La nueva administración municipal de Santiago Guarderas no la va a tener fácil. Ahora que se ha hecho cargo de la Alcaldía, tras los desaguisados de Jorge Yunda, Guarderas tendrá que lidiar con un presupuesto cuya tercera parte se agota en sueldos para sus empleados.
Según el presupuesto aprobado para el 2021, de los 757 millones destinados para el Municipio de Quito, algo más de 240 millones va al gasto corriente. ¿Mucho o poco? Una buena forma de dimensionarlo es comparando con Guayaquil: su presupuesto para el 2021 fue de 762 millones (casi igual al de Quito) de los cuales 651 millones es para obras y 110 millones para gasto corriente y nómina. Es decir, el cabildo guayaquileño ocupa el 86% de sus recursos en obras y un 14% en gasto corriente; en Quito un 38% es para gasto corriente, 32% para inversión y otro 30% para el metro que, para colmo de males, ni siquiera funciona.
El inmenso peso que tiene el gasto corriente en el Municipio se explica básicamente por una inmensa nómina de 20 686 empleados mientras que, en Guayaquil, el número asciende a los 5 181, según una investigación de diario Expreso. Si bien los casos de Guayaquil y Quito no son estrictamente comparables porque el municipio quiteño tiene más competencias a su cargo, por ejemplo el control de tránsito, lo cierto es que los datos explican por sí solos lo complicado que será administrar una ciudad donde el tercio de sus recursos se consume en salarios.
La inmensa carga de gasto corriente se originó durante la administración de Augusto Barrera, quien adoptó un modelo de gestión diseñado por el nervio central de la planificación correísta: la Senplades; entonces dirigida por el actual asambleísta Pabel Muñoz. Según el urbanista Fernando Carrión, la administración de Barrera convirtió al Municipio quiteño en un reflejo del modelo político y administrativo del gobierno central; un inmenso espacio burocrático donde se ofrecían plazas de trabajo a quienes eran fieles con la doctrina y las prácticas del partido de gobierno. Además, al final de la administración de Barrera se acataron las normas del Código de la Democracia para Quito que, por ser Distrito Metropolitano y en función de su densidad, pasó a tener 21 concejales en lugar de los 15 que tenía originalmente. Este cambio se implementó en la administración de Mauricio Rodas que, para dar gusto a los concejales electos, estableció 21 comisiones en lugar de las 15. Así, el Concejo Metropolitano tiene seis comisiones más que la Asamblea Nacional. Esta nueva estructura también aumentó el número de funcionarios mientras que Guayaquil, con una población similar a la de Quito, sigue teniendo 15 concejales.
Luego de la administración de Augusto Barrera se esperaba que el siguiente alcalde, Mauricio Rodas, tomara los correctivos para lo que ya en el 2014 era visto como un grave problema para la ciudad: el tamaño del aparato municipal que lo hacía no sólo costoso sino muy poco eficiente. Según Carrión, una consultora internacional contratada por el Municipio hizo un estudio y recomendó recortar al menos 6 mil cargos en el Municipio. Rodas no quiso hacerlo y, por el contrario, consolidó y potenció la atrofia burocrática: de los 15 778 empleados con los que terminó Barrera, el Municipio pasó a tener 20 295 empleados.

Con Yunda hubo unos pocos aumentos de personal hasta que llegó la pandemia que obligó a drásticos recortes de presupuesto. Yunda aparentemente dejó de contratar más personal pero cuando inició la crisis política por su remoción, autorizó a la Secretaría de Salud a hacer más contrataciones. De lo que se sabe al menos 60 nuevos nombramientos se han hecho en el Municipio en función a alianzas políticas que Yunda ha estado tratando de consolidar para salvar su pellejo.
Guarderas no ha dicho qué hará con la inmensa nómina de funcionarios. Ha dicho que hará una evaluación de la situación para ubicar las áreas donde se pueden ahorrar recursos que podrían ser destinados a más obras. Pero todo indica que si Guarderas no hace algo para cambiar el esquema de atrofia burocrática, poco o nada mejorará el trabajo del aparato municipal.
Foto: Ilustración 4P.
GUARDERAS NO HARA NADA CON LA BURROCRACIA, MAS QUE SEGURO AUMENTARA. A LOS POLITICOS LO QUE LES INTERESA ES ACOMODAR A LOS CONOCIDOS, A LOS PANAS. HAY SOBRE EL MILLON DE BURROCRATAS EN GOBIERNO, MUNICIPIOS, LAS EP EMPRESAS PUBLICAS, CONSEJOS PROVINCIALES, ETC.
COMO DECIA HACE AÑOS DON EVARISTO CORRAL Y CH. ( ERNESTO ALBAN ) LO IMPORTANTE ES VIVIR COLGADO A LA TETA DEL PRESUPUESTO SEA NACIONAL O PROVINCIAL
Gloria Zapata, preciso comentario. Nada más por hacer notar y una de las maravillas que se forraron de plata de todos los ecuatorianos a través de “trabajos con el estado” osea municipio de guayaquil aspiraba a ser presidente de la “ilustre asamblea” por los social cristianos. De la que nos salvamos virgen santísima.
Si de algo se debería preocupar la rata de Muñoz es de explicar el crecimiento descomunal de parásitos que creo a través de la senplades y que hoy se traga viva la economía del pobre país. Delincuente desvergonzado hasta cuando. Ese ejército de burócratas pillos incapaces e innecesarios igual que sus “líderes” sería de pedir cuentas de donde salieron.
Cientos de burócratas improvisados y reciclados, herencia del correismo y fieles a la causa de la “robolución”, consiguieron “puestito” en el IMQ sin saber donde estaban parados. Ocuparon puestos creados de la nada o para los cuales no estaban en absoluto capacitados.
La consecuencia fue funesta para las dependencias municipales, muchas de las cuales entraron en terapia intensiva debido a la ignorancia, inoperancia, e indolencia frente a la corrupción de estos neo burócratas.
Para muestra un botón el accionar de Lenin Mantilla ex secretario de salud municipal _hoy prófugo de la justicia_ y el séquito de amigos y parientes de los que se rodeó, llevando a la salud municipal _ otrora ejemplo de servicio a la comunidad_ a los niveles de oprobio y vergüenza a los que descendió.
Que mal incalculable le hizo y le hace el Sr Yunda al Municipio de Quito…
Hay muchos que hoy frente al escándalo se rasgan las vestiduras, pero que a su tiempo hicieron de la “vista gorda”…
“cada candidato ganador, viene con sus fieles seguidores, que lo único que persiguen es llenar sus bolsillos a la buena ó la mala. Pobre el que se atreva a denunciarlos, le mandan a los nietos de la mamá lucha a que le hagan una visita de cortesia”.
Más claro, imposible.
Un saludo, don Juan.
Efectivamente ese será el reto de Guarderas, saber cómo y en donde se incrementó el personal, me sorprende el presupuesto expresado en esa tabla, los valores establecidos para el metro de Quito, claro que se está pagando a los contratistas y proveedores pero esos recursos vienen de los créditos otorgados por los multilaterales y por la CAF de España, todos tienen un periodo de gracia largo en el cual solo se pagan los intereses, en una reunión telemática von los funcionarios de la empresa del metro pregunté cuánto es lo que se está pagando de los créditos y para mi sorpresa nadie supo responder, esa pregunta la hice justamente porque las personas presentes tes de la Asamblea de Quito que habían sido convocadas, se quejaban de la falta de atención del
municipio y la falta de obras se debía a que se está pagando el metro. Ojalá lo aclaren algún rato. Hacer una reingenieria en todas las empresas municipales, dependencias y administraciones zonales es lo urgente
Sería bueno una entrevista con Barrera y cabeza de Canguil, para que expliquen las razones de la monstruoso aumento de funcionarios en sus administraciones. Sobre todo Barrera, ¿más del doble? Además, hay la historia que en el caso de Barrera, durante dos años consecutivos, se les brindó dos trajes a los hombres y dos a las mujeres, gratis, con dos carteras, dos billeteras, dos pares de zapatos, dos cinturones… o sea, cuando la tarea consiste en despilfarrar plata, son expertos.
Tendría que quedarse solo la gente que es realmente útil, necesaria, proba y competente en las diversas dependencias municipales, es bien sabido desde siempre, que hay mucho palanqueado que solo cobra el sueldo sin hacer mayor cosa y luego hasta heredan el carguito a familiares o amigos. Ahora que el Chorohomero ya no es alcalde, sería bueno que retomen el proyecto del Corredor Metropolitano que creó Fernando Carrión, Quito a parte de limpiarse de tanta incompetencia y corrupción necesita un proyecto ambicioso y a largo plazo que le dé al fin rumbo a esta ciudad.
Guayaquil ha mejorado mucho, pero su “modelo exitoso” hace agua por todas partes, no es un modelo a seguir. Quito tiene muchas competencias que Guayaquil ni en sueños. En el puerto recién están aprendiendo a ser críticos y exigentes con sus autoridades, trás años de creer ciegamente en el humo que les vendían. Quito debe aprender, al menos en ciertos aspectos, de ciudades como Buenos Aires, Bogotá, Medellín, Ciudad de México y porque no, si miramos a Europa tomar algunas cosas de Madrid, Barcelona, Bilbao o Lisboa. En el país, Cuenca y Loja para su tamaño, han hecho cosas muy destacables que podríamos imitar. Guarderas como primera medida, debe cambiar a todos los funcionarios panas de Yunda, debe expulsar a todos esos alcahuetes corruptos e incompetentes, poner en orden la casa y fiscalizar toda la gestión del removido.
En Guayaquil el modelo exitoso ha servido únicamente para que unas pocas familias se forren de plata.
Las palabras claves, para quien no lo sepa ya, son “contratos con el Estado”.
No hay más. El resto es “basura dialéctica”.
Señor Pallares, la solución al problema esta a la vista, si el Doctor Guarderas, y, los 13 concejales que lo apoyan, piensan en Quito, capital de todos los ecuatorianos.
Cuando el Ingeniero León Febres Cordero, se convirtió en alcalde de Guayaquil, luego de ser presidente, tuvo que limpiar todo el desastre que dejaron los Bucaram en su paso por la Alcaldía de Guayaquil. En ese momento, la alcaldía mejor administrada, era la de Quito, que en ese entonces tenía de alcalde a Don Rodrigo Paz. Se decía que Febres Cordero, pidió apoyo a Paz, y, este autorizó que los futuros directores administrativo del municipio de Guayaquil de Febres Cordero, pasen en el Municipio de Quito, los 3 o 6 meses que el municipio de Guayaquil paso cerrado, para que aprendan lo que se debía o no realizar. Luego Febres Cordero, implemento la idea de las fundaciones, que en general, funcionan bien hasta ahora.
Dicho esto, independientemente de que la anécdota sea cierta, es evidente que el Municipio mejor organizado y administrado del país en estos momentos es el de Guayaquil, a pesar de que la pandemia demostró, que no solo se debe privilegiar las cuestiones económicas, sino, también aspectos sociales. Además, es claro, que el Municipio de Guayaquil no tiene todas las competencias que el de Quito, pero, su número de habitantes es similar. Dicho esto, la solución más simple es pedir ayuda al Municipio de Guayaquil, para ver todas las técnicas administrativas útiles que puedan ser aplicadas en Quito de forma inmediata.
De igual forma, se puede pedir ayuda al Municipio de Medellín, que tiene cierto parecido con el de Quito: en un momento de su historia, el narcotráfico la hizo una ciudad inviable, con serios problemas de seguridad y falta de servicios. Ahora es un ejemplo para la región. Y dado que, en cierta forma, Quito tiene problemas parecidos, también sería útil acoger ideas probadas que provengan de nuestros hermanos colombianos.
Por último, no se puede perder impunemente el mayor proyecto que una ciudad del Ecuador ha tenido en su historia: el Metro. Llegó la hora de dejar de ser manejados por los empresarios mercantilistas del transporte quiteño, y, aceptar las recomendaciones de los organismos internacionales que prestaron el dinero: una empresa internacional lo debe manejar. Debido al atraso el proyecto debe ser declarado en emergencia; se debe pedir la cooperación de las universidades que manejan ingeniería de transporte, para que ayuden al replanteo del proyecto de forma técnica y rápida; y, se debe pedir apoyo del Gobierno Nacional, para encontrar la empresa internacional con experiencia que se haga cargo. Hay que recordar la propuesta de funcionarios de Biden, de usar un fondo norteamericano que sirva para salir de la deuda china, a cambio de que se haga negocios con empresarios estadounidenses. Soñar no cuesta nada, pero que tal, si el metro de Quito, es manejado por el Metro de New York, u, otra empresa estadounidense con experiencia en manejo de este tipo de transporte.
Ni el Doctor Guarderas, ni los concejales que lo apoyan, deben perder tiempo ni inventarse el agua tibia. Es obvio, que nos guste o no, el exceso de personal del municipio de Quito, se tiene que ir. También es obvio, que hay soluciones simples y a la mano. Por último, el Metro, bien manejado, no solo puede servir para crear un cambio serio a la ciudad, sino como un proyecto estratégico para el país. También hay otros temas, como seguridad, manejo de desechos, etc., que no se pueden dejar de lado, pero, sin limpiar la casa ni recuperar el Metro, no se tendrá suficiente alcance para el resto de temas.
Me parece perfecto que se optimice y se reduzca la burocracia innecesaria, pero Quito y Guayaquil no son comparables en absoluto. Quito tiene a su cargo por ejemplo varias instituciones educativas (con mucho prestigio y calidad educativa), muchísimos parques, tan grandes como el Bicentenario, La Carolina, Metropolitano, Metropolitano del Sur, etc. mientras en Guayaquil el único gran parque que tienen se los construyó el gobierno nacional. El agua potable también es competencia del municipio, mientras en Guayaquil está concesionado (recuerdan el escándalo del agua con coliformes fecales?) Quito también tiene a su cargo innumerables edificios patrimoniales e infraestructuras culturales, museos, centros culturales (con miles de objetos delicados y valiosos dentro), monumentos, bibliotecas, teatros, canchas deportivas, balnearios, mercados, etc. etc. todos esos edificios, infraestructuras y objetos necesitan mantenimiento, restauración y protección continúa. Quito también administra varios sistemas de transporte, eso incluye buses, paradas y estaciones de transferencia (trole, ecovía, etc.) mientras en Guayaquil están concesionados al sector privado. Y el metro ni se diga, ninguna ciudad del país tiene una infraestructura de esa envergadura a su cargo. Solo recordar que es la ciudad la que está asumiendo la mayor parte del costo de esa obra (alrededor del 65%) mientras en la rica Santiago de Chile es el gobierno central el que construye y asume el costo de las líneas de metro. Guarderas lo que debe hacer urgentemente es una limpieza de funcionarios corruptos, inútiles e incompetentes, hay mucho vago y pipón dorado en los diversos entes municipales. Yunda deja un legado de corrupción, destrucción y podredumbre en la alcaldía, la prioridad debe ser poner en marcha a la ciudad con total transparencia y honestidad.
¿Cuál es el problema que la empresa privada se haga cargo de ciertas áreas del Municipio, bajo el control del mismo? ¿Acaso eso no funciona en muchos municipios del mundo? ¿Por qué la obsesión de que el Estado nacional o local lo administre todo? ¿Si se da cuenta, que al ser el Estado, un ente jurídico, no hay nadie responsable? ¿Entiende ese proverbio de que “el ojo del amo engorda al Caballo”? ¿Es malo que una empresa obtenga una ganancia si mediante su accionar se mejoran los servicios municipales, e, incluso se baja el exceso de empleados del municipio? ¿Si sabe que Deng Xiao Ping, el líder chino que inicio a China en el capitalismo, lo que permitió que ahora sea la segunda potencia mundial, así su manejo político no nos agrade, dijo que: “No importa que el gato sea blanco o sea negro. Mientras cace ratones, es un buen gato”?
No es, que este de acuerdo con el lineamiento político del general Moncayo, pero las cifras hablan.
Primero que es un burocrata municipal, un ciudadano que ingresa como empleado, porque no sabe mas que hacer con su vida productiva. Es decir un pipón con ó sin titulo profesional.
Dependiendo su actividad en la campaña electoral, consigue su palanca para poder quedar bien ubicado al interior del municipio. Como desconoce absolutamente todo, hay que enseñarle las manias de como se maneja la cosa pública para beneficio propio. Como ya aprendío, el se cree indispensable, por lo que no hay quien se atreva a pedirle la renuncia, porque les delata la fechorias al interior de su área laboral.
En conclusión, el número de pipones va en progresión geométrica y sin control, porque cada candidato ganador, viene con sus fieles seguidores, que lo único que persiguen es llenar sus bolsillos a la buena ó la mala. Pobre el que se atreva a denunciarlos, le mandan a los nietos de la mamá lucha a que le hagan una visita de cortesia.