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La sociedad civil se lo toma en serio

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A todos llamó la atención, en buen sentido, el discurso del nuevo Presidente el día de su posesión. Un discurso que sorprendió especialmente porque supo situarse en ese centro que es, parece, hacia donde van transitando los ecuatorianos. O al menos donde está el electorado con el cual remontó en la segunda vuelta.

Los elementos republicanos evocados son una  brisa de aire fresco, en términos de buenas intenciones, dirigidas a la construcción de un país distinto. Y como elemento sustancial de su carta de presentación salieron a flote elementos de los cuales se desprende que, si las cosas se alinean con la intención revelada, la sociedad civil puede tener un protagonismo interesante en los próximos cuatro años.

En la tarea de operativizar el acuerdo nacional -el Ecuador del encuentro- la sociedad civil debería tener un rol. Durante más de una década, muchos temas se quedaron en el tapete: aspectos que fueron visibilizados y empujados por la ciudadanía y que, si bien el discurso de entonces hablaba de ciudadanos activos, en la realidad esa tortilla se viró de la peor manera. Aún está a flor de piel el recuerdo de los desafueros aplicados a las organizaciones de sociedad civil que se manifestaban en desacuerdo con lo que sucedía.

La desmovilización que vivió la sociedad civil, pareciera que está a punto de acabarse y suena a que la ansiada participación ciudadana será una realidad. No obstante, esto implica muchas cosas: por un lado, incluir a los ciudadanos en los procesos de diálogo que se supone se avecinan, como espectadores y también como actores válidos.

Y en ese sentido, contar con los ciudadanos no sólo significará convocarlos, reunirlos y escucharlos, sino que la parte fundamental será justamente, recoger sus propuestas –hay muchas y buenas- e incluirlas tanto en las políticas públicas que se diseñen a futuro, como en los cambios estructurales que sea necesario hacer en el seno del Estado.

Sin duda un buen comienzo es la decisión de eliminar la Ley de Comunicación que amordazó a la prensa libre y reemplazarla por otra que descanse en los instrumentos internacionales de libertad de expresión y en las recomendaciones de las relatorías en ese tema. Sería conveniente que, en ese tema, por ejemplo, se socialice el contenido del proyecto con los medios, academia, y líderes de opinión a fin de que el proceso de discusión y conocimiento en la Asamblea, se pueda contar con la comparecencia y observaciones de diversos actores para mejorarla  y contribuir a su contenido, si es del caso.

La agenda política que se viene es bien amplia y para lograr construir el cambio que se pretende lograr, una buena estrategia será poder contar con sociedad civil para apalancar los temas en los que este sector tiene interés.

Los amplios compromisos de campaña hacían prever que las demandas ciudadanas serían tomadas en cuenta y el discurso presidencial ha sido bien claro en ese sentido: se devolverá a la sociedad civil su protagonismo se ha dicho. Parece que se viene un Pacto Ético-Político para el Ecuador. Esa afirmación es un decreto poderoso que impone a todos un compromiso porque el Ejecutivo no puede actuar sólo para lograrlo. Se requiere entonces que la sociedad civil se tome en serio y de forma responsable esa convocatoria, tome fuerza y haga lo que mejor sabe hacer: incidir con propuestas valiosas para mejorar al país. ¿Nos tomamos en serio ese compromiso?

Ruth Hidalgo es directora de Participación Ciudadana y decana de la Escuela de Ciencias Internacionales de la UDLA. 

2 Comments

  1. El vicepresidente Otto, hizo unas cuantas maniobras para lograr un dialogo nacional, y el tsunami de objetivos y acciones planteadas terminaron en el olvido, en la ociosidad del gobierno morenista y en el sueño de todos los actores y en la renuncia del líder. ¿Por qué pensar que ahora si¡¡ la participación ciudadana va a ser efectiva? La respuesta, Por qué esta en el discurso, no es el mejor criterio. Pensar en que la crisis del PAIS en todos los ámbitos, nos convoca a todos [email protected] [email protected] a actuar es real, pero hace falta no griterios, sino inteligencia para actuar, no tirapiedras sino ciudadanos comprometidos con el país, no propuestas creadas desde la barriga (tren playero) sino obras propuestas desde los sectores productivos con la condición de que estas obras se transforme en Productividad y mejoramiento de la calidad de vida. Rescatemos, en la campaña, el Presidente Lasso convocó al Ecuador del Encuentro, y como lo hizo ” con la convocatoria encontrémonos en la creación de trabajo, encontrémonos en mejorar la salud, encontrémonos para mejorar la educación etc, y recibió los votos necesarios. Ahora, liderar propuestas para superar las diferentes crisis es el camino, reúna a líderes, a la sociedad civil, a la academia, a técnicos privados y públicos, etc que estén dispuestos a diseñar estrategias para salir del estancamiento dejado por los gobiernos anteriores, creando una masa de inteligencias, con voluntad para aportar, y traducir en acciones y políticas para los cuatro años.

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