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¿Hasta cuándo Vargas podrá promover la violencia?

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Jaime Vargas confirmó el miércoles, durante una asamblea de la Conaie en Guaranda, algo que gran parte de la sociedad ecuatoriana y los sectores políticos que se definen como progresistas o de izquierda no quieren admitir o se niegan a ver: que en el interior del movimiento indígena hay un sector que defiende el uso de la violencia. Vargas dejó en evidencia algo que en octubre-2019 fue visiblemente ostentoso: que para él la violencia es un mecanismo legítimo de presión social y que hay sectores dentro del movimiento, o que simpatizan con él, para quienes ese tema no amerita siquiera una reflexión; peor una alerta.

En Guaranda, el presidente de la Conaie criticó y hasta se burló del candidato de Pachakutik, Yaku Pérez, por haber liderado de forma pacífica la protesta ante el Consejo Nacional Electoral, por un supuesto fraude. Según su declaración, si él hubiera encabezado la protesta, hubiera hecho un llamado a las comunidades a tomarse las delegaciones provinciales del órgano electoral en todas la provincias. La crítica a Pérez por no recurrir a la violencia fue mordaz: “Pacíficos con florecitas, con palomas blancas, con no sé qué”. “Eso no da efectividad, compañeros”, dijo, tratando de convencer a la audiencia de que únicamente la violencia sirve para conseguir algo. “O si no quememos todas las urnas para que se cierren todas estas elecciones”. E inmediatamente hizo la broma, que fue festejada con carcajadas y aplausos, de exhortar a los otros dirigentes ahí presentes a hacer un llamado a algún acto violento para que ellos, como ocurre con él, tengan un juicio.

El gesto aprobatorio de la violencia que hizo Vargas no es ni el primero. En octubre del 2019, él lideró el secuestro de un grupo de periodistas que estaban cubriendo las protestas indígenas y exhortó a ciertas comunidades amazónicas a destruir los campos petroleros. En octubre, asimismo, hubo gestos de violencia contra policías y militares cometidos por indígenas que habían llegado a Quito durante las protestas y que le hacían el coro a Vargas y a otros líderes violentistas como Leonidas Iza de Cotopaxi.

Esta apología y legitimación de la violencia no solo está en hechos y declaraciones suyas: también está en los escritos de algunos líderes del sector de Vargas. En el libro Estallido, publicado luego de los hechos de octubre, los autores Leonidas Iza, Andrés Tapia y Andrés Madrid dedican un capítulo entero al uso de la violencia en la lucha popular.  Ahí se plantea que la violencia, cuando es ejercida por las clases explotadas, está plenamente justificada. Si los oprimidos ejercen violencia, está justificada. En el libro, incluso, se pone como ejemplo a la película Jocker: si una persona es humillada, vejada y explotada por las élites, “la respuesta difícilmente puede evadir la violencia”, dicen los autores. Por supuesto este discurso no tiene en cuenta que si alguien legitima el uso de la violencia en contra de su adversario, tendrá que aceptar que el adversario la use en su contra.

Frente al discurso apologético que Vargas e Iza han tenido frente a la violencia, está el de Yaku Pérez. El candidato de Pachakutik ha demostrado, por el contrario, su compromiso y coherencia con los postulados del pacifismo y la resistencia no violenta. Desde que inició su protesta por lo que considera un fraude en su contra, Pérez no ha hecho en ninguna ocasión un llamado a actos violentos ni ha justificado las expresiones no-pacíficas. Él y el grupo que lo acompaña en la campaña representa una posición mucho más ética y humanista de la convivencia social. Es un discurso que cabe celebrar en el país, donde lo único que falta, para que todas las plagas se den cita, es que actores políticos legitimen el recurso a la violencia.

A pesar de la división que el llamado a la violencia causa en el sector indígena, el tema no parece inquietar a los sectores que miran con simpatía a Pachakutik o a la Conaie. ¿Tendrían la misma pasividad ante el tema si los que hicieran apología de la violencia fueran de grupos de derecha? Sin duda, si algún grupo de ultraderecha hubiera dicho algo parecido a lo que dijo Vargas, este momento habría un escándalo nacional y eso es lo normal y correcto.

Es evidente que los sectores que se consideran como progresistas y de izquierda miran para otra parte cuando quienes justifican el uso de la violencia y la destrucción pertenecen a grupos con los que simpatizan ideológicamente. Entre ellos hay ambientalistas o feministas. El discurso sobre la necesidad de unidad en el movimiento y la actitud condescendiente y paternalista que la sociedad ecuatoriana tiene frente a los indígenas hace que todos miren para otro lado.

Hacer la diferencia entre el grupo de Vargas e Iza, jugados a favor de la violencia, y de Pachakutik que han sido fieles a los postulados de la protesta y la resistencia pacífica sería el gesto más ético y coherente de una sociedad que se considere leal a los métodos democráticos y civilizados de hacer política. La legitimación mediante la indiferencia del uso de la fuerza es un peligroso paso para que el país termine envuelto en espirales de guerra civil.

Foto: Conaie

12 Comments

  1. El terrorista emplumado, cree que puede hacer del país un reducto de salvajes guerreando unos contra otros. La ninguna acción de la Justicia contra este salvaje lo han envalentonado aún más. Qué esperan para actuar?
    Cínicamente habla de sometimiento a los indios, cuando este es quien somete a sus comunidades con miedo a sus caprichos.

  2. Y no decia este individuo que necesita traductor para comunicarse? Mentiroso. Igual al jefe mafioso escondido en Belgica.

  3. Increíble que un sedicioso como Vargas , tenga todas las garantías para hacer una apología del delito , y llamar abiertamente a la insurrección para acabar con nuestra débil institucionalidad . Habrá alguna autoridad que , aplicando la ley vigente , ponga en orden a este energúmeno ???????? Ya basta de tanto abuso !!!!!!

  4. Es extraño que el grupo de “intelectuales” critiquen la agresividad de Vargas, cuando ellos mismos apoyan a los grupos igual de anarquistas y violentos como los llamados feministas en cualquiera de sus presentaciones, o supuestos grupos defensores de los derechos civiles, lamentablemente eso no ocurre solo en Ecuador, esta es una corriente mundial que ha hecho metástasis en los grupos de poder, sean estos tecnologicos, medios de comunicacion, politicos.

  5. Pensar que hay gente que piensa que la violencia es la solución a los problemas. Y a este susodicho segundo presidente del Ecuador que demuestra su gran ignorancia y salvajismo, no se como algún quiteño que se respete recibe a un grupo de desadaptados que bandalizaron nuestra ciudad, jamás en mi vida había visto tanta delincuencia en una protesta y salí en la caída de muchos gobernantes me sentí hasta orgulloso de esa gente, pero ahora me da vergüenza hasta de las Universidades que reciben a esos delincuentes que merecen estar presos.

  6. Vargas el políglota que quiere un traductor PARA ENTENDER porque es enjuiciado.
    Pero, para incitat al odio y a que quemar las actas ahí no necesita traductor.

  7. Llegará la hora en que Vargas e Iza reciban de su propia medicina y superen sus traumas ancestrales?
    Creo que pronto habrá elecciones en la CONAIE, ojalá que los apologistas de la violencia queden en el olvido. Se merecen la muerte política.

  8. Hasta cuando este payaso emplumado se permite con sus amenazas dignas de un vulgar matón, con sus actos y mensajes de anarquia seguir sembrando el odio y el terrorismo, aupado en una falsa representación indígena.
    Por sus actos de vandalismo y destrucción contra nuestra ciudad de Quito, agresión a periodistas, secuestro a agentes del orden etc. en un mal recordado mes de octubre este sujeto hace rato debía estar tras las rejas. Lamentablemente la justicia nos queda debiendo.

  9. Para responder a esa pregunta, Martín, se debe mirar el par de bultos que impiden contestar a ella.

    Bulto número Uno. Tenemos una constitución y ordenanzas que garantizan, con no pocas palabras románticas, estas clase de declaraciones y acciones que parten de la brutalidad e irracionalidad que siempre ha caracterizado a las “nacionalidades” indígenas, un pueblo supuestamente oprimido y que arroga las prerrogativas como la violencia política y de hecho.

    Bulto número Dos. Nuestra época es la época de la Ideología de Derechos. Con dicha ideología cualquiera sugiere garantías para no responder a la ley. Recuerde usted que se puso de moda, durante el correato, la presunta superioridad de lo “legítimo sobre lo legal”.

    Con todo el salvajismo irracional justificado por la constitución contaminada con la ideología de derechos, es imposible responder coherentemente a su pregunta.

  10. “…Si tenemos que quemar todas las papeletas, las quemamos…” Está clarísimo: la violencia no necesita traductor, sólo la cárcel.

  11. Todo esto sucede por la falta de liderazgo del enclenque Moreno que no supo poner firmeza con la ley en la mano a los actores del octubre negro, al contrario, cuando el emplumado Vargas y compañía lo vejaron en un colegio de quito, sólo alcanzó a balbucear algo así como “que le deben una disculpa” de manera tan tímida que causó hilaridad y nadie se dio por aludido.
    Desde esos aciagos días, el emplumado está totalmente envalentonado y en vez de estar en prisión, ahora llama a la violencia; si él hubiera sido el candidato por el sector indígena, y ante el mismo panorama, a estas horas el CNE estuviera en cenizas y él haciendo la danza del fuego alrededor contemplado por inertes policías. Así estamos en este pobre país ya 14 años, y si los que quieren 1.000 dólares por su voto ponen al idiota Arauz en el poder, en 2 años estaremos como en Venezuela, o peor.

  12. Viendo de que sirvió las protestas pacificas contra el fraude en el 2017 en Ecuador, contra la dictadura en Venezuela, contra Lukashenko en Bielorusia contra el golpe de estado en Myanmar, contra el partido comunista chino Hong Kong, y ahora con las protestas de Perez ante el CNE. Ninguna de ellas dieron resultados.

    Mientras tanto, las protestas de Octubre donde incendiaron Quito, las protestas de Chile por el cambio de constitución, las protestas de BLM donde saquearon e incendiaron incontables negocios, las protestas a favor de Evo Morales después del fraude de Bolivia, en todos esos casos los gobiernos de esos países se doblegaron ante las demandas de los manifestantes.

    Vargas no se equivoca, al parecer las protestas pacificas no sirven de nada contra gobiernos autoritarios, pero las protestas violentas resultan muy efectivas contra gobiernos demócratas, la izquierda extrema lo sabe y por eso las defienden. Mientras tanto los que estamos al centro seguimos perdiendo, por mas que usemos razón y dialogo tanto los políticos como la sociedad en general solo terminan ignorándonos o reprimiendonos.

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