Cuando se intenta entender el escenario electoral en el Perú y se hace el ejercicio de escuchar debates y análisis que aparecen en la televisión, prensa, radio y redes sociales de ese país, aparece un término inevitable: los caviar. Y si no se sabe qué son y quiénes son, es imposible entender en toda su complejidad lo ocurrido en las elecciones.
En el Perú se habla de los caviar como si ya fuera una categoría política perfectamente definida en alguna enciclopedia política. O incluso como si fuera algo así como un sindicato o partido político. ¿Quiénes son los caviar y qué tienen que ver con el resultado de las elecciones de domingo 6 de junio? Se sabe que el periodista Herbert Mujica la usó por primera vez en el Perú en 2004. En realidad, se trata de un viejo concepto que se refiere a la izquierda burguesa, acomodada e incoherente que ha sido usado en muchos países, sobre todo en Francia donde se acuñó el término gauche caviar que tradujo e introdujo Mujica al Perú. En los EEUU, por ejemplo, el escritor y periodista Tom Wolfe los llamaba los radical chic.
Según el periodista Aldo Mariátegui, considerado como la bestia negra de los caviar por sus comentarios punzantes y su crítica despiadada a ese sector, los caviar son la izquierda “pituca” o “miraflorita” (de Miraflores) que militó en partidos de izquierda revolucionaria y se articuló de la mano del cura Felipe Mac Gregor en los años 50 y 60 del siglo pasado. Son los progres que, con aires intelectuales, dominan la academia y las artes, han copado la administración de justicia, viven del Estado o de las ONG’s y tienen un lenguaje políticamente correcto con el que ejercen una despótica superioridad intelectual sobre el resto de la sociedad. Es un grupo poderoso porque sus miembros se apoyan entre ellos, se citan y se felicitan en redes: académicos, periodistas, intelectuales, artistas, jueces y fiscales. Además, tienen importantes contactos con los caviares de otros países. Quien discrepa con ellos es fascista, bruto y corrupto, dice Mariátegui que conversó con 4P. desde Madrid, donde vive. Incluso la gente y la prensa les tiene miedo por su inmensa capacidad para manejar la opinión pública.
El columnista Carlos Arnillas coincide con la descripción. “Son sectarios, se creen dueños de la verdad absoluta, ya que el resto son brutos. Son miembros de una izquierda, que no necesariamente está comprometida con lo que predican. Su poder ha llegado, incluso, a los medios de comunicación masiva, desde donde actualmente digitan sus odios y simpatías”. Los caviares se han ido metiendo hasta lo más profundo del aparato público y prácticamente todas las onegés y desde ahí manejan con solvencia un lenguaje progresista y se han apoderado de la causa feminista de la que se creen sus únicos custodios.
Estos caviar, que durante los años 80, andaban sin padrinos finalmente adoptaron una identidad concreta a partir de cuando Alberto Fujimori los involucró en su gobierno, durante los primeros años. Cuando salieron porque Fujimori los sacó, adoptaron lo que ahora los define y les ha dado entidad: el antifujimorismo. Desde que Fujimori los retiró, empezaron a aparecer todos los horrores de su gobierno: el autoritarismo, la corrupción, la esterilización de las mujeres. Antes, era como si nada de eso hubiera ocurrido. La figura más señera y emblemática de los caviar, coinciden todos, es Diego García-Sayán Larraburre, aristócrata limeño que fue ministro de Justicia en el gobierno de Paniagua y canciller de Alejandro Toledo.
Los caviar se convirtieron en en la fuerza anti fujimorista que logró instalarse en casi todos los gobiernos que lo siguieron, comenzando con el de Valentín Paniagua. En su discurso radica la relevancia que han tenido en las elecciones del 2021. Su anti fujimorismo es tan acentuado y obsesivo que, mientras no dicen casi nada en contra de Castillo porque eso sería irse en contra de cierta corrección política, han terminado por crear una convención social según la cual el único mal posible para el Perú es el de la hija de Alberto Fujimori.
Su anti fujimorismo es tan fuerte, que acusan a Keiko Fujimori de cosas que no son verdad, dice Mariátegui, como ser lavadora de activos o narcotraficante. Y cuando Pedro Castillo se comporta el como xenófobo o el anti feminista que es, ven para otro lado. Los críticos de los caviar sostienen que como ellos han copado la administración de justicia y la Fiscalía, Keiko Fujimori enfrenta una serie de procesos penales muy débiles de los que saldrá pronto pero que han servido para posicionarla como delincuente. Además, tienen a las onegés de justicia y derechos humanos que se encargan de mantener el discurso antifujimorista en la conversación sobre la candidata.
Los caviar también han escrito la historia reciente del Perú y eso significa que el pasado oprobioso del terrorismo, vivido en los 80 y los 90, ha sido blanqueado. En esa dulcificación de la historia, lo que antes se llamaba terrorismo ahora se llama Conflicto Armado Interno. Un ex periodista de Radio Programas del Perú, que ahora es asesor de políticos, dijo a 4P. que hay una frase en el Perú que retrata perfectamente el significado de los caviar en las este escenario electoral: enseñaron a odiar a Fujimori más que a Abimael Guzmán, el líder del sanguinario Sendero Luminoso. “A Keiko la retratan como si fuera la enfermera del doctor Mengele -dice Mariátegui-, la han satanizado brutalmente y si bien no es ninguna santa no es la criminal que retratan”. Así, la figura de Castillo aparece mucho más benévola que la de Keiko Fujimori. Esto, a pesar de los vínculos y coincidencias de Castillo con fuerzas que tienen vínculos con el comunismo maoísta que sembró muertes y violaciones a los derechos humanos de la mano del siniestro Sendero Luminoso y del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.
Cuando Castillo se convirtió en una opción real de poder, los caviar se asustaron y quieren creer que el profesor de Chota será una suerte de Ollanta Humala que, finalmente, se alejará de la izquierda radical y se moverá hacia el centro. ¿Es esto posible? Hay quienes creen que no porque, a diferencia de Humala, Castillo está mucho más atado a una estructura partidista de ultra izquierda. El jurista Luis Pásara, por ejemplo, sostenía hace poco en una columna titulada “Caviarizando a Castillo” que un giro hacia el centro “no es factible porque el profesor entonces dejaría el discurso anti establishment para pasar a ser parte de lo que Vladimir Cerrón (el líder de Perú Libre de Castillo) más aborrece: una mala copia de la izquierda caviar y su programa pro establishment“.
Este relato que logró blanquear la historia del terrorismo y ha tratado de convencer al electorado de que Castillo terminará siendo instrumental al progresismo de centro, ha exacerbado el sentimiento antifujimorista y ha ayudado, de forma sustancial, a que se llegue al punto en el que está el Perú.
Foto. El Comercio de Lima
Los caviares son los respo sables de que la izquierda radical pueda subir al poder
para mi si sube Castillo es pôr fraude y de ninguna manera me representa
como estos caviares inpresentables
En Ecuador, no hubo un político caviar, fue un ladrón con toda la extensión de la palabra
buena reflexión y considero que el articulo es muy vago, histórico si y con poco peso actual. No diría que Castillo es producto Caviar, los caviares, algunos, lo apoyan, pero es un producto del abandono y falta de políticas sociales que cierren la brecha informal/socioeconómica, del abuso de la empresa, el control del estado por medio del lobby. Es un producto del peru profundo, huelguista, maestro de un grupo enorme, 50% del peru, que busca de cualquier camino para que su voz se escuche.
Recuerdo la universidad en la estudiamos se hacia grandes discursos sobre el comunismo, muchos compañeros fueron premiados con estudios en Cuba y y la URSS, de donde venían mas radicales, diría que hasta la brutalidad , de ahí que las manifestaciones eran cada viernes y por cualquier causa, ahora son señores profesores en dicha Universidad.
Considero que no debemos olvidar que en la formación de los caviar, y de sus similares en otros países, entre ellos el nuestro, con las diferencias específicas, se halla la educación formal impregnada de marxismo. A lo largo de los años los profesores e intelectuales marxistas impregnaron la mentalidad de las nuevas generaciones con la visión marxista de la sociedad y de la historia. No solo en la educación estatal sino en la privada, incluyendo la de las clases altas.
Demasiada abstracción. Fuera del nombre concreto de Diego García-Sayán los caviar son en realidad una etiqueta difusa. Que han copado la administración de justicia, las ONGs, la academia, etc., es un forma claramente estereotipada de referirse a un grupo de personas -sin certeza de quiénes en particular- que supuestamente piensan y actúan de cierta forma. Nuevamente asistimos a la lógica del “nosotros vs ellos”. Aquí lo grave es que Castillo tiene todo el potencial de convertir al Perú en otra Venezuela.
En el Ecuador también existe esa izquierda caviar con todas las características tan bien descritas por el señor Pallares.
Acá les llamamos CORREÍSTAS, y su líder es un delincuente sentenciado prófugo de la justicia.
Correcto….
Hay que señalar que uno debe estar de acuerdo en juzgar los actos de corrupción de cualquier político si hay evidencia para hacerlo, pero como dice uno de los entrevistados, la comparación contra Keiko es desproporcionada a lo que Castillo representa y con los que actualmente le rodean. Sin embargo, realmente la izquierda caviar está asustada? Posiblemente su mayor interés ahora es salvar sus puestitos y sus chiringuitos en el estado o sus medios de comunicación subsidiados por el estado a toda costa. Una vez ahí y haciendo entender a Pedro que él los necesita a ellos, pueden comenzar cómodamente su ataque a lo que denominan neoliberalismo. Yo lo que veo es que ligeros cambios en el discurso de Pedro podrían demostrar que los caviar ya estaban en contacto. Mientras los niños de papi puedan seguir jugando a que dominan el mundo y son las mejores personas del universo, mientras tengan asegurados los recursos para hacerlo, a ellos no les importa que pase de aquí. Es más, si tienen que trabajar a tiempo parcial como mercenarios estarán más que dispuestos a hacerlo pues decir lo que les piden los comunistas es lo que aman. La izquierda caviar, los que venden que el Che era un gran ser humano pero no cuentan que era un despiadado asesino que terminó destruyendo el Banco Central de Cuba por inepto. La izquierda del marketing que ahora provocó un mal a Perú, la que pavimenta el camino al infierno con buenas intenciones. A disfrutar lo votado a mi pesar de la gente que luchó para evitarlo.