La Organización de Estados Americanos, y no es la única, pescó de turismo al Consejo Nacional Electoral. Eso explica el “enérgico llamado”, hecho anoche en un comunicado, para que deje de ser un observador del juego electoral del cual es el organismo rector. Y anotó entre sus obligaciones cinco tareas que cualquier ciudadano, con sentido común, sabe que son imprescindibles desde el viernes. Salvo, claro, Diana Atamaint que es la cabeza del CNE y, en ese sentido, la principal responsable del vacío institucional que se registra en este momento.
Diana Atamaint impresiona: ni siquiera ahora, cuando puede haber conmoción nacional, se hace cargo del rol que es el suyo. ¿Dónde estuvo después de que, por irresponsabilidad manifiesta, anunciara a Yaku Pérez como segundo finalista? ¿Acaso las cifras del conteo rápido (que tiene un margen de error del 1%) no le imponían declarar un empate técnico porque Pérez y Lasso solo estaban separados por centésimas? ¿Asumió su rol imparcial, porque es la cabeza del máximo organismo electoral, en el encuentro entre Lasso y Pérez? ¿Acaso no tuvo Lasso que decirle, ante un receso que se prolongaba y una reunión suya con Yaku Pérez y otros dirigentes de su campaña, que debía haber una sola reunión y no dos? ¿Qué sentido de su función tiene Diana Atamaint, y sus otros consejeros que no se autoconvocan, cuando, en pleno peligro de que se rompa el acuerdo político que el país sensato aplaudió, entre Lasso y Pérez para el recuento de votos, el CNE suspende una sesión cuyo calificativo, extraordinaria, estaba plenamente justificado? En ella se debían definir y anunciar dos informaciones, por lo menos, absolutamente necesarias para el proceso electoral:
- Los resultados de la primera vuelta, una vez que, como consta en la página del CNE, ha sido procesado el 100% de las actas. Eso es lo que debe permitir el pedido de recuento por parte de Yaku Pérez. Si no hay un resultado oficial, él no puede impugnar.
- El instructivo para operativizar el acuerdo. El CNE tiene que poner las reglas, a partir de un acuerdo político. Es decir, marcar la cancha, señalar la forma cómo se hará el recuento del 50% de actas en las 16 provincias, invitar a los partidos, convocar a los observadores, pedir apoyo complementario a las Fuerzas Militares para el resguardo del material electoral… Diana Atamaint se lavó las manos. No convocó a una sesión que el sentido común ya agendó desde el viernes pasado. Hoy, a las 11:33, el consejero Luis Verdesoto expresó en un comunicado, colgado en su cuenta de twitter, su “profunda inconformidad por este proceder que vulnera la estabilidad institucional y la vigencia democrática”. Hay que tomar nota de esa nueva alerta.
Atamaint y los otros consejeros parecen congelados por el miedo a operativizar una realidad que no está contemplada en ninguna parte. No parecen tener en cuenta la gravedad de la situación que se resolverá, con dificultades, solo si el CNE decide no esconderse y conducir la situación en vez de seguir jugando el papel de observador distraído. Atamaint y los consejeros del CNE, en general, no se hacen cargo de la situación política que su inacción está creando. No se puede dejar este proceso a la deriva. No se puede admitir que el destino de las elecciones quede en manos de los candidatos. Es inadmisible que no hayan producido decisiones institucionales a partir de un acuerdo político y que ahora todo pueda resquebrajarse por una frase o un tuit de los involucrados. Peor aún: que la inacción de Diana Atamaint y el CNE pueda dejar paso a movilizaciones, barullos o eventuales intentos de atacar las delegaciones provinciales para destruir urnas o robar votos. La violencia y el caos podría ser la otra cara de la inacción y la irresponsabilidad de Atamaint y los consejeros que no se han manifestado.
Lo insólito vuelve a la tarima nacional sin que, al parecer, haya consecuencias: ¿tiene que la OEA hacer un “llamado enérgico” al CNE para hacer notar lo que el sentido común debió haber inspirado? Diana Atamaint nunca debió haber llegado a ese cargo. Aquellos que la auparon nunca consideraron que ella, lejos de ser leal al cargo y a sus servidumbres, llegó con padrinos en tantos sectores y tan dispares -de Jaime Vargas, Yaku Pérez y sectores del PSC- que hoy produce lo que está ante el país: una funcionaria paralizada y que no da la cara cuando el país corre peligro por su inacción.
Foto: CNE
Atamaint, Yunda, Pabón, Moreno, montones de concejales y asambleístas, etc., etc. Estamos rodeados de funcionarios y gobernantes ineptos, corruptos y buenos para nada, y pareciera que no hay nada que podamos hacer, solo esperar que por obra y gracia del Señor, el destino o lo que sea, les llegue la hora de la justicia y al fin caigan en desgracia y reciban lo que merecen! Definitivamente en Ecuador no aprendemos las lecciones, repetimos una y otra vez los mismos errores.
“Atamaint no debía estar ahí” por su ineptitud, por su inactividad, por su incoherencia, por su falta de probidad. Ella y los otros consejeros, no deberían estar ahí.
Las constantes disputas internas, las componendas, los problemas sin solución, han sido la tónica de este CNE, máximo organismo de la democracia que queda en deuda con el país.
Errores garrafales como la impresión equivocada de papeletas, casi medio millón de dólares, a la basura. ¿Quién responde? Acaso ya olvidamos este grave error, porque enseguida apareció tremendo descalabro cometido por la Presidente.
Los ciudadanos conscientes preocupados por el futuro del país estamos asqueados de las inconsistencias, de los absurdos, que se cometen en el Ecuador.
Vergüenza, repudio, sentimientos encontrados de indignación y tristeza están desperdigados en cualquier rincón del país.
No hay peor ironía que perder la gran oportunidad que le dio la vida porque una mujer e indígena dirigía al CNE, en medio de este mundo machista y racista que aún se percibe. ¡Rectifique aún está a tiempo! Y pague los valores de las equivocadas impresiones.
El CNE , una muy importante institución para una cabal Democracia , en manos de una persona que todo lo complica y enreda , por la opacidad con que actúa , ; una verdadera tragedia nacional !!!!!!!!
Siempre lo dije, esta Sra Atamain es la Tibisay Lucena ecuatoriana, mas que presidir el CNE se ha dedicado, malevolamnte e impudicamente, a crear caos y anarquia, situacion que los mameluquistas pretenden beneficie a su lelo candidote pesacando a rio revuelto. A la atamain lo que mas le preocupa sin duda, es agradar al rufian de Belgica, tan patetica es que al parecer se cree la Claudia Schiffer de Otavalo, se nota que anda mas preocupada en su “look” que en remediar el relajo causado por su ineptitud y arrogancia. Toda esa gabilla de truanes del CNE deberian ser enjuiciados y destituidos por inetptos y sinverguenzas.
A una mujer que no sigue el camino de la verdad y de la ley en su tarea diaria, es imposible pedirle prudencia y audacia en este momento tan difícil para el país. La cordura no se improvisa.
Tristeza de esta politiquería. Espanto de tanta fraseología populista. El país tiene consuetudinarios y graves problemas que los candidatos ofrecen arreglar con un eslogan de que son el “poder para cambiar” aunque no se sepa qué ni cómo. Desorden total del CNE y el Tribunal Electoral. Un candidato que quiere inscribirse fuera del tiempo legal y que se aferra a un montón de incoherencias. Candidatos como hongos en el invierno son la mueca que muestra el país aterrado con tantos hechos sin sentido. Candidato que amenaza a altos funcionarios con códigos que entre ellos se entienden, y el silencio se logra, es la careta de la impunidad en donde los grande actores no solo tienen el rabo de paja, sino que parafraseando a Carlos Julio Arosemena Monroy, todos ellos enteros son de paja entera.
Y, yo, tendría que ir el 11 de abril a sufragar en medio de la pandemia, con la credulidad de que mi voto sirve para algo? Creo que por primera vez en mi vida me quedaré en casa viendo el documental de algún país que habiendo cometido serios errores, retoma el timón, endereza el rumbo y desde hace tiempo construye con paso firme y seguro un verdadero bienestar para todos; se me ocurre que podría ser Nueva Zelandia. No creo que las próximas generaciones logren ver nada constructivo en este amado país digno de mejor suerte. Perdón por el pesimismo.
Esta Sra está DESTITUIDA , todo lo que hace es ilegal !!!
Que pena más da la gente que sabiendo la poco calidad moral y la estafa a la confinaza del ciudadano, cree en estos !!!
Y hay algo que Ud no menciona: el pais está a punto del colapso y con el riesgo inminente de declarar nulas las elecciones y quien sabe hasta donde puedan llegar las consecuencias y lo peor: por culpa de 5 estúpidos; ojalá no llegue la sangre al río y asome por allí un mano caritativa que ponga las cosas en su lugar y termine esta pesadilla.
O sea que en este país mientras el ciudadano de a pie se va preso por una infracción de tránsito, los funcionarios públicos (CNE en este caso) pueden hacer lo que les dé la regalada gana siempre acomodando sus propios intereses junto a las conveniencias políticas del corruptor de turno.
Es lo de menos que su inoperancia y mediocridad ponga en serio peligro a TODOS los ecuatorianos (cuando menciono “serio peligro” incluyo hasta vandalismo y muerte de personas) imagino que nada pasa porque al final no han cometido ninguna “infracción de tránsito”, para colmo estos cínicos se saben intocables cobijados de la IMPUNIDAD institucionalizada por el sicópata del ático.
VIVA LA PATRIA!!!
Y donde queda la evidente opacidad y cero transparencia de esta mujer? La inscripción de la candidatura de Arauz ,llena de irregularidades, los escándalos en que mujer aborigen gastado inmersa. Su evidente incapacidad, su evitente opacidad, sus evidentes intereses la hacen perfecta para un juicio político, independiente de acciones penales.