La carnicería confundió al país
El tema de las cárceles es un ejemplo de los retos del humor. Siempre se habla y debate sobre sus límites, aunque cuando la comedia está bien hecha, surge precisamente en los límites de lo que se puede decir y pensar. El humor suele ser una suerte de “mal pensamiento”, un exabrupto del pensamiento o una confesión estructurada tras una broma, una secuencia o una imagen, como en este caso. Una masacre —o carnicería— histórica en el país, coordinada en cuatro cárceles y con imágenes y testimonios dolorosos activó el humor de las redes. Por supuesto que había chistes insensibles y que no causaron risa, pero otros aprovecharon el shock que vivía la gente y, en lugar de apuntar a la víctimas, apuntaron a las fallas del sistema. El primero, por ejemplo, es un caso de cuidado (por lo que sugiere sobre Lenín Moreno), pero es realmente fino: los motines revelaron una red de coordinación muy sofisticada, con capacidad para hacer videos, llamadas, subir fotos, y comunicarse en general. Mucho de esto requiere de internet rápido. Este meme juega con eso: un internet de velocistas en las cárceles, otro internet con la velocidad del presidente Moreno (en sillas de ruedas) para los demás. Es un meme que también se nutre de la ambivalencia, porque no es tanto un golpe a la discapacidad del presidente, sino a su lentitud para manejar el tema de la crisis. O podría ser ambas.
El otro meme también trata el tema con un paradójico respeto a la situación. Muestra al “Calvo de Brazzers”, Johnny Sins, una estrella porno muy reconocida en Internet, dentro de su celda. Tras las barras se ven, apenas, los rasgos de una mujer en falda. El meme es un guiño para los que reconocen que se trata de un video porno y un equívoco para quienes vieron los videos sangrientos de la cárcel. Se juega con la torpeza imaginada de quien manda “videos de la cárcel”, pero no LOS videos de la cárcel, sino videos porno. Así, más allá de la temática sexual, el chiste no se adentra en lo más morboso de las noticias, sino en el morbo típico de la pornografía mainstream. Un morbo por otro.
Zevallos se va
La semana tuvo otro protagonista: el Ministro Juan Carlos Zevallos, quien renunció a su cargo antes de su juicio político y voló a Miami. Su salida fue vergonzosa, agravada por la publicación de listas “VIP” con periodistas y gente notable a quienes el Ministerio supuestamente habría ofrecido vacunar. Zevallos salió a pocos meses de que Moreno termine su mandato, pero en un momento en el que el gobierno luce o desaparecido o desesperado por abandonar el barco. Han salido sus figuras más representativas como Sonnenholzner, Romo y Roldán. Ahora sale él, sin rendir cuenta por los errores, tropiezos y posibles delitos. Estos memes son simples pero elocuentes. Reflejan la reacción de la opinión pública ante lo que se percibe como una huida descarada. Por un lado está Patricia Fernández, la hermosa e insoportable secretaria de la telenovela Yo soy Betty la Fea y cuya frase insigne era el insulto “¡desgraciado!”. Ella es la indignación escandalosa. Por otro está el pobre Rafa de los Simpsons: un niño tonto y con frecuencia humillado y explotado por los demás. Él es la incredulidad e impotencia de un país que se siente engañado y que no hace más que ver al vacío.
Moreno se entretiene
Antes de que la semana luciera como una película de narcos en México, el Ecuador estaba entretenido por la serie reality MasterChef. El Ecuador y, aparentemente, el presidente Moreno quien a pocas horas de que se revelaron los resultados publicó una felicitación para el ganador. El post del presidente probablemente no habría generado tanto malestar de no ser por su pasividad para comunicar otros temas: tiene derecho a ver lo que quiera en televisión, pero no anunciarlo en plena crisis y mientras no hay información clara y directa sobre la implementación de vacunas, las cárceles o incluso la poca confianza en el CNE. Este meme lo dice todo: Moreno utilizando sus redes para pedir una recomendación o Moreno consternado, sin poder dormir, pensando en la próxima temporada de su show. Es la realidad llevada al extremo, aunque no parezca del todo descabellada. El país ya ha visto el colmo de los colmos. Estos memes en ese sentido parecen un vaticinio.
Las vacunas de Jorge Yunda
El alcalde de Quito Jorge Yunda es otro funcionario público con grillete. Se lo pusieron para prevenir que saliera del país mientras es procesado penalmente por peculado por la compra irregular de 100 mil pruebas para el Covid. Al grillete le intentó dar el carácter de premio o medalla, como si se tratara de una persecución política de la que es una víctima: «La mejor presea que he recibido por salvar más de 50 000 vidas»: escribió. Es un número que el alcalde no ha podido justificar, pero que podría darle réditos: ya no importa si lo que dice es verdad o no, Yunda tiene suficiente carisma entre sus filas para decir lo que sea y conseguir cierto apoyo.
Este meme refleja esa capacidad: Yunda ahora promete traer vacunas para el Covid, «con o sin autorización y asumiré todas las consecuencias pero no permitiré que se deja en la infección (sic) a mi ciudad». Así el alcalde busca capitalizar los retrasos del gobierno central y eclipsar las acusaciones en su contra. Al igual que las 50 000 vidas que dice haber salvado, sus anuncios no dejan de ser gestos vacíos—tampoco hay presupuesto en el Municipio para la compra— pero con alcance mediático. El meme lo dice todo: ¿Su política sanitaria? Si no sana hoy, sanará mañana.
Un chicle en Venezuela
Venezuela no deja de mostrar también lo impensable. Su inflación —que solo en enero 2021 registró un alza de 55,2% y en el año 2020 de 3 713 %— es tan explosiva que su dinero no vale nada. No importa los nombres rimbombantes que le den, como “Bolívar fuerte”, su adicción a imprimir dinero ha resultados en imágenes como las de pilas y pilas de billetes para comprar cosas baratas y cotidianas. Este meme, en ese sentido, es chistoso porque es real: toda una montaña de billetes para comprar un chicle. Y, claro, esto puede molestar a quienes defienden todavía al chavismo. No lo olviden: el meme aquí sólo retrata la realidad de un país que no superó el autoritarismo de Chavez y, luego, Maduro. No está de más recordar los riesgos con los candidatos de hoy. De todas maneras, al correísmo no debería molestarle ser comparado con Venezuela. Después de todo, para ellos, todo está de lujo en Venezuela.