígena de Cotopaxi
Clarísimo e ilustrativo análisis. ! Gracias Martín!
Si Yaku Pérez pasa a la segunda vuelta y quiere ganar a Arauz no debe permitir que Vargas, Iza, Guillermo Churichumbi y otros correistas indígenas se “suban a la camioneta del triunfo de la primera vuelta”
No coma cuentos, mi señor. Es la misma historia tragicómica de la que está llegando a su fin. La pelea es en el escenario y tras bastidores los “mismos artistas”, juntitos los congéneres, manipulando el “extractor de jugos” del salado país. Y el público, alucinado y con la cartera vacía, sale aplaudiendo del teatro. Y listo para repetirse el espectáculo. Y ahora espera ser parte de la trifulca. (Espero equivocarme).
Vargas e Iza ya deberían estar en la cárcel con o sin traductor porque la traición a la patria, no tiene idioma!
A estos violentos hay que enterrarlos junto al correismo
Que bien este bofetón a los dirigentes violentos y retrógrados IZA y VARGAS . Y ojalá el Sr Yaku , tenga el suficiente buen juicio para mantenerse alejado de estos radicales mariateguistas , y también para decirles no a los oportunistas correístas , que seguramente estarán listos para enancarse en su triunfo electoral .
Queremos, PAZ, trabajo, gente honrada, que ame a nuestro pais y empuje para verlo crecer, salir del subdesarrollo,
¡NOVIOLENCIA ACTIVA!
Debe ser la base de poder de Yaku Pérez si llega a la Presidencia de la República.
Conjugar: Desapego, Servicio y NOVIOLENCIA, en función del Bien común del Pueblo Ecuatoriano, haría de El, el estadista que necesitamos.
La historia se repitió por n-ésima vez, pero en esta ocasión ya no les resultó: una banda de traidores atacando a su propio hijo nacido de las entrañas del indigenado. Quisieron la masacre del líder, pero les salió el tiro por la culata. Espera el país que el ungido sea el guía espiritual y moral de esta tierra habitada y saqueada por intereses extraños de todo tipo, y sobre todo, por los mismos naturales que esperaban, ansiosos y con desprecio, recoger el cadáver de Atahualpa Pérez en la Plaza de Cajamarca. No les resultó, y ese es su castigo infinito.
Iza, iza, iza, a los violentos les dieron una paliza. El país quiere paz, trabajo, educación, bienestar y no sangrientas revoluciones que sólo nos empobrecerían más.