Hace más de tres años, un en extremo generoso José Hernández, nos invitó a ser parte de su familia, si, de la FAMILIA 4 PELAGATOS. Sugestivo nombre que invita a la rebeldía, a la protesta, a la ironía, a manifestar la inconformidad. Para el hombre común pelagato es ser insignificante, pobre, sin oficio ni posición social. Un cualquiera. Nos encantó identificarnos con una denominación tan retadora en una u otra dimensión.
Han sido 163 semanas marcadas por el vértigo de las convulsiones nacionales, de las vivencias individuales, de las frustraciones y esperanzas, de las conmociones mundiales. Han sido infinitos los acontecimientos para reflexionar, transmitir, discrepar, inferir, inducir. Hemos hollado los insondables vericuetos de las finanzas públicas. La economía ha sido, es y será objeto de nuestras preocupaciones. Así también la lacerante pobreza, las desigualdes sociales, la falta de trabajo. La existencia real de un ejército de Pelagatos que, sin duda, abrigan un impredecible proceso de ebullición, también ha sido objeto de nuestros desvelos.
Escribir, en sí mismo, es un acto de fe. Es transmitir convicciones, deseos, esperanzas, realidades, anhelos, desalientos. Es compartir con un lector invisible. Es imaginar sus gestos, sus reacciones, sus inquietudes, sus deseos. La inapreciable oportunidad de escribir en modo pelagato, ha sido invalorable.
En el decurso de los años recientes la pandemia transformó el mundo. Al tiempo que nos invitó a profundas reflexiones sobre nuestras existencias como parte de la naturaleza humana. Quizá, hemos aprendido a valorar con más rigor nuestras vidas. A dimensionar nuestras fragilidades. La defensa de la vida nos ha alejado físicamente de los otros. Sin embargo, los pelagatos permitieron acercamientos fraternos con el lector a través de la escritura. Hemos abrigado juntos el ferviente deseo de ser mejores personas y seres humanos.
Siempre es triste, muy triste, el alejamiento de la familia en búsqueda de nuevos horizontes. Lo es en extremo dejar la familia 4 Pelagatos. La vida es, sin duda, una constante travesía por los inescrutables caminos que nos depara nuestras existencias. Unos predecibles, en su mayoría impredecibles. Pues, la vida misma es la encarnación de misterios e imprevisiones. La incierta distancia entre el nacimiento de la vida y la muerte, es un recorrido particular de cada persona con sus propias vicisitudes.
En nuestro constante caminar, hemos encontrado otros senderos que nos alejarán, querido lector, de su invalorable compañía. De esa inmensamente apreciable e invisible conexión para consentir o discrepar, pero que ha construido una sana relación de respeto y valoraciones humanas que nos dignifican. Nos ha honrado sobremanera que parte de su inapreciable tiempo nos haya dedicado en 163 semanas. Mil gracias. Los recordaré siempre en un presuntuoso alarde de imaginación de sus rostros.
Queridos José Hernandez y Martín Pallares, para su nobleza periodística y personal, son insuficientes los calificativos. Nos ha identificado principios y valores humanos y profesionales. Esta despedida es muy sentida desde lo más profundo de mis sensibilidades. Mil gracias, espero solo sea un hasta pronto.
* Jaime Carrera es economista
NDLR Querido Jaime: gracias por el afecto y la pasión que puso en defender valores, principios, lucidez y pragmatismo en la comprensión y manejo de la cosa pública. Gracias por los conocimientos, alertas y sugerencias en el campo económico que Usted consignó cada semana en este sitio, que enalteció con su firma. 4P le desea éxito en sus nuevas labores y tendrá siempre las puertas abiertas para Usted. Que sea, como Usted dice, un hasta pronto.
Gracias. Eco. Carrera. Los números y estadísticas no son mi fuerte, pero con sus comentarios y explicaciones las digeria con facilidad. Lo extrañare por su franqueza y pragmatismo mientras dure su ausencia… se que volverá… Felicidades en sus nuevos retos…
Un saludo afectuoso estimado Jaime , siempre hemos valorado tus inteligentes y fundamentados editoriales . Que este nuevo derrotero que has tomado , te depare satisfacciones y la posibilidad de seguir aportando en beneficio del país . Un abrazo .
Un millón de gracias por tantos artículos que descifraban los vericuetos de nuestra economía. Exitos y dicha en el futuro.
Cómo lamentamos su salida Jaime quienes somos asiduos lectores de 4Pelagatos, los que seguimos y admiramos este ejercicio periodístico de enorme valía. Estamos seguros, eso sí, que adonde vaya brindará un aporte valioso en lo personal y profesional.
Muchos éxitos y hasta pronto. Ojalá podemos re-encontrarlo en este espacio en algún momento.
Estimado Sr. Carrera gracias por sus explicaciones sobre economía con palabras sencillas entendía en cada columna la situación económica de mi país ; espero en algún momento tener la oportunidad de continuar conociendo sus interesantes explicaciones y opiniones.
Gracias Economista Carrera.
Siempre consideré que hacer comentarios a sus documentos era un reto, porque sus conocimientos profundos de las finanzas, de las cuentas nacionales y sus reflexiones eran completas. A sus lectores, nos dejó satisfechos de su orientación al tratar la data financiera y los temas monetarios del País. Ahora que estará en nuevas funciones, le deseo que siempre le vaya bien, y pronto regreso¡¡
Estimado Sr. Carrera
Éxitos en su nuevo reto y muchas gracias por transmitir sus conocimientos en finanzas, descritos en sus artículos, que cautivaron a la mayoría de sus asiduos lectores. Lo que lo hace grande a Usted es, su siempre resaltado perfil bajo, que con argumentos contundentes son muy difíciles de dudar..Buena suerte, y hasta pronto.
Los artículos del Ec. Jaime Carrera han sido lecciones que han contribuido a comprender la verdadera situación económica del país, más allá del discurso oficial. Esta orientación, aun para quienes desconocemos de la materia, ha contribuido a la formación cívica del ciudadano, como lo hacen los otros articulistas de 4-P. Éxitos en su nueva misión.
Señor Economista Carrera:
Seguro como todos los que leemos a los pelagatos, vamos a echar de menos sus valiosos artículos sobre la economía y finanzas del país, ya que nadie tan enterado y con explicaciones tan precisas para que sepamos entender esta materia de la que usted ha sido un catedrático de primer nivel. Sin sus artículos y valioso criterio, seguiremos engañados con las cifras que nos comunica el Gobierno, como ha sido una constante durante los últimos 15 años . Como usted bien lo dice, hacemos votos porque solo sea un hasta luego y esperamos tener la suerte de nuevamente conocer y leer sus invalorables y sabios criterios sobre nuestra economía en un futuro cercano.
Jaime muchas gracias por tanto. Que sea un hasta luego. A veces me me perdia con las cifras pero así es como hay que trasmitir el mensaje. Bendiciones y éxito.
Su palabra lúcida y orientadora nos hará falta!
Tengo la certeza que en cualquier ámbito que vaya a continuar proporcionado su aporte.. será grande! Ojalá nos continúe haciéndonos participes de su opinión!
Muchos éxitos Jaime!!
Va a volver… Estaremos esperando… Pronto retorno… Aplausos.
Que lamentable decisión pues afecta a quienes, cómo yo, somos asiduos lectores de 4 pelagatos y de los sesudos artículos de Jaime Carrera. Ojalá podamos seguir alimentándonos de su sabiduría por algún medio alternativo donde el difunda su pensamiento
Sr. Carrera,
El primer requisito de escribir bien es tener algo que decir. (Y despues, decirlo en la manera mas claro y breve posible.) Usted siempre ha tenido algo que decir: algo contundente, relevante, acreditado. Y usted entiende bien que economia es parte de las ciencias sociales. Es decir, en el fondo, economia se trata de como podemos vivir mejor en sociedades. En ese sentido, nos ha presentado su vision humanista sin color politico ni dogmatismo ideologico, basado en la responsabilidad fiscal, la transparencia, la etica, la competitividad, la innovacion humana, y la modernidad. Gracias por compartir esa vision con nostros, sus lectores.
Leer sus columna — esta ultima, sobre todo — me da la peculiar sensación de extrañar a un viejo amigo que jamas he conocido. Con infinito respeto y agradecimiento, entonces, le despido a usted, estimado economista, amigo de sus lectores, y voz importante en la lucha para tener un Ecuador donde la gente vive mejor.