Guayaquil, 27 de enr 2014 (Andes) El Alcalde Jaime Nebot, en conversatorio con periodistas de AER. Fotos: Víctor H.Asencio/Andes
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¿Por qué ni considera, abogado Nebot, lo que hizo Correa?

lectura de 7 minutos

Abogado Nebot,

Usted hoy con Andersson Boscan no respondió, a pesar de la hora que dura esa entrevista, tres cosas fundamentales que interesan al país. ¿Por qué usted quiso hacer el acuerdo con el correísmo? ¿Por qué el correísmo quiso hacer un acuerdo con el presidente electo y con usted? ¿Y qué ganaba el país con ese acuerdo?

Esas son preocupaciones legítimas, aunque no se sabe si usted se digne dar una respuesta, pues hoy desechó lo que piensan, dijo, opinólogos, editorialistas, el mundo de twitter, las redes sociales en general; reflexión que redondeó diciendo que usted y su partido no responden “al criterio de 3 ratas, 4 gatos ni cinco perros”. Las ratas de acuerdo, ¿pero qué le han hecho los otros animalitos?

Usted encara esa entrevista claramente con el ánimo de endosar al presidente electo toda la responsabilidad de lo sucedido. Y hacer creer que él perdió la credibilidad del país porque perdió la suya y la de Correa. Guillermo Lasso verá si responde por lo que emprendió y no concluyó. Pero es curioso, abogado Nebot, que un político con su pedigrí, puesto a explicar un acuerdo político con un prófugo, se limite a decir que fue el presidente Lasso quien armó, impulsó y operó el acuerdo. ¿Usted se limitó a seguirlo? ¿No tuvo opiniones? ¿No incidió en decisiones? ¿Y nada cocinó usted con su amigo Jaime Durán?

Permita usted decir que eso no suena muy suyo. Y como persiste en defender ese acuerdo y creer que el país retirará la confianza a Lasso, porque perdió la suya, sería importante conocer ¿por qué usted no se hace cargo de lo que fue el correísmo en el país? Es inverosímil que se haya comprado el discurso de Correa del odio o del miedo. No, abogado, por aquí nadie le corrió y tampoco nadie le odia. Sencillamente la gente que no votó por el candidato de Correa, lo ve como lo que fue: un autoritario que se creyó dueño del país, de las instituciones, del erario, de las libertades, del destino de los ciudadanos y hasta del significado de las palabras. ¿Lo oyó usted alguna vez arrepentirse de lo que hizo? ¿Le oyó, como dicen en las iglesias, algún propósito de enmienda? ¿Oyó a este personaje, que busca limpiar su hoja de vida para volver, amenazar con vengarse de todos aquellos que se opusieron a sus veleidades dictatoriales? No hay miedo ni odio: hay realidades abogado de las cuales usted, al parecer, no se hace cargo. Y las víctimas del correísmo hacen quizá parte de su propio electorado.

Guillermo Lasso tardó tres elecciones para vencerlo en las urnas, para no hablar de lo que pasó en 2017; evento del cual seguramente usted está mejor informado. Pues bien: ¿apenas derrotado -también por usted-, ¿había que reponerlo en el poder dándole para empezar la primera vicepresidencia de la Asamblea Nacional? ¿Y la presidencia de cinco comisiones? ¿Había que crearle una comisión de la verdad que, más allá de la explicación que usted dio, es imposible no asumir la que Correa y los suyos promocionaron: para revisar los fallos y parar el lawfare. ¿Por qué, en esas circunstancias, el país tenía que convertir a Correa en el factor determinante de la gestión de la administración Lasso? Usted no lo ha dicho.

Tampoco ha dicho, segunda pregunta fundamental, ¿por qué quiso Correa hacer este acuerdo con el presidente electo y con usted? Su respuesta no es convincente. Usted dice que él se da por bien servido sabiendo que no lo van a perseguir. Un mero beneficio mental. Y por supuesto que el gobierno, cualquiera que sea, no puede y no debe perseguir a nadie. Pero ¿qué quiere decir con su respuesta?
Usted, político informado, sabe que Correa tiene más de 30 juicios que lo esperan en la Fiscalía. Y tenerlos es, para él, sinónimo de persecución. ¿Entonces? ¿Por qué no dice al país, abogado, qué significa para usted “parar el lawfare”, como dijo Correa? También usted cree que él se confundió al hablar de la comisión de la verdad. Pero es un hecho que él, su hermana, Fausto Jarrín, Paola Cabezas… hablan de lo mismo. Una comisión para revisar procesos.  Si él no podía esperar que ustedes metan la mano en la justicia, ¿por qué firmó el acuerdo? No es dable pensar que solo lo hizo por tranquilidad mental.

Y, por último, abogado, ¿qué ganaba el país con ese acuerdo? Usted no responde. Hábilmente lleva la respuesta hacia lo que usted presume harán o dejarán de hacer los indígenas en la Asamblea. No cita una ley, una ventaja para el país producida por el acuerdo con Correa. Y cuando dice que los indígenas se opondrán a concesiones mineras, por ejemplo, olvida decir que ese no es un problema legal: es un problema político y que, de todas maneras, habrá que llegar a un acuerdo con las comunidades indígenas del país. De hecho, el presidente Lasso hizo aperturas en esa dirección durante la campaña.

Que usted no hable más con Guillermo Lasso, que haya perdido su confianza, es problema suyo y quizá de él. Pero esos no son argumentos ni válidos ni suficientes para encarar la política pública que pudo estar gravemente comprometida con este acuerdo. Además, usted ya hace apuestas sobre lo mal que le irá al gobierno. Y hasta ha puesto plazos. Cuatro meses ha dicho. ¿Otro octubre, abogado?
Usted sabe que parte del país esperaba que no repitiera la fórmula empleada tantas veces por su partido con otros gobiernos. En este caso, usted valora lo que perdió su partido; no el peligro al que expuso al país.
Así ha sido el socialcristianismo: impone o se va.

Con la cordialidad de siempre,
Un pelagato.

Foto: Agencia Andes.

54 Comments

  1. Sí, estoy de acuerdo en que se haya terminado ese pacto del mal. Ahora el presidente Lasso podrá gobernar sin que lo extorsionen para buscar o intereses partidistas o impunidad en juicios por corrupción.

  2. Oídos sordos a palabras necias, es un refrán popular que resume esta telenovela, con un fin feliz, en donde el único que sale ganando es el pueblo, al conocer la decisión del Sr. Presidente de romper un pacto diabólico, que le iba a convertir en un rehen de quienes no buscan el beneficio del pueblo, sino sus propios interese. Todos tenemos la esperanza de un gobierno diferente, en donde no existan ideologías, ni de izquierda, ni derecha y que el camino trazado sea para desarrollar a nuestro pais, respetando la diversidad, la pluriculturalidad desterrando para siempre a los caudillos y caciques que tanto daño nos han hecho durante nuestra vida republicana. Ud. y su equipo de trabajo tienen la palabra, por favor sea diferente y cumpla todas sus promesas de campaña, el pueblo esta listo para apoyarle

  3. El presupuesto del periodista José Hernández, autodenominado “un pelagato” parte de dos ideas, una real y consagrada: “nadie negocia nada por nada”, y la otra posiblemente falaz: “solo negocio por mi interés personal o grupal, no negociaré nunca por el interés colectivo”. Bajo estas dos premisas, que las propone como una verdad innegable, don José Hernández hace su sesudo análisis que anima a sus lectores cuatropelaguistas a arrebatarles los más fervientes aplausos en estos espacios de interacción.

    Cuando este bendito país está siendo arrastrado por el más grande caos acontecido por las debilidades internas de su clase política gobernante y opositora, y por la amenaza inmensa que nos sigue trayendo la pandemia, que al encerrarnos en casa nos está matando desde el ángulo de la economía, todos estamos condenándonos a morir lentamente, unos por la expansión del contagio del Sars-Cov-2, y otras grandes mayorías por no poder alcanzar a obtener el dinero mínimo para poder comprar sus medicamentos para combatir las otras enfermedades que estadísticamente promueven muertes de manera anual. Siendo así, es un clamor ciudadano y nacional, como de sectores de la prensa, que los grandes actores del poder político nacional, que en última instancia definen el uso de recursos y presupuestos de dinero público, logren tener un acuerdo mínimo, que poco o nada tiene que ver con Moncloa o no Moncloa, sino con todo lo práctico que responda al “¿Qué hacemos ahora como país?”. Un acuerdo mínimo es la base de una gobernabilidad que llegará en votos a proyectos de iniciativa presidencial, sobre los cuales se coincida por el bien más alto que demanda el momento: que no muramos.

    Este acuerdo de gobernabilidad, por inherente lógica, jamás excluirá las diferencias ni procurará un pensamiento único. ¿Usted cree, señor José Hernández, que celebrando el acuerdo CREO-PSC-UNES van a votar juntos correísmo y socialcristianismo cuando se hable de la concesión a privados del manejo de sectores públicos, tales como los fondos de la Seguridad Social, o de sectores de la salud pública? ¿Ud cree que si se llevaba a cabo el llamado pacto CREO-PSC-UNES podría hacer que los asambleístas del correísmo voten por las tesis de cómo el Ab. Nebot propone que deban manejarse los fondos del IESS? Que a su vez son tesis compartidas por el gobierno de CREO. No lo harán, no votarán juntos, no pueden hacerlo salvo que los ánimos y espíritu morenista siga aún vivo después de haber fenecido.

    Habiendo logrado el acuerdo de votar juntos para elegir autoridades de la Asamblea, con una agenda parlamentaria inmediata para atender la crisis, y cuando llegue la hora de los proyectos en los cuales la visión de país es distinta y no voten juntos UNES y CREO ¿será que entonces ahí se acaba el pacto de gobernabilidad? ¡Qué infeliz pensamiento ecuatorianísimo por no entender la gobernabilidad! ¡Ello nos condena!

    Hay sectores que piden que la clase política llegue a acuerdos por el bien del país, y una vez que se quieren hacer los acuerdos esos mismos sectores dicen en coro: “hacen acuerdos para beneficiarse ellos mismos”; y si no llegan a acuerdos dicen en coro: “por sus egoísmos e intereses son tan incapaces de llegar a acuerdos mínimos que necesita este sufrido país”.

    ¿Cree usted señor Hernández, que al aceptar CREO un acuerdo con UNES, iba a evitar el gobierno los 30 juicios sobre Correa o los otros juicios sobre funcionarios de la década correísta? ¿Cree usted que Guillermo Lasso iba hacerlo por haber firmado un acuerdo de gobernabilidad? Es como decir: “Gobernabilidad es poder pagar el precio de la impunidad por la búsqueda de un bien superior”. Yo creo que no. Yo creo que el presidente Lasso, al notar que los aliados UNES, del acuerdo, quisieran tratar de buscar impunidad, podría decir a los cuatro vientos: “¡No señores, ese no fue el acuerdo!” y al no ceder tendría todo el apoyo de la opinión pública nacional que quiere gobernabilidad y no impunidad. Y al final gana Lasso, gana el Ecuador, porque se queda el gobierno con los votos favorables de UNES en temas donde coincidieron por el bien común de todos.

    Creo que las declaraciones del Ab. Nebot en La Posta, al decir: “criterio de tres ratas, cuatro gatos ni cinco perros” golpeó el ego y desvió la capacidad de análisis de los que Nebot estaba cuestionando. Mal por el abogado Nebot que desvíe la discusión, sus contrapartes caen en la trampa y pierden la objetividad. Espero que esta opinión pueda ser publicada en este portal digital, para seguir practicando la democracia entre diferentes y huir del pensamiento único.

    Atentamente,
    Otro gato desde otra orilla.

  4. Clarito se ve que Monge no tiene muñeca para negociar, habrá que dársela en Navidad, (ojala no sea muy tarde).

  5. Seamos claros, Nebot es apenas un líder local, ni siquiera regional, no es, no ha sido y JAMÁS será un líder nacional. Su influencia en la política nacional se debe en gran parte a la farsa de su “modelo exitoso”, sustentado por algunos personajes y medios de comunicación, así como por una población poco crítica y conformista que ha visto en sus discursos altisonantes, prepotentes y belicosos al gran lider libertario, que por supuesto no es, ni será. Nebot al igual que Yaku, hace gala de una arrogancia y soberbia que resulta grosera e insultante, una total falta de autocrítica y responsabilidad con el país. Al final ambos con sus acciones y actitudes le hacen el juego cómplice a quienes dicen combatir. Que Yaku, Nebot (ojalá pronto) y otros politicos de baja estopa salgan de escena es ya un pequeño avance.

  6. Jaime Duran ha sido mencionado. Sería bueno saber si tuvo o no participación en esto y si también tuvo que ver con lo que le pasó a Mahauad. Sería interesante

  7. Lo felicito José, un artículo muy bien hilvanado, y sobretodo, resaltando lo mas importante, que mierda le interesa al país tener un presidente leal a la palabra dada a cretinos como Correa y un poco menos Nebot.
    El Sr. Nebot quiere pasar a la historia de Guayaquil como un brillante planificador y ejecutor, pero eso solo se lo debe a sus amigos de El Universo, Expreso y Ecuavisa, quienes alaban cualquier pendejada que se le ocurre y jamás objetan las obras de relumbron y abusos que cometió.
    Le dejo dos muestras, una calientita la Aerovía, y otra el túnel de San Eduardo donde pasan menos de 1000 carros en horas pico y da hasta miedo pasar por alli en la noche. Es un túnel que va de ningún lado a ninguna parte.

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