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Yaku Pérez se entierra vivo

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Se cae un juez del Tribunal Contencioso Electoral; Yaku Pérez cava una tumba para su causa, y su discurso ético -del cual también se llenaba la boca Manuela Picq, su compañera- se vuelve papel mojado. Estas se antojan las consecuencias legales y políticas más inmediatas de una revelación hecha hoy por el medio La Posta.

En pocas imágenes, presentadas por ese medio, se diluye la mayor operación política montada en esta elección presidencial. Yaku Pérez y Manuela Picq, su compañera, emprendieron una cruzada política y mediática para anclar la idea, primero, de que fueron víctimas de un fraude. Y dos: cerraron el juego a su favor porque fijaron una condición imposible para que les probaran que no fue así: abrir todas las urnas del país. Un escenario al cual debía plegar el Consejo Nacional Electoral aunque el candidato de Pachakutik no cumpliera con la ley. Ese fue el partido planteado y ganado porque al poner una condición imposible -que iba a ser rechazada- Pérez y los suyos estaban seguros de probar su aseveración sin tener que demostrarla. Por pura bulla política.

La Posta reveló que el juez Ángel Torres, quien estaba instruyendo la demanda presentada por el candidato de Pachakutik, se reunió ayer por la noche con Yaku Pérez en un apartamento privado en Quito. Presumiblemente el de Darwin Seraquive, ex secretario del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio.

La publicación de fotografías en que también aparece Manuela Picq, sumió al movimiento indígena en un silencio sepulcral. No es para menos. Por supuesto sus partidarios dirán, como ya están diciendo, cualquier perogrullada. Por ejemplo que los indígenas no compran jueces. No obsta: la actuación de Yaku Pérez entierra su causa y lastima gravemente su patrimonio político.

Pérez pierde sobre toda la línea. Su causa, vista y entendida como producto de una intención genuina y legítima, entra en la zona oscura de la sospecha y de las acciones reñidas con la ley y con la ética. Pérez pone en jaque la imagen de político romántico, distante de amarres, movido sinceramente por el deseo de transparencia. Vuelve a la memoria su imagen y la de Manuela Picq en el CNE, exigiendo que el encuentro con Guillermo Lasso fuera transmitido en directo. ¿Qué tienen que ocultar, preguntaba Picq a los periodistas? Y en efecto fue público, también por pedido de Guillermo Lasso.
Transparencia ha sido el sustantivo más evocado por esa pareja. Pues bien: la misma pareja fue al encuentro con el juez Torres, en la noche, sin cámaras, sin testigos independientes y, lo que es peor, sin base legal. Es una cita clandestina, imposible desde el punto de vista político, sancionable legalmente y censurable éticamente. Esa doble moral, de la cual sus seguidores les creyeron ajenos, es hoy un hecho. Se devalúa su causa; pero también su palabra y su estatus moral. El costo es alto.

Yaku Pérez queda vinculado a un juez que pierde toda legitimidad en su caso y licúa al Tribunal Contencioso Electoral. Es tan claro esto que ese organismo produjo un comunicado en el cual deslinda toda responsabilidad con lo acontecido. Es una acción desesperada para tratar de salvar los muebles porque saben que un colega suyo, no cualquier colega como conviene recordar por las actuaciones oscuras que ha tenido en este proceso electoral, cambió de estatus: de juez a sujeto de posibles delitos.

Este encuentro ratifica las dudas que sembró ese juez a lo largo del proceso electoral en que coincidió con las tesis desestabilizadoras esgrimidas por Álvaro Noboa y sus operadores. El juez Torres otorgó de un golpe la razón a aquellos que ven en el TCE un organismos desprestigiado y proyectó un manto de sombras sobre sus propias sentencias: una de ellas es una verdadera espada de Damocles suspendida sobre las cabezas de cuatro consejeros del Consejo Nacional Electoral, pues él dictó su destitución. Esa sentencia debe ser acogida o desechada por el pleno de ese organismo. Se entiende que la conducta de Ángel Torres luce más conectada a intereses políticos que a su papel de juez.

La causa de Yaku Pérez, legítima quizá pero difícil de sostener legalmente, perdió eco tras la notificación de resultados de la primera vuelta hasta en las bases indígenas. Ahora él se ocupó de desprestigiarla sin remedio. Y él se entierra vivo… políticamente.

Foto: Instagram de Yaku Pérez.

38 Comments

  1. SR JOSÈ HERNÁNDEZ. SUS VALIOSOS ANÁLISIS DEBERIAN SER PUBLICADOS POR MEDIOS QUE LLEGUEN A MAS LECTORES PARA DE ESA FORMA ESTAR BIEN INFORMADOS DE LAS NEGRAS INTENCIONES DE LOS CANDIDATOS. QUE PENA VER Y OIR LAS DECLARACIONES. DICEN QUE NO AOYARAN LA CANDIDATURA DEL S LASSO. PERO LO QUE MAS ME LLAMA LA ATENCION ES LA DECLARACION DEL SRR YAKU PEREZ. DICE QUE EL CORREISMO APLASTARA AL SR LASSO. CLARO, CON SU AYUDA. Y PENSA QUE ESTE INDIVIDUO QUIERE SER PRESIDENTE DE LOS ECUATORIANOS. ESTE TIPO NO TIENE SANGRE EN LA CARA. LO UNICO QUE ESTA HACIENDO ES SEMBARR EL CAOS. ESO ES LO QUE LE PIDE EL PROFUGO DE LA JUSTICIA, IY PARA SEGUIR EN ESTE JUEGO, ES POSIBLE QUE YA LLEGO A ESTE YAKU EL HOMBRE DEL MALETIN. CON ESTA ACTITUD SOSPECHOSA HA QUEDADO AL DESUBIETO SU FALTA DE PERSONALIDAD Y QUE NO LE IMPORTA EN LO MAS MíNIMO LA PATRIA.

  2. Alias Yaku el mismo cabo su propia tumba con su “ENCUENTRO CASUAL” solito salió trasquilado.

  3. Estoy de acuerdo cpn el Sr. Antonio Cerezo , cuál es el problema en aperturar y realizar el reconteo de actas y votos tan solo asi tendremos la certeza de que no se esta fraguando lo que lamentablemente se ha sentido y se ha vivido estos ultimos años la corrupción campeante y el fraude que nunca se verá alejado mientras sigamos teniendo políticos de ” ultima generación ” como lo hemos tenido nosotros en mi pobre ECUADOR

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