Vuelve el glamour de los 1920s… gracias al coronavirus.
Se viene otro Gran Gatsby: según L’Oréal, la compañía de cosméticos más grande del mundo, el glamour de la década de los 1920s podría volver. Y sería debido a la pandemia. Paradójico pero cierto: según las proyecciones de la compañía, sus ventas reflejarán el tiempo que la humanidad pasó cubierta por mascarillas, visores de plástico y trajes al estilo Teletubbie. Se basan en sus ventas del año pasado en su nuevo centro de gravedad: China. Ahí en 2020 crecieron en un 27%, junto a la lenta y controlada salida del confinamiento, y de octubre a diciembre aumentaron sus ventas en 4.8% (casi 2% más de lo que esperaban). L’ Oréal entiende cuán alegres estarán todos el día que digan “hoy pueden salir sin mascarillas”. Y, guiándose por sus resultados en China, ahora tienen una fórmula: mientras más vacunas llegan más maquillaje, cremas y artículos de belleza se venderán. Jean-Paul Agon, el director ejecutivo de la empresa incluso aludió al hedonismo de los 20s como una “vuelta a la vida” que le toca a esta generación.
Lo dicen sus proyecciones y tiene sentido. Tras la 1era Guerra Mundial, la pandemia de la gripe española y en plena depresión económica, la moda de los años 20 logró dejar una marca y hasta ahora ser idealizada en películas y novelas por el Charlestón, el jazz, y la fiestas big bang. ¿Hedonismo? Al menos fue un inicio con camisolas ligeras y cortas hasta las rodillas y los cortes de cabello recogidos para las mujeres (mostraban los hombros y los tobillos). Si Agon tiene razón, podría también ser el retorno del charleston.
La Liga de la Justicia: el adelanto de un segundo borrador
DC Comics, una de las casas de comics más grandes del mundo, busca redimirse con el remake de La Liga de la Justicia, una película de 2017 protagonizada por Superman, Batman y la Mujer Maravilla, los superhéroes históricos de la franquicia. Es inaudito para Hollywood, una industria que saca casi tantas películas al año como KFC saca pollos: en 2017 DC lanzó una versión de La Liga de La Justicia que había sido abandonada por el director Zack Snyder tras la muerte de su hija. La productora sintió su ausencia: la cinta decepcionó tanto a la crítica y logró tan poco en taquilla que DC volvió a invitar al director para que produjera un corte final propio. Borrón y cuenta nueva: el adelanto ahora promociona la película como “el corte de Snyder”, una versión extendida de la del 2017 que incluye escenas épicas de batallas y, al parecer, más muestras de cariño entre los protagonistas.
La nueva Liga de la Justicia es una apuesta del todo por el todo de DC y de HBO Max (la plataforma distribuidora) para calmar los ánimos de los fans, quienes han rogado por esta versión en redes sociales con el hashtag #ReleasetheSnyderCut, entre otros. Es también su último cartucho después de algunos tropiezos como Batman vs Superman y el Escuadrón Suicida, que fueron más vapuleados por la crítica que Superman por la Kryptonita.
Un whisky para impacientes
El buen añejado es un requisito elemental para todo licor de calidad. Lo sabe la mayoría de personas porque ya es casi cultura general: no hay gourmet o catador de vinos que no hable del tiempo de la cosecha, o barra que no distinga entre los whiskies de mejor calidad y más tiempo de añejado. Pero eso cuesta, por lo que la compañía ImageBespoken Spirits en California apunta a bajar al whisky de su pedestal gourmet y producirlo en apenas unos días gracias a una técnica que utilizaría calor y presión para meter el sacar el alcohol de pequeñas piezas de madera y así darle el sabor que los connaisseurs aprecian.
Suena como una nueva oferta de McDonalds, pero la promesa ya ha atraído inversionistas como el millonario y exjugador de baseball Derek Jeter. Su reto será ganarse un lugar en un mundo que se sostiene culturalmente por el gusto a la tradición y al arte de su producción: añejar licores requiere de conocimiento de las temperaturas de temporada, las cosechas y sus productores. Sería un golpe saber que todo eso era reemplazable por robótica bien calibrada.
La hormona del sueño y ¿el orgasmo?
La melatonina es la hormona estrella cuando se trata del sueño. No es gratuito, esta hormona es producida naturalmente por la glándula pineal y aunque tiene varias funciones en el cuerpo, se conecta por sobre todo con la regulación del ciclo REM: ¿Por qué hay que dormir al menos 8 horas? Por la melatonina.¿Por qué es mejor dormir de noche y sin luces? Por la melatonina. ¿Por qué es mala idea ver muchas pantallas antes de dormir? Por la melatonina. La melatonina también se consume de forma artificial, hasta ahora para tratar problemas como el insomnio.
Pero podría haber más razones para abastecerse (en especial en caso de otro confinamiento): según la revista GQ, esta hormona podría mejorar los orgasmos. El tema no es nuevo, pero está siendo redescubierto. Primero, por un estudio de 2014 que indica que esta puede ser un tratamiento para la disfunción eréctil. Luego por un un libro de 1996 llamado el Milagro de la Melatonina por Walter Pierpaoli y William Regelson, que asegura que esta hormona es un afrodisíaco natural, un viagra regalado por la misma naturaleza y que no solo puede aumentar el deseo sexual, sino enriquecer su placer. Y, finalmente, por la comunidad en línea en la red Reddit que con el hilo r/SexOver30, documenta relato tras relato los efectos milagrosos de la hormona. Por el momento hay solo teorías, pero teorías interesantes. Y, bueno, probar no cuesta nada.
Bill Gates no se anda con rodeos.
El informático, filántropo y perpetuo-villano-acusado-de-múltiples-teorías-de-la-conspiración Bill Gates sigue insistiendo que “lo peor está por venir” debido al cambio climático. No lo dice así, obviamente, y más bien ofrece un catálogo de salidas en su libro Cómo evitar un desastre climático (Plaza & Janés). Es un hombre práctico y no se anda con rodeos: “Para 2050 el cambio climático podría resultar tan mortífero como el nuevo coronavirus, y para 2100, cinco veces más mortífero”.
El reto: cada año los humanos lanzan 51.000 millones de toneladas de gases de efecto invernadero. ¿A cuánto hay que reducir ese número? A 0. Así que 0 y 51 000 millones son los números que definirían el futuro de la humanidad. Suena a una hazaña imposible, pero según Gates no lo es. Por eso su libro no sucumbe al pesimismo, y más bien reconoce las oportunidades de la crisis en el horizonte. Según el empresario, en comparación, superar la pandemia del covid-19” es algo “muy, muy fácil”. ¿Qué queda? Gates apuesta, por sobre todo, a la tecnología que ya existe y a la capacidad del ser humano para innovar, en especial bajo presión, como un adolescente antes de una prueba final.
Foto: El Universo.