El manejo político todavía hace parte de los secretos (o de los vacíos) mejor guardados del gobierno de Guillermo Lasso. En los hechos, el ministro de gobierno fue uno de los últimos designados. Se sabía que César Monge ocuparía ese ministerio y que dejaría su curul en la Asamblea. Pero nada se dijo mientras él trabajaba en la mayoría que votó por Guadalupe Llori para presidenta de la Asamblea, conformó el CAL y las comisiones legislativas. Monge llega con Homero Castanier como viceministro, encargado de las relaciones con la Asamblea Nacional. Monge y Castanier pueden hacer un buen tándem, pero luce insuficiente, pues el momento que atraviesa el país, si bien tiene urgencias económicas, requiere, para solventarlas, un enorme trabajo político.
El Presidente no cuenta con un gabinete con peso político. Por supuesto hay allí figuras (Mae Montaño, Marcelo Cabrera, Patricio Donoso, Sebastián Palacio) conocidos en el quehacer político pero, en general, se puede decir que este grupo de ministros con el que arranca este gobierno es, esencialmente, un grupo de técnicos sin experiencia ni relación directa con la dinámica política del país. Iván Correa, el secretario de la Administración, si bien tiene pergaminos como directivo eficiente, no tiene experiencia en el campo político. Se sabe que escucha mucho y casi nunca opina. Es una circunstancia un tanto inusual para un cargo tan político como el que detenta.
En esas condiciones, siguen abiertas tres interrogantes: ¿quiénes van a rodear al presidente para procesar los temas políticos? ¿Quiénes van a producir pensamiento político? ¿Quiénes serán, como consecuencia de las dos anteriores preguntas, los portavoces del presidente y del gobierno?
El presidente, hasta ahora, ha movido la agenda política y lo ha hecho con fortuna para su imagen, si se le cree a Cedatos. Pero muchos dudan de que un administrador nato como él se dedique a generar opinión alrededor de su actividad. Se ha hablado, igualmente, de un equipo de consejeros, cercano al presidente, dedicado a pensar estratégicamente la actividad presidencial y de su gobierno. Nada se ha concretado sobre el particular.
El hecho cierto es que la administración de Lasso tiene un déficit político desde que ganó la segunda vuelta. Y que, tras siete semanas desde aquel 11de abril, no se nota que esa carencia se haya solucionado. Su gobierno tiene algunos frentes que requieren un enorme apoyo político. Su gabinete es uno: hay ministerios que encaran bloqueos burocráticos o políticos generados, en casos, por reales mafias. El país conoce lo que ha pasado en el tema petrolero y de la salud.
La Asamblea es un campo minado que el gobierno ve, al parecer, como el más decisivo de la dinámica política. Si el Ejecutivo entrara en esa lógica, terminaría irremediablemente de rehén de la tradicional compra-venta de votos que produjo, en el correísmo y el morenismo, hasta el tráfico con hospitales.
La política depende, y eso lo saben los políticos, de quién pone la agenda. En este caso, la agenda es pública y notoria: está determinada por las urgencias y las urgencias están diagnosticadas y necesitan respuestas: la sanitaria, el hambre, la pobreza, la desnutrición infantil, la falta de empleo, la reactivación económica, la atracción de inversión…
El juego político no dependerá, entonces, de quién pone la agenda sino de quién explica mejor al país lo que hay que hacer para atender esa agenda en forma integral. No vale, como intentó hacerlo Salvador Quishpe, ocuparse únicamente de los transportistas. O de no privar los gobiernos seccionales de sus recursos, como quisiera Jaime Nebot. Aquí cuenta pensar integral, porque para pagar o invertir se requiere producir dólares.
Guillermo Lasso es por razones obvias, impuestas por su cargo, el más indicado para animar esa agenda. Y para sostenerla por encima de intereses particulares o de urgencias proselitistas. Se entiende que el frente social y económico que debe atender las urgencias del país necesita un hiper frente político. Es lo que todavía no se ve en el gobierno entrante.
Foto: Presidencia de la República.
Creo que es muy prematuro manifestar que el Presidente Lasso adolece de la falta de un equipo político. Recién esta una semana en el poder y definitivamente hay situaciones extremas que debían ser confrontadas y lo está haciendo muy bien con el apoyo de su personal de confianza: la vacunación es de suma importancia para que el país vuelva a su rumbo “normal” sobre todo en el ámbito económico. Una vez que la mayor parte de la población se encuentre vacunada en los 100 días que se ha prometido, y que estoy seguro lo va a cumplir, la economía se va a dinamizar, la mayor parte de la población activa podrá retornar a sus trabajos, las micro y pequeñas empresas revivirán y el país podrá irse recuperando paulatinamente. Otro tema de suma importancia es la seguridad interna del país y según entiendo es un asunto que el Ministro de Gobierno, Fuerzas Armadas y policía Nacional lo están analizando detenidamente para dar una solución contundente a la alta criminalidad que azota a la población y que como un secreto a voces todo el mundo lo conoce: las mafias internacionales de la droga de México y Colombia están ya en el país y para combatir esto Lasso necesita el aporte total de su gente de confianza y por supuesto de nosotros los ciudadanos. Lamentablemente el inútil de Moreno y sus secuaces dejaron al Ecuador en un estado seminconsciente, casi acabado y muy bien conocían de la existencia de esas mafias criminales, pero nada hicieron para frenarlas a tiempo. Y aquí es importante recalcar un tema que nadie lo toca: Las Islas Galapagos es un sitio de descanso de narcotraficantes, donde mucha gente lava enormes cantidades de dinero a vista y paciencia de las autoridades, donde una avioneta de narcotraficantes se esfuma de la noche a la mañana, donde aparecen decapitados pilotos, donde las tortugas salen en maletas y luego detienen a un simple policía, pero los grandes capos se mimetizan. La corrupción campea en las Islas Galapagos donde se construyen obras municipales a precios exagerados, pero nunca se las termina, y sino que alguien pregunte donde está la enorme cantidad de dinero que se invirtió para el “alcantarillado” de la población de Puerto Ayora y que al igual que la avioneta no se sabe hacia donde voló el tal alcantarillado. Menuda labor le espera al Presidente Lasso y su Ministro en Galapagos.
Moreno para su operación política, contó con los ciudadanos de Ruptura cuyos dirigentes fueron asignados a la “mesa redonda”, donde todos se dedicaron a hablar de cuestiones extraordinarias, de situaciones creadas por ellos, mientras la realidad vivida por los ecuatorianos era otra totalmente distinta a la expuesta por estos iluminados. (Ejemplo el mundo 5G de Michelena…, mientras los niños del campo solo gozaban de una comunicación para tener sus clases, subiéndose a los árboles o caminando horas hasta donde existía algo de señal.) Esta forma de encarar la situación económica, social y política del país solo producen un alejamiento del presidente de su pueblo y manejado por estos sabios, al Presidente le hacen creer que todo está bien, mientras en la realidad todo se desintegra, todo trastoca con la verdad, y el mandatario en la nube rosada solo piensa en tener más poder a través de la promoción y propaganda.
El presidente Lasso tiene la opción de escoger a sus asesores políticos, pero que estos, no le saquen de la realidad que vive el simple ciudadano. Los problemas de ahora son tan grandes que requiere del concurso y participación de todas las carteras ministeriales, para dar alivios (ej. empleo), y para lo cual se requiere una visión integral en las soluciones. Muchos de los problemas (inseguridad), requieren el manejo político y el concurso de todas las funciones del Estado (legislativo, ejecutivo, judicial) y si hablamos de “recuperar la paz” los problemas de inseguridad (narcotráfico, terrorismo, secuestro,… etc.) rebasa el ámbito interno, y se requiere del concierto internacional de naciones, pues son problemas que se han globalizado.
Cuando no hay compromiso,lealtad,integridad y honestidad politica eficiente de cambio por ende se carece de una administracion publica de calidad de un gobierno nuevo y entrante en funciones esta condenado a fracasar cuando en su gabinete se repiten los mismos rostros ,actores politicos y funcionarios reciclados x decadas Salvo el ministro de gobierno el unico que oxigena el gabinete, otros sin experiencia pero tecnocratas considero darles el beneficio de la duda en honor al postulado del reencuentro. Para confrontar la mediocridad del gabinete me permito sugerir convocar – involucrar por que no a la clase media como lideres gremiales, trabajadores, educadores, estudiantes y demas referentes sociales no para el reparto y mingas enfocando sus necesidades prioridades aspiraciones para sobrepasar las normas regulares de la mayoria de ecuatorianos. Finalmente ejecutar una reestructuracion de mejoramiento continuo para nombrar renovar directores y cargos de libres remocion donde esta enraizado el verdadero sistema de la corrupcion De tal manera activar las estrategias de excelencia en el arte y trabajo de gobernar y en lo social sus acciones y actitudes beneficien al gran proyecto Ecuador del bienestar y garantia de 4 años de construir una sociedad mas justa y equitativa.
Este artículo expone un hecho que a la vista de todos puede aparecer como cierto, empero, Lasso poco a poco ha ido formando su equipo de trabajo más cercano, obviamente, en función de la pavorosa crisis dejada por Moreno y su prófugo antecesor, y está utilizando personal idóneo altamente especializado como buen administrador que es.
Es innegable que hay prioridades, como el caso de las vacunas, la consecución de recursos ante la precariedad de la caja fiscal y tantos y tantos problemas, que sólo a él le corresponde ocuparse.
Dichos problemas son de tal naturaleza, que forzosamente hay que fijar prioridades y eso es lo que está haciendo, sería ideal que al mismo tiempo armara un equipo político que se encargue de esos menesteres, pero hay que estar consciente de las condiciones en las que recibió el país, no todo puede hacerse de la noche a la mañana, como quisiéramos.
Démosle un poco de tiempo para que se ocupe de los asuntos que anota el articulista, aunque los buitres correístas están al acecho, aún no han sacado sus garras, pero, como bien indica Don José, en los cuadros actuales si hay personas duchas en los quehaceres políticos, como aquellos nombrados en el segundo párrafo del artículo de marras, de modo que, Lasso a la presente fecha, no está TOTALMENTE huérfano de operadores políticos, como allí se afirma.
Después de 14 años de desgobierno y corrupción, las cosas físicamente, no pueden cambiar de un día para otro, sólo imaginemos con qué cuadros y habilidades administrativas hubiera contado Pérez, si hubiese sido electo.
Aunque la previsión es válida, hay que darle tiempo para la labor titánica que le corresponde al flamante presidente acometer, entre esas, la de rodearse de buenos asesores políticos, si es que no lo está haciendo ya, no olvidemos que F. Huerta, lo ha visitado en su casa.
Roma, no se hizo en un solo día.
Totalmente de acuerdo, Dr. Hernández. Además, necesita de un equipo para que revise los curriculum vitae de las incorporaciones a su equipo de trabajo; sobre todo, que no vaya a emplear a robolucionarios camuflados que luego lo estropeen su gestión. Es bueno que se hable de reconciliaciones pero debe cuidarse de quinta columnistas dentro de su administración. Su gestión es su gestión, Presidente Lasso; sugiero respetuosamente.
Es todo eso…. O sencillamente Lasso pretende demostrarnos que la política convencional, la del cálculo, la de los partidos en una Asamblea, los políticos fuera de ella, o incluso los medios, no será la que determine como debe de actuar su gobierno. Digo esto una vez visto que hay un nuevo factor, quizá mas poderoso, en la opinión ciudadana expresada directamente y sin intermediarios que no sean Facebook, Twitter etc. Solo digo!…
Los políticos ecuatorianos tienen una visión caduca sobre la democracia, como lo demostró la protesta social de Octubre. Deben responder al clamor de las calles.Muchos periodistas,como 4pelagatos, manifiestan que el presidente Lasso no tiene un equipo político que enfrente y busque consensos con ciertos indígenas que no quieren entrar en razón.Son ciudadanos, algunitos son terroristas, que quieren cosas simples y obvias: educación pública, salud pública, justicia social y el derecho de expresar disenso sin represión. No queremos escuchar más promesas o esperar a diálogos y discusiones legislativas eternas. Pedimos empatía con las necesidades de la gente a través de cambios ambiciosos pero no imposibles. Aspiramos a un mundo mejor en el cual vivir.La democracia es la promesa de poder para todos, y de eso se trata: resolver la parte social y económica en Ecuador: poder para las mujeres, los indígenas, los jóvenes, los pobres, los sindicatos. Una lucha por una política donde todos podamos existir en una democracia más diversa e inclusiva: todo puede ser más simple cuando se deja de ver a la política como una guerra y se la aborda como una manera de mejorar la sociedad desde una perspectiva de derechos.