Con el avión presidencial ocurre lo mismo que con el salario de los ministros: los populistas sueñan con ver al presidente haciendo fila en un vuelo comercial y tener ministros que ganen apenas un poco más del salario mínimo. Y con esos cambios, que pregonan trayendo ejemplos de países que creen conocer porque han visto algún video, juran que el país sufrirá un cambio de 180 grados.
Si el presidente tiene avión (ahora tienen avión artistas, deportistas, empresarios…), es porque su cargo lo requiere. Ahí entran en juego horarios, tiempo ganado, ausencia de una red aeronáutica nacional y, sobre todo, la seguridad del Primer Mandatario. Hay un presidente cada cuatro años y lo que se espera, además de honestidad, es que conduzca al país con visión, que sea un demócrata generador de prosperidad y desarrollo y que use los bienes públicos con delicadeza. No que prescinda de ellos, en detrimento de sus resultados, para caer bien a los populistas.
Rafael Correa, metido en este debate porque se cree el referente de comparación para todo, dice que “la prensa corrupta hacía el ridículo con tal de “acusarnos” por el uso de aviones”. No es verdad. La historia de Correa y los aviones presidenciales, es un poco más compleja de lo que quiere hacerla aparecer hoy. Su historia comienza con la compra, en 2013, de un avión Falcon 7X que se sumó al Legacy que tenía la presidencia. Por supuesto que aquello generó debate. Más aún cuando se supo el costo del avión: 54 millones de dólares según la Contraloría. El ministerio de Finanzas pagó 49′ 712 602 y el Grupo de Transporte Aéreo Especial de la Fuerza Aérea secomprometió a cancelar 4′ 369 301 para servicios de mantenimiento. Es decir, 14 millones más que el precio del avión que compró Juan Manuel Santos que era mucho más grande. El impresentable Patricio Barriga, Secretario de Comunicación en 2016, quiso sacar pecho comparando los dos aviones y mostrando que el de Correa era más pequeño. “Juzguen -escribió en un tuit el 24 de abril de 2016- si se optó o no por lo austero, justo y necesario”.
El debate no fue tener avión o usarlo, como dice Rafael Correa: fue tener dos aviones, haber comprado uno con sobreprecio, utilizar, además, otro de TAME para comitivas inmensas y, en definitiva, usarlos mal. La Contraloría ratificó, en marzo de 2019, en un informe, el mal uso que se dio a los aviones presidenciales en el gobierno de Correa: de enero de 2012 al 24 de mayo de 2017. En el boletín que redactó la Contraloría se puede leer esto en uno de sus apartes: “De estos 58 vuelos, 24 se dirigieron a países considerados paraísos fiscales. Algunos no contaron con manifiesto de pasajeros en todas sus rutas. Entre estos países constan: Panamá, Barbados, Trinidad y Tobago, Bahamas y Belice. En el desglose de estos viajes se puntualiza que entre 2012 y 2015, el Ministro de Relaciones Exteriores realizó ocho viajes, que incluyeron paraísos fiscales, permaneciendo en ellos entre 45 minutos y 21 horas, desconociéndose el objeto del viaje. Quien se desempeñó como ministro ese lapso fue Ricardo Patiño”.
El debate que se ha abierto en el gobierno de Lasso sí tiene que ver exclusivamente con el uso del avión presidencial. ¿Por haber viajado a operarse, debía ir en ese avión? Lasso-presidente y la salud del presidente suman dos en ese debate. Por supuesto tampoco se toman en cuenta los protocolos de la Casa Militar, encargada de velar por su seguridad. En síntesis: los correístas y Correa tergiversan el debate y mienten sobre lo que pasó con los aviones durante esa década. Y otra parte del debate se hace sin poner sobre la mesa elementos clave de la realidad.
Uno de ellos es el deseo de Lasso de vender los aviones presidenciales y usar el suyo, y no poder hacerlo. Primero, porque el Legacy, en venta desde el 2018, no ha encontrado comprador, como lo mostró Teleamazonas hace un año. Enseguida, porque esos aviones se han depreciado tanto que el país estaría muy lejos de poder recuperar los 82 millones que pagó por ellos. En fin, los militares, que cumplen protocolos y se ocupan de la seguridad presidencial, siguen considerando que debe viajar en el avión que tienen bajo su cuidado. No en el suyo.
Al presidente no hay que pedirle que no use los bienes públicos que facilitan su trabajo. Hay que pedirle que los use con delicadeza y fiscalizar que trabaje y mucho por el país.
Foto: Presidencia de la República.
El uso de aviones del Estado por parte del presidente es normal en todos los países, este debe estar sujeto al buen uso de acuerdo a la Ley y la Constitución, lo que no es correcto utilizarlo como taxi, para hacer viajes de placer o viajes obscuros a países con los que no tenemos relaciones, sin un plan de viaje como lo hacia el señor Correa y sus comensales
Jacobito celebro su primer millon de dolares con un fieston en un avion de TAME (no le cobraron el sobrepeso, jaja…entendieron?). Correa tambien metia a esas comitivas inmensas de revolucionarios de manos limpias en aviones de TAME ke a su vez tenia “asegurados” sus aviones en Seguros Sure…..TAME ya no existe, ke sorpresa.
Los DOS !!! avioncitos chikitos en los que Correa y sus camaradas volaban x el mundo escondiendo lo robado son dos de los jets privados mas caros en el mundo; sacados la madre (los aviones) no hay kien compre pero por lo menos no los desarmaron y desaparecieron como al Helicoptero presidencial…pero esa es otra historia.
Estimado Sr. Hernández, en la mayoría de sus comentarios, coincido con ud. Sin embargo, en éste tema en particular, respecto del uso delicado de los bienes públicos. discrepo de la A a la Z. Por las siguientes razones: La austeridad en el uso de los bienes públicos, no tiene que ver con populismo, para tratar de vender una idea que acojan bien la mayoría de la población, se trata de administrar los poquísimos y escasos recursos públicos, los suyos, los nuestros que tanta faltan hacen en un país en crisis, quebrado económica y moralmente. Si bien el Presidente Lasso, tiene la necesidad de mejorar su salud y probablemente si su movilidad mejora, puede desempeñar mejor su cargo, pero deben recordar que es un estado de salud heredado por los ciudadanos, es decir NO se produjo en el cumplimiento de sus funciones como Presidente, sino más bien es su vida privada, no se por qué los ecuatorianos tenemos que asumir los gastos que éste representa (viáticos para la comitiva, combustible, mantenimiento, etc), cuando es un tema personalísimo, que ya fue tratado como tal en meses anteriores. La prudencia y la ética, debe estar presente en todos los actos de la vida, en la administración privada y más en la pública cuando cada dólar es de los ecuatorianos y que bien utilizado, puede salvar vidas, dar educación, poner el pan en la mesa de un ecuatoriano que al menos un 35% de [email protected] vive con 2 dólares diarios. Hubiese sido más responsable hacer uso de una línea comercial con las comodidades que éstos prestan.
Si los bienes del Estado se usan con austeridad y transparencia, creo que no habría mayor problema. Lo contrario, es doloso. Por ej. el uso de los aviones, que se vuelven fantasmas que viajan a países paradisíacos, con tripulación y pasajeros anónimos, valijas y sacas de qué también sería (aunque olían mal). Y no se preocupan de informar al país en qué andarán o anduvieron porque “nada saben o supieron”. Esto es lo indignante. Quienes hicieron del país su feudo deberían primero saldar sus cuentas con la patria para luego criticar a los sucesores que tratan de enmendar entuertos ajenos.
Así es !!!!!!!! Que use un bien público , que en este caso está al servicio de la Presidencia , pero que lo use bien : con prudencia , austeridad y en lo estrictamente necesario , y es lo que precisamente ha sucedido . Este buen uso difiere y mucho , del uso y abuso que se dio a estos aviones en la Presidencia de la RC ; y para ratificar lo señalado , está el informe de Contraloría , que se menciona en el presente artículo .
Lo que Ud escribe es correcto bajo su perspectiva, La mía es diferente, creo que Lasso pudo haber viajado en primera clase a un menor costo que con avión propio.
La cuestión es que si esperan vender los aviones en lo que costaron es obvio que están engañando, todos sabemos que las compras del gobierno usualmente tienen del 20 al 30% de sobreprecio, además de la natural depreciación. Cuidado nos encontramos en un nuevo capítulo de la serie “venta de los medios” y ahora “venta de los aviones”
Solo entre seguros y mantenimiento forzoso deben ser un par de millones al año, por otro lado que necesidad hay de acudir a tantas reuniones o cambios de presidentes de poco o ningún interés para nuestro país.
Ese ente ya no sabe qué hacer, ni qué decir. Será que le cierran las redes sociales?
Correa es un imbécil sin nombre..Saqueador, mentiroso, comunistoide de derecha, vividor, jefe de pandilla, lacra humana..Que diga lo que le venga en gana, 85% de la población ya no le cree…
Si la gavilla de delincuentes comandados por Alibaba Correa y sus 41 ladrones (Yunda hace el 41) no entienden, o se hacen los que no entienden, lo que claramente explica en su artículo el Dr. Hernández sobre el muy buen uso que el Presidente Lasso está haciendo de los bienes públicos, pues entonces que con esa ignorancia estúpida que les caracteriza que mejor callen y dejen de fastidiar.
Correa piensa en tu familia, en tus hijos, en tu madre, ya es hora de que mejores calles y no les hagas pasar tanta vergüenza y de manera silenciosa te retires a disfrutar en compañía de tus borregos todo el enorme monto de dinero que robaste al país. Ya basta de tus estupideces.
Aparte de las razones indicadas, el presidente no está atendiendo un asunto enteramente personal; está atendiendo un tema de salud que guarda relación con su buen desempeño en el cargo. Si, en efecto, esta operación le devuelve su habilidad de caminar -una aptitud motriz esencial-, es claro que eso favorecerá su rendimiento en las delicadas funciones que tiene. Otra fuera la historia si se hubiera ido a operar por razones estéticas o cosméticas como cierto personaje que está en la cárcel lo hizo.
Si Yo fuera Presidente, estoy seguro que, aquí y ahora, este tema sería un dilema muy grande. Por un lado, mi ego, seguro quisiera hacer uso del avión presidencial por comodidad y una sensación de poder. Por otro lado, mi Alma me estaría cantando al oído que no es correcto que lo haga, dada la situación que vive el país, tanto en lo económico, como en lo social. Los argumentos del Eduardo Alma serían que existen vuelos comerciales cómodos y con todos los servicios, lo cual sería mucho más económico para el país. Pero, lo más importante, que taladraria mi mente y mi corazón es el tema de dar ejemplo de humildad y de ahorro a todo el sistema de gobierno. Pero Yo soy Yo, el Presidente Lasso es El, y José Hernández es José Hernández. Todos con criterios respetables, siempre y cuando, esto no constituya un abuso y un perjuicio al herario nacional.
Erario es sin H… con todo respeto.
Correa y los correistas, lo que quieren es espacio en la prensa para no pasar desapercibidos.
Estos cretinos, de cualquier cosa hacen bomba, típico del mercachifle barato.